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ATUCSC 12.

1 (2010): 105-122 ISSN 0717-4152

“OS CONJURO HIJAS DE JERUSALÉN…”.


ACERCAMIENTO TEXTUAL A CT 2,7; 3,5; 5,8; 8,4

“I ABJURE YOU DAUGHTERS OF JERUSALEM…”.


TEXTUAL APPROACH TO SONG 2:7, 3:5, 5:8, 8:4

Pablo Uribe Ulloa*


Universidad Católica de la Ssma. Concepción, Chile

Resumen

Después de haber visto el panorama global de la interpretación histórica del Cantar de


los Cantares1, nos acercamos ahora al “conjuro”2 –estribillo enigmático que está pre-
sente 4 veces en el conjunto de los poemas– para conocer y dilucidar su problemática
textual. Este acercamiento tendrá presente las principales lenguas antiguas en las que
se ha recogido la tradición textual del Cantar de los Cantares y cómo las distintas ver-
siones afectan o no a nuestro texto de Ct 2,7; 3,5; 5,8 y 8,4.

Palabras clave: Conjuro, texto hebreo, texto griego, traducción.

Abstract

After having seen the global outlook on the historical interpretation of the Song of
Songs, we now come to look at the “command” –the enigmatic chorus that is found 4
times in the collection of the poems– in order to understand and explain the textual
problem. This approach will take into account the principal ancient languages from

* Licenciado en Teología Bíblica y candidato a doctor en Teología Bíblica. Profesor de


Antiguo Testamento en el Instituto de Teología de la Universidad Católica de la Ssma. Con-
cepción, Chile. Correo: puribe@ucsc.cl
1 En mi artículo publicado en esta misma revista: “Historia de la interpretación del Can-

tar de los Cantares”, ATUCSC 10.2 (2008) 129-151.


2 Para una aproximación al conjuro, cf. P. URIBE ULLOA, “El conjuro del Cantar de los

Cantares. Interpretación de Ct 2,7;3,5;5,8;8,4”, en: P. URIBE ULLOA – J.C. INOSTROZA


(Coords.), Anunciabo veritatem tuamm. Estudios en homenaje a Mons. Antonio Moreno
Casmitjana, Universidad Católica de la Ssma. Concepción, Concepción 2009, 69-109.

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which the textual tradition of the Song of Songs has been taken. It will also take into
account the distinct versions that have affected (or not) the text of Song 2:7, 3:5, 5:8, 8:4.

Key words: Command, Hebrew text, Greek text, translation.

1. El texto hebreo

El Cantar de los Cantares se escribió en hebreo. El texto actual que posee-


mos ha sido bien conservado pero presenta ciertos problemas que podemos
agrupar en: 1) existencia de hapax legomena. Términos como . “gace-
3
la” o 4
“el amor” , sólo aparecen en este libro de todo el AT. 2)
formulaciones que en los poemas no tienen un desarrollo ulterior –tal vez,
por tratarse de poemas sueltos sin conexión o por ser un recurso propio de
la poesía hebrea– lo que dificulta considerablemente su interpretación. Así
p.e. en las fórmulas de posesión de 2,16; 6,3; 7,115. 3) utilización de metáfo-
ras6 que están envueltas en un lenguaje ajeno a nuestra mentalidad occi-
dental contemporánea. Éstas se caracterizan principalmente por el uso del
símil y las imágenes.
El símil “es una figura del lenguaje que establece una comparación entre
dos cosas, por lo general recurriendo al adverbio de modo ‘como’”7. La ima-
gen –en cambio– se caracteriza por su naturaleza enigmática, “carece de
todo elemento material o formal comparativo que encamine al lector hacia
ella (…), puede estar tomada de cualquier dato del mundo material o inma-
terial, del ámbito de lo real o de lo irreal; y siempre sirve de referente de otra

3 En género femenino, así en nuestro texto de 2,7; 3,5 y 8,4 donde aparece bajo el plural

y en 4,5 y 7,4 como singular.


4 En forma sustantiva como verbal aparece muchas veces en todo el AT, así también en
el Ct pero con artículo es una forma propia de nuestro texto más 8,7, cf. G. LISOWSKY,
Konkordanz zum Hebräischen Alten Testament, Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart 21993,
28-30.
5 “Mi amado es mío y suya yo…”(2,16); “Yo soy de mi amado y mi amado es mío…” (6,3);

“Yo soy de mi amado y hacia mí tiende su deseo”(7,11).


6 Entendemos el término “metáfora” –del griego μεταφορα: ´ traslación– como “tropo
que consiste en trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una
comparación tácita” (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española. Tomo
II, Espasa Calpe, Madrid, 222001, 1496).
7 L. ZOGBO – E. WENDLAND, La poesía del Antiguo Testamento: pautas para su traduc-

ción, Sociedades Bíblicas Unidas, Miami 2001, 286.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

realidad, a la que trata de definir indirectamente”8. Así p.e. en 1,9 encontra-


mos el símil introducido por el verbo “comparar”, en 2,9; 2,17; 7,8;
9
8,14 . También aparece –en muchas ocasiones– acompañado de la conjun-
ción comparativa “como”, p.e. en: 2,2; 4,2; 5,1210. Algunos ejemplos de la
imagen como recurso estilístico –muy marcado a lo largo de todo el Ct–
pueden verse en: 1,13; 8,6; con evocación a la intimidad y 4,4 con resonan-
cias de época de paz salomónica11.
Estos problemas “han torturado y desgastado la imaginación de nume-
rosos intérpretes”12, haciendo muy dificultosa la interpretación adecuada
de los poemas que forman el Ct.

