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Diógenes Dornelles
LA PREEXISTENCIA DEL HIJO DE DIOS
De Vuelta a la Doctrina Apostólica
INTRODUCCIÓN
Hace algún tiempo ministramos un tema titulado “El Mensaje de William Branham
Versus Teorías Unicistas”, en donde mostramos algunas de las diferencias entre el
mensaje del hermano Branham con relación a lo que es enseñado por los grupos
denominacionales unicistas. El hermano Branham no estaba de acuerdo con muchas de
sus proposiciones, por lo que es muy fácil hacer una lista comparativa entre la doctrina
unicista y su propia enseñanza. Al obtener una clara distinción entre las dos doctrinas,
nos encontramos con que el hermano Branham realmente no podría ser un unicista
como él mismo lo afirmó en numerosas ocasiones. Sin embargo, pesa en contra de los
muchos creyentes del mensaje de William Branham, la incoherencia de reclamar creer
en su doctrina al mismo tiempo en que defienden los mismos preceptos unicistas, que
son diametralmente opuestos a todo lo que el profeta enseñó y defendió. Por lo tanto,
ellos son unicistas, aunque no lo admitan.
Un tema que el hermano Branham defendía en sus sermones – lo que nos demuestra
una vez más que él no era un unicista, pero a la vez también se convierte en una
cuestión de combate obstinado por parte de los unicistas denominacionales – es acerca
de la preexistencia del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo. Y debido a que los
creyentes del mensaje de William Branham son simpatizantes del unicismo
denominacional, tal tema también es muy combatido por ellos, ya que es inaceptable
para los tales creer en una doctrina modalista que hace del Hijo el Ser mismo de Dios, y
al mismo tiempo concordar con el hermano Branham en la enseñanza bíblica y
apostólica, de que el Hijo estaba en la gloria junto a Su Padre, actuando como agente de
Su creación. Por lo tanto, ningún creyente unicista del Mensaje podrá aceptar la
enseñanza de William Branham sobre la preexistencia del Hijo de Dios. Las excusas
creadas por ellos son siempre las mismas: “El hermano Branham dio solamente una
opinión personal que más tarde resultó ser incorrecta”; “Él no tenía toda la revelación de
la Deidad cuando mencionó tal cosa”; “Él era un trinitario en la época”, etc...
Pero para alguien que está realmente dispuesto a aceptar toda la enseñanza de William
Branham acerca de la Deidad, debe considerar cada declaración que hizo sobre este
tema, no como una opinión personal, sino como un “ASÍ DICE EL SEÑOR”, pues como
él lo afirmó, todo lo que dijo con respecto a las Escrituras, trató de decirlo exactamente
de la manera en como fueron escritas y nunca tuvo que pasar por un ajuste o corrección,
ya que él sólo se limitó a decirlo de la forma en que la Biblia lo dice.
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su ministerio iría a durar, o sea, poco más de 32 años. Por lo tanto, lo que él va a decir
ahora, sirve para todo el tiempo en que él ministró la Palabra de Dios:) yo he tratado de
permanecer fiel a la Palabra. Yo no sé de nada que yo alguna vez tuviera que
cambiar, porque yo solamente lo leí en la Biblia, DIJE SOLAMENTE LO QUE LA
BIBLIA DICE. Y dejo esto que se vaya de esta manera. Así que yo no he tenido que
volver atrás o reajustar, porque YO SIMPLEMENTE DIGO ESTO DE LA MANERA QUE
LA BIBLIA LO DICE.
Ahora, no hay dos caminos para eso. O aceptamos que el hermano Branham fue sincero
en sus palabras, o tendremos que admitir que durante sus más de 32 años de ministerio,
William Branham fue solamente un ministro esforzado y bien intencionado, pero un
hombre sinceramente equivocado. Así que ante tal declaración, nosotros reafirmamos
que todo lo que el profeta habló y que fue fundamentado por las propias Escrituras
acerca de su enseñanza sobre la Deidad es “ASÍ DICE EL SEÑOR”, y no solamente una
opinión personal equivocada, porque como vamos a demostrar aquí, todo lo que él dice
sobre este tema pasó por la prueba de la Palabra. Considerando que cada declaración
fue respaldada por la Biblia, entonces no hay nada que cambiar, porque la Biblia todavía
continúa siendo la Palabra inmutable del Dios Todopoderoso.
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Ahora bien, este pequeño trabajo tiene como principal objetivo demostrar únicamente
los siguientes criterios:
Cualquier estudiante sincero de este Mensaje, que ya que utiliza o que ha utilizado con
frecuencia las herramientas de búsqueda en los sermones de William Branham, (me
refiero solamente a las herramientas en inglés, como THE TABLE, world of the hour, etc,
ya que en alguna otra herramienta de investigación en cualquier otro idioma traducido
actualmente, no posee todos los sermones disponibles para la investigación, lo que
limita considerablemente a cualquier lector, o incluso a un ministro, a tener un
entendimiento doctrinal más completo) tendrá que llegar indiscutiblemente a la
conclusión de que la enseñanza acerca de la Deidad progresó en el pasar de los años.
Pero hay una tendencia perjudicial y un error enorme en confundir o interpretar este
“progreso” con “corrección”. Ya que a lo largo de su ministerio, el hermano Branham
avanzaba gradualmente en su exposición doctrinal, asentando poco a poco ciertos
fundamentos para que posteriormente otros más pudiesen ser añadidos a los largo de
los años; Pero nada de esto alteraba lo que él ya había establecido con anterioridad.
Es por esta razón que podemos observarlo hacer ciertas declaraciones, las cuales con el
tiempo, no las volverá a retomar con los mismo detalles de antes, hasta llegar al punto
de ya no hacer más mención sobre aquello; eso no sucedía porque él hubiera
abandonado o corregido algo que se dijo, sino porque había una necesidad urgente de
avanzar y de profundizarse en otras cuestiones que surgieron como resultado de
aquellos mismos fundamentos ya enseñados. Dios estaba con él, Él estaba utilizando a
Su profeta para avanzar progresivamente en la exposición de Su Mensaje, al transmitirle
a él poco a poco una nueva porción o medida de la fe, que luego era transmitido por Su
profeta a la iglesia. Vemos que fue exactamente de esta manera que Dios obró en su
ministerio a lo largo de los años, lo supiera de esta manera o no el hermano Branham.
Por lo tanto, para obtener una comprensión completa de su enseñanza, cada estudiante
debería iniciar sus estudios empezando a leer desde el sermón más antiguo disponible
hasta el sermón más reciente, porque al hacerlo de esta manera, no sólo va a entender
de forma más armoniosa su doctrina, sino que también percibirá el avance doctrinario
que le acompañó a lo largo de los años.
Pero tratar de obtener una visión general de toda su enseñanza, solamente a partir de la
lectura y de la investigación de sus últimos sermones, sería como resolver una larga
ecuación basándose apenas en sus últimos miembros, dejando a un lado los primeros, o
intentar entender toda la historia de un libro o de una película acompañando solamente
los capítulos o escenas finales. En el caso de la ecuación, la desesperación estará en
tratar de adivinar cuáles serían las primeras incógnitas y sus respectivos valores,
arriesgándose en interminables deducciones evasivas y estériles. Y es precisamente
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este camino que muchos terminaron siguiendo. Debido a que no poseían el cuadro
doctrinal completo, algunos comenzaron a crear ideas y a forjar sus propias
suposiciones interpretativas para cubrir ciertas lagunas, creando de esta manera
fundamentos falsos e hipotéticos. Como resultado, en lugar de poner a prueba aquellas
suposiciones que fueron creadas para corregir un eventual error, lo que se intentó hacer
fue forzar todo para encajar aquellos mismos falsos fundamentos que al final fueron
admitidos como correctos e irreprensibles.
Además de esas excusas que hemos citado, y que son comúnmente utilizadas para
justificar la falta de comprensión de ciertas declaraciones que el profeta hizo sobre la
Deidad, hay una que es ampliamente aceptada por algunos ministerios, de que después
de la ministración de los Sellos, en marzo 1963, el hermano Branham habría vuelto atrás
en muchas declaraciones acerca de la Deidad dichas en el pasado, y que
presuntamente habrían sido corregidas por él, o incluso por Dios, a pesar de que él dice
que durante sus 32 años de ministerio, nunca tuvo que corregir nada de aquello que se
dijo de la Biblia. El resultado no podría ser más desastroso, puesto que tal interpretación
convierte a William Branham en un profeta que estuvo engañado durante sus 30 años de
ministerio, y que solamente por poco más de dos años habría hablado más
correctamente. Como hemos dicho, convirtieron el progreso en corrección. Las personas
que hacen esto dentro de este Mensaje tienen el mismo espíritu que aquellos que
decían al profeta que él tenía la razón solamente cuando discernía los corazones, pero
que no tenía el “ASÍ DICE EL SEÑOR” al predicar la doctrina. Pero sabemos
perfectamente que todo esto es una obra de Satanás, para invalidar la enseñanza del
profeta de Dios y cegar al pueblo con el fin de asentarlo sobre fundamentos movedizos.
CAPÍTULO 1
Hay Escrituras que muestran y hablan de la preexistencia del Hijo, como en Colosenses
1:13-17:
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todas las cosas y todas las cosas subsisten por Él.‖ Pablo también nos dice en otra
epístola que Jesús nació de una mujer (Gálatas 4:4); pero esta declaración que hizo en
Gálatas no anula lo que dice en Colosenses. Sin embargo, hay ministros en este
mensaje, como veremos más adelante, que usan estas palabras de Pablo en Gálatas
para combatir consigo mismo sus propias declaraciones, tal como lo hacen con los
sermones de William Branham, en donde se utilizan ciertas declaraciones suyas para
intentar crear forzadamente un conflicto y contradicción con otras declaraciones que él
hizo.
Este es un relato de toda la creación física y literal hecha por Dios, y no de una “creación
espiritual” supuestamente hecha sólo después de que hubiera nacido el Hijo, como
algunos quieren argumentar. Al declarar que en el Hijo fueron creadas todas las cosas,
Pablo no estaría diciendo con eso que Jesús era el Creador mismo. Dios es el creador,
pero Dios creó a través de Su Hijo, Convirtiéndole en el agente de Su creación. Así que
para esto, era necesario que el Hijo existiese antes que cualquier otra cosa fuese
creada. En Hebreos 1:2 dice: ―En estos postreros días nos ha hablado por Su Hijo, a
Quien constituyó heredero de todo, por Quien asimismo hizo el universo.‖ En otras
palabras, Dios creó todo el universo a través de Su Hijo.
La palabra “por” viene del griego ―dia‖ que quiere decir “a través”, “por causa” mostrando
claramente que el Hijo de Dios fue el agente de la creación por el cual Dios hizo TODAS
las cosas.
CAPÍTULO 2
Y como creemos que el hermano Branham vino a restaurar una enseñanza bíblica y
apostólica, lo único que él podría hacer sería repetir lo que esas Escrituras nos enseñan,
aunque algunos traten de ignorarlas por no encajar con su teología. El hermano
Branham dijo que el Hijo estaba con Dios en el principio. El hermano Branham también
dijo que Dios creó en el principio todas las cosas por medio de Jesucristo, Su Hijo, lo
que demuestra que él creía, desde el principio hasta el fin de su ministerio en las
Escrituras que hablan de la preexistencia de Jesucristo, Hijo de Dios.
Esta declaración ―antes de que hubiera una estrella, o un átomo o una molécula‖
significa “antes que cualquier cosa fuese creada”; antes de cualquier creación, allá
estaba el Hijo de Dios, Jesucristo, por Quien Dios hizo todas las cosas. Así que la
preexistencia del Hijo de Dios es anterior a toda la creación. Por la fecha de este
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sermón, es claro que el profeta nunca volvió atrás en esta enseñanza, porque él sólo
estaba haciendo eco a las Escrituras. Veamos también otros ejemplos.
Vemos una vez más que esta otra declaración de 1964 es una prueba de que el
hermano Branham siempre mantuvo la misma enseñanza a lo largo de todo su
ministerio, de que el Hijo tuvo una preexistencia y de que Dios creó todas las cosas por
medio de Su Hijo Jesús, Usándole como el agente de Su creación.
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CAPÍTULO 3
El precursor de la primera venida de Cristo, Juan el Bautista, igualmente dijo que el Hijo
de Dios tenía una preexistencia.
Juan 1:29-30
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, (Él
está hablando acerca de Jesús, el Hijo) que quita el pecado del mundo. Éste es Aquél
de quien yo dije (o sea, del Cordero): Después de mí viene un varón, el cual es antes de
mí (Quiere decir: “Él tendrá un ministerio mucho más grande y más importante que el
mío”); porque era primero que yo.
La Biblia Judía Completa (Inglés) dice: ―Él existía antes que yo.‖
La Biblia Judía Ortodoxa (Inglés) tradujo así: ―Antes que yo viniera a ser, Él era.‖
La Biblia de Las Américas (Inglés): ―Él era antes que yo.‖
La Nueva Traducción Viviente (Inglés): ―Él existía mucho antes que yo.‖
CAPÍTULO 4
El Testimonio de Jesús
Si no dudamos de las palabras de Jesús, tenemos que admitir que Él ya existía antes de
la fundación del mundo:
Juan 6:62
¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
Juan 6:38
Porque He descendido del cielo, no para hacer Mi voluntad, sino la voluntad Del que
Me envió.
