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SOFISTAS

Grupo de personas bien estudiadas que tomaban a una persona para enseñarle algo
específico, lograban convencer a cualquier masa

La política antes de Sócrates era convencer a la masa.

Los sofistas no generan conocimientos

La enseñanza que recibía en la escuela el joven ateniense era elemental y primaria.


Parece ser que, al menos en la primera parte del siglo V, no existía en Atenas ninguna
enseñanza superior. Pero en la segunda mitad del siglo surgieron innovaciones decisivas en
la educación, gracias a la aportación de los sofistas. En principio esta palabra no es en
absoluto despectivo, sino todo lo contrario: designa a los hombres hábiles y sabios a la vez,
que son capaces de transmitir a otros su ciencia o su experiencia.

Quienes sistematizarán y difundirán los conocimientos nuevos son los Sofistas. No


enseñan en un lugar determinado, ya que los primeros profesores de enseñanza superior son
conferenciantes itinerantes. Las exhibiciones que hacían de su saber y de su talento de
oradores atraían a alumnos que se vinculaban a ellos y los seguían de ciudad en ciudad,
pues eran ante todo educadores. Bajo la denominación general de FILOSOFÍA enseñan
todo lo que entonces se podía saber y que no se aprendía en la escuela elemental:
geometría, física, astronomía, medicina, artes y técnicas, y sobre todo retórica y filosofía
propiamente dicha. Por lo tanto las aspiraciones de los sofistas eran universales, y por esa
razón constituían un blanco continuo para las críticas y las crueles ironías de Sócrates y
Platón. Su finalidad común era formar hombres de primer orden, sabios y hábiles a la vez, y
sobre todo dirigentes de masas, hombres de estado, la élite de cada ciudad en definitiva.
Afirmaban que se puede enseñar la areté. Ahora bien, la areté, la virtus de los latinos, no es
esencialmente la virtud moral, es el conjunto de cualidades que forman al hombre eminente
y lo hacen útil e ilustre Muchos jóvenes atenienses deseaban más que nada adquirir este
saber, condición de la areté.

Los sofistas no eran desinteresados como Sócrates: había que pagar muy bien sus lecciones,
pero eran los únicos capaces de ofrecer una verdadera cultura general y formar oradores.
La objeción más grande que Sócrates y Platón hacían a la enseñanza de los sofistas
era que la areté a la que aspiraban se burlaba en el fondo de lo que actualmente llamamos
virtud.

Por lo que se refiere a los sofistas, no tenían una filosofía; enseñaban lo que querían
aprender sus discípulos acomodados. Sin embargo, algunos de ellos sostuvieron un punto
de vista que, en comparación con el interés hasta entonces dominante en la filosofía por
descubrir sustrato permanente del cambio físico, era nuevo. En su aspecto positivo, este
nuevo punto de vista era simplemente humanismo-desviación del conocimiento hacia el
hombre como centro del mismo. En su aspecto negativo, indicaba un cierto asceptismo
respecto al ideal antiguo de un conocimiento desinteresado del mundo físico. Esta es la
interpretación más aceptable de la famosa frase de Protágoras según el cual "el hombre es
la medida de todas las cosas, de lo que es y de lo que no es". En otras palabras, el
conocimiento es creación de los sentidos y otras facultades humanas y, por tanto, es
estrictamente una empresa humana.

SÓCRATES

Tomar la posición que el hombre tiene que ser virtuoso Sabio

Ser sabio significa crear tu propio conocimiento de las cosas

Mayéutica: Método dialectico, donde una idea se contrapone con otra

En Sócrates comenzó la filosofía

1. Ser filosofo es una persona que hace preguntas


2. Hombre virtuoso sabio
3. La polis debe organizarse en torno al buen pensar
4. Debemos formar al hombre sabio

3 formas de Gobierno

IMPORTANTE: Para ellos la democracia era mala

Monarquía Tiranía
Aristocracia Oligarquía

Democracia Oclocracia

Sócrates, que nació sobre el 469 a C, fue en su juventud seguidor de la tradición


jónica de filosofía natural y compañero de Arquelao, continuador de la obra de Anaxágoras
en Atenas.