1.1. Leningrado

El principal testimonio textual hebreo es el manuscrito de Leningrado B


19a. Su importancia radica en que es el texto hebreo más antiguo y comple-
to de todo el AT, recoge la tradición textual de la familia Ben Asher13 y es el

8 V. MORLA, Poemas de amor y de deseo. Cantar de los cantares (EB 26), Verbo Divino,

Estella 2004, 46. Un muy buen tratamiento de esta temática en W. WATSON, Clasical Hebrew
Poetry (JSOTSS 26), University of Sheffield, Sheffield 1984, 251-252. y L. ALONSO SCHÖKEL,
Estudios de poética hebrea, Juan Flors, Barcelona 1963, 269-307. Pese a una diferencia-
ción formal entre el símil y la imagen, ambas poseen tres componentes principales que ayu-
dan a su identificación en cuanto metáforas. Estos son: a) presencia de un objeto o tema de
comparación. b) presencia de una figura con la que se compara el objeto. c) existencia de
una base de comparación entre el objeto y la figura. Cf. L. ZOGBO – E. WENDLAND, La
poesía…, 55.
9 “A mi yegua entre los carros de Faraón yo te comparo, ¡oh amiga mía!”(2,9); “… seme-

ja, amado mío, a una gacela…”(2,17); “Esa tu talla semeja a una palmera…” (7,8); “Huye,
amado mío, y semeja a la gacela…” (8,14).
10 “Como lirio entre las espinas, así es mi amada entre las doncellas” (2,2); “tus dientes

son como hato de ovejas trasquiladas…” (4,2); “Sus ojos son como palomas a la vera de
corrientes de agua…” (5,12).
11 “Bolsita de mirra es para mí mi amado, que entre mis pechos descansa” (1,13); “Pon-

me como sello sobre tu corazón, cual sello sobre tu brazo” (8,6); “Como la torre de David es
tu cuello, edificada para trofeos; mil escudos penden de ella, todos paveses de héroes” (4,4).
Cf. K. SCHAEFER, Salmos, Cantar de los cantares, Lamentaciones (BBB 10), Verbo Divino,
Estella 2006, 266 y 270.
12 V. MORLA, Poemas…, 21.
13 “En su colofón, el copista Samuel ben Jacob escribe que copió el texto de un ejemplar

escrito por Arón ben Mosé ben Ascher” (H. SIMIAN – YOFRE (ed.), Metodología del Antiguo
Testamento (BEB 106), Sígueme, Salamanca 2001, 51. Este mismo queda confirmado en E.
WÜRTHWEIN, The Text of the Old Testament. An Introduction to the Biblia Hebraica, William
B. Eerdmans, Grand Rapid, 21995, 36. Y es puesto en duda por Hans Peter Rüger, en: K.

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que reproducen las ediciones críticas de la Biblia Hebraica de Kittel (BHK)14,


la Biblia Hebraica Stuttgartensia15 (BHS) y el –reciente– proyecto de publi-
cación de la Biblia Hebraica Quinta (BHQ)16. Nuestro texto está contenido
en los folios números 423R para 2,7; 3,5, 424R para 5,8 y 425R para 8,4.
Presenta la puntuación tiberiense, una reducida masora parva y su datación
se ubica entre el 1008-1009 d. C.17.

TM
2,7:

3,5:

5,8:

8,4:

ELLINGER– W. RUDOLPH (eds.), Biblia Hebraica Stuttgartensia, Deutsche Bibelgesellschaft,


Stuttgar 1997, III, XII, XX, XXIX y XXXVIII.
14 R. KITTEL (ed.), Biblia Hebraica, Württembergische Bibelanstalt, Stuttgart 1973.
15 K. ELLINGER– W. RUDOLPH (eds.), Biblia Hebraica…
16 El primer fascículo de esta nueva Biblia hebraica ya está publicado y corresponde a

los megillot. Cf. A. SCHENKER (ed.), Biblia Hebraica Quinta. General Introduction and
Megilloth (BHQ 18), Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart 2004.
17 Para una edición fascímil del códice cf. D. NOEL FREEDMEN (ed.), The Leningrad Codex,

William B. Eerdmans – Brill, Grand Rapid – Cambridge – Leiden – New York – Köln 1998,
858, 859 y 861.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

El conjuro aparece cuatro veces al interior del Ct, caracterizado con la


fórmula: “Os conjuro, hijas de Jerusa-
lén”. Hay una diferencia notable entre 2,7; 3,5; 8,4 y 5,8; en el primer grupo
de textos se conjura por las gacelas y las ciervas a no despertar al amor,
mientras que en 5,8 se conjura a anunciar al amado el mensaje de la enfer-
medad de amor que la amada padece. Pero los cuatro textos coinciden en
presentar una fórmula común de conjuro: “Os conjuro…”,
unos mismos destinatarios las “hijas de Jerusalén”, y un
tema común “el amor”.
Los vv. 2,7 y 3,5 son idénticos no presentando variantes. 8,4 presenta
dos variantes importantes en relación a 2,7 y 3,5: Omite todo el hemistiquio
de “por las gacelas o por las ciervas del
campo” y cambia la partícula con valor de negación “no” que aparece 2x
en el hemistiquio acompañando al verbo “despertar”, por la partícula
interrogativa “¿cómo?”18 en las 2 ocasiones antes dichas. El v. de 5,8 es
otra variante respecto a los textos anteriores. Sólo mantiene la fórmula del
conjuro y cambia su contenido, pero coincide con 8,4 en la partícula inte-
rrogativa que aquí indica ¿qué?, dirigida a las “hijas de Jerusalén”,
coincide también con 2,7 y 3,5 en la partícula “si” que aquí tiene valor
condicional y finalmente coincide con 2,7, 3,5 y 8,4 en el sustantivo
“amor” que aunque está sin artículo, viene a concluir el conjuro.
Sólo unas pocas observaciones textuales podemos destacar del TM: Para
la partícula interrogativa “¿cómo?” de 8,4, unos pocos manuscritos
presentan la variante “¿a caso?”19; ocurriendo lo mismo con la interro-
gativa que está acompañada de conjunción copulativa. De este modo “¿y
cómo?” es cambiada por “¿y a caso?” en unos pocos manuscritos20.
Para el sustantivo con artículo definido “el amor”, la versión Siría-
ca (S) del AT cambia por “la amada”. Término que tanto en 2,7;
3,5 y 8,4 será problemático, como veremos en las traducciones modernas.