Aquí Jesús nos está diciendo que Él estaba en el Cielo antes de que Él naciese y
habitase en un cuerpo de carne, y que Él había descendido del cielo después de que
Alguien Le envió, el cual no era Él mismo, pero Dios fue Quien Le envió. Ese fue un
descenso literal de un lugar celestial en donde Dios habita y no un descenso en sentido
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figurado. Vea lo que Jesús está diciendo, había Alguien más con Él en el Cielo. El
unicista denominacional intentará cambiar la Biblia y le dirá a Ud. que el Hijo fue enviado
por Sí mismo, porque el Hijo sería el mismo Dios y Padre, pero no fue eso lo que Jesús
dijo. Por dos veces Jesús dijo que NO vino por Si o por Si mismo.
Juan 7:28
Y no He venido de Mí mismo; pero el que Me envió Es verdadero, a Quien vosotros no
conocéis.
Juan 8:42
Porque Yo de Dios He salido, y He venido; pues no He venido de Mí mismo, sino que
Él Me envió.
Así que Él estaba allá en los Cielos con Dios y Dios Le envío hasta aquí. Es decir, Él
está diciendo: “Yo no soy Padre de Mí mismo, y no soy Hijo de Mi mismo, Yo no Me
engendré a Mi mismo, Yo no Me inicié a Mi mismo, Yo no soy Dios de Mí mismo, Yo no
Me envié a Mi mismo, Yo no Me comisioné a Mi mismo”.
Pablo dijo que el Hijo de Dios era el Hombre que vino del Cielo.
1 Corintios 15:47
El primer hombre es de la tierra, terrenal (este es Adán); el segundo hombre es del
Cielo. (Este es Jesús)
En Juan 17:5 Jesús nos da una clara comprensión del hecho de que Él preexistía antes
de la fundación del mundo con Su Padre.
Ahora pues, Padre, Glorifícame Tú, al lado Tuyo, con aquella gloria que Tuve Contigo
antes que el mundo fuese.
Como sabemos, el hermano Branham creía que todas las cosas fueron creadas por Dios
a través de Su Hijo Jesucristo, lo que demuestra que aceptaba la enseñanza bíblica de
que el Hijo estaba con Dios desde antes de la fundación del mundo, así como también
creía en el testimonio del Hijo de Dios en Juan 17:5, de que Él ya estaba con el Padre
antes de la creación de todas las cosas, disfrutando de una comunión íntima con Dios.
Así vemos que el hermano Branham declara aquí que, sin sombra de dudas, creía que
el Hijo de Dios preexistía antes de la creación de todas las cosas y que Él estaba en la
gloria con Su Padre.
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CAPÍTULO 5
El Testimonio Apostólico
El hermano Branham nos dice que cuando Dios envía un mensajero para Su pueblo,
este mismo mensajero capacita a otros ministros para que después de su partida,
puedan confesar el mismo mensaje que él entregó, aunque otros no sepan mantenerlo
de la forma exacta en que fue predicado.
Ireneo de Lyon (130 – 202), el segundo mensajero de la Iglesia, como nos fue enseñado
por el hermano Branham, era discípulo de Policarpo, quien a su vez fue discípulo de
Juan, apóstol de Jesús. Ireneo fue uno de los primeros incluso para destacar la
importancia de preservar la doctrina apostólica, aunque en sus días esa enseñanza
estaba comprometida y algo ya se había perdido entre las iglesias. Sin embargo, Ireneo
nunca enseñó una trinidad de tres personas co-iguales en la Deidad; Esto fue una
enseñanza posterior al Concilio de Nicea, más precisamente en el Concilio de
Constantinopla en el 381. El hermano Branham dijo que la enseñanza de Ireneo estaba
en acuerdo con la enseñanza original de los Apóstoles.
Libro de las Siete Edades de la Iglesia - Edad de Esmirna (págs. 92, 93)
Él combatió contra cualquier forma de organización. Además de eso, la historia de su
vida, en la que él sirvió al Señor, fue de mucha manifestación en el Espíritu Santo; y la
Palabra era enseñada con una claridad inusual y en acuerdo con sus principios
originales. (...) El también fue claro en cuanto a su comprensión de la Divinidad. Y
visto que él fue un discípulo de Policarpo, quien a su vez fue discípulo de San Juan,
podemos saber con certeza que él tenía una doctrina tan perfecta cuanto era
posible en este tema.
Así como el hermano Branham, Ireneo también creía en la preexistencia del Hijo de
Dios, simplemente porque fue de esa forma en que él aprendió con los demás que le
antecedieron, y acorde a su propia observación de las Escrituras. Por lo tanto, de
acuerdo con las palabras del profeta, este entendimiento estaba en línea con las
enseñanzas originales de los apóstoles. Sin embargo, antes de que fuera manipulado y
se convirtiera en una fe de la iglesia romana con los debidos acrecimos hechos por ella,
la creencia en la preexistencia del Hijo de Dios, fue antes una fe apostólica creída por
los cristianos primitivos. Ireneo dijo lo siguiente acerca de Jesús.
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fundación del mundo, y apareció como un Hombre, al mundo entero en los últimos
tiempos. (...) Cristo, el Hijo de Dios, que existe antes del mundo, estaba con el Padre
y junto al Padre...
Pero Ireneo nunca quiso ocuparse en el intento de explicar cómo el Hijo de Dios fue
engendrado antes de la creación. En vez de eso, usaba las palabras de la Escritura de
Isaías 53:8 para justificar su incapacidad: “Y Su generación, ¿quién la contará?”.
Recuerde que los mensajeros no eran profetas y eso solo podría haber sido hecho a
través de uno, porque la Palabra siempre viene a los profetas, y, como veremos en este
estudio, el hermano Branham intentó hacerlo.
La única manera, por lo tanto, de asumir una confesión apostólica confiable para
nuestros días, es tratar de hablar este Mensaje exactamente de la manera como William
Branham lo transmitió, sin negar lo que él dijo o forzar un conflicto consigo mismo a
través de sus propias declaraciones.
CAPÍTULO 6
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Un Profeta Para los Gentiles, pág. 36
Juan 17:5: ―Con aquella gloria que tuve Contigo antes que el mundo fuese.‖ Este
versículo de la Escritura, entendida a la luz del preconocimiento de Dios no puede
interpretarse en el sentido de una preexistencia de un Hijo glorificado. Tal
interpretación estaría en contradicción con todos los otros pasajes de la Escritura que
revelan el Hijo en relación con el tiempo y la humanidad.
Jesús, sin embargo, fue glorificado antes que el mundo existiese, Él también fue un
cordero antes que el mundo existiese, y fue muerto antes que el mundo fuese.
(Apocalipsis 13:8)
Todo el plan de la salvación incluyendo la obra redentora de Cristo fue establecido en la
mente de Dios desde la eternidad. Es de esta glorificación por la cual Jesús oró.
Imaginemos, incluso nosotros como hijos redimidos de Dios ya estamos glorificados.
Note Romanos 8:28 al 30: ―Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que
aman a Dios, a los que conforme a Su propósito son llamados. Porque a los que antes
conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de Su
Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a
éstos también glorificó‖.
Estamos glorificados porque está establecido en la mente de Dios que seamos
glorificados. Nosotros también podríamos orar como Jesús oró: ―Padre, glorifícame con
la gloria que tuve Contigo antes que el mundo fuese.‖
Antes de todo, es importante decir que no sólo Sproule, pero casi la totalidad de los
ministros del Mensaje adoptaron el mismo razonamiento. Porque ellos hacen del Hijo de
Dios el mismo Ser de Dios, ellos saben perfectamente que no pueden aceptar la
preexistencia de un Ser en el pasado que hubiese convivido con otro Ser. Sin embargo,
este camino que la mayoría decidió seguir les mostró ser muy espinoso y traicionero,
porque para conservarlo, ellos tuvieron que echar mano de sus inserciones personales,
haciendo caso omiso de las numerosas declaraciones del profeta de Dios y de las
mismas Escrituras, bajo las más inimaginables excusas.
Ningún unicista denominacional cree en la preexistencia del Hijo de Dios, porque esto es
contrario a su teología, y una vez que los creyentes del Mensaje aceptaron este mismo
pensamiento doctrinal, ellos también tuvieron que descreer en esta enseñanza de
William Branham, no obstante profesan seguirle.
Es cierto que en la dispensación de la Filiación Dios hizo uso de un oficio de “Hijo” para
actuar en el cuerpo de Jesús en la tierra, como si Dios mismo fuese un Hijo, pero antes
de la creación, Dios no actuó como “Hijo” en un oficio, sino por el contrario, en el
principio de la creación de todas las cosas, el Dios Creador actuó en Su Hijo como Dios
mismo, y no como si fuese otro.
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Esta afirmación de que Juan 17:5 no se estaría refiriendo a la preexistencia del Hijo
porque colocaría en contradicción todas las otras Escrituras no procede, porque lo que
se demuestra es exactamente lo opuesto: negar la preexistencia del Hijo de Dios es lo
que realmente crearía una enorme contradicción, no solamente con las Escrituras, sino
también con el mismo Mensaje de William Branham. Sproule negó las propias palabras
del profeta que acabamos de ver, que dice: “Dios mismo dio a luz a este Hijo que era
antes de que hubiera siquiera un átomo o aire para hacer un átomo.” El hermano
Branham no estaba diciendo que Dios “dio a luz” a Su Hijo en Su mente. Él estaba
hablando de una aparición literal del Hijo antes de la creación de todas las cosas.
Por lo tanto la interpretación que dio Sproule crea una contradicción no solamente con
todas las declaraciones que Jesús hizo, sino con el mismo testimonio de Juan el
Bautista, quien dijo que el Hijo existía antes que él, Juan, hubiera nacido. Si Juan,
cuando dijo esto se estuviera refiriendo a que el Hijo existía apenas como un atributo en
la mente de Dios, ¿cómo él podría usar esto para decir que el Cordero ya existía antes
que él, si Juan antes de nacer también estaba en la misma mente juntamente con el
Cordero en la forma de un atributo? ¿Cómo en la mente de Dios Jesús podría haber
existido antes del nacimiento de Juan, si el único lugar en donde Juan podría estar antes
de haber nacido, sería en la misma mente gloriosa donde Jesús también estaba? Por lo
tanto, si antes de que Juan existiera él ya estaba en la misma mente de Dios donde el
Hijo también Se encontraba, ¿cómo sería posible que Jesús pudiese existir antes de que
Juan naciese?
Y cuando analizamos las palabras que el Hijo de Dios usó para referirse a Su
preexistencia, vemos que no puede haber el menor engaño acerca de lo que Él dijo.
Consideremos esto:
La palabra “gloria” viene del griego “doxazo” que significa “glorificar”, “honrar”, “alabar”,
“exaltar”, “celebrar”, “conferir honras”, “tener en alta estima”, “tornar excelente”, “tornar
aclamado”, “tornar la dignidad y el valor de alguien o de algo manifiesto y conocido”. Así
que lo que Jesús está diciendo aquí es: “Exáltame con la misma exaltación que Yo tenía
cuando Estaba Contigo. Que Sea estimado y honrado ahora con la misma estima y
honra que Tuve antes en el pasado. Que Sea visto por todos ahora en honra y alabanza
como cuando Era visto antes junto a Tí”. Cuando Pablo dice que Dios glorificó a los que
predestinó de antemano, salvó y justificó, significa que Él les dio una posición de honra y
excelencia como Sus hijos debido a sus profesiones de fe. Pablo no estaba refiriéndose
a una glorificación anterior que se produjo sólo en la mente de Dios.
La expresión “que Yo tenía” viene del griego “hēi eichon ”, que significa “que Yo solía
tener.” El Hijo siempre estuvo con Su Padre disfrutando de una posición única y
honorable como Su Hijo Unigénito ante los ángeles de Dios, y ahora Él quería que Sus
hermanos también participasen de ello y conociesen el amor que el Padre tenía por Él
desde la fundación el mundo, conforme Él dice en Juan 17:24:
Padre, aquellos que Me has dado, quiero que donde Yo estoy, ellos estén también
Conmigo; para que vean Mi gloria que Me has dado: por cuanto Me has amado desde
antes de la constitución del mundo.
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La palabra “Contigo”, viene del griego ―para soi‖, que significa “al lado”. Así que Jesús no
Se estaba refiriendo a estar dentro de una “mente honrada, alabable y reconocida”, pero
“al lado de” Dios, Su Padre.
¿Dónde y cuándo este Hijo de Dios vino a la existencia? Note las palabras de Pablo
a los Gálatas como él describe este Hijo de los hijos: Gálatas 4:4: ―Dios envió a Su Hijo,
nacido de mujer‖. De esta forma, el Hijo de Dios nació de una mujer. No falle en ver Su
humanidad.
Lo que Sproule hizo con su declaración fue negar las palabras de Pablo en Colosenses
1:12-17. Y esta práctica viciosa de colocar las Escrituras en conflicto consigo mismas, se
repite también con los sermones del hermano Branham, donde se busca anular una
declaración suya con alguna otra que haya hecho, argumentando de que una de ellas
está incorrecta, poniendo en duda aquello que habló el profeta y creando así una
información errónea. Y sabemos que eso es exactamente lo que la serpiente hizo en el
Edén, que con el fin de engañar a la mujer creó una desinformación, haciendo que ella
dudara de la Palabra de Dios: “Es cierto que Dios dijo: 'No comeréis de todo árbol del
huerto'? Pero esto no es cierto. Eso fue un error, una contradicción.” Y así, si algún
ministro de este mensaje refuta la enseñanza del hermano Branham, que lo único que
trató de hacer en su ministerio fue repetir lo que dice la Biblia, él en consecuencia
tendrá, que refutar la propia Biblia, exactamente como Sproule y muchos otros han
optado por hacer.