Se desilusionó de la ciencia física debido a que ésta no tenía en cuenta el elemento


consciente y voluntarioso del hombre que él llamó alma. De todas las sentencias que los
filósofos naturales habían escrito, solamente una le pareció de interés. Anaxágoras había
empezado su libro sobre la Naturaleza de las cosas con la siguiente frase: “Al principio
todo era confusión, luego llegó la razón y la redujo al orden”. En el resto de su obra
Anaxágoras no mencionaba más el concepto de razón.

Pero para Sócrates se había abierto un nuevo camino de investigación. Porque,


pensó, si es la razón la que ordena las cosas, entonces cada cosa debe estar ordenada para lo
mejor, y la pregunta sobre las causas de las cosas debe ser una pregunta sobre lo que es
mejor. Éste fue el nuevo impulso que dio a la filosofía y a la ciencia. Comenzó con la
búsqueda de pruebas de un plan inteligente del universo en contraposición al reino de las
leyes mecánicas. Al mismo tiempo, un grupo de filósofos llamados Sofistas intentaban
defender la tesis de que no existían valores morales absolutos: no existía lo mejor, todo era
relativo a las circunstancias que lo rodeaban. Se convirtieron así los sofistas en abogados
capaces de defender cualquier causa. Un gran discurso podía poner en la calle a un
peligroso criminal, o a un gran estafador.

La creciente influencia de Sócrates entre los jóvenes, las envidias y la posible


pérdida de poder llevaron a los sofistas a dirigir una conspiración que acabó con Sócrates
en el banquillo de los acusados.

CÓMO TRABAJABA SÓCRATES: Sócrates empieza desmontando los conceptos


que, sin fundamento, anidan en la mente. Es una lucha por la claridad que comienza
aplicando a las cuestiones morales, a las cuestiones de la vida moral, el método que los
geómetras siguen al hacer su ciencia
A Sócrates se le ocurre tomar las pautas de los geómetras que hacen con el mundo
de las figuras físicas. En el mundo moral hay una cantidad de acciones, propósitos,
resoluciones, modos de conducta, que el hombre tiene. Reduce esas acciones y métodos de
conducta a un cierto número de formas particulares, concretas, a un cierto número de
virtudes: la justicia, la moderación, la templanza, la valentía... Y luego, después de haber
hecho de cada una de esas virtudes o formas primordiales de la vida moral aplica el
entendimiento, aplica la intuición intelectual, para llegar a decir qué es la justicia, qué es la
valentía, qué es el amor... Ahora bien: ¿qué es? Significa para estos griegos “dar razón de
ello”, encontrar la razón que lo explique, encontrar la fórmula racional que lo cubra
completamente, sin dejar resquicio alguno. Y a esa razón que lo explica la llaman con la
palabra griega “logos”. Dar y pedir “logos” es la operación que Sócrates practica a diario
por las calles de Atenas, y este dar y pedir va a constituir su método:

EL MÉTODO DE SÓCRATES: El método de la filosofía consiste en preguntar, pero


de una forma especial, la ironía y la mayéutica.

 La ironía consiste en llevar a quien habla con nosotros, seguro de que sabe de qué
habla, hasta la ignorancia que se oculta en ese supuesto saber. Para ello, Sócrates,
“que sólo sabe que nada sabe”, se esconde ingenuamente en ese no saber para dejar
al otro ante su propia perplejidad. Sólo en el reconocimiento de su propia ignorancia
se es capaz de llegar al conocimiento.
 La mayéutica, o arte de dar a luz (su madre era comadrona), completa ese proceso
al despertar y alumbrar en la propia alma, en la mente, los conocimientos que
dormían en ella. No se trata de poner en el interlocutor un saber distinto de él
mismo, sino dar a leer en él los saberes que ya tiene.

Ejemplo: Sócrates con el general ateniense.

