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ROJO
El rojo es un color que simboliza emociones opuestas, representa tanto las pasiones buenas
como las malas. Para explicar esto, el ejemplo físico en el ser humano es que la sangre se
altera, sube a la cabeza y el rostro se ruboriza por timidez, enamoramiento o por ambas
cosas. También enrojecemos por vergüenza, por ira o excitación. Cuando perdemos el
control de la razón lo vemos todo rojo.
El rojo, el naranja y el amarillo son los colores del fuego, de las llamas y, por ende, los
colores del calor. Rojo y naranja son también los colores principales de la pasión, de la
sangre ardiente, pues la pasión arde y consume como el fuego. Si pensamos en las llamas,
automáticamente nos las imaginamos de color rojo, aunque las llamas son amarillas o
azules.
El azul es el color más frío. La nieve y hielo toman tonos azulados, y nuestra piel se pone
azulada con el frío. Por ello, los lugares pintados de azul resultan más insensibles que si son
de otro color. También puede referirse a la soledad y a la
tristeza. El mar abierto, de horizonte infinito, hace sentir al
hombre más pequeño y solo.
También resulta ser un color sosegado y limpio. ¿Por qué
en algunos hospitales los cirujanos visten de un azul
grisáceo? Aparte de razones técnicas que podéis ver aquí,
es un tono que da sensación de calma y limpieza. Por
razones como las anteriores es común ver imágenes sobre
ejecutivos y políticos vistiendo corbatas o elementos
azules. Dicho color hace que la gente piense en el cielo y
en el océano, que tienen un efecto calmante. No solo
inspira la autoridad, sino que genera credibilidad y sensación de paz.
El azul también es, junto con el blanco, el color principal de las cualidades intelectuales:
inteligencia, ciencia y concentración, cuyo acorde cromático típico es azul-blanco. Siempre
que predomine la fría razón frente a la pasión, el azul es el color principal. Es el color bandera
de la tecnología, del desarrollo informático, de las redes sociales. Está intrínsecamente
asociado a modernidad, a estar actualizado, a lo dinámico y lo rápido. Por ello, es el color
elegido por los que quieren inspirar visión de futuro.
A pesar de ser un color tan notorio, también es muy maleable. Por ello, por su capacidad de
cambiar al mezclarse con otros colores, se le considera un color que transmite inseguridad
y debilidad. Por ejemplo, el amarillo como tono de piel en una persona se le asocia con una
enfermedad.
También simboliza envidia, celos y traición. En la tradición, a Judas (apóstol que traicionó a
Jesús) se le representa con una túnica de color amarillo pálido. Y en España del siglo XVI,
durante la Inquisición, los herejes comparecían antes los tribunales con un capote amarillo.
En inglés ‘yellow’ significa también cobarde. A la risa falsa los franceses la llaman ‘risa
amarilla’ y tanto en Francia como en Rusia ‘una casa amarilla’ significa manicomio.
El significado político más relevante del blanco es el del color de la paz y señal de
rendición: quien no quiere o no puede seguir peleando ondea una bandera blanca. El blanco
también se ha considerado como uno de los colores de la realiza y el de la monarquía
absolutista, como Los Borbones en Francia tras la caída de Napoleón.
Se considera el color de la inocencia, como ‘el cordero de Dios’, siempre blanco, que es
Cristo al sacrificarse por los pecados de la humanidad. La azucena blanca es símbolo de
paz, pureza e inocencia y es la representación de la inmaculada concepción de María. Por
ello la tradición siempre ha dictado que la mujer en el día de su boda debe vestir de blanco,
como símbolo de su intacta virginidad.
Mientras que la suma de todos los colores del arcoíris es el blanco, el negro es la ausencia
de todos. Por ello, en el Impresionismo (menos algunos como Renoir y el postimpresionista
Van Gogh) se comenzó a decir que el negro no era un color y las sombras se conseguían
con la mezcla de los colores primarios.
El negro combinado con otro color invierte todo significado
positivo que éste pudiera tener. Por ejemplo, el rojo simboliza
el amor, pero mezclado con el negro se transforma en odio.
Todos los sentimientos negativos se asocian con el negro, ya
que absorbe todos los demás colores y no refleja ninguno.
La muerte, la maldad, el pesimismo, la superstición, lo impío y
lo prohibido se personifica con el negro. Quién lo ‘ve todo
negro’ es un pesimista, y el malvado tiene el ‘corazón negro’.
Se hace referencia a lo prohibido con el ‘dinero negro’, las
‘listas negras’ o el ‘trabajo en negro’. Los supersticiosos temen
a los gatos negros y antiguamente, también las vacas negras
eran señal de mal agüero. Y con la superstición va de la mano la ‘magia negra’, que invoca
los poderes del diablo y en las ‘misas negras’ forma parte del culto de aquellos que esperan
ayuda del mal. Como comenté anteriormente, la Muerte suele vestir de negro y el luto en
Occidente se hace con dicho color. Esto viene del simbolismo cromático cristiano: el negro
es señal de duelo por la muerte terrenal, el gris simboliza el Juicio Final, y el blanco es el
color de la resurrección.