CAPÍTULO 7
Antes de la caída del hombre, Dios ya tenía en Su mente eterna una manera de redimir
al hombre caído. Dios, el autoexiste, ocupaba todo el espacio de eternidad a eternidad.
Dios estaba solo. Entonces, antes de la fundación del mundo, Dios determinó en Su
mente sacrificar un Hijo Unigénito que algún día Él enviaría para rescatar a la raza
humana, o más precisamente, a aquellos que Dios de antemano conoció y eligió a Su
Hijo Jesucristo. Este plan de la redención, por lo tanto, ya fue establecido por Dios,
incluso antes de que Su Hijo existiese.
Apocalipsis 13:8
Y la adorarán todos los moradores de la tierra cuyos nombres no están escritos en el
libro de la vida del Cordero, el cual fue inmolado desde la fundación del mundo.
1 Pedro 1:18-20
Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual recibisteis
de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro ó plata; Sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación: Ya ordenado
de antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por
amor de vosotros.
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Utilizando las mismas palabras de la Biblia, el hermano Branham enseñaba que Dios
mató a Su Cordero en Su mente antes de la fundación del mundo.
La muerte del Cordero antes de la fundación del mundo no fue literal, ya que esto sólo
ocurriría cuando el propio Cordero estuviese en la tierra, pero para el hermano Branham
eso ya estaba establecido desde hace mucho tiempo. Entonces nos damos cuenta que
Dios tiene sus planes eternos, y la muerte del Hijo fue un plan ya establecido en Su
mente, que sólo se cumpliría una vez que el Hijo naciese de la virgen María. Pero
ninguna de estas declaraciones que el hermano Branham hacía debe de ser utilizada
para negar su enseñanza de la preexistencia del Hijo de Dios, como Sproule y otros
hacen. Decir que primero el Hijo estaba en la mente de Dios y que en esa mente Él fue
potencialmente muerto, no niega el hecho de que ese mismo Cordero preexistió.
Primero Dios planeó y pensó, y después de que Él habló la Palabra Su Hijo vino a la
existencia, y todo esto se llevó a cabo incluso antes de que cualquier otra creación fuese
hecha. Por lo tanto una declaración no puede ser utilizada para combatir o anular a otra.
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El hermano Branham enseñaba que el Hijo tanto fue muerto en la mente de Dios, como
también dijo que este mismo Hijo estaba con Dios antes de que el mundo fuese.
Vea que aquí el hermano Branham unió las dos declaraciones, pero ellas tienen
diferentes significados. Decir, por tanto, que el Cordero fue inmolado en la mente de
Dios no significa que este Cordero o el Hijo de Dios no tiene una existencia literal antes
de la creación. Muchos tratan de utilizar estas declaraciones del profeta de un “cordero
muerto en la mente de Dios” para defender la idea de que el Hijo no preexistió, sino que
estaría apenas en los planes de Dios para existir algún día. Pero, como veremos, no es
exactamente así que las Escrituras y el hermano Branham nos enseña.
CAPÍTULO 8
El hermano Branham creía, juntamente con los apóstoles, de que el Hijo de Dios ya
preexistía con Su Padre en el Cielo y estaba en comunión con Él desde antes de la
fundación del mundo.
Jesús no poseía una especie de “comunión mental” con Su Padre antes de la fundación
del mundo, sino una comunión personal y real, y es esta misma comunión que ahora
tenemos con Dios a través del sacrificio del Cordero. No tenemos una comunión mental
con Dios, porque no fue esa clase de comunión que ambos tenían en el pasado.
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en poder, y todo lo que Él era, del lado de afuera de un – de un – un cuerpo físico, Él es
esta noche. ¿Ud. no cree eso? Y Él vino de Dios. Él estuvo aquí en la tierra. Y Él vino
del Espíritu. Él estaba con el Padre antes de la fundación del mundo. Y Él era el
Logos que salió de Dios.
Perseverante (19/07/1962) § 42
Jesucristo era el Hijo de Dios en todos los sentidos antes de la fundación del
mundo. ¿Ud. cree eso?
No Temas (07/06/1963) § 18
Jesucristo era el Hijo de Dios, antes de la fundación del mundo. Él era la Simiente
de la mujer que había de aplastar la cabeza de la serpiente. Ciertamente.
Vea, por tanto, que existe una diferencia clara entre las declaraciones que el hermano
Branham utiliza como el Cordero que “fue muerto en la mente de Dios antes de la
fundación del mundo” y en la otra en donde dice que el Cordero “estaba con Dios antes
de la fundación del mundo”. Son dos afirmaciones diferentes, con distintos significados
pero que juntas se complementan, no oponiéndose o combatiéndose entre sí. Al decir
que el Cordero fue inmolado en la mente de Dios, no significa que el profeta negaba o se
contradecía cuando al mismo tiempo afirmaba que el Cordero o el Hijo estaba con Su
Padre antes de la creación del mundo. Sin embargo, algunos por no entender o aceptar
la preexistencia del Hijo de Dios, luego utilizan una declaración del profeta para negar
otra.
Decir que antes de la creación del mundo el Hijo existía solamente en la mente de Dios,
sería ignorar toda la enseñanza del hermano Branham sobre el hecho de que el Hijo es
la Palabra expresada de Dios, donde según él, palabra es un pensamiento expresado.
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nació de la virgen María. Esa interpretación unicista muestra estar totalmente errada,
pues cuando el Hijo Se hizo la Palabra, que es un pensamiento expresado, entonces Él
ya no era más un pensamiento en la mente de Dios, pues ya existía de hecho. Sin
embargo ese Hijo Palabra sólo podría ser Dios por estar manifestando todo lo que Dios
era, porque Dios mismo no es un pensamiento expresado. El Hijo fue pensado y
hablado, o sea, tuvo un principio, no así con Dios puesto que nadie Le pensó o Lo habló,
porque Dios no estaba en la mente de ninguno, pues Él es eterno. Sin embargo el Hijo
estuvo en Su mente en la forma de un pensamiento, hasta salir de esa mente para
hacerse una Palabra, o sea, un pensamiento expresado. De ahí en adelante Ud. no
puede más decir que el Hijo estaba apenas en la mente de Dios, puesto que ahora ya
existía.
CAPÍTULO 9
Aunque el apóstol Pablo no nos dio muchos detalles, él dijo que el Hijo antes de tomar
una forma humana, estaba en la forma de Dios.
Filipenses 2:5-7
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El cual, siendo
en forma de Dios, (del griego ―morphe‖, que quiere decir “apariencia externa”, “la forma
por la cual alguien es visto por la vista”. Esto quiere decir que el Hijo estaba en una
forma visible de Dios) por lo tanto Él no estaba dentro de la mente de Dios, pero Él
estaba allá como un Ser en una forma o cuerpo espiritual) no tuvo por usurpación ser
igual á Dios: (del griego ―isos‖, que significa “la idea de parecer igual en cantidad y
calidad”; “igualdad”; “semejante”; “equitativo”. Por lo tanto el Hijo estaba en una forma
espiritual idéntica y semejante al Ser de Dios) Sin embargo, Se anonadó á Sí mismo,
tomando forma de Siervo, Hecho semejante á los hombres; Y hallado en la condición
como hombre.
Lo que Pablo entonces está diciendo aquí es que antes de que Cristo tomara la forma de
un cuerpo de carne en la tierra, Él ya existía antes de la creación en una forma espiritual
muy similar o idéntica a la de Su Padre. Aunque el apóstol Pablo no nos dio más detalles
sobre cómo exactamente era esa forma que el Hijo tenía antes de la fundación del
mundo, el hermano Branham tratará de explicar a Ud. qué forma era esta.
Este Logos que salió de Dios era Su Hijo que tuvo un principio antes de la creación de
todas las cosas. El Hijo estaba en un cuerpo celestial, un cuerpo Palabra o teofánico que
permitía, como dice el hermano Branham, el Espíritu de Dios Volviéndose visible, a
pesar de que estaba en una dimensión todavía invisible a los ojos humanos. Fue en esta
“forma de Dios” que el Hijo Se encontraba antes de asumir una forma carnal.
18
CAPÍTULO 10
Lo que ahora vamos a examinar, son las explicaciones del hermano Branham en cuanto
a cómo el Hijo de Dios vino a la existencia a fin de estar con Su Padre antes de la
fundación del mundo. Dios en esa ocasión, no Se estaba manifestando en un oficio
llamado “Hijo”, sino en un Ser, el Logos que salió de Dios, que poseía todas Sus
características. Aunque el hermano Branham usó en algún momento un lenguaje
alegórico con el fin de ilustrar ciertos acontecimientos, nada de lo que él ira a narrar aquí
fueron cosas que habían pasado sólo en la mente de Dios; antes, cada relato representa
un esfuerzo suyo para narrar eventos reales con el fin de entender lo que las Escrituras
enseñan al respecto.
Vida (02/06/1957) § 58
Cerremos nuestros ojos para nuestra imaginación por algunos momentos y vayamos allá
atrás para – antes de que hubiera cualquier cosa. La gran fuente de toda la eternidad
era aquel espíritu de amor, de la alegría, aquel espíritu de la honestidad, aquel espíritu
de verdad en esta perfección. Y entonces de la existencia del Padre salió el Logos que
era el Hijo, que era la teofanía, que era el cuerpo del gran Dios Jehová que salió en
un cuerpo celeste. Este es el Logos. La Palabra habló de aquellas grandes fuentes de
la vida y salió. Y allí estaba la teofanía, que era Dios hecho en Palabra.
Dios no era aquel cuerpo teofánico, pero Él Se manifestó de forma visible en ese cuerpo
que era de Su Hijo.
19
Una vez más el hermano Branham está diciendo que el Hijo de Dios fue engendrado
antes de que cualquier creación existiese, haciendo de Él un Ser preexistente a todo lo
que se había creado. Vea también que algunas veces para crear una ilustración clara de
que el Logos que salió de Dios era Su Hijo, el hermano Branham comparaba a Jesús
como un niño jugando en frente de la casa de su padre. Ninguna declaración de esta
naturaleza podría haber sido hecha por él, si él pensase que todo esto ocurría solamente
en la mente de Dios.
La Deidad creando todas las cosas por medio de Su Hijo Jesucristo. Lo que el hermano
Branham nos está enseñando aquí con detalles, es que en un momento, después de
que el Hijo fuera generado, entonces Dios entró en este cuerpo espiritual hecho para
este Hijo a fin de crear todas las cosas por medio de Él.
20
alrededor de esta manera. El sol comienza a llegar a existir, porque Él había dicho:
―Sea‖. Ahí está la autoridad. ¿De dónde Él creó esto? Yo no sé. No había nada para
crear. Pero Él creyó en Su propia Palabra, y fue la luz.
Preparación (11/11/1953) § 23
Vamos a dar y hacer un pequeño viaje mental esta noche, Ud. y yo. Y vamos a volver
antes de – que hubiese incluso una estrella en el cielo, antes de que hubiera
cualquier cosa. (Es decir, antes de que cualquier creación fuera hecha) Sentado allá en
la eternidad, Aquel era Dios. Y después al salir de Dios, o Dios Develándose, viene el
Logos que era el Hijo de Dios o la Palabra de Dios. ―En el principio era el Verbo, y el
Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Y el Verbo Se hizo carne y habitó entre
nosotros‖, el Logos. Ahora observe, estamos viendo a Dios Develándose. Luego Él dijo
en Génesis: ―Hagamos al hombre a Nuestra imagen‖. ¿Qué clase de hombre era él?
Tenía que ser un hombre espíritu.
21
un cuerpo humano que es glorificado). No tiene exactamente carne y sangre como sería
en su estado glorificado, sino que está en una forma de un cuerpo humano que no
come, ni bebe, pero es – es un cuerpo, un cuerpo que está esperando por nosotros tan
pronto como dejamos éste. Ahora, allí, nosotros entramos en ese cuerpo. Y ésa es la
clase de cuerpo en el que Dios estaba, porque Él dijo: ―Hagamos al hombre a nuestra
propia imagen y a nuestra semejanza‖.
El hermano Branham también enseñó que el Hijo era el Logos que salió del seno del
Padre que en el principio era una parte de Dios, una vez que Él tomó Consigo todas las
características de Su Padre, reflejando el propio Ser de Dios a donde quiera que Él
fuese.
Observe que todo el esfuerzo del hermano Branham que se demostró aquí, a fin de
detallarnos sobre el surgimiento del Hijo de Dios, fue el intento de darnos un pequeño
cuadro – el cual nunca se había pintado hasta entonces para la Iglesia – sobre la
manera en que el Hijo apareció antes de la creación y de la forma en que fue usado por
Dios para crear.
CAPÍTULO 11
22
primero en ser creado por Dios, porque el Hijo Jesucristo a pesar de que tuvo un
principio, no era una criatura; Él no era una creación de ningún tipo.
