Como ya sabemos, la semántica, a diferencia de otras disciplinas lingüísticas, no
ha podido establecerse como ciencia. Y es que el principal problema que se presenta es precisamente en la determinación de las unidades constitutivas de su objeto de estudio. "es normal el preguntarse, todavía hoy, si la semántica posee un objeto homogéneo y si ese objeto se presta al análisis estructural o, dicho de otro modo, si tenemos derecho a considerar a la semántica como una disciplina lingüística".
Pensemos, por ejemplo, en la fonología y el inventario establecido y restringido de
fonemas. En la semántica, como ciencia del significado del signo lingüístico, sería necesario un inventario inmenso, considerando que la lengua no es un sistema de signos, sino un conjunto de sistemas de significación, es un sistema abierto, puede ampliarse y se amplía constantemente.
El significado existe, podría decirse, a nivel de percepción. Lo que se percibe son,
sin embargo, diferencias, rasgos opositivos. esta percepción de las diferencias quiere decir captar al menos dos términos-objeto como simultáneamente presentes y vincularlos de una manera u otra (28). Es decir, deben tener a su vez algo en común y algo distinto. Es por esto que un término-objeto no conlleva significación en sí mismo, ya que la significación presupone la existencia de relaciones. Así, el signo lingüístico adquiere su significación, y por consiguiente su valor. El significado es dado por la existencia del signo en el sistema, en las estructuras de significación. Por lo tanto, es necesario estudiar la significación a nivel de estructura y no de los elementos.