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Boletín de información, servicios y

coordinación de la Comisión Na-


cional de Liturgia – CECh
www.iglesia.cl/nuestraliturgia
• Nº 155 – junio - 2017
liturgia@episcopado.cl

EL ARTE DE CELEBRAR LA LITURGIA


haciendo memoria, presencia y profecía
1. INTRODUCCIÓN del Misterio Cristiano mediante palabras y
gestos. Será el Catecismo de la Iglesia
Empecemos precisando el sentido de los Católica quien, en su segunda parte,
términos del título. asigna a la “asamblea”(n.1141) el “Cele-
brar la liturgia de la Iglesia”.
• “Arte de celebrar”: Expresión, relativa-
mente, reciente. Antiguamente, y todavía, Toda celebración comprende, por lo tanto:
se enseñaba en libros y cursos de ceremo- • Un acontecimiento que motiva la cele-
nias cívicas, litúrgicas…. bración: La acción pascual de Dios.
• Arte: El Dic. De la Real Academia la • Una comunidad que se hace asamblea
define: “Virtud, disposición y habilidad para activa y participativa.
hacer alguna cosa”. (Dic.). ¿Qué es para • Un clima festivo de alegría que brota de
nosotros “arte”? Desarrollo de una capaci- la presencia y acción del Señor.
dad, aprendizaje de una actitud y habilidad • Una doble secuencia celebrativa: la Pa-
expresiva. labra y el Rito (La celebración litúrgica) y
• Celebrar: (celebrare – celebratio) La acción la Celebración litúrgica y la Vida. Se
de reunirse juntos, en un lugar adecuado, puede decir que la liturgia queda incom-
pleta si no lo celebrado no se convierte
por un motivo significativo y convocador.
en vida.
Con estos elementos generales, detengá-
Toda celebración necesita como conse-
monos ahora en la celebración Litúrgica,
ella es primeramente celebración del Mis- cuencia: la Acción del Pueblo, réplica de
terio Pascual de Cristo. La Iglesia, en efec- la Acción de Dios y la fiesta de Dios, al ver
to, “nunca ha dejado de reunirse para cele- el compromiso de su Pueblo
brar el misterio pascual” La Pastoral litúrgica nece-
(SC n.6) o sea, el paso sita, así, cuidar no sólo
de Dios, que en y por que la celebración sea
Cristo, nos hace pasar
válida y lícita, sino tam-
por la muerte a la vida
en el Espíritu. bién que sea fecunda a
nivel personal y comunita-
Esto se realiza en una rio y que se proyecte en la
comunidad eclesial, sociedad, haciendo así
reunida en asamblea, realidad lo que celebra.

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dencia y espiritualidad (nivel religioso),
Con estos elementos, entremos ahora, conscientes de su unción bautismal que
más directamente, al arte de celebrar la los hizo otros cristos (ungidos) sacerdo-
liturgia. tes, profetas y pastores (nivel litúrgico).
En la celebración encontramos velas:
2. EL ARTE DE CELEBRAR LA LITUR-
ellas tienen primeramente un valor utilita-
GIA rio, sobre todo, cuando no hay luz. En la
medida que la fiesta supone abundancia
El arte de celebrar es lograr que por los de luz, el cirio alcanza un nivel significati-
espacios y los tiempos, las personas, las vo: y aparece en nuestras comidas festi-
palabras y los gestos, los objetos y los vas (nivel humano). Los cirios, además,
tienen una fuerza numinosa y por eso son
elementos, la acción de Dios, su gracia
parte de los velorios, de las mandas, de
salvadora, llegue a nosotros, su Pueblo y los velatones (nivel religioso). Finalmente,
sea por nosotros acogida. Para eso es la vela el cirio, alcanza un nivel litúrgico,
necesario que cuantos participamos en la cuando es expresión de la gracia de Dios:
celebración, en particular cuando estamos expresión de la fe, que se entrega en el
animándola, dispongamos el espacio fes- bautismo, signo de Cristo resucitado en la
tivo y el tiempo adecuado, cuidemos las vigilia pascual.
Lo dicho del espacio, de cada persona, de
palabras y los gestos que hacemos, valo-
la vela, necesitamos tenerlo presente ante
remos los objetos y elementos que em- todos y cada uno de esos elementos de la
pleamos, para que todo, superando su celebración. Entonces, manifestándose en
nivel utilitario, se cargue de (a) calidad ella el don de Dios y la acción de gracias
humana, (b) unción religiosa y (c) plenitud de la Iglesia, ess celebración no sólo será
litúrgica. hermosa, sino una EPIFANÍA de Dios en
Necesitamos sin duda un espacio para acción con su pueblo, para vida del mun-
do.
guarecernos del frío o del calor (nivel utili-
tario). Pero ojalá no sea sólo un galpón
La liturgia, además de epifanía,
sino un espacio estético, acogedor (nivel
necesita ser una SINFONÍA. Ella espera
humano). Aún más, necesitamos que el
ser realizada, interpretada, puesta en
espacio despierte un sentido sagrado, que
obra. (a) Con fidelidad al autor: ella es
motiva el respeto y despierte en nosotros
“acción de Dios”, (b) con la debida técnica
el sentido de trascendencia (nivel religio-
y conocimiento de la partitura, el libro li-
so). Para terminar, necesitamos que el
túrgico, (c) como todo arte, con inspiración
espacio por su disposición y ornato, nos
(En y por el Espíritu) y, (d) con el aporte
lleve a reconocerlo como “la casa de Dios
sinfónico de todos los participantes: cada
y la puerta del cielo”(Gn 28,17), como la
uno haciendo lo que le corresponde.
“carpa del encuentro”(Ex 33,7), el espacio
de la asamblea (nivel litúrgico).
Todo este mundo de: Personas (Asam-
En particular, necesitamos que el hombre blea), actitudes corporales (de pie, senta-
y la mujer que participan en la celebración dos, de rodillas), gestos (la señal de la
no se limiten a ser “entes en un espacio”, cruz, levantar los ojos, reverencia, abra-
sino “seres humanos” o sea, hechos a zos), acciones (procesiones), elementos
imagen y semejanza de Dios (nivel hu- naturales (agua, fuego), objetos (cruz,
imágenes), tiempos (día, noche, domin-
mano ¡que no siempre podemos presupo-
go), lugares (templo, ambón, altar), debi-
nerlo!), aún más, con sentido de trascen- damente asumido y transignificado, y