Todo lo que fue creado llegó a existir a partir de la nada y del vacío, mientras que el Hijo
vino a la existencia a partir de la misma sustancia de Dios. Lo que Dios hizo para
generar a Su Hijo no fue una creación, sino un desenvolvimiento o modelado visible de
Su propia sustancia. El mundo no fue hecho de esta sustancia, prueba de ello es que
necesitará ser renovado por haber sufrido corrupción debido al primer pecado ocurrido
en el cielo y después en la tierra, pero el Hijo de Dios no sufrió ningún tipo de corrupción,
porque como tenía la misma naturaleza que el Padre en Si, Él no cometió pecado, a
pesar de que había asumido posteriormente un cuerpo en la semejanza de la carne
pecaminosa. Si la creación se hubiera hecho igualmente de esta sustancia de Dios,
entonces nosotros tendríamos lo que se llama en filosofía de monismo o panteísmo, que
enseña que la creación es el mismo Dios y que Él está en todas las cosas creadas de
forma permanente, pero esto no es posible.
Por lo tanto, fuera de la diferencia de que el Hijo tuvo un comienzo, no hay otra
diferencia entre ellos. El hermano Branham enseñó que para que alguien llegue a ser un
hijo él necesita tener un principio, y Jesús tuvo Su principio cuando fue generado o
formado de la misma sustancia del Padre antes del principio de la creación. Para el
hermano Branham, el hecho de que el Hijo de Dios haya tenido un comienzo, crea un
gran obstáculo para la doctrina católica o la doctrina trinitaria que hace de Jesús el “Hijo
eterno de Dios.”
El Logos que salió de Dios era el Hijo que poseía un cuerpo teofánico, y que era un Ser
real que fue generado por Dios, por lo tanto no era Dios en un oficio de “Hijo” o
23
simplemente un pensamiento en la mente de Dios; Dios solamente hizo uso de ese
oficio cuando Él habitó en plenitud en el cuerpo de Su Hijo en carne humana, en lo que
el hermano Branham llamaba de “dispensación de la Filiación”, que solamente ocurrió
cuando Jesús estuvo en un cuerpo humano en la tierra. Por lo tanto, antes de la
creación usted no tenía allí una dispensación de la Filiación o Dios en un oficio de Hijo,
pero el Ser mismo del Hijo de Dios preexistente en Su cuerpo teofánico. Después este
mismo Hijo en Su forma teofánica se hizo carne por medio de Su nacimiento virginal.
CAPÍTULO 12
Romanos 16:25
Y al que tiene poder para confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo,
según la revelación del misterio encubierto desde tiempos eternos.
Efesios 3:9
Y de aclarar a todos cuál es la comunión del misterio escondido desde el principio
del mundo en Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo.
Hasta entonces estaba oculto para todos el misterio de que Dios había creado en el
principio todas las cosas a través de Su Hijo que preexistió con Él. Después de la venida
del Hijo de Dios a la tierra, ese fue el momento en Él que podría ser revelado, pero la
comprensión de este misterio en su plenitud es algo aterrador e indigna a toda religión
falsa.
Efesios 1:8-9
Que sobreabundó para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia; dándonos a
conocer el misterio de Su voluntad, según Su beneplácito, el cual se había propuesto
en Sí mismo.
1 Corintios 1:30
Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual de Dios nos es hecho sabiduría, y
justificación, y santificación y redención.
24
1 Corintios 2:7-9
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría encubierta, la cual Dios
predestinó antes de los siglos para nuestra gloria; la que ninguno de los príncipes
de este mundo conoció; porque si la hubieran conocido, (o sea, si esa sabiduría fuera
conocida…) nunca hubieran crucificado al Señor de gloria. Antes, como está escrito: Ojo
no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas
que Dios ha preparado para los que Le aman.
Puesto que Jesús ―fue hecho por Dios sabiduría‖, esta misma palabra fue utilizada en
Proverbios para Personificarlo como alguien que estaba con el Padre desde el principio.
Proverbios 8:22-36
El Señor Me poseía en el principio de Su camino, ya de antiguo, antes de Sus obras.
(Antes de la fundación del mundo o de cualquier creación. La palabra “poseer” fue
traducida en algunas versiones como “creado”, que, por cierto, era la traducción
preferida de Ario a fin de hacer del Hijo de Dios el primer Ser creado, para de esta
manera oponerse a la doctrina de la filiación eterna de los Trinitarios. Pero, como
sabemos, ambas interpretaciones carecen de razón y de entendimiento) Desde la
eternidad fui ungida, (Del hebraico ―nasak.‖ El hermano Branham dijo que el Hijo que
salió de Dios en el principio era el Logos, que también era la “unción” o “el ungido”. Pero
además de “ungido”, esta palabra ―nasak‖ también significa “moldear o fusionar una
imagen”, que, conforme fue dicho en Hebreos 1:3, sabemos que el Hijo fue moldeado en
la imagen misma del Ser de Su Padre) desde el principio, antes de la tierra. Antes de los
abismos fui engendrada; (Del hebraico ―chuwl‖ que proviene de la raíz ―chiyl‖, que tiene
el significado de “nacer” o “ser traído a luz.” Esto nos recuerda al hermano Branham
explicando que Dios ―dio a luz a Su Hijo antes de que hubiera siquiera un átomo o aire
para hacer un átomo‖) antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. Antes que los
montes fuesen fundados, antes de los collados, era yo engendrada: No había aún
hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Cuando formó los
cielos, allí estaba yo; cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo; cuando estableció
los cielos arriba, cuando afirmó las fuentes del abismo; cuando al mar puso sus límites,
para que las aguas no pasasen su mandamiento; cuando estableció los fundamentos de
la tierra; Yo estaba entonces con Él, (No en Su mente, porque como Él dice aquí, fue
traído a luz y engendrado. Él es el Unigénito Hijo, que estaba con Dios desde antes de
la fundación del mundo. Esta palabra “con” aquí es ―etsel‖ que significa “al lado”,
“próximo”, “cerca”, “junto”, “contiguo” exactamente como dijo Jesús en Juan 17:5, que ya
hemos leído) y era Su arquitecto; (Del hebreo ―amown‖ que significa “artesano”,
“arquitecto”, “trabajador calificado o hábil”. En otras palabras, Este es el agente de la
creación de Dios; Dios creó todo a través de este Su arquitecto, Jesús, y sin Él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho.) y era Su delicia de día en día, regocijándome delante
de Él en todo tiempo; regocijándome (La palabra “regocijo” fue traducida de la misma
palabra ―sachaq‖, que significa “divertirse”, más precisamente “jugar”, tal como aparece
en otras versiones de la Biblia, lo que nos hace recordar una vez más la enseñanza del
25
hermano Branham, diciendo que el Hijo antes de la creación era como un niño que
jugaba alrededor de su padre. Tenga en cuenta, por lo tanto, que el lenguaje que el
profeta de Dios se esforzó en utilizar fue de lo más bíblico posible) en la parte habitable
de su tierra; teniendo mis delicias con los hijos de los hombres. (Esa Sabiduría
solamente habitará entre los hombres, pero asumirá la forma de ellos). Ahora pues,
hijos, oídme; y bienaventurados los que guardaren mis caminos. Atended el consejo, y
sed sabios, y no lo menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me oye, velando a mis
puertas cada día, aguardando a los umbrales de mis puertas. Porque el que me hallare,
hallará la vida, y alcanzará el favor del Señor. (¿Por qué? Porque ese mismo que es
llamado por Dios de “sabiduría” también es, en las palabras de Pablo, “justicia,
santificación y redención”) Mas el que peca contra mí, defrauda su alma: Todos los que
me aborrecen, aman la muerte. (Porque Le odiaron, ellos Le mataron)
Por lo tanto el misterio de esta Sabiduría debería de ser recibido por todos igualmente
con prudencia, a fin de que ellos también puedan Reflejarla en sí mismos. Después de
decir que el Hijo existía antes de todas las cosas y que Dios habitó en Él en plenitud,
Pablo añade.
Colosenses 1:26-28
Es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones, pero que
ahora ha sido manifestado a sus santos. A estos Dios quiso dar a conocer cuáles son las
riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles, que es Cristo en ustedes, la
esperanza de la gloria. A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos
los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder
presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
Pero todo esto, como hemos visto, era un misterio bien escondido y protegido por Dios,
que se habla sólo en el pasado en forma de enigmas. Pero gracias a un profeta
vindicado enviado por Dios para revelar y cumplir todos Sus misterios, ahora la Novia ya
tiene una revelación completa sobre ello, aunque todavía falsos ungidos intenten
levantarse en medio de Ella para combatirla.
Sin embargo, a pesar de todo este secreto muy bien guardado, el profeta Miqueas, que
fue ungido por el Señor para hablar sobre el futuro nacimiento del Mesías, dejó escapar
que en realidad Su origen fue mucho más anterior a aquel momento en que Él
futuramente vendría.
Miqueas 5:2
Mas tú, Belén Efrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que
será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de los
siglos.
La palabra “salidas” viene del hebraico ―mowtsa'ah‖ que significa “lugar de salida” u
“origen”. Como sabemos, la salida u origen del Hijo aconteció cuando Él salió del seno
de Su Padre, como Jesús mismo dijo: ―Porque Yo salí de Dios y vine de Él, pues no He
venido por Mi propia iniciativa, sino que Él Me envió‖. Esas salidas definitivamente no se
refieren a los planes mentales de Dios, sino el surgimiento y generación de un Ser real.
Por lo tanto, Miqueas muestra que el Hijo de Dios tuvo incluso un principio todavía
anterior a Su nacimiento físico, cuyo origen es desde los “tiempos” o “días de la
eternidad”. Estas de hecho no son las palabras adecuadas, porque la eternidad no
puede ser medida por el tiempo. Pero a medida que nuestras mentes finitas no pueden
26
comprender lo infinito y la eternidad, este lenguaje sólo sirve para ilustrar que el Hijo
tuvo Su origen y principio antes de cualquier creación. Incluso sin tener como entender o
explicar, el hermano Branham también utilizó expresiones como “después de un tiempo”
para hacer una separación entre Dios hasta el momento en que Él engendró a Su Hijo, a
pesar de que todo esto ocurrió cuando no podría haber habido tiempo alguno. Por tanto
lo que el hermano Branham hizo fue utilizar el mismo lenguaje de las Escrituras, sin
detenerse en una explicación más tangible para tratar de hacer que todo esto tuviera
algún sentido. Sin embargo, en un esfuerzo por hacer algo así, los trinitarios utilizan esta
escritura para demostrar que el Hijo de Dios es tan eterno como Su Padre, dando lugar a
la falsa enseñanza de Jesús como el “Hijo eterno de Dios.” Es un hecho que todos los
pensamientos de Dios son tan eternos como Dios, y así también lo son Sus atributos.
Pero en el entendimiento del hermano Branham, para que Este – cuyas salidas fue
desde los días de la eternidad – fuese un Hijo, necesitaría tener un principio, e incluso
sin tener como explicar Su generación atemporal, apenas se limitó simplemente a
afirmar que fue en algún momento antes de cualquier acto creativo, sin hacer de este
Hijo una creación. De esta manera, el hermano Branham intentó crear un camino en el
centro entre la doctrina trinitaria, que hace de Jesús un Hijo eterno, y la doctrina ariana,
que hace de Jesús la primer criatura de Dios.
Salmo 110:1
Dice el Señor a mi Señor: ―Siéntate a Mi diestra, Hasta que ponga a Tus enemigos por
estrado de Tus pies.
En el texto hebreo dice así: “Dijo Jehová (Señor) a mi Adon.” No hay dos Señores o dos
personas de una divinidad. Eso es una falacia. Sólo hay un Señor y Dios, pero este “mi
señor” de David no es Jehová Dios, pero “Adon” o “Adoni”, que significa “jefe”, “maestro”,
“supervisor”, “señor”, “rey”, “dueño”, “profeta”, “gobernante”, “príncipe”, “sacerdote”,
“capitán”. Esto significa que es alguien que tiene poder y autoridad. Por lo tanto, aunque
este “Señor” tiene autoridad sobre David, con todo, Dios tiene autoridad sobre Él.
Dios conversó con este “Jefe” de David y le dijo: “Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga
a Tus enemigos por estrado de Tus pies.‖ Este Jefe de David con Quien Dios conversó
era Jesús, Su Hijo, que de acuerdo con este Salmo, es Sacerdote según el orden de
Melquisedec, Su Padre.
En los días de Jesús, muchos religiosos no creían que el Mesías sería el Hijo de Dios,
porque era todavía un misterio para muchos. Esto quedó muy claro cuando Jesús
preguntó a los fariseos: “¿De Quién es Hijo el Cristo?” Ellos Le respondieron que Cristo
sería Hijo de David, porque no podían creer que Dios tenía un Hijo. Entonces Jesús les
citó el Salmo 110 en el que Él mismo, el Hijo de Dios, era llamado de “Señor” de David;
de modo que Él les cuestiona: “Entonces, ¿Cómo puede Cristo ser Hijo de David, si
David Le llamó de “Señor”? ¿Desde cuándo un padre trata a su hijo como „señor‟ o
„jefe‟?”. Jesús con todo esto dejó muy claro para nosotros, de que aquella Escritura
estaba mencionando la existencia de un Hijo con Quien Su Padre conversaba. Pero los
fariseos habían pasado por alto esta evidencia de la existencia del Hijo de Dios en el
Antiguo Testamento.
Por lo tanto, esta Escritura no está tratando de Alguien que conversa Consigo mismo en
un oficio y tampoco de un Hijo siendo Su propio Padre, o incluso de dos personas de un
mismo Dios teniendo una conversación, pero de Dios conversando con Su Hijo
Unigénito, el mismo para Quien Dios en Génesis 1:26 Se dirigió diciendo: ―Hagamos al
27
hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza‖. Sin embargo, como los
fariseos no podían entender la existencia del Hijo de Dios presente en el Salmo 110:1,
obviamente ellos tampoco consiguieron entender la preexistencia de ese mismo Hijo en
Génesis 1:26...