LA ÉTICA DE SÓCRATES: Todo este juego intelectual conducía a una meta


determinada: la de educar al hombre por medio de un continuo ejercicio en busca del bien
que, en la ciudad, no podía ser otro que el bien colectivo, la justicia. Ese ejercicio tenía
también un nombre, areté, la excelencia humana, la virtud. La inteligencia, el buen sentido
y la armonía de los deseos son las bases de esa sabiduría ética, levantada desde la
experiencia concreta de los hombres. Por ello, una virtud que tiene como fundamento la
racionalidad puede, en consecuencia, enseñarse. La razón es palabra, logos, comunicación,
convencimiento.

Para Sócrates el interés fundamental de la filosofía era la moral. La convicción de


Sócrates es que el que es malo es porque no sabe.

La doctrina más característicamente atribuida a él, la creencia en que la virtud es


conocimiento y en que, por consiguiente, puede aprenderse y enseñarse, la búsqueda de la
definición precisa.

No se sabe exactamente cuáles fueron las conclusiones de Sócrates en materia


política. Pero en términos generales, son demasiado claras las conclusiones que derivan de
la identificación de virtud y conocimiento para que pueda dejarse recibirlas. Sócrates tiene
que haber sido un crítico franco de la democracia ateniense y de su presunción de que
cualquier hombre puede desempeñar cualquier puesto.

PLATÓN
Platón nació hacia el año 427 a. C. en el seno de una prominente familia
ateniense.El hecho más importante del desarrollo intelectual de Platón fue el de que en su
juventud fue discípulo de Sócrates, de quien sacó el pensamiento que fue siempre lo
fundamental de su filosofía política: la idea de que la virtud es conocimiento.

La Academia platónica fue la primera de las escuelas filosóficas, aunque es


probable que Isòcrates, que enseñó especialmente retórica y oratoria, abriera su escuela
algunos años antes que Platón.

Platón en tres de sus libros La Republica, el político y las leyes habla de las diversas
formas de constitución, en este texto hace una descripción de la república ideal, que tiene
como fin la realización de la justicia entendida como la atribución a cada cual de la tarea
que le compete de acuerdo con las propias aptitudes. Esta república es una composición
armónica y ordenada de tres clases de hombres: los gobernantes-filósofos, los guerreros y
los que se dedican a los trabajos productivos. Pero cabe destacar que este Estado no ha
existido.

Los Estados que existen (los Estados reales) son corruptos. Mientras que el óptimo
Estado es uno solo, y no puede ser más que uno porque una sola es la constitución perfecta,
los malos Estados son muchos, de conformidad con el principio expuesto en uno de los
diálogos de que “una sola es la forma de la virtud, mientras son infinitas las del vicio”

Según Platón, en la historia se suceden solamente formas malas (unas más malas
que otras). La constitución buena no forma parte de esta sucesión, es un modelo y como tal,
no importa si se encuentra al principio o al final.

Platón vivió en una época de decadencia de la gloriosa democracia ateniense y por


tanto investiga, analiza, denuncia, los fenómenos de la degradación de la polis, más que los
de su esplendor.

Las constituciones corruptas que Platón examina ampliamente son (en orden
decreciente): Timocracia, Oligarquía, Democracia, Tiranía

Se observa que en esta enumeración faltan dos formas tradicionales: Monarquía y


aristocracia. Pero en un fragmento que conviene citar estas dos formas son atribuidas
indiferentemente a la constitución ideal:

“Digo que la constitución ideal se podría llamar de dos nombres: Si entre todos los
regidores uno tiene el mando sobre los demás la podríamos llamar monarquía; si el mando
está en manos de varias personas, aristocracia” Por consiguiente estos dos aspectos
constituyen una sola forma que uno o varios tengan el mando da lo mismo, pues nada
cambiaría en las leyes fundamentales del Estado, una vez educados y elevados de la manera
que señale.

Para el las formas de gobierno son 6, pero de ellas dos sirven para designar la
constitución ideal y 4 para indicar las formas reales que se alejan en mayor o menor medida
de ésta. De las 4 constituciones corruptas, la segunda, la tercera y la cuarta corresponden
estrictamente a las formas degradadas de las tipologías tradicionales: la oligarquía es la
forma corrupta de la aristocracia, la democracia de la “politeia” y la tiranía de la
monarquía. La timocracia (de timé que significa honor) es un concepto introducido por
Platón para designar una forma de transición entre la constitución ideal y las tres formas
malas tradicionales.