18 También indica las interrogativas ¿qué?, ¿cuál?. Cf. J. VÁZQUEZ, Diccionario bíblico

hebreo-español. Español-hebreo, Verbo Divino, Estella 2002, 122.


19 También puede indicar condicional “si”, “pero si” o bien la partícula interrogativa por

la que hemos optado, que se adapta más a nuestro texto. Cf. P. ORTIZ, Léxico Hebreo/Arameo/
Español - Español/Hebreo/Arameo, Sociedad Bíblica, Madrid 2001, 17. K. ELLIGER, – W.
RUDOLPH (eds.), Biblia Hebraica…, 1335.
20 Cf. K. ELLIGER, – W. RUDOLPH (eds.), Biblia Hebraica…, 1335.

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1.2. Qumrán

Dentro de los textos bíblicos descubiertos en las cuevas de Qumrán, a ori-


llas del mar Muerto, se encontraron 4 manuscritos que se han identificado
como fragmentos del Cantar de los Cantares. F. García Martínez21 nos in-
forma de los textos del Ct encontrados en la cueva 4 y 6. Estos son:

El Ms. 4Q106 (4QCanta) 4QCanticlesa, editado por E. Tov en DJD XVI22


que se encuentra en PAM23 43.097 y ROC24 1118. Contiene 2 columnas con
fragmentos del capítulo 3, 4 y 6 del Ct. Así la columna I contiene: Ct 3,7-4,6
y la columna II: Ct, 4,7; 6,12-7,725 .

El segundo Ms. es conocido como 4Q107 (4QCantb) 4Qcanticlesb, edita-


do por E. Tov en DJD XVI26 . Su ubicación física se encuentra en PAM 43.093
y ROC 1119. Contiene 4 fragmentos. A saber: fragmento 1 con el texto de Ct
2,9-3,2; fragmento 2i que contiene Ct, 3,4-5.9-11; fragmento 2ii con Ct 4,1-
3.8-11 y fragmento 3 con Ct 4,14-5,1.

Un tercer manuscrito es el denominado 4Q108 (4QCantc) 4QCanticlesc,


editado por E. Tov, DJD XVI27. Se ubica en PAM 43.093 y ROC 1119 y con-
tiene 1 solo fragmento de Cant 3,7-8.

21 F. GARCÍA MARTÍNEZ – E. J.C. TIGCHELAAR (eds.), The Dead Sea Scrolls. Study Edition.

Volume One 1Q1-4Q273, Brill, Leiden – Boston – Köln 1997, 288-289. Y para el fragmento
de la cueva 6: F. GARCÍA MARTÍNEZ – E. J.C. TIGCHELAAR (eds.), The Dead Sea Scrolls. Study
Edition. Volume Two 4Q274-11Q31, Brill, Leiden – Boston – Köln 1998, 1147.
22 Cf. E. TOV (ed.), Qumran Cave 4. XI Psalms to Chronicles (DJD XVI), Clarendon

Press, Oxford 2000, 199-204.


23 Palestine Archaeological Museum.
24 Rockefeller Museum.
25 Es importante destacar que los datos sobre los versículos que da F. García Martínez

no coinciden plenamente con los de la edición oficial. Y esto se agrava aún más ya que F.
García Martínez omite el único texto de Qumrán que estaría en nuestro campo de estudio:
3,5. En la siguiente columna se reproducen los datos del DJD XVI, 195:

4QCanta 4QCantb 4QCantc 6Cant


col. I 3, 4-5 frg. 1 2,9-3,2 3,7-8 1,1-7
col. II 3,7-4,6 frg. 2i 3,5.9-4,1a
col. III 4,7; 6,11?-7,7 frg. 2ii 4,1b-3.8-11a
frg. 3 4,14-5,1

26 Cf. E. TOV (ed.), Qumran…, 205-218.


27 Cf. E. TOV (ed.), Qumran…, 219.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

Finalmente tenemos el Ms. 6Q6 (6QCant) 6Qcanticles, editado por M.


Baillet en DJD III28, 112-114, pl. XXIII. El manuscrito está en: PAM 42.943
y ROC 646, contiene 2 columnas: Col I: Cant 1,1-6 y Col II: Cant 1,6-7.

El único texto –de nuestro conjuro– que aparece en los Mss. de Qumrán
es Ct 3,5. Está presente 2x –como ya se ha mencionado– de forma muy
fragmentada como lo presentan las siguientes tablas:

4QCanta. Col. I, línea 12

texto de Qumrán:
texto reconstruido:

Si la reconstrucción es correcta, en este caso el texto de Qumrán coinci-


de con el TM en esta parte de nuestro texto de 3,5. Aunque es idéntico en el
TM 3,5 de 2,7 y también con 5,8 y 8,4 en lo que respecta a este hemistiquio
del conjuro. Sin embargo, no podríamos afirmar lo mismo en el Ms. 4QCantb
como se puede apreciar en la próxima tabla.