CAPÍTULO 13
El hermano Branham creía en la Cristofanía, es decir, en las apariciones del Hijo de Dios
en el Antiguo Testamento en Su cuerpo teofánico. Como el cuerpo teofánico de Jesús
era el propio cuerpo que Jehová Dios usaba para Manifestarse y Darse a conocer, Dios
Se manifestaba a través de esa teofanía. Jesús dijo: ―Yo estoy en el Padre.‖ Por lo tanto,
donde estuviese el Padre o Se manifestase en una teofanía, el Hijo también debería de
estar allí, porque Él fue y siempre será la imagen visible del Dios invisible.
Un ejemplo que el hermano Branham citaba era el caso del sacerdote Melquisedec
cuando apareció a Abraham. Según él, se trataba en verdad del Espíritu de Dios
encarnado en una teofanía en un cuerpo físico creado del polvo de la tierra, pero aquella
teofanía encarnada era de Su Hijo.
Era una imagen en potencia porque no era la misma apariencia y cuerpo en el que el
Hijo de Dios estaría después de que naciera. Pero de cualquier manera, lo que apareció
para Moisés fue aquel mismo Logos que salió de Dios en el principio, el Hijo de Dios.
28
Hebreos Capítulo Uno (21/08/1957) § 160
Ahora, parado allá nuevamente, Moisés lo vio, la parte de atrás de Él, y dijo: ―Se veía
como la espalda de un hombre‖, el Logos, que salió de Dios.
Moisés no vio a Dios, porque Dios no puede ser visto, por consiguiente la única forma de
Verlo sería a través de la Teofanía de Su Hijo quien actuaba como Su velo.
De esta manera, lo que Moisés vio fue al Unigénito Hijo de Dios pre-encarnado, incluso
antes de Su nacimiento, porque es sólo a través de Su Hijo Unigénito que Dios Se hace
conocido, dado que Dios nunca podrá ser visto.
29
Melquisedec; en un cuerpo de carne, el cual era Dios. Seguro que lo era. Él era Dios en
carne.
Así que eso es exactamente lo que Abraham vio al contemplar a Dios en la forma de
Melquisedec, y también después, cuando Dios se le apareció de nuevo con dos ángeles,
justo antes de que Sodoma y Gomorra fueran destruidas. Abraham vio a Dios velado en
el cuerpo teofánico de Su Hijo preexistente, que era una imagen potencial de Si mismo.
Dios, YO SOY, aquel que no podía ser visto, Se manifestó visiblemente a través de la
Teofanía de Su Hijo, que era al mismo tiempo el propio cuerpo de Jehová Dios.
Dios no envió a Su Hijo a un horno “mental”, sino a uno literal y ardiente, en donde
también se encontraban los tres hebreos.
Aquí el hermano Branham dijo que Dios envió a Su Hijo para ayudar a los judíos en el
horno ardiente. Para que eso fuese posible, el hermano Branham necesitaba creer que
el Hijo tenía una preexistencia, con el fin de ser enviado hasta aquellos judíos mucho
antes de Su nacimiento virginal. De este modo, mientras que algunos ministros del
Mensaje dicen que no hay registro de la existencia del Hijo de Dios en el Antiguo
Testamento, vemos que el hermano Branham no compartía esa opinión.
30
CAPÍTULO 14
Cuando Jesús nació en el cuerpo que fue preparado por Su Padre en el vientre de la
Virgen María, Él no dejó Su cuerpo teofánico; en otras palabras, aquella misma teofanía
en que el Hijo estuvo y la que el mismo Dios usó para Manifestarse desde el principio,
vino con Él en Su nacimiento. Fue Su teofanía lo que permitió a Jesús desde Su infancia
tener recuerdos de Su comunión con el Padre en la gloria, a medida que crecía en
sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres.
Esta “formación” a la que se refiere el hermano Branham, fue el momento en que el Hijo
estaba siendo engendrado por Su Padre antes de la fundación del mundo. Dios estaba
en la teofanía de Su Hijo, el Logos que salió de Dios, de modo que aquella teofanía Se
tornó el cuerpo mismo de Jehová Dios. Dios no es una teofanía. Dios es Espíritu, mas
ese era el cuerpo que Él usó para Hacerse visible. Más tarde, cuando el Señor Jesús
nació en un cuerpo humano, Su teofanía estaba allí con Él, y así, era posible de alguna
manera decir que Jehová Dios también estaba allí en un bebé, aunque la Persona de
Jehová solamente habitase realmente en esa carne después que el Espíritu de Dios
descendió en el bautismo del río Jordán, para dar inicio a la obra de la redención.
31
Hebreos Capítulo Uno (21/08/1957) § 130
Moisés lo vio cuando paso por la… por—por la roca. Y él lo miro y dijo: ―Se veía como la
espalda de un hombre‖. Es el mismo tipo de cuerpo que nosotros recibimos cuando
morimos aquí. ―Si este tabernáculo terrestre se deshiciera, tenemos uno esperando‖.
Eso es lo que era. Y eso era la Teofanía, lo cual era el Hijo de Dios. Ese Hijo, ese Logos,
se hizo carne porque nosotros fuimos puestos en carne. Y la Teofania, el Logos, llego
a ser carne aquí entre nosotros, y eso no era nada menos que el lugar de habitación,
porque toda esa Fuente moro en El. ¡Oh!, ¿lo ven Uds.? Allí está. Ese fue Aquel que…
Aunque Jesús no haya dejado Su cuerpo teofánico, una vez que Él ya preexistía Le vino
utilizando en diferentes cuerpos hasta que Él nació físicamente, lo que no aconteció con
los demás hijos e hijas de Dios. Sin embargo el hermano Branham aunque creía en la
preexistencia del Hijo de Dios, Él no creía en la preexistencia de las almas y que estas
pudiesen encarnarse y desencarnarse para posteriormente, volverse a encarnar.
Libro de las Siete Edades – La Edad de la Iglesia de Esmirna, pág. 156 § 183
…Yo no creo en la doctrina de los mormones de la preexistencia de las almas, como
tampoco creo en reencarnación o la transmigración de las almas.
CAPÍTULO 15
Como ya hemos visto, cuando Dios envió a Su Hijo, este vino en Su cuerpo teofánico
que también era el cuerpo de Jehová Dios. Entonces podemos decir, al igual que el
hermano Branham, de que Dios mismo vino para hacer la obra de redención, pero Él
necesitó de Su Hijo para ello, y el hermano Branham nunca negó que Dios Le envió a
nosotros, porque su doctrina nos enseña que era necesario que el Padre enviase a Su
Hijo desde los cielos para que Dios estuviese velado en una máscara con el fin de
asumir el papel de un Pariente Redentor.
Sin embargo, como hemos tenido aquí la oportunidad de observar, entre algunos que
dicen creer en el mensaje de William Branham, hay un gran esfuerzo para tratar de
anular estas declaraciones en donde el profeta muestra a Dios formando a Su Hijo antes
de la fundación del mundo. Una de las razones de ésta incredulidad es porque ellos
argumentan que tal enseñanza crearía una supuesta contradicción con otra afirmación
que hizo al mismo tiempo, de que Dios mismo vino porque Él no tenía a otra persona o
un hijo para enviar. Pero lo que ellos no pueden explicar es ¿Cómo podría haber una
contradicción, si el hermano Branham hizo ambas afirmaciones de forma simultánea a
través de todo su ministerio? Al mismo tiempo en que el enseñaba que el Hijo preexistió
32
con Su Padre antes de la fundación del mundo – no como un simple oficio de Dios, sino
como un Ser real – también decía que Dios sería injusto si enviara a otra persona que no
fuese Él Mismo. ¿Cómo sustentar la hipótesis de una supuesta contradicción de
enseñanza frente a esto?
El hermano Branham no estaba de acuerdo con la doctrina trinitaria que divide a Dios en
tres personas co-eternas y diferentes una de la otra. Él entendía que el Dios que hizo el
plan de la redención antes de la fundación del mundo tendría que ser el mismo que Se
hizo carne sobre la tierra para después cumplirlo.
Aquí el hermano Branham está reprendiendo a la doctrina trinitaria que hace de Jesús la
segunda persona de un Dios dividido en tres. En el entendimiento del hermano
Branham, los atributos de Padre, Hijo y Espíritu Santo estaban todos sin medida y en
plenitud en aquel mismo cuerpo llamado Jesucristo. Por lo tanto no sería justo que Dios
hubiera enviado a cualquier otra persona o a un ángel para hacer la obra de la
redención, o mucho menos a otra supuesta persona de la Deidad diferente de Él, porque
simplemente no existe. Era necesario que Dios mismo estuviese en ese cuerpo. Sin
embargo, nada de esto niega el hecho de que Dios tuvo que enviar a Su Hijo para
realizar tal obra. Dios no podría haber venido sin enviar a Su Hijo, porque fue solamente
a través del envio de Su Hijo que Dios podría venir y a habitar entre nosotros en la forma
de un Hombre. Para William Branham, Jesús era el principio de la creación de Dios, o
Dios en una creación. Si antes de la fundación del mundo el Hijo estaba en la forma de
Dios, ahora sobre la tierra era el tiempo en que Dios estaría en morphe en Su Hijo,
Usándole como Su máscara. El Hijo no vino solo; Dios mismo vino a hacer la obra de
redención, pues el Hijo no podía hacer nada a menos que Su Padre estuviese en Él para
hacerlo. Aquí, dijo, ―Jesús era un hombre‖, refiriéndose a Su Hijo, el mismo que estaba
con Dios antes de la fundación del mundo, y que ahora estaba allí en carne humana;
Pero también dijo: ―Pero el Espíritu que estaba en Él era Dios sin medida.‖ Esto hacia
del Hijo y Dios la misma Persona, aunque hubiese dos allí todo el tiempo. Como se
necesitan al menos dos para formar una unidad, cuando Dios vino en Su Hijo sobre la
tierra, con el fin de formar una unidad perfecta entre Él y Jesucristo, el hermano
Branham enseñó que el Padre y el Hijo pasaban a actuar como un sólo Ser y una sola
Persona, a pesar de que eran dos.
33
llamado “Dios”, aunque Dios estaba allí en Su oficio de “Hijo”) A veces era el mismo
Cristo; a veces era el Padre que moraba en Él. ¿Lo ve? Él – ellos no conseguían
entender algunas cosas que Él decía; Él Les hablaba con acertijos.
Por tanto lo que el hermano Branham dijo con su declaración es que Dios no tenía otra
persona en la Deidad o de Si mismo para enviar, como quieren los trinitarios ya que no
hay dos o más personas en la Deidad. Y tampoco podría Dios enviar a otra persona
ordinaria o a cualquiera, o un ángel. Era necesario que Dios mismo viniese; pero la
manera en que Él eligió venir fue enviando a Su Hijo Unigénito. Un hecho no niega el
otro.
Cualquier lector o estudiante sincero sabrá que cada vez que el hermano Branham hacía
mención de “hijo”, se refería a un niño inocente o a un joven. Aquí el hermano Branham
está siendo muy claro al decir que Dios no podría asumir o enviar a nosotros cualquiera
hijo Suyo o a cualquier persona. Eso no sería justo y de nada serviría, porque por más
santos y justos que sean, todos nacemos en pecado. Como sabemos, sería necesario
que Su Hijo, nacido sin pecado, cumpliese la obra de la redención. Jesús no es un “hijo
común”; Él es el Hijo Unigénito de Dios. El hermano Branham no está con esas palabras
negando que Dios envió a Su Hijo. Cuando Dios habitó en el Hijo que Él envió, este Hijo
Se tornó Dios plenamente.
Una vez más el hermano Branham nos está diciendo que Dios no podría enviar a nadie
que compartiese la misma naturaleza pecaminosa o que dijera de sí mismo ser un hijo
de Dios, por más santo y justo que alguien pensase que esa persona podría ser. Pero
34
una vez más no vemos aquí al hermano Branham negando que Dios en vió a Su Hijo
Jesús.
En este sermón la palabra que el hermano Branham usó en el original en Inglés fue
“boy”, que significa “muchacho”, “chico”, “joven”; sin embargo, como Grabaciones de “La
Voz de Dios” decidió traducirlo como “hijo”, que no sería exactamente una traducción
adecuada, esto propició que muchos acabasen interpretando que el hermano Branham
estuviese negando que Dios tenía a Su Hijo para enviar, cuando en realidad lo que él
dijo, así como ya hemos visto en otros sermones, es que Dios no podría haber enviado a
una persona común, incluso si fuese un joven o un niño que dijesen ser puro e inocente
– como el hermano Branham terminó citando a su pequeño Joseph – porque a la
verdad todos son nacidos en pecado y carentes de la gloria de Dios. Esto sólo
demuestra que en las ocasiones cuando él mencionó “un hijo común” él se refería a un
muchacho o a un hombre joven. Pero en ningún momento estaba negando que Dios
envió a Su Hijo. Usar tales expresiones del profeta para negar la preexistencia del Hijo
de Dios, demuestra la razón por la cual ellos no consiguen “resolver una ecuación”, ya
que ni siquiera conocen el abecedario.
Pero como si eso no fuese suficiente, junto con la interpretación que se hizo a estas
palabras del hermano Branham, aún hay otra declaración hecha por él que es muy
utilizada para razonar o dar cuerpo a la interpretación de que el hermano Branham
supuestamente habría vuelto atrás en su enseñanza, negando que Dios tuviera un Hijo.