No obstante, este color también se asocia con la elegancia y
la distinción, es un color sobrio que no llama la atención. El
misterio que conlleva el negro lo convierte en sensual, en
intentar sacar a la luz aquello que se esconde bajo este color.
Mientras que los colores llamativos pueden considerarse
superficiales, el negro es introvertido, incluso tímido.
La combinación de blanco y negro se asocia con lo
inequívoco e incluso con la verdad. Por ello, en ajedrez y en
todos los juegos en los que decide la habilidad del jugador y
no el azar, los colores son blanco y negro. Incluso el efecto
psicológico de los textos impresos en negro sobre fondo
blanco es tan poderoso, que los humanos tendemos a creer
más en lo que dice la letra impresa, que en nuestras propias
experiencias. Hasta una fotografía en blanco y negro parece
tener mayor valor documental que otra en color, también
debido por el ambiente atemporal que crea dicha
combinación.
El violeta es una mezcla del rojo y el azul, asignándole así sentimientos ambivalentes.
Representa al hombre y a la mujer a partes iguales (rojo-azul), a la sensualidad y a la
espiritualidad. Dentro del violeta existen diferentes gamas con nombres concretos, como el
malva, morado, amatista o púrpura
El violeta amatista es un color tranquilizante, sutil, espiritual, sensible. Tiene un efecto
calmante y de control. Al contrario, el violeta púrpura se asocia al egocentrismo, ansia
de poder y materialismo.
El púrpura siempre ha sido un color que simboliza el poder. Como ocurría con el azul
ultramarino, el púrpura era un color difícil de realizar ya que se hacía con la
tinta/mucosidad de un molusco del Mediterráneo (la conocida cañadilla), con un
proceso lento y costoso; se necesitaban alrededor de 250.000 ejemplares para
producir unos 28 gramos del color (leer más aquí). Por ello, por su valor equiparable
al oro, ya desde el imperio romano sólo el emperador, su esposa y el heredero podían
llevar túnicas de color púrpura. Llevar algo de este color sin estar autorizado estaba
castigado con la pena de muerte. En época bizantina, a partir del justinianeo el
púrpura quedó reservado al emperador (Ejemplo: mosaicos San Vital de Rávena).
También se pueden apreciar representaciones de Cristo con túnicas de este color.
El violeta siempre ha estado muy ligado con la religión. Es el color de los obispos y
cardenales, cuyas sotanas en actos oficiales son de color morado. También es el color de
la penitencia, donde durante el acto de la confesión, el sacerdote lleva una estola violeta y
los confesionarios suelen tener cortinas violetas.
En 1908, la inglesa Emmeline Pethick popularizó los tres colores del movimiento feminista:
violeta, blanco y verde. Su explicación era la siguiente: “El violeta, color de los soberanos,
simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto,
simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad. El blanco simboliza la honradez en la
vida privada y en la vida política. Y el verde simboliza la esperanza en un nuevo comienzo.”
En el violeta se unen lo masculino y lo femenino por ello ningún otro color puede representar
mejor a la homosexualidad. En la época en la que se despreciaba y castigaba la
homosexualidad, las camisas de color lila y los pañuelos de color violeta eran signos
discretos para los que entendían. The purple hand (una mano violeta) se convirtió en
símbolo de la gay liberation estadounidense
La cualidad de llamativo es una de las más usadas. Al principio el naranja fue el color de la
vanguardia del diseño moderno, pero con el tiempo ha pasado a ser el color identificador del
diseño de ayer. Por ello, el naranja forma parte del acorde cromático de lo llamativo, y
también de los acordes de la extraversión, lo frívolo y lo presuntuoso.
Hace un tiempo, diseñadores publicitarios recurrieron al naranja (a lo llamativo); los panfletos
publicitarios se imprimían sobre papel naranja. Con esta recargada estrategia, lo que
acabaron consiguiendo es que cada vez más consumidores rechazaran esta publicidad
ostentosa. Así este color se convirtió de la publicidad no deseada, otorgándole
connotaciones negativas hasta día de hoy.
Una curiosidad sobre el naranja: en la India se tiene gran aprecio por este color ya que se
asemeja al tono de la piel de sus habitantes. Los hindúes identifican el color de su piel en el
color del azafrán (‘la reina de las plantas’). En muchas pinturas hindúes se ven deidades con
la piel anaranjada, convirtiendo el naranja en un color divino.
MARRÓN
El marrón resulta de la mezcla de muchos colores: rojo+verde, violeta+amarillo,
azul+naranja, rojo+amarillo+azul. Al ser un color que nace muchos otros, carece de carácter
propio, convirtiéndolo así en el color de lo antierótico.
El marrón es el color de sabor más fuerte, de aromas intensos como el café, el té, el cacao
y la cerveza. Un alimento o producto marrón sugiere que será fuerte, como es el caso de la
cerveza negra y tostada, o los puros y
cigarros marrones. En marketing es habitual
usar este color para los productos
masculinos, mientras que los colores claros
se usan para atraer el público femenino. Un
ejemplo del uso de dicho color en el hombre
es en los uniformes oficiales de
Nacionalsocialismo alemán (nazismo), de
color pardo, simbolizando los valores del
movimiento: la brutalidad, el
conservadurismo y la virilidad.