4QCantb: Col. II, frg. 2i, línea 5

texto de Qumrán:
texto reconstruido:
variante:

La variante coincide con el TM, mientras que el mismo fragmento de


Qumrán ya es una variante respecto a 4QCanta. Si la reconstrucción es co-
rrecta estaríamos ante el v. “desear”29 y la partícula ya no sería

28 Cf. M. BAILLET – J. T. MILIK – R. DE VAUX (eds.), Les ‘Petites Grottes’ de Qumran

(DJD III), Clarendon Press, Oxford 1962, 112-114.


29 “anhelar”, “desear ardientemente”, sería la acepción que más se relaciona con nues-

tro texto, no así los significados de: “languidecer”, “desfallecer” que también puede tener el
término. Cf. B. DAVIDSON, The Analytical Hebrew and Chaldee Lexicon, Hendrickson, Miami
112004, 382. P. ORTIZ, Léxico…, 77. Para ver la dificultad que encierra en significado de cf.

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indicativa de complemento directo como en 4QCant a y el TM, sino


preposicional “con”, de esta forma el fragmento de 3,5 quedaría como:
“conjuro con deseo…” y no “os conjuro”.

2. El texto griego

La versión de los LXX presenta tres grandes características en relación al


Cantar de los Cantares: 1) su literalidad al texto hebreo. Los casos en que
discrepa de él tal vez se deban a un afán moralizante, sobre todo en térmi-
nos que contienen un alto contenido erótico30. 2) sus aparentes adiciones.
Al comparar el material de los LXX con el texto hebreo nos encontramos
con adiciones que no son creación del autor, sino reorganización de pala-
bras o frases que se encuentran al interior del mismo texto hebreo que tra-
duce y 3) ausencia de lectura alegórica. Los cambios en relación al texto
hebreo no son indicios de una lectura alegórica como ocurrirá posterior-
mente en la tradición judeocristiana31.

LXX
˘
2,7: ‘´
ωρκισα ‘
υμας,
˘ ´ Ιερουσαλημ,
θυγατερες ˘
’ ταις δυναμεσιν
εν ´ ’ ταις ισχυσεσιν
και εν ’ ´
´

˘ ˘

του αγρου,
’ ’ ´ ’ ´ ’ ´
´
´

εαν εγειρητε και εξεγειρητε την αγαπην,


´

˘
‘´ ου‘ θεληση.
εως ´

˘
3,5: ‘´
ωρκισα ˘ ‘
υμας, ´
θυγατερες Ιερουσαλημ,˘
’ ταις δυναμεσιν
´ ’ ´
’ ταις ισχυσεσιν
´

εν ˘ ˘ και εν

του αγρου,
’ εγειρητε
’ ´ ’ ´ ’ ´
´
´

εαν και εξεγειρητε την αγαπην,


´

‘εωϕ
´ αν’ θεληση.
´
´

las distintas traducciones que ha tenido en el Sal 63,2: “’Elohim, mi Dios eres; búscote con
ansía; sed de Ti tiene mi alma, por ti anhela mi cuerpo…” (BiCI). “Dios, tú mi Dios, yo te
busco, mi ser tiene sed de ti, por ti languidece mi cuerpo…”(BJ).
30 Es ésta la razón del des-apego al hebreo que da V. Morla. Cf. V. MORLA, Poemas…, 22.
31 Cf. M. POPE, The Song of Songs. A new translation with introduction and commentary

(AB7), Doubleday & Company, New York 1977, 20.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

˘
5,8: ‘´
ωρκισα˘ ‘
υμας ´ Ιερουσαλημ
θυγατερες ˘
’ ταις δυναμεσιν
εν˘ ˘ ´ και εν ’ ´
’ ταις ισχυσεσιν

του αγρου ˘
‘ ευρητε
‘´ ’ ’
´ μου τι´ απαγγειλητε
´ ’
´

´
εαν τον αδελφιδον αυτω

‘´ τετρωμενη ’ ´
´ αγαπης ’ εγω,
’ ´

´
οτι ειμι

8,4: ‘´
ωρκισα˘ ‘
υμας, ´ Ιερουσαλημ,
θυγατερες ˘
’ ταις δυναμεσιν
εν˘ ˘ ´ ’ ταις ισχυσεσιν
και´εν ’ ´
του αγρου,
’ ´
τι´ εγειρητε ’
´ εξεγειρητε
´ ’ ´
´

´
και τι, την αγαπην,
‘´ αν ´
’ θεληση.
´

εως

El texto del conjuro aparece casi triplicado en 2,7; 3,5; 8,4 observándose
˘
pequeñas variantes textuales. La expresión εως ‘´ ου‘ “hasta que” de 2,7 difie-
˘
re de 3,5 y 8,4, poniendo el adverbio de lugar ου‘ “donde” en contra de la
partícula de condición αν ‘´ “que” está presente en 3,5 y 8,4. Sin embargo,
esta pequeña diferencia no afecta a la sintaxis ya que en ambos casos ‘εως
˘ ´˘
‘ εως
‘´ αν‘ se traducen por “hasta que”. Esta variante de ου‘ por αν ‘ está
´

