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En algún momento nos enseñaron que la Constitución Mexicana es aquel libro enorme y

sabio que contiene todas las leyes de los mexicanos. Conforme crecemos nos hacemos
la idea de que es un libro no tan sabio por las deficiencias que le surgen, pero esa es sólo
una idea ligera que de ella tenemos.
Lo importante no es saber qué es, sino para qué sirve. Ese libro sirve
para proteger nuestros derechos y hacerlos valer, desde los más básicos como
derecho a una nacionalidad o a un nombre, hasta protegernos contra abusos de la
autoridad.
Si bien le han perdido fe algunos por las irregularidades que presenta, este es el
documento máximo que nos ayuda a regular la justicia en nuestro país. Por ello
deberíamos estar informados sobre lo que contiene y las reformas que se le hacen
para modernizarla, pero, al no ser así, existen los especialistas en justicia: los estudiosos
del derecho.
Cualquier injusticia que se cometa contra ti puede tener una sanción. Si es del
ámbito laboral o civil la Constitución Mexicana se apoya de otros documentos para
defenderte en temas especializados que también conocen los abogados.
Así que cuando notes que se están violando tus derechos pide una asesoría legal.
Y si no sabes cuáles son tus derechos, tú sabes distinguir cuando una situación no es la
correcta. Infórmate y ejerce tus derechos.
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos

Artículo 2o. La Nación Mexicana es única e indivisible.

Artículo 3o. Toda persona tiene derecho a recibir educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y
Municipios-, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. La educación preescolar, primaria y
secundaria conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias.

Artículo 4o. El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda
persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus
hijos. Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará. Artículo
5o. A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode,
siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos
de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de
la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.

Artículo 6o. La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso
de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público;
el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado
por el Estado.

Artículo 7o. Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede
restringir este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares, de papel
para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por
cualesquiera otros medios y tecnologías de la información y comunicación encaminados a impedir la transmisión y
circulación de ideas y opiniones.

Artículo 8o. Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se
formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de ese derecho los
ciudadanos de la República. A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la
cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario. Artículo 9o. No se podrá coartar el derecho de
asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán
hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país. Ninguna reunión armada, tiene derecho de deliberar. No se
considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar
una protesta por algún acto, a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias o
amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee. Artículo 10. Los habitantes de los Estados
Unidos Mexicanos tienen derecho a poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con excepción
de las prohibidas por la Ley Federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y
Guardia Nacional. La ley federal determinará los casos, condiciones, requisitos y lugares en que se podrá autorizar a los
habitantes la portación de armas. Artículo 11. Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella,
viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros
requisitos semejantes. El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los
casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa, por lo que toca a las limitaciones que
impongan las leyes sobre emigración, inmigración y salubridad general de la República, o sobre extranjeros perniciosos
residentes en el país. En caso de persecución, por motivos de orden político, toda persona tiene derecho de solicitar
asilo; por causas de carácter humanitario se recibirá refugio. La ley regulará sus procedencias y excepciones. Artículo 12.
En los Estados Unidos Mexicanos no se concederán títulos de nobleza, ni prerrogativas y honores hereditarios, ni se dará
efecto alguno a los otorgados por cualquier otro país. Artículo 13. Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por
tribunales especiales. Ninguna persona o corporación puede tener fuero, ni gozar más emolumentos que los que sean
compensación de servicios públicos y estén fijados por la ley. Subsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra
la disciplina militar; pero los tribunales militares en ningún caso y por ningún motivo podrán extender su jurisdicción
sobre personas que no pertenezcan al Ejército. Cuando en un delito o falta del orden militar estuviese complicado un
paisano, conocerá del caso la autoridad civil que corresponda. Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en
perjuicio de persona alguna.
v

La Constitución de 1917 es la más longeva de la historia de México y la más antigua de


Hispanoamérica. No es casual que exista una infinidad de textos y discusiones que
abordan sus fundamentos y sus repercusiones en la vida de los mexicanos.
Con un siglo de vida, la Constitución de 1917 es la más longeva de la historia de México y la
más antigua de Hispanoamérica. No es casual entonces que exista una infinidad de textos
y discusiones que abordan sus fundamentos y sus repercusiones en la vida de los
mexicanos, a los que este año se añadieron tres libros publicados por el Fondo de Cultura
Económica con motivo de la celebración del centenario de la Carta Margna.
La historia de la Constitución no comienza ni con la convocatoria de Venustiano Carranza
para formar un Congreso constituyente que reformara la Constitución de 1857, ni con la
promulgación del nuevo documento, el 5 de febrero de 1917. La historia del documento
que rige la vida social y política de México inició en los albores de la nación mexicana, con
la promulgación de la Constitución de 1824.

NOTICIA: La Constitución de 1917, la justicia social

Aunque la elaboración de una constitución manifiesta la voluntad de ruptura con el


orden socio-político anterior , en palabras de David Pantoja Morán, ninguna
constitución puede ser visualizada como si no tuviera referencia