A veces, el hermano Branham afirmaba que Dios habitaba o vino solamente hasta que
Él descendió a la tierra en carne humana. Esto, según dijeron, confirmaría el supuesto
cambio de enseñanza de William Branham al afirmar que como Dios vino solo,
obviamente Él no tendría ningún Hijo Unigénito para enviar. El hermano Branham
siempre exaltaba a Dios como el único y que nadie se iguala o se compara a Él. Dios
está sólo, con respecto a Su Ser y naturaleza.
35
Paradoja (6/02/1964) § 203
En el principio, Él era el Padre. Él estaba por encima de todo. Él estaba solo. Él
habitaba solo, Elohim.
Eso siempre fue utilizado por el hermano Branham como una respuesta para aquellos
que dividen a la Deidad en más de una persona. No hay otro Dios aparte del gran Dios
Jehová. Pero todos los Seres celestiales que Lo viesen estarían mirando a Su teofania
que también era el cuerpo celestial de Su Hijo. De esta manera era que el Dios invisible
siempre se tornaba conocido a través de Su Hijo; pero no era posible ver a los dos, sino
solamente a uno. El hermano Branham dijo que era a través de Jesús que Dios se
revelaba, y nadie más era visto sino Él, solo, ya sea en Teofanía o en carne humana.
El Hijo Jesucristo reveló a Dios en plenitud y nadie más. Ya sabemos que cuando Dios
dio a luz a Su Hijo antes de la fundación del mundo el Padre habitaba en Su teofanía
que revela solamente a Él y a nadie más. Por lo tanto Dios está solo en el sentido de
que no había otro Dios como Él, aunque Dios no estaba sin compañía porque era Su
Hijo Quien siempre Le revelaba. Las Escrituras relatan que el mismo Señor Jesús a
veces quedó solo sin nadie para acompañarle, pero eso no significaba que Él en
realidad estuviera solo.
Marcos 6:47
Y al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y Él solo en tierra.
¿Podría ser que Jesús estaba realmente solo? Jesús dijo que el Padre que Le envió
estaba siempre con Él, por lo tanto en realidad no podría estar solo en aquel lugar.
Juan 8:29
Y El que Me envió, está Conmigo; no Me ha dejado solo el Padre, porque Yo hago
siempre lo que Le agrada.
Vea que ni Jesús cuando estuvo en la tierra en forma humana durante Su ministerio en
realidad podría estar solo, porque desde el momento en que el Padre vino a habitar en el
Hijo en la forma del Espíritu Santo en el Jordán, Él no podría estar sólo, porque cada vez
que el Hijo hacia una obra, en realidad era el Padre en Él el que las estaba haciendo,
porque “Jesús era Dios solo.” De modo que podemos decir que el Hijo estaba solo
porque no se podía ver a otro junto a Él, aunque la persona del Dios invisible estuviese
habitando dentro de Su Hijo. Las dos Escrituras aquí citadas no crean ningún conflicto
de informaciones entre sí, sino por el contrario, cuando las unimos, formamos un cuadro
más completo de lo que se nos presenta. Y eso es lo que debe hacerse con todas las
declaraciones que el hermano Branham hizo; debemos unirlas, en vez de crear algún
tipo de conflicto entre ellas, como algunos hacen.
36
Hubo un tiempo en que Dios también estuvo sólo, hasta el momento en que Él dio a luz
a Su Hijo, el Logos que salió de Dios. Sin embargo, utilizando la misma imaginación que
el hermano Branham pedía a su audiencia a fin de imaginar a Dios “encarnado” en el
Logos de Su Hijo, nosotros tampoco podríamos ver a nadie más a no Ser una única
Persona solitaria, que como ya sabemos, Es Aquel Dios único y eterno, que aunque
invisible, se refleja ante nosotros en el Hijo que Él formó. Y como dijo el hermano
Branham, ―antes de que hubiera una estrella, o un átomo o una molécula, Dios hizo
todas las cosas por medio de Jesucristo, Su Hijo.‖ Esto prueba que Dios no estaba
realmente solo en ese momento, pero Él estaba en Su Hijo. Y fue eso exactamente lo
que los ángeles vieron cuando fueron creados, al Dios solitario visible en Su Hijo.
Cuando Dios envió a Su Hijo para nacer en el vientre de una mujer, podemos decir que
fue Dios mismo Quien vino y nació, pues teniendo al Hijo engendrado con Su teofanía,
que era el cuerpo teofánico del propio Jehová Dios, el hermano Branham enseñaba con
esto que Dios estaba allí en este cuerpo presente en la tierra desde el nacimiento de Su
Hijo, aunque también mostró que Dios no era exactamente este cuerpo teofánico,
porque Dios es Espíritu. Dios mismo en Persona sólo se manifestó en la tierra en el
cuerpo de Su Hijo en plenitud, cuando el Espíritu Santo bautizó a Jesús en el río Jordán.
Ahora no solo había una teofanía encarnada o incluso “partes” o “pedazos” de un Dios,
sino todo el Dios solitario. Por lo tanto Dios vino por intermedio de Su Hijo.
Así que una vez más afirmamos que no hay contradicciones en las declaraciones de
William Branham, o incluso en su enseñanza. Cuando el hermano Branham decía que
“Dios mismo vino” él no estaba negando que Dios envió a Su Hijo, pues fue necesario
que Su Hijo primero fuera enviado para que entonces Dios Se hiciese presente entre los
hombres, actuando como un Pariente Redentor. Y sus declaraciones de que Dios está o
vino solo, no niega en alguna forma la existencia real de Su Hijo Unigénito antes de la
creación.
Cuando Jesús estuvo entre los hombres diciendo que era el Hijo de Dios, los religiosos
de Su tiempo Le sacaron fuera y Le crucificaron porque no creyeron que Dios tenía un
Hijo. Hoy en día existen religiosos ciegos creando sus propias doctrinas, para negar en
todos los sentidos que Dios tiene un Hijo, y al hacerlo, Le expulsan para afuera de sus
sistemas nuevamente.
37
La Voz de la Señal (21/03/1964) §§ 209-213
La señal de Jesús, como Mesías, de sanar al enfermo, eso sí lo aceptaron. Pero un día
Él dijo: ―Yo y el Padre Uno somos‖. ¡Oh, vaya!, esa voz no fue aceptada. Ellos dijeron:
―Tú te haces Dios, igual a Dios‖. Él dijo: “Soy el hijo de Dios‖. ―¡Oh, vaya!, ¿cómo
puede Dios tener un Hijo? ¿Ven? ¡No hay manera que Dios tenga un Hijo!”. Pero,
¿lo ven Uds.? Ellos creyeron la—la señal: Los enfermos podían ser sanados, y ¡oh, eso
era maravilloso, que cosa más preciosa! Pero cuando se trató de la voz, ellos no
quisieron creer la voz. ¿Qué hicieron? Ellos lo sacaron a Él. ¿Y saben Uds. algo? La
Biblia nos dice, en Apocalipsis el capítulo 3, en esta Edad de la Iglesia de Laodicea,
que Él sería tratado igual. Él estaba afuera de la iglesia. Eso es la Palabra
manifestada. Él fue la Palabra manifestada; Él sigue siendo la Palabra manifestada.
CAPÍTULO 16
Entonces como hemos visto hasta aquí, desde antes de la fundación del mundo Dios
tenía Su plan de redención en Su mente, que era enviar desde los Cielos el Hijo que Él
engendró y que desde ese tiempo ya habitaba con Él, y el hermano Branham dijo que el
Dios Jehová envió a Su Hijo Jesús hasta nosotros para hacer el camino de nuestra
redención.
Job (23/02/1955) § 70
Oh, como el Espíritu Santo parece estar Moviéndose en mi corazón. No puedo pensar
en nada, amigos, no hay nada más grande del cómo Jesús descendió vino hasta aquí
en la tierra e hizo el camino de la redención, y cumplió todos los planes, desde el jardín
del Edén, mucho antes de eso. Desde antes de la fundación del mundo, Jehová
habló, y aquí viene Jesús tomando Su pla-... tomando el lugar, y se fue de aquí, y vino
y murió, fue hecho pecado para que Ud. pudiera ser salvo.
Luchando Fervientemente Por la Fe Que Una Vez Fue Dada a los Santos
(14/06/1953) § 22
Ahora aquí, note. Aquí estaba el Hijo de Dios, que descendió de los palacios de
marfil de Dios, que se hizo carne, y habitó entre nosotros.
Estos “palacios de marfil” no eran para el hermano Branham algún lugar místico creado
apenas en la mente de Dios, para él era un lugar real donde el Cordero habitaba desde
antes de la fundación del mundo con Su Padre hasta que descendió y vino a la tierra. Y
recuerde una vez más que Jesús dijo que el Padre Le envió. Así que como el Hijo no era
Su propio Padre, entonces Él no podría enviarse a Sí mismo.
La Perfección (19/04/1957) § 40
Así que, Dios, por Su Gracia soberana, envió, desde los portales de la Gloria, a Su
Hijo Unigénito, para tomar nuestro lugar.
38
En esta declaración, el profeta nos está diciendo mucho con pocas palabras. Si el Hijo
antes de ser enviado por Dios estaba en los “portales de la gloria” en el Cielo, es porque
para el hermano Branham Jesús tenía una preexistencia. Esos “portales de la gloria” no
estaban en la “mente gloriosa” de Dios como algunos ministros que combaten la
preexistencia del Hijo quieren que sea, pero el hermano Branham se estaba refiriendo
literalmente a los lugares celestiales donde Jesús habitaba en comunión con Su Padre.
Aquella misma teofanía del Hijo que era el Logos que salió de Dios antes de la creación,
vino después de los portales de la gloria hasta nosotros para habitar en un cuerpo de
carne. Vea también la descripción que el hermano Branham hizo de que Jesús ya era el
“Hijo Unigénito” antes de ser enviado por Dios. “Unigénito” viene del griego ―monogenes‖
que significa “generado de una manera única”, “único en su clase”, “exclusivo”, lo que
demuestra en el entendimiento del profeta, que el Hijo no fue enviado por Dios desde los
portales de la gloria para tornarse un Hijo Unigénito, puesto que Él ya había sido
engendrado por Su Padre antes de Su nacimiento físico. Él es el Hijo Unigénito porque
sólo en Él es que Dios Se podría expresar en toda Su plenitud. Dios sería injusto si nos
hubiera enviado a otra persona o a un hijo común, pero Él fue justo y amoroso cuando
nos envió a Su Hijo Unigénito.
CAPÍTULO 17
Y como se puede observar hasta aquí, cuando el hermano Branham hablaba acerca de
que Dios envió a Su Hijo hasta nosotros, él no solo se refería a una comisión que Dios
Le había dado, como la organización unicista únicamente interpreta, sino también a un
cambio de posición que el Hijo ya ocupaba anteriormente para venir y asumir otra. Y
es exactamente este mismo pensamiento que tenía en mente cada vez que afirmaba
que Dios envió hasta nosotros a Su Hijo Jesucristo: Él estaba antes con Su Padre en los
Cielos y desde allá fue enviado por Dios a la tierra. Dios no se envió a Sí mismo a la
tierra; Dios envió a Su Hijo a la tierra.
39
apunta de nuevo para la obra consumada en el Calvario. Y ¿por qué nosotros aquí en
los últimos días intentaríamos apuntar para alguna otra cosa? No sería correcto. Estaría
errado.
Dios tenía una toxina para combatir la muerte, pero no sería justo que Dios enviara a
algún otro en el lugar de Su Hijo como un conejillo de indias para tomar esta Toxina,
fuese un niño inocente, o un santo o alguien que se auto titulase un hijo de Dios, puesto
que nada de esto iría servir. Es por ello que era necesario que el mismo Hijo Unigénito
descendiese a la tierra y la probase por Sí mismo.
40
había resucitado al tercer día, y que Ud. había sido sepultado juntamente con El y que
Ud. se había levantado en una novedad de vida.
Expresiones (13/03/1962) § 35
Así que Él nos envió Su imagen expresada, en la forma de Su Hijo. Dios envió a Su
Hijo en la imagen expresada de Sí mismo, (En otras palabras, Dios Se estaba
develando a Sí mismo. Antes de la creación fue en una forma teofánica y ahora en un
cuerpo de carne. Pero recuerde que el Hijo de Dios vino a este mundo con la misma
teofanía que Él ya poseía, que también era el propio “cuerpo de Dios Jehová,” que a
pesar de que no fuese Dios mismo, ese cuerpo teofánico ya era una imagen expresada
de Sí mismo en aquel bebé en el pesebre, “el pequeño Jehová “) para declarar a la raza
humana que Él pensó en nosotros.
Expectativa (08/11/1953) § 41
¿Le gustaría venir, señora? ¿Cree Ud. que Dios envió a Su Hijo Jesús, para morir por
sus pecados y por su enfermedad?
Elias (01/03/1955) § 47
―Porque tanto amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo Unigénito, para que todo aquel
(hispano, de color, etíope, hindú, anglosajón) todo el que crea en Él no perezca, sino
que tenga vida eterna‖ porque ellos creerán que Dios envió a Su Hijo para morir en el
lugar del pecador.
Testimonio (02/09/1953) § 9
No condene a los otros. Si ellos cometen errores, sea bueno para ellos de todos modos.