´
ου/
presente en el codex Sinaiticus y alguna lectura similar en otros Mss32. En
8,4 se antepone en dos ocasiones al verbo εγειρω ’ ´ “despertar” el adverbio
´ “¿por qué?” ausente en 2,7 y 3,5. Este cambio es omitido
interrogativo τι,
por el codex Sinaiticus y otros Mss33. En cuanto a 5,8 la principal variante
está dada por el codex Sinaiticus que cambia αδελφιδον
’ ´ “amado” por αδελφον
“hermano”.
Al comparar el texto griego con el hebreo, se observan las siguientes
diferencias: respecto a 2,7; 3,5; 8,4: 1) la expresión
˘ “por las gacelas o por las ciervas del campo” es cambiada por
˘ ˘
’ ταις δυναμεσιν
εν ´ ’ ταις ισχυσεσιν
και εν ’ ´ ’
του αγρου “por las fuerzas y por
´

˘
los poderes del campo”. 2) la adición en la versión de los LXX de ’εν ταις
˘ ˘
´
δυναμεσιν ’ ταις ισχυσεσιν
και εν ´ ’
του αγρου “por las fuerzas y los poderes
´

˘
34
del campo” en 8,4 . Respecto a 5,8: 1) la adición de εν ’ ταις δυναμεσιν
´ και.
´

32Cf. A. RAHLFS, Septuaginta, Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart 1979, 262.


33Cf. A. RAHLFS, Septuaginta…, 269.
34 Cf. Así p.e. G. Gelerman confirma estas diferencias entre la versión griega y el texto

hebreo. Cf. G. GELERMAN, Ruth, Das Hohelied (BK XVIII), Neukirchener Verlag des
Erziehungsvereins, Neukirchen -Vluyn 1965, 117.

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˘ ˘
’ ταις ισχυσεσιν
εν ’ ´ ’
του αγρου “por las fuerzas y los poderes del campo” igual
que en 8,4 y 2) el cambio de “ “que estoy enferma de

´ ´ ’ ´ ’
amor” por οτι τετρωμενη αγαπης ειμι εγω,’ ´ “que estoy herida de amor”.

´
3. El texto latino

Según Pope35 la versión Vulgata (Vg) latina del Ct, la realizó san Jerónimo
hacia el año 398 y en unos pocos días. Su preocupación principal era ofrecer
la veritas hebraica y utilizó para ello el texto hebreo pero distinto al que
conocemos, posiblemente no vocalizado. Pero anterior a la Vulgata ya exis-
tía el texto del Ct al latín, recogido por la Vetus Latina, traducción que se
basa principalmente en la versión griega y se caracteriza por una tendencia
a la espiritualización36.

Vg

2,7: adiuro vos filiae Hierusalem


per capreas cervosque camporum
ne suscitetis neque evigilare faciatis dilectam quoadusque ipsa velit

3,5: adiuro vos filiae Hierusalem


per capreas cervosque camporum
ne suscitetis neque evigilare faciatis dilectam donec ipsa velit

5,8: adiuro vos filiae Hierusalem


si inveneritis dilectum meum ut nuntietis ei quia amore langueo

8,4: adiuro vos filiae Hierusalem


ne suscitetis et evigilare faciatis dilectam
donec ipsa velit

Las principales observaciones textuales que podemos destacar de la


Vulgata son las siguientes:

35 Cf. M. POPE, The Song…, 20.


36 Cf. V. MORLA, Poemas…, 22. J. LUZARRAGA, Cantar de los Cantares. Sendas del amor,

Verbo Divino, Estella 2005, 31.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

El adverbio neque “no” de 2,7 y 3,5 es cambiado por la conjunción


copulativa et “y” de 8,4. Sin embargo, la Sixto-Clementina y otros Mss, man-
tienen neque.
El v. 2,7 es el único que pone el adverbio quoadusque “hasta que” en la
expresión … ipsa velit “… ella quiera”, mientras que 3,5 y 8,4 optan por la
conjunción donec “mientras que” en la misma expresión.
Finalmente se destaca en 2,7; 3,5; 8,4 el cambio que el texto latino hace
de “el amor” por dilectam “amada”. Cambio que tendrá mucha
influencia en las traducciones modernas, como veremos a continuación37.

4. Sinopsis de traducciones españolas

Presentamos ahora una sinopsis de algunas traducciones españolas que vie-


nen a ilustrar cómo han sido traducidos estos versículos del Cantar y si se
ajustan más al texto hebreo o a la versión griega o latina:

De Reina Cantera Alonso Schökel

2,7:
Yo os conjuro, Os conjuro, Muchachas de
ó donzellas de Ierusalem, hijas de Jerusalén, Jerusalén,
por las gamas, o por las por las gacelas y las yo os conjuro
cieruas del campo, ciervas del campo, por los astros celestes,
que no desperteys, ni que no despertéis ni por las ciervas agrestes,
hagays velar al amor, desveléis a la amada que no despertéis,
hasta que el quiera. hasta que ella quiera. que no provoquéis al amor,
hasta que él lo quiera.

3,5:
Yo os conjuro, Os conjuro, Muchachas de
ó donzellas de Ierusalé, ¡oh hijas de Jerusalén!, Jerusalén,
por las gamas, ó por las por las gacelas o las os conjuro
ciervas del campo, ciervas del campo, por los astros, por las
que no desperteys, ni hagays no despertéis ni desve- ciervas,
velar al Amor, léis a la amada que no despertéis ni
hasta que el quiera. hasta que ella quiera. excitéis al amor,
hasta que él lo quiera.

37Es importante hacer notar que el texto de 5,8 de la Vulgata no presenta ninguna
variante. Cf. R. GRYSON (ed.), Biblia Sacra…, 1000.