La democracia es la peor forma de las buenas, sin embrago es la mejor forma de las
malas, en contraste con la monarquía que es la mejor de las formas buenas mientras que la
tiranía es la peor de las formas malas

Buenas (democracia, aristocracia, democracia) y las malas van en orden inverso


(Democracia, oligarquía, tiranía)

Platón se pregunta ¿No es quizá la timocracia una forma de gobierno que se


encuentra entre la aristocracia y la oligarquía? En su época la timocracia está representada
en particular por el gobierno de Esparta, del que Platón fue admirador y que tomó como
modelo para delinear su república ideal. Precisamente el gobierno timocrático de Esparta es
el más cercano a la constitución ideal: su vicio y por tanto su elemento de corrupción está
en honrar más a los guerreros que a los sabios.

En la representación tradicional el movimiento es ascendente y descendente en la


platónica solamente es descendente.

La timocracia es la degeneración de la aristocracia, considerada como la forma


perfecta y descrita en el Estado ideal; la oligarquía lo es de la timocracia y así
sucesivamente. La tiranía es la forma infinita con la cual la degradación toca el fondo

Platón presenta en su discurso las 4 formas corruptas de la siguiente manera:

“Las constituciones son: La que es exaltada por muchos, es decir la de la Creta y


Esparta (Forma timocráta), en segundo lugar viene la llamada oligarquía, gobierno lleno de
problemas infinitos; luego está la democracia que es opuesta a la anterior; por último
encontramos a la muy noble tiranía, superior a todas las demás, pues es la gangrena
extrema del Estado”

Para caracterizarlas, Platón ubica las particularidades morales (vicios y virtudes) de


las clases dirigentes respectivas. La primera distinción de las formas de gobierno nace de la
respuesta ¿quién gobierna? En virtud de este criterio de distinción, la respuesta de Platón es
que en la aristocracia gobierna el hombre aristocrático, en la timocracia el hombre
timocrático, en la oligarquía el hombre oligárquico y así sucesivamente.

Estos hombres que representa un tipo de clase dirigente es descrito con gran eficacia
mediante el señalamiento de su pasión dominante: Timocrático la ambición, el deseo de
honor; para el oligárquico el ansia de riqueza, para el democrático l deseo inmoderado de
libertad (que se forma en libertinaje), para el tiránico la violencia.

¿Cómo y de qué manera se da el paso de una constitución a otra?

Platón subraya el acercamiento de las generaciones, el paso de una constitución a


otra parece coincidir con el paso de una generación a otra. En consecuencia el cambio no
solamente es necesario, y en cierto sentido fatal, sino también rápido.

En cuanto a la razón por la que tiene lugar el cambio, ésta debe buscarse sobre todo
en la corrupción del principio en el que todo gobierno se inspira. Para una ética como la
griega, acogida y defendida por Platón del justo medio , la corrupción de un principio está
en su exceso: el honor del hombre timocrático se corrompe cuando se transforma en
ambición inmoderada y deseo de poder; la riqueza del oligárquico, cuando se vuelve
avidez, avaricia, ostentación descarada de bienes que provoca la envidia y la revuelta de los
pobres; la libertad del democrático, cuando se convierte en licencia, creer que todo esté
permitido, que toda regla pueda ser transgredida impunemente; el poder del tirano, cuando
se vuelve arbitrariedad, y violencia.

Para Platón el tema fundamental no era la libertad del individuo con respecto los
individuos; si no la unidad del Estado en relación con los individuos. Si la unidad del
Estado es el primer bien, la discordia es el mal esta es el inicio de la disgregación de la
unidad. De la discordia nacen los males del desmembramiento del cuerpo social. El tema de
la discordia como malestar, como enfermedad del Estado (la corrupción del Estado
frecuentemente es comparada con la enfermedad del cuerpo debido a la semejanza que
Platón establece entre el cuerpo del individuo y el del Estado.
Sin embargo, existen dos formas de discordia que arruinan a la ciudad; una es la discordia
dentro de la clase dirigente, otra la que existe entre la clase dirigente y la clase dirigida,
entre gobernantes y gobernados.

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