Basta pasar por alto estas cosas. Porque Dios tuvo que pasar por alto mucha cosa por
Ud. y por mí. Eso es correcto. Dios nos ayude siempre a tener esta actitud en nuestros
corazones. Ore por mí, para que yo nunca vea de esta manera a las personas. No
importa lo que ellas estén haciendo. Que yo siempre les mire a ellas, de que ellas son
criaturas de Dios. De que Dios envió a Su Hijo para tomar su lugar. Y yo como un
ministro, estoy agradecido de que Él me perdona. Y yo quiero que El perdone a ellos
también. Es de esta forma en que nosotros deberíamos hacer.
41
Contendiendo Por la Fe (02/1956) § 104
Piensen en la gran iglesia ortodoxa, con todos sus grandes sacerdotes y sumos
sacerdotes, y con su glamor y gloria, en ese día. Y en ningún momento fue visitada ni
aceptada por algún apóstol ni cualquier hombre de Dios. Cuando Dios envió a Su Hijo,
Él lo envió lejos de eso. Y Él fue muy severo al decirles que ellos estaban en hipocresía,
y les dijo de lo mal que estaban y en cuanto a todo.
Perseverancia (08/06/1962) § 8
Él todavía es nuestro Padre celestial, ¿no es? Y nosotros Lo amamos porque Él nos
amó primero y envió a Jesucristo para que Él pudiera morir en nuestro lugar, para que
Él – para que pudiésemos ser la justicia de Dios por medio de Cristo.
Vea que todas estas declaraciones que el profeta hace aquí demuestran su
entendimiento de que Dios envió a Su Hijo Jesucristo, el Logos que salió de Dios, desde
los Cielos hasta nosotros, porque fue allá en donde Jesús estaba primero antes de venir
y tomar la forma de siervo de nuestro cuerpo de pecado. Pero recuerde que, como
hemos visto hasta aquí, el Hijo de Dios no vino del Cielo en la forma de un pensamiento,
puesto que Él ya existía en el Cielo en Su teofanía. Y no fue un atributo o un oficio que
descendió del cielo simplemente, sino un Ser real que ya existía anteriormente y que
después Se encarnó.
42
y Se humilló a Sí mismo, y vino al mundo con piel, y fue burlado y maltratado, y herido, y
golpeado, y colgado allí en el Calvario, como un malhechor.
Tenga en consideración que en todo esto, nos damos cuenta de que hay un gran mérito
en el ministerio de William Branham por nunca haber rechazado las Escrituras que
hablaban que Dios, el Padre de Jesús, envió a Su Hijo hasta nosotros. Muchos de los
que tratan de demostrar algún tipo de celo por Dios, muestran que no poseen ningún
entendimiento cuando niegan que Dios envió a Su Hijo Unigénito. El hermano Branham
sabía que Dios tenía un Hijo y sabía que fue Su Padre el que Le envió hasta nosotros. Y
es en esto que todos los hijos de Dios también necesitan creer.
CAPÍTULO 18
Como vimos al principio de este estudio, el hermano Branham nos dijo que lo único que
él procuró fue hablar exactamente de la manera que la Biblia lo dice. Por lo tanto, hubo
un gran esfuerzo por parte del hermano Branham para que su enseñanza y su doctrina
43
reflejasen el mismo contenido doctrinal y el mismo lenguaje usado en las Escrituras, del
que él sabía muy bien que no podría huir. Por profesar su creencia en las Escrituras de
que Jesús preexistió con Su Padre desde antes de la fundación del mundo, él
igualmente necesitó admitir que este Hijo se generó a imagen de este mismo Dios que
Lo formó, tal y como las Escrituras lo dicen.
Hebreos 1:3
Él (está hablando del Hijo de Dios) que es el resplandor de la gloria y la expresión
exacta de Su Ser…
El Hijo era la expresión exacta del Ser de Dios, y el término “expresión exacta” viene del
griego ―charaktér‖, que significa “marca o figura cauterizada”, “Impresión”, “expresión
exacta (imagen) de alguien o algo”, “semejanza marcada”, “reproducción precisa en
todos los aspectos”. Y era exactamente todo lo que el Hijo de Dios era: una copia
perfecta y una reproducción idéntica del Ser de Dios, razón por la cual el apóstol Pablo
dijo que el Hijo estaba “en forma de Dios” por ser igual (―isos‖) a Dios. Y es por esta
razón que la palabra griega que se usa aquí para referirse a este “Ser” de Dios es
―hupostasis‖, que significa “acto de colocar o establecer bajo”, “algo colocado bajo”,
“base”, “fundamento”, “aquello que tiene un fundamento”, “aquello que tiene existencia
actual”, “sustancia”, “ser real”, “persona”, “calidad sustancial”. Si el Hijo es una copia
igual, entonces debe haber un original en algún lugar de donde esa copia fue hecha.
Dios entonces es esta base o fundamento que el Hijo estaba reflejando. Por lo tanto
para ser una copia perfecta de Dios, Jesús no podría reflejar nada diferente de aquello
de lo que Dios era en todos los aspectos. Dios hizo de Sí mismo un modelo para que Su
obra maestra pudiese ser un medio a través del cual El podría Ser revelado y conocido.
Tal representación exacta de Dios fue manifestada tanto en una forma teofánica como
también en Su forma velada en carne humana. Sin embargo, en ambas condiciones,
este Hijo fielmente reprodujo la misma sustancia y las características del Ser de Dios. Si
Dios es el Logos, la Palabra, el Hijo también tendrá que reflejar todo esto.
Por lo tanto lo que las Escrituras nos dicen es que un Ser engendró a otro Ser hecho a
Su imagen y semejanza, de tal manera que esa imagen Se volvió idéntica a Él mismo. Y
como el hermano Branham creía que el Hijo fue engendrado por Dios antes de la
creación, entonces también tuvo que repetir esas mismas Escrituras y decir que un Ser
generó a otro Ser a Su imagen y semejanza. Como Dios es Espíritu, sin un cuerpo físico
o material, este Hijo que fue formado a imagen de Su Padre tenía que tener de la misma
manera una forma que fuese espiritual o sobrenatural, porque era exactamente lo que
Dios era, un Ser sobrenatural, y fue de esta manera que el hermano Branham se refería
a Dios cuando mencionaba Su Ser o Su Persona, porque él creía que Dios es un Ser
Personal.
44
Si Dios Está Con Nosotros, Entonces ¿Dónde Están Sus Maravillas? (31/12/1961) §
66
Este varón valiente y esforzado podía referirse a la antigua Palabra, y saber que era
correcta, porque él sabía esto, que Dios es un Ser sobrenatural. Y donde estuviera un
Ser sobrenatural, El hará señales sobrenaturales, porque lo sobrenatural está en Él.
El hermano Branham dijo que era el mismo Ser sobrenatural, Dios, que generó o dio a
luz a Su Hijo antes de la fundación del mundo.
Aquí el hermano Branham confirma, como ya hemos visto, las Escrituras de Juan 17:5
en donde Jesús se remonta a Su preexistencia recordando la comunión que Él tenía con
Su Padre antes que el mundo fuese creado. El hermano Branham no está tratando
ahora de aquel plan de redención que fue establecido en la mente de Dios, sino de
45
aquella ocasión en que Él dio inicio a Su plan al engendrar desde el principio a este Hijo
para entonces comenzar todas aquellas cosas por medio de este. Por lo tanto lo que el
hermano Branham aquí está diciéndonos claramente es que UN SER ENGENDRÓ A
OTRO SER.
El dijo que el Hijo que fue engendrado por Dios también es un Ser sobrenatural,
exactamente como Su padre, porque fue hecho a Su imagen, en razón de llevar Consigo
las mismas características y genes de Dios.
El hermano Branham aquí está afirmando que Dios es un Ser sobrenatural porque Dios
es Espíritu. Pero ese mismo Ser sobrenatural engendró o generó a otro Ser sobrenatural
que salió de Él y que fue Su Hijo, el cual era el Logos que salió de Dios en el principio.
La lógica del hermano Branham es muy simple: si el Hijo es la “expresión misma de Su
Ser,” como se dice en Hebreos, y si Dios es un Ser sobrenatural, entonces eso es
exactamente lo que el Hijo también tendría que ser: un Ser sobrenatural. El hermano
Branham se refería a Dios como un Ser sobrenatural y que Su Hijo era el Logos que
salió de Él en un cuerpo teofánico, por lo tanto otro Ser preexistente con Dios en un
cuerpo sobrenatural, precisamente porque ambos pertenecen a otra dimensión diferente
de la terrenal. El Hijo es un Ser sobrenatural porque fue hecho a la imagen de un Ser
sobrenatural, Dios. El Hijo de Dios estaba en una teofanía, la cual es Su cuerpo-Palabra,
un cuerpo espiritual, por lo tanto también sobrenatural, y como hemos visto el hermano
Branham dijo antes, ese cuerpo teofánico era la imagen expresada de Dios donde Él
Podía Develarse, de este modo el cuerpo de Su Hijo era el mismo cuerpo de Jehová
Dios. Él fue hecho la imagen perfecta (charaktér) del Padre para que Dios pudiera ser
conocido por medio Él. El Hijo tomó Consigo todos los genes espirituales del Padre, que
nunca se pudo o podría ser visto, pero Su Hijo es y siempre será la imagen visible del
Dios invisible. Es por esta razón que el apóstol Juan escribió en su Evangelio: ―A Dios
nadie le vio jamás; El Unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él Le ha dado a
conocer. (Juan 1:18)
El hermano Branham no está predicando aquí una enseñanza de dos dioses y ni mucho
menos una enseñanza trinitaria de tres dioses, tal como los trinitarios creen en un ser
manifestado en tres personas, algo muy similar a la enseñanza sabelianista que habla
de un único ser que se manifiesta en tres oficios, mientras que aquí el hermano
Branham está mencionando DOS SERES. Uno es Dios y el otro es Su Hijo, tal como
dice la Biblia, un Ser, el Hijo, que era la imagen misma del Ser de Su Padre, Dios.
46
Muéstranos al Padre y Esto Nos Bastará (11/06/1953) §§ 61-63
Vamos a hacer un pequeño viaje para ver Quién era Él, y Ud. puede descubrir si Dios
estaba en Su Hijo o no. (Tenga en cuenta que él no va a tratar de un Hijo dentro de la
mente de Dios, como quieren los unicistas, sino de un Dios que aunque sea único –
porque sólo Él es Dios solito – moró en Su Hijo antes de la fundación del mundo) Vamos
a cerrar nuestros ojos por así decirlo, y hacer un viaje de cien millones años antes de
tener una estrella en el cielo; Dios estaba allá. Dios estaba allá entonces. Y ahora al
mirar en el principio yo veo además ese gran espacio. Y entonces el Logos salió de
Dios, que era el – el Cristo, la unción que salió. Y ahora nadie... Nosotros estamos de
pie sobre una barandilla asistiendo la creación que vino a la existencia, y ver si Él
estaba en Su Hijo ahora. Y allá Él salió. No había nada. (En otras palabras, el mundo
aún no había sido creado) Y entonces aquí viene el Logos. Se veía como un Halo
colgado allá adelante. Nadie jamás vio a Dios en tiempo alguno ahora, ojo en el ojo.
(Dios es un Ser sobrenatural que jamás podrá ser visto porque Él es el Espíritu invisible,
pero Él viene a Revelarse ahora en otro Ser que es Su Hijo, el Cristo) Y aquí está el
Logos. Parece que es un Ser sobrenatural. Es un Halo. Este es el Hijo de Dios. (No
es un oficio, sino un Ser sobrenatural preexistente a cualquier creación, que fue hecho a
imagen y semejanza de otro Ser sobrenatural, Su Padre, Dios) No Filiación eterna,
porque las palabras no van bien juntas. Esa es la doctrina católica, pero... eterno ¿cómo
podría ser una Filiación y ser eterno? Si Él es un Hijo, Él tendría que tener un
principio de tiempo. Eterno es para siempre. ¿Ve? Así que Filiación eterna, no hay tal
palabra para que sea lógico. Pero era el Logos que salió de Dios. Y allá estaba Él
jugando afuera en el espacio como un niño delante de la puerta.
Vea que para el hermano Branham, el principio del Hijo de Dios fue incluso antes de que
la creación hubiese tenido su comienzo. Aquí el profeta de Dios nos demuestra no creer
en la doctrina trinitaria de las tres personas de la Divinidad, porque hizo del Hijo un Ser
distinto de Dios, mientras que los trinitarios hacen de ambos, al Padre y al Hijo,
diferentes personas de un mismo Ser. Si Jesús fuese el mismo Ser de Dios Él no podría
ser un Hijo porque Dios es eterno, mientras que un hijo tiene principio. Si alguien hace
del Hijo Jesucristo el mismo Ser eterno de Dios, sin principio, Ud. tiene por lo menos dos
dioses, y esa es la enseñanza tanto de la trinidad como también de la dualidad, para los
que hacen del Hijo un segundo dios eterno. Pero por otro lado, si alguien niega la
existencia del Hijo al hacer de Él el mismo Ser de Dios, siendo apenas alguna otra
manifestación u oficio Suyo, entonces lo que Ud. tiene es un Hijo siendo tanto Su propio
Padre como ese mismo Padre siendo Hijo de Sí mismo, y esa es la enseñanza unicista o
unitaria, que también fue condenada por el profeta. Pero simplemente por el hecho de
que el Hijo haya sido generado o engendrado por Dios, incluso antes de la creación,
esto hace de Él un Ser teniendo un principio, por lo que Él no podría ser “el Hijo eterno
de Dios”, como enseñan los trinitarios, pero sí el Hijo el Dios eterno.