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ATUCSC 12.1 (2010)

De Reina Cantera Alonso Schökel

5,8:
Yo os conjuro, Os conjuro, Muchachas de
ó donzellas de Ierusalé, hijas de Jerusalén, Jerusalén, os conjuro:
que si hallardes à mi Amado, si halláis a mi amado, si encontráis a mi amado,
que le hagays saber, ¿qué le habéis de anunciar? ¿qué vais a decirle?
Que de amor estoy enferma. ¡Que estoy enferma de amor! Que me muero de amores.

8,4:
Yo os conjuro, Os conjuro, Muchachas de
ó donzellas de Ierusalé, ¡hijas de Jerusalén, Jerusalén, yo os conjuro
porque despertareys, y que no despertéis ni por los cielos:
porque hareys velar al Amor, desveléis a la amada No despertéis a la
hasta que el quiera? hasta que ella quiera. amada,
Dejadla en su dulce sueño.

Flor Morla Luzarraga

2,7:
Yo os conjuro, Juradme, Os conjuro,
muchachas de Jerusalén, muchachas de Jerusalén, hijas de Jerusalén,
por las gacelas y las por las gacelas y las por las gacelas o por las
ciervas del campo, ciervas del campo, ciervas del campo
que no molestéis ni que no despertaréis ni que no despertéis ni
despertéis a mi amor, desvelaréis al amor, excitéis al amor
hasta que ella quiera. hasta que él lo desee. hasta que quiera.

3,5:
Yo os conjuro, Juradme Os conjuro,
muchachas de Jerusalén, muchachas de hijas de Jerusalén,
por las gacelas y las Jerusalén, por las gacelas o por las
ciervas del campo, por las gacelas y las ciervas del campo
que no molestéis ni ciervas del campo, que no despertéis ni
despertéis a mi amor, que no despertaréis ni excitéis al amor
hasta que ella quiera. desvelaréis al amor, hasta que quiera.
hasta que él lo desee.

5,8:
Yo os conjuro, Juradme, Os conjuro, hijas de
muchachas de Jerusalén, muchachas de Jerusalén:
si encontráis a mi amado, Jerusalén,
¿qué le diréis? que si encontráis a mi si encontráis a mi
amado amante
Decidle que estoy le digáis ¿qué le habéis de anunciar?
enferma de amor. que estoy enferma –Que enferma de amor
de amor. estoy.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

Flor Morla Luzarraga

8,4:
Yo os conjuro, muchachas Juradme, muchachas Os conjuro,
de Jerusalén, de Jerusalén, hijas de Jerusalén:
que no molestéis ni
despertéis a mi amor, que no despertaréis ni no despertéis, ni excitéis
hasta que ella quiera. desvelaréis al amor, al amor,
hasta que él lo desee. hasta que quiera.

Estas seis traducciones hispanas las podemos clasificar en a) autores


antiguos y b) autores modernos, sólo como un criterio pedagógico en la pre-
sentación.

a) autores antiguos: Casiodoro De Reina38 presenta “un castellano castizo y


agradable, naturalmente con un cierto sabor arcaico”39 que sigue de forma
muy literal el texto hebreo. Francisco Cantera40 equilibra muy bien la
literalidad al hebreo con un español inteligible y elegante. Luis Alonso
Schökel41 en cambio –en esta traducción que presentamos– intenta mos-
trar en el español toda la riqueza de la poesía hebrea, alejándose con ello del

38 C. DE REINA, La Biblia. Reimpresión fascimil de 1569, Sociedad Bíblica Española -

Sociedades Bíblicas Unidas - Fundación Reina Valera de Sevilla – Libros Clie, Departamen-
to editorial de la misión cristiana evangélica Horeb 1986, columnas 1315-1316.1320.
39 J. M. SÁNCHEZ CARO, La aventura de la leer la Biblia en España, Universidad de

Salamanca – Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca 2000, 35.


40 BICI, 753-754, 758.
41 L. ALONSO SCHÖKEL, El Cantar de los Cantares o la dignidad del amor, Verbo Divino,

Estella 1990, 15, 18, 35. Además de esta traducción, el autor ya había publicado una primera
en colaboración con J. L Ojeda que fue incluida en la Nueva Biblia Española y la Biblia del
Peregrino. Esa primera traducción reza así:
2,7: “¡Muchachas de Jerusalén,/
por las ciervas y las gacelas de los campos, os conjuro,/
que no vayáis a molestar,/
que no despertéis al amor, hasta que él quiera!”.
3,5: “¡Muchachas de Jerusalén,/
por las ciervas y las gacelas de los campos,/
os conjuro, que no vayáis a molestar,/
que no despertéis al amor, hasta que él quiera!”.
8,4: “¡Muchachas de Jerusalén, os conjuro/
que no vayáis a molestar,/
que no despertéis al amor, hasta que él quiera!”. (L. ALONSO SCHÖKEL – J. L. OJEDA, El
Cantar de los Cantares (Los libros sagrados X,1), Cristiandad, Madrid 1969, 31, 39-40, 71).
Cf. L. ALONSO SCHÖKEL – J. MATEOS (dirs.), Nueva Biblia Española, Cristiandad, Madrid
1975. L. ALONSO SCHÖKEL (ed.), La Biblia del Peregrino, Mensajero, Bilbao 1993.