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adecuadamente articulado e integrado, (c) En una comunidad
en el ritual celebrativos, conforma el “arte viva en comunión con
de celebrar”. Cristo. En cada comu-
nidad en oración se
3. EL ARTE DE CELEBRAR, EN PARTI-
hace presente y visible
CULAR, LA ASAMBLEA DOMINICAL
la Iglesia de Jesús. La
vitalidad de la celebra-
3.1. El marco humano-teológico en que
ción dependerá de la
se realiza:
vitalidad de la comuni-
dad en su comunión
(a) En Domingo, en fiesta. Siguiendo
entre sí, con Cristo, y
una tradición apostólica los cristianos se
con la Iglesia local y
reúnen. Cf. Hch 20,7-12; Jn 20, 19.26;
universal y con su en-
21, 1-14; Didaché 14,1; Justino, Apolo-
torno social.
gía I, 67. SC 106. Necesitamos, pues,
sentirnos miembros en comunión diacró-
La capilla o lugar de celebración es la
nica y sincrónica con esa tradición.
“casa de la comunidad”, en la que aconte-
ce el encuentro con Cristo resucitado. Por
El Domingo no es un día cualquiera. Es
eso es necesario cuidar su limpieza, orna-
día del Señor, de la Iglesia, del hombre.
to, disposición y la acogida de los partici-
Es día de fiesta. Tenemos que hacerlo
pantes….
notar con los elementos que expresen la
fiesta; el ornato (las flores p.e.), la vesti-
(d) Para hacer memoria de Jesús, en la
menta (“pinta” de fiesta”), la luz, el orden,
Palabra de Dios…Cristo se hace presen-
la limpieza del lugar, etc.
te de varias formas en toda celebración
litúrgica. En cada hermano, en la comuni-
(b) Convocados por Jesucristo… El “día
dad, en quien preside, en sus imágenes,
del Señor” es el día en que, en particular,
en su presencia sacramental cuando hay
Cristo Resucitado busca reunirse con
reserva eucarística.
nosotros, sus discípulos. El que nos dijo
Una presencia muy significativa es en su
estar donde dos o tres se reúnan en su
Palabra: “cuando se lee en la Iglesia la
nombre (Mt 18,20), es el primero que está
Sagrada Escritura, es El quien habla” (SC
presente, para que en torno a El vayamos
7); El Doc. de Aparecida nos ayudó a
conformando la Asamblea litúrgica, su
reconocer como en su Palabra estamos
Cuerpo místico, para que podamos pro-
llamados a encontrarnos con Jesús Maes-
longar en la fe, la exclamación que se
tro, Mesías, Hijo de Dios, y Señor (n. 249).
repite en los primeros encuentros domini-
cales. “¡Hemos visto al Señor Resucita-
(e) Con la densidad de nuestro “Hoy”.
do!” (Emaús).
Los cristianos no son gente “a-parte”, y
por eso llegamos a nuestra asamblea
Necesitamos valorar los signos de la pre-
compartiendo las mismas esperanzas e
sencia de Cristo resucitado: la asamblea
inquietudes, los mismos conflictos y ale-
reunida, el altar, el crucifijo, la Palabra en
grías del mundo de hoy.
el ambón, eventual presencia eucarística.