También vimos que el hermano Branham dijo que Dios “dio a luz” al Logos, es decir, Él
engendró un Hijo, lo que significa que Él tuvo un principio, pero siempre recordando que
Su principio, sin embargo, fue antes de los principios de la creación, lo que hace del Hijo
un Ser preexistente a todo lo que fue creado. Dios es un Ser, pero nadie, ni ningún ángel
que más tarde sería creado podría Verlo – porque Él es el Dios invisible – hasta el
momento en que Él engendró a Su Hijo, que fue otro Ser sobrenatural hecho a la imagen
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de Su Padre. En ese Ser del Logos, Dios Se Veló y Se hizo conocido. En otras palabras,
por primera vez el Ser de Dios se hizo visible a través de Su Hijo Jesús, Su “velo”. Así
que a pesar de que son dos Seres, solamente uno puede ser visto y ese es el Hijo de
Dios hecho a Su imagen. Sin embargo, aquellos que Le ven estarán viendo el mismo
Ser de Dios escondido en Él, ya sea en una forma teofánica o en un cuerpo de carne. Y
esta unidad que existe entre los dos es tan perfecta que ambos se tornan el mismo Ser y
la misma Persona. Ahora, el hermano Branham con esto no estaba enseñando dos
seres en la Deidad; ya que solo existe una Deidad que es Dios, Aquel Ser sobrenatural
autoexistente y sin principio, pero esta Deidad solamente es revelada y manifestada en
el Hijo que el engendró o generó.
Y todo lo que vino a existencia fue creado por Dios a través de Su Hijo. Estos dos Seres
operaron juntos en una unidad para crear todas las cosas.
Vea que si el hermano Branham dijo que antes de que el mundo fuera creado había dos,
el Padre y Su Hijo, por lo que a partir de ese momento Dios no estaba solo. Dios es el
único Creador, pero Él manifestó Su poder creativo a través de Su Hijo, y es de esta
gloria que el Hijo dijo poseer junto con Su Padre antes que el mundo fuese.
Así podemos entender mejor que la afirmación de que “Dios estaba solo”, significa que
Dios era autoexistente por Sí mismo. Antes de engendrar a Su Hijo, Dios estaba solo. Él
no necesitaba de Su Hijo para existir; y no existió otro Ser eterno junto con Dios, lo que
significa que aunque el Hijo de Dios era un Ser, el Hijo tuvo un principio, de modo que no
era un Ser co-eterno con Dios, de lo contrario no podría ser un Hijo.
CAPÍTULO 19
Por tanto el hermano Branham en ningún momento está diciendo que el Padre y el Hijo
sería el mismo Ser sobrenatural como algunos quieren pensar. Aunque el hermano
Branham enseñase que la unidad entre los dos era tan perfecta que hacía de los dos
uno, siendo el mismo Ser y la misma Persona, lo que nunca anuló su enseñanza de que
el Hijo de Dios era otro Ser.
Bien, si Uds. se fijan bien, en Génesis 1:26, tomemos primero la primera parte. Dios dijo:
Hagamos‖. Bien, ―hagamos‖, ―Hagamos al hombre a nuestra imagen‖. Por supuesto,
nosotros nos damos cuenta que El está hablando con alguien, El estaba hablándole a
otro ser.
Si el hermano Branham dijo que el Hijo es otro Ser, entonces ese Ser sobrenatural
aunque es una réplica de Dios, no es el Ser de Dios. Tenga en cuenta que cuando Dios
dijo: “Hagamos”, el hermano Branham dijo que Dios estaba conversando con Su Hijo, y
48
no Consigo mismo en la forma de un oficio o con Sus propios pensamientos, porque
aquí el Hijo ya no está en la forma de un pensamiento sino en un cuerpo teofánico, un
cuerpo Palabra, por lo tanto como un Ser, un “Ser sobrenatural”.
Y después de haber engendrado a Su Hijo para Revelarse por medio de Él, Dios
procedió a crear a los seres angelicales para que entonces Jehová pudiese recibir la
adoración y Convertirse en “Dios” en el sentido pleno de la palabra, un “objeto de
adoración”. El hermano Branham dijo que Dios también Se estaba dirigiendo a los
ángeles cuando dijo “hagamos”, pero los ángeles no poseen en lo absoluto el poder
creativo, entonces Él no podría estar pidiendo que Le ayudasen a crear o incluso para
que Dios crease a través de aquellos ángeles. Solamente el Hijo de Dios fue el agente
de Su creación y nadie más. Y el hombre que Dios creó no era la imagen y semejanza
de los ángeles, sino de Dios y de Su Hijo. No obstante, Dios también estaba
Comunicando a Sus ángeles que Él estaba creando al hombre, porque en el futuro el
Señor iba a hacer de estos, ángeles ministradores de su salvación después de su caída.
Para aquellos que no aceptan la enseñanza de William Branham en cuanto a la
preexistencia del Hijo, tal referencia sobre estos ángeles es utilizada para negar su
enseñanza de que Dios estaba hablando con Su Hijo, creando así una falsa situación
donde el profeta estuviese posteriormente corrigiendo su doctrina.
Así que después de la creación de los ángeles y de todos los otros seres invisibles, Dios
inicia la creación física de los cielos y la tierra, y en el último día de la creación Dios
conversa con Su Hijo para deliberar junto con Él acerca de la creación del hombre,
hecho a la imagen de ambos, por lo que el Hijo también vino a luz, para futuramente Ser
Su medio de redención y el Primogénito entre muchos hermanos. Como Dios creó
también al hombre a Su imagen y semejanza, este hombre también tendría que ser un
hombre espíritu o un ser sobrenatural.
El hermano Branham aquí hizo una pregunta sencilla: “¿Quién va a hacer al hombre?”.
Su escueta respuesta fue: “El Padre y el Hijo”. No el Padre y los ángeles, porque sólo
Dios tiene el poder creativo, y aunque el hermano Branham haya dicho “el Padre y el
Hijo”, en verdad sólo Dios es Quien va a crear, pero Él lo hará a través de Su Hijo
porque Él también fue hecho semejante a la imagen (charaktér) de Su Ser.
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Muéstranos al Padre y Eso Será Suficiente (11/06/1953) § 65
―Hagamos al hombre a Nuestra imagen y semejanza‖. Después que Él hizo al hombre a
Su imagen, Él hizo un ser sobrenatural. Sí, es verdad. Génesis 1:28, lea y vea si eso no
es correcto. Y después, cuando Él hizo al hombre a Su imagen, el tubo dominio sobre
los animales. Él llevó después a los animales alrededor, como el Espíritu Santo debería
Dirigir a la Iglesia hoy. Eso mismo. Él Dirigió la Iglesia alrededor y... Y luego dijo: ―No hay
hombre para que labre la tierra‖. Entonces Él creó al hombre del polvo de la tierra.
Lo que el hermano Branham hizo, por lo tanto, al explicar que la palabra “Hagamos” se
refiere a un dialogo entre Dios y Su Hijo, fue solamente decir aquello que los padres de
la iglesia siempre enseñaron, como el propio Irineo, citado anteriormente. Irineo dijo que
en ese pasaje de la Biblia, Dios estaba hablando con Su Hijo.
Después que Dios a través de Su Hijo creó todas las cosas – incluyendo a los ángeles
que fueron Su primera creación a fin de que Él se convirtiera en “Dios”, de hecho, un
objeto de adoración – el hermano Branham dijo que la palabra “hagamos” en Génesis
1:26 está en plural porque se refería al Padre, un Ser sobrenatural, hablando con Su
Hijo, otro Ser sobrenatural. Pero aquí el hermano Branham también dirá que Dios, por
medio de Su Hijo que fue el agente de Su creación, creo a otro ser sobrenatural también
a Su imagen y semejanza. Puesto que Dios es Espíritu, Adán igualmente tendría que ser
un hombre espíritu, hecho a Su propia imagen y semejanza. Luego Dios colocaría a este
hombre en la tierra para labrarla y también sacará de él una esposa para ser su
compañera.
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Vea que cuando Dios dijo “Hagamos” eso no tendría nada que ver con Su pluralidad de
atributos latentes, como interpretan los unitarios o unicistas, pero debido a que el
hombre estaba siendo creado, teniendo como modelo un estado espiritual semejante al
de Dios o al de Su Hijo, que es un Ser sobrenatural.
Este Ser sobrenatural es el Hijo de Dios, porque Dios es Espíritu y sin una forma visible,
pero Su Hijo Unigénito está ahí reflejando a Su Padre en todos los aspectos. Vea, por lo
tanto, que cuando el hermano Branham dice “Hagamos, en plural” es porque él está
diciendo que hay dos Seres ahí involucrados en la creación del hombre Adán, que era
Dios hablando con Su Hijo, de los cuales el profeta menciona enseguida que fue de
Ellos de donde el hombre obtuvo su imagen y su forma. El hombre fue hecho
inicialmente en una forma espiritual muy similar a Dios y a Su Hijo, puesto que la imagen
de ambos sirvió de modelo por el hecho de que los dos son Seres sobrenaturales. Así
que de cierto modo, Adán también era un ser sobrenatural, un “hombre espíritu”.
Y a causa de esto es que el hermano Branham en algunos momentos llega a decir que
Dios era como si fuese una especie de primer Hombre, el Ser invisible y sobrenatural
que nadie puede ver; Su Hijo sería el segundo Hombre, un Ser sobrenatural hecho a la
imagen del primer Hombre que Se revela y Se torna conocido a través de este segundo,
ya sea en la teofanía de Este o más tarde en Su cuerpo de carne; y en seguida es
creado un tercer hombre, Adán, hecho a imagen y semejanza de Dios y de Su Hijo.
Aquella teofanía era de Su Hijo, que reflejaba el Ser mismo de Dios. Esa teofanía del
Hijo después se encarnó y Se convirtió en un “pequeño Jehová”. Recuerde que fue el
mismo Dios Quien vino, pero Él vino en Su Hijo.
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CAPÍTULO 20
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. El mismo Ser sobrenatural Jehová Dios
que Se manifestó antiguamente en el cuerpo teofánico de Su Hijo, el otro Ser
sobrenatural engendrado antes de la creación, revivió eso al habitar más tarde también
en el cuerpo de carne de ese mismo Ser en plenitud. Dios, el Ser sobrenatural, creó un
cuerpo de carne en el vientre de María para que Su Hijo Jesús habitara en el.
Cuando Dios, el Ser sobrenatural, crea un cuerpo de carne para Su Hijo, entonces este
otro Ser sobrenatural que nació se torna un ser humano en ese cuerpo, de modo que
Dios también pudiese morar en Él y tornarse uno de nosotros. Y así, la misma unidad
que permite al Padre estar en el Hijo y del Hijo estar en Su Padre, es la misma que nos
permite estar unidos con Dios, a través de Su Hijo Jesús.
Y el gran Dios Jehová también volverá en el Milenio, para habitar en esta vez en el
cuerpo glorificado de ese Ser sobrenatural, Su Cordero, en el poder de Su resurrección,
para reinar en medio de Sus hijos y llevar la paz.
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Consideraciones Finales
Como dijimos en el inicio, el tema de la Deidad es demasiado basto para tratarlo aquí en
su totalidad. Por lo tanto, nos esforzamos todo lo posible para detenernos sólo en el
tema propuesto, siendo este la preexistencia del Hijo de Dios, una enseñanza apostólica
que nos fue restaurada en estos últimos días por el mensajero de Dios, el hermano
William Branham. Algunos temas que fueron aquí mencionados se han tratado con
mayor detalle en otros estudios que ya hemos ministrado y escrito, por lo que no
creemos que sea necesario mencionarlos de nueva cuenta en este estudio.
Pero damos gracias a Dios por Su fidelidad a Su Palabra por cumplir Sus promesas,
porque Él dijo que nos enviaría a Elías, cuyo objetivo de su ministerio sería llevarnos de
vuelta a la verdadera enseñanza apostólica de la Biblia la cual nos traería luz en el
atardecer.
Nosotros creemos que Dios confirmó esas palabras, enviando hasta nosotros al
hermano Branham, con el espíritu de Elías, a fin de restaurar a nosotros todo aquello
que el saltamontes denominacional nos ha robado y devorado por medio de sus credos,
sistemas y tradiciones de los hombres. Él nos trajo la verdadera fe apostólica que ahora
está yendo al encuentro de cada vida que fue predestinada para recibirla.
Fue para este único propósito que Dios envió a Su profeta. Desde antes de la fundación
del mundo Dios le separó para que en estos días nos llevara al conocimiento de la única
verdad que nos salva y que nos hace libres.
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Haciendo Un Valle Lleno de Cuevas (19/07/1952) § 36
Oh Dios, mi Padre, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó para este
propósito, ordenando esto, que trajese este mensaje al pueblo, desde antes de la
fundación del mundo, para que ellos puedan saber que TÚ ERES EL ÚNICO DIOS
VERDADERO, Y JESUCRISTO TU HIJO.
Este fue el verdadero propósito por el cual Dios ordenó a nuestro hermano William
Branham.
Diógenes Dornelles
NOTA: cada sermón del hermano Branham aquí citado fue traducido y examinado directamente del texto
en Inglés y la numeración de los párrafos se ha mantenido conforme a los textos de Grabaciones de “La
Voz de Dios”, con el fin de facilitar la consulta en el programa The Table para cualquier investigación del
lector.
http://diogenestraducoes.webnode.com.br
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