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ATUCSC 12.1 (2010)

texto bíblico42. El tratamiento que dan al conjuro presenta divergencias en


torno a ciertos términos problemáticos que ya hemos tratado en la presen-
tación del texto hebreo, griego y latino. Así, los personajes jerosolimitanos a
los que se les pide el conjuro son traducidos como “doncellas” (De Reina),
“hijas” (Cantera), o “muchachas” (Alonso Schökel).
Los garantes del conjuro no logran unanimidad en la traducción de 2,7 y
3,5; se proponen a las “gacelas y las ciervas” coincidiendo con el texto he-
breo (Cantera), o bien “las gamas43 y las ciervas” (De Reina) o alejado del
hebreo y más cerca del sentido del texto griego “los astros celestes y las
ciervas agrestes” (Alonso Schökel), añadiendo en cada caso una adjetivo
calificativo ausente tanto en el texto hebreo como en la variante griega de
los LXX44.
El segundo verbo que acompaña al verbo “despertar” –en 2,7; 3,5; 8,4–
también es problemático en la traducción, de tal forma que De Reina tradu-
ce por “… ni hagáis velar”; Cantera opta por “… ni desveléis”, mientras que
Alonso Schökel cambia en cada versículo “… no provoquéis” en 2,7; “… ni
excitéis” en 3,5 y sin referencia al segundo verbo en 8,4.
Existe divergencia en torno al personaje a quien no hay que despertar.
Para unos será “el amor” (masculino singular) en los tres vv. como lo pre-
senta De Reina; para otros será “la amada” (femenino singular) también en
los tres vv. como traduce Cantera y para Alonso Schökel es masculino sin-
gular en 2,7 y 3,5 pero femenino singular en 8,4.
Finalmente, el conjuro de 5,8 difiere en la traducción de las “doncellas”,
“hijas” o “muchachas” –a la que nos hemos referido más arriba– y en la
forma interrogativa que De Reina omite en contra de Cantera y Alonso

42 El mismo autor advierte en el prólogo diciendo “en la traducción me he tomado algu-

nas licencias poéticas, como repeticiones, amplificaciones, reducciones, trasposiciones”. (L.


ALONSO SCHÖKEL, El Cantar de los Cantares o la dignidad…, 7.
43 Sobre las gamas, el diccionario las define como: “hembra del gamo, del cual se distin-

gue por la falta de cuernos” y del gamo dice: “Mamífero rumiante de la familia de los Cérvidos,
originario del mediodía de Europa, de unos 90 cm de altura hasta la cruz, pelaje rojizo
oscuro salpicado de multitud de manchas pequeñas y de color blanco, que es también el de
las nalgas y parte inferior de la cola; cabeza erguida y con cuernos en forma de pala termina-
da por uno o dos candiles dirigidos hacia delante o hacia atrás” (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA,
Diccionario… vol. I, 1113-1114).
44 Lo curioso de esta adición es que sólo aparece en 2,7 en cambio, al repetirse la misma

fórmula en 3,5 Alonso Schökel mantiene “los astros” y “las ciervas” pero sin adjetivos.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

Schökel que la mantienen: “que le hagáis saber” (De reina), “¿qué le habéis
de anunciar?” (Cantara), “¿qué vais a decirle?” (Alonso Schökel).

b) autores modernos: Gonzalo Flor45, Victor Morla46 y Jesús Luzarraga47


traducen basados en el texto hebreo y no presentan grandes diferencias en-
tre ellos. Sin embargo, sí se advierten criterios distintos a la hora de enfren-
tarse a los aspectos “problemáticos” de nuestro conjuro. Estos serían:

–El primer término con que se abre el conjuro: es traducido por


la mayoría de los autores como “Yo os conjuro” (Flor)48 o bien “os conju-
ro” (Luzarraga)49. Pero Morla opta por “Juradme” enfatizando el sentido
hebreo de hacer jurar, tomar juramento a alguien.

–A quienes se dirige el conjuro: Flor y Morla optan por “muchachas” en


contra de Luzarraga que traduce por “hijas”, todos ellos mantienen esta
opción en 2,7; 3,5; 5,8 y 8,4.

–El segundo verbo que acompaña al “despertar”: Morla y Luzarraga


mantienen como primer verbo “despertar” y hay cambios en el segundo –
el problemático–, así Morla pone “ni desvelaréis”50 mientras que Luzarraga
opta por “ni excitéis” alejándose del sentido inmediato de la acción del
sueño. Por su parte Flor invierte los verbos y traduce primero “no moles-
téis” y en segundo lugar el primer verbo “despertéis”; así también en to-
dos los casos de 2,7; 3,5; 8,4.

45 G. FLOR SERRANO, “Cantar de los Cantares”, en: La Biblia. La Casa de la Biblia, Sígue-

me – Atenas – PPC – Verbo Divino, Salamanca – Madrid – Estella 1992, 1169, 1171, 1177.
46 V. MORLA, Poemas…, 149,194, 341.
47 J. LUZARRGA, Cantar…, 254, 315, 561. En esta misma obra, el autor presenta dos tra-

ducciones distintas, una al inicio –más poética– y otra en el comentario a los poemas –más
literal–. El mismo explica las características de ambas traducciones: “La traducción que
encabeza la obra, trata de captar el sentido poético del Ct en un lenguaje moderno; la que
aparece en el comentario al principio de cada verso expresa más fielmente la literalidad del
texto hebreo” (J. LUZARRAGA, Cantar…, 14). La traducción “poética” difiere muy poco de la
“literal”, en 2,7 y 3,5 se cambia “hijas” por “muchachas”, la conjunción disyuntiva “o” por la
conjunción copulativa “y”. En 8,4 solamente cambia “hijas” por “muchachas”. Cf. J.
LUZARRAGA, Cantar…, 16, 18, 23.
48 También por De Reina y Alonso Schökel.
49 También por Cantera.
50 Victor Morla traduce en todas las ocasiones el verbo en futuro y no en presente como

los demás autores.