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3.2. Componentes de la celebración específico señalado por la liturgia de la
eucarística Palabra. Cristo Jesús se hace presente
a) Ritos iniciales. como luz para hacernos pasar de las
Del canto de entrada y/o saludo inicial tinieblas a la luz para convertirnos en luz
hasta el AMEN que cierra la oración del mundo, pasa como samaritano para
colecta. convertirnos en samaritanos para
Su objetivo es llevarnos de la dispersión a nuestros próximos, etc.
la integración en la asamblea. - La liturgia eucarística busca hacer
presente al Señor con ese colorido
b) Liturgia de la Palabra. específico no sólo en el pan y el vino
De la primera lectura hasta el AMEN que sobre el altar sino, fundamentalmente,
cierra la oración de los fieles. en quienes rodeamos el altar, en la
Su objetivo es anunciar la Buena Nueva del asamblea.
Reino que Dios quiere hacer realidad en
nosotros y disponernos a su acogida. No está de más subrayar la importancia
- El anuncio de la Buena Nueva nos que tienen estas afirmaciones para una
llega a través de las lecturas bíblicas, adecuada comprensión y vivencia de la
especialmente, el Evangelio. Eucaristía. La íntima unidad entre la
- La acogida a esa Buena Nueva la Palabra que se anuncia y la Eucaristía que
expresamos con el salmo responsorial, la realiza es el camino que nos ofrece la
la aclamación antes del Evangelio y, Iglesia para que la celebración eucarística
cuando es el caso, con el Credo y la sea siempre algo nuevo, algo que va
oración de los fieles. respondiendo a las necesidades del día a
día.
c) Liturgia eucarística.
(II) LOS TRES MOMENTOS DE LA
(I) PRESENTACION GLOBAL. LITURGIA EUCARÍSTICA.

De la presentación de los dones hasta el La liturgia eucarística, como sabemos, se


AMEN que cierra la oración después de la realiza a través de tres momentos:
comunión. Su objetivo central es hacer - La presentación de los dones, en que
presente en el sacramento y en la ponemos a disposición del Señor el pan
asamblea, el Misterio Pascual de Cristo, y el vino y nuestro corazón para que en
bajo el matiz particular destacado en la ellos, Él se haga presente. Termina en el
liturgia de la palabra. AMEN que cierra la oración sobre las
En esta afirmación recogemos uno de los ofrendas.
principios más fundamentales de la S.C.: - La plegaria eucarística que va desde el
"las dos partes de que consta la misa, a diálogo introductorio hasta el AMEN
saber la liturgia de la palabra y la eucaristía, que concluye la “doxología” (glorificación
están tan íntimamente unidas que trinitaria). En esta plegaria, llamada,
constituyen un solo acto de culto" (n.56). también ANAFORA:
Esta afirmación significa que:
- La liturgia eucarística busca hacer o damos gracias al Padre Dios por todos los
presente el Misterio Pascual, al Señor dones que nos regala y, especialmente,
que nos hace pasar, pero no en forma porque nos ha dado a su Hijo, Cristo
indiferenciada sino con el colorido Jesús (PREFACIO).

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o aclamamos al Dios tres veces Santo en
unidad con toda la Jerusalén Celestial
(SANTO).
o pedimos que el Padre nos envíe el don de
su Espíritu para que por su acción
santificadora el pan y el vino se convierta
en el cuerpo y la sangre de Cristo
(EPICLESIS DE CONSAGRACION).
o hacemos presente la entrega de Cristo en
la última cena, figura de la entrega de su a Cristo Jesús, por obra del Espíritu
cuerpo y sangre en la cruz (RELATO DE
Santo, para gloria y alabanza del Padre.
LA INSTITUCION).
o recordamos la entrega pascual de Cristo
en su pasión, muerte y resurrección y Analicemos, brevemente, el significado
ofrecemos al Padre la hostia inmaculada dinámico de la presencia de Jesús en la
que es Cristo por nosotros entregado Eucaristía. La presencia personal es una
(ANAMNESIS). presencia que admite grados. Las cosas
o pedimos que el Espíritu Santos nos haga están o no están presentes. Las personas,
una sola ofrenda junto a Cristo Jesús en cambio, pueden estar más o menos
(EPICLESIS DE COMUNION). presentes.
o expresamos nuestra comunión con la En la Eucaristía el Señor está presente
Iglesia que peregrina en la tierra, que se desde el primer momento, con una
purifica y que reina en el cielo presencia, sin embargo, que va ganando
(INTERCESIONES). en calidad y significado a medida que se va
o ratificamos la orientación de toda la desarrollando la celebración.
plegaria hacia Dios, Padre, Hijo y Espíritu
Santo en quien culmina el dinamismo 4.1: Jesús, presente en los reunidos en
eucarístico. su nombre.