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–El género del sujeto dormido: Los tres autores traducen de acuerdo al he-
breo “amor” en 2,7, 3,5; 8,4 pero cada autor enfatiza cierto matiz
que permite identificar el género de ese “amor”. Para Flor es claramente
femenino “ella quiera”, para Morla es masculino “él lo desee” y para
Luzagarra es neutro, “hasta que quiera”, ¿quién?, no lo sabemos.

–La traducción de 5,8: comparte las mismas divergencias de los autores


antiguos antes mencionados. Por una parte está la traducción de las “mu-
chachas” (Flor y Morla) en contra de las “hijas” (Luzarraga) y la ausencia
de la oración interrogativa de Morla en contra de Flor y Luzarraga que sí
la consideran.

5. Propuesta de traducción

Considerando lo anteriormente visto, presentamos una propuesta de tra-


ducción que tiene como base el texto hebreo masorético representado por
la edición crítica de la BHS. La Septuaginta tiene un gran valor histórico
como testimonio de las tradiciones textuales griegas que en cuanto traduc-
ciones nos muestran el texto veterotestamentario pero hay que tener siem-
pre en consideración que el Ct se escribió en hebreo y no en griego. Lo mis-
mo ocurre con la Vulgata, que en un periodo histórico bastante tardío –en
relación al texto hebreo y griego– nos permite tener como punto de compa-
ración el testimonio histórico de una traducción cristiana antigua. Por tan-
to, nuestra fuente será el texto hebreo masorético, siguiendo así el mismo
orden jerárquico que la crítica textual establece51.
Las pocas variantes hebreas que hemos constatado no revisten vital im-
portancia en la determinación del texto de nuestro conjuro por lo que he-
mos prescindido de ellas en nuestra traducción, no así de otros elementos
literarios que destacamos, ya sea para mantener la literalidad al hebreo o
para modificarla, favoreciendo la sintaxis española.

51 La jerarquía de los testimonios textuales según la crítica textual es: 1) Texto Masorético.

2) Pentateuco Samaritano. 3) Septuaginta. 4) La versión de Aquila. 5) La versión Símmaco.


6) La versión de Teodoción 7) La versión Siríaca 8) Los Targumes 9) La Vulgata y otros. Cf.
WÜRTHWEIN, E., The Text of the Old Testament. An Introduction to the Biblia Hebraica,
William B. Eerdmans, Grand Rapid 21995, 114.

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“Os conjuro hijas de Jerusalén…”. Acercamiento textual... / P. URIBE U.

5.1 Ct 2,7

Os conjuro, hijas de Jerusalén,


por las gacelas o por las ciervas del campo
no despertéis ni desveléis al amor
hasta que quiera.

5.2 Ct 3,5

Os conjuro, hijas de Jerusalén,


por las gacelas o por las ciervas del campo
no despertéis ni desveléis al amor
hasta que quiera.

5.3 Ct 5,8:

Os conjuro, hijas de Jerusalén,


Si encontráis a mi amado,
¿qué le anunciaréis?:
¡Que estoy enferma de amor!

5.4 Ct 8,4

Os conjuro, hijas de Jerusalén,


no despertéis ni desveléis al amor
hasta que quiera.

Conclusión

La forma verbal de 2,7, 3,5, 5,8 y 8,4 es un hapax legomena del


Ct y aunque no presenta mayores problemas de traducción optamos por “os
conjuro” –como lo traducen la mayoría de los autores– más que “juradme”52
expresando de este modo lo característico y enigmático de estos textos que
se presentan como un conjuro.
Mantenemos la literalidad de “hijas” en 2,7; 3,5, 8,5; 4,8 que tiene
en el texto el significado de “jóvenes”, “muchachas” o “doncellas”. Y no ve-

52 Cf. la traducción de V. Morla expuesta más arriba.

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ATUCSC 12.1 (2010)

mos justificado un cambio, puesto que “hijas” en el contexto del conjuro


indica esa misma acepción de juventud.
El texto hebreo presenta la conjunción disyuntiva “o” en 2,7 y 3,5 que
mantenemos, considerando que el dúo gacelas-ciervas están presentes en
otros pasajes del Ct con la misma conjunción53 y no vemos necesario poner
una conjunción copulativa ausente en el texto hebreo.
La partícula que normalmente denota condicionalidad, la hemos
traducido como adverbio de negación “no” para 2,7; 3,5 y 8,4. Este cambio
queda justificado por el sentido mismo de la oración que expresa prohibi-
ción y así lo han comprendido los traductores que hemos presentado. La
misma partícula en 5,8 tiene su sentido propio de condicional y por eso la
traducimos por “si”.
Para 5,8 mantenemos la partícula interrogativa “¿qué?” dirigida a
las hijas de Jerusalén, porque siguiendo la literalidad del hebreo no vemos
problemas en su comprensión, de tal modo que no es necesario omitir dicha
partícula como hacen algunos autores54.
El segundo verbo de raíz en 2,7; 3,5 y 8,4 lo traducimos por “desve-
léis” porque expresa mejor el sentido del verbo “despertar” en el contexto
de un sueño. Los autores –que hemos visto anteriormente– optan en su
mayoría por esta traducción.
Finalmente un término problemático en la traducción es “el
amor”, que los autores cambian relacionándolo con el contexto en el que se
encuentra. Aquí mantenemos lo que aparece en el texto hebreo y traduci-
mos “amor” en 2,7; 3,5 y 8,4; dejando la identificación de ese “amor” para la
interpretación del conjuro.

Artículo recibido: 4 de enero de 2010.


Artículo aceptado: 23 de febrero de 2010.

53 Así en 2,9; 2,17; 8,14.


54 Cf. C. De Reina y V. Morla.

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