- El rito de la comunión, en el que El Señor viene a nosotros y está, en primer


encarnamos en nosotros la Buena Nueva lugar, invitándonos a reunirnos con él y,
anunciada en la Palabra y presencializada luego, está con nosotros ya reunidos, de
en el Sacramento. Con nuestro "amén" acuerdo a su palabra: "donde están
aceptamos ser luz, samaritano...ser Cristo!. reunidos dos o tres en mi nombre yo estoy
en medio de ellos"(Mt.18,20).
d) Despedida. Jesús está con nosotros como estuvo en la
primera parte del camino a Emaús,
La celebración termina con la despedida en acompañando en silencio, oyendo nuestras
que, dejamos lo ritual para realizar en la preocupaciones, nuestras esperanzas y
vida el misterio celebrado. La despedida desesperanzas (Lc.24,15-24).
está abierta a la vida, por eso es la única
parte de la eucaristía que no se cierra con 4.2: Jesús, presente en su palabra.
el AMEN.
El Señor Jesús, da un nivel mayor a su
4. El dinamismo de la Eucaristía presencia cuando nos habla, "pues cuando
se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es
La Eucaristía es una realidad dinámica, es El quien habla"(SC.n7). La palabra es una
un proceso de amor y compromiso que forma de presencia que puede alcanzar
lleva a hacer presente en el mundo, a diversos grados de calidad. La palabra
nivel de vida, de encarnación y de historia, puede ser algo puramente convencional o
funcional; puede ser entrega de

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información o compartir interioridad. En la que Jesús está en nosotros y nosotros
palabra el Señor se nos hace presente con estamos en Él.
toda su riqueza, con todo su corazón y por En la realidad del sacramento, es verdad
eso busca que nosotros lo dejemos entrar que "ya no vivo yo sino que es Cristo quien
como palabra no sólo en nuestra mente vive en mi". Y es Cristo Jesús, también,
sino, también, en nuestro corazón. La que se levanta y sale de la capilla para
palabra de Jesús debe arder en nuestro seguir en nuestra palabra y en nuestros
corazón, como en los discípulos de hechos, anunciando su Evangelio y
Emaús(Lc.24,25-27.32). entregando su vida. También aquí el
modelo está en los discípulos de Emaús
que se levantan y corren a Jerusalén con la
4.3: Jesús, presente en su entrega. buena nueva de la Resurrección.(Lc.24,3-
35).
El Señor sigue creciendo en calidad de
presencia a través de la liturgia eucarística
y busca que, también nosotros, nos
vayamos haciendo más y más presentes.
En la liturgia eucarística, el Señor se hace
presente:
- en la presentación de los dones, como
disponibilidad, invitándonos a hacernos
disponibles a los hermanos.
- en el prefacio, como bendición y acción
P. José Lino Yáñez, sdb
de gracias, invitándonos a hacernos,
también nosotros, bendición y acción de
gracias.
- en la consagración, como entrega a los
hermanos, invitándonos a identificarnos
con El en su entrega: "tu cuerpo y nuestro
cuerpo", "tu sangre y nuestra sangre".
- en las intercesiones y doxología, como
súplica "siempre vivo intercediendo por
nosotros" y dando gloria a Dios, e
invitándonos a ser, también nosotros,
súplica y gloria de Dios. "La gloria de Dios
es el hombre viviente".
- en la comunión la presencia de Cristo
logra para la Iglesia y para cada uno de
nosotros su máxima expresión. La
entrega en comunión es la máxima
expresión de la presencia personal. El
está presente y se deja reconocer,
especialmente, en la "fracción del pan"
(Lc.24,28-31).

4.4: Jesús, presente y viviente en cada


cristiano.
La entrega en comunión y la
acogida que le damos a esa presencia,
logra la identificación, anhelo de todo
encuentro interpersonal: la comunión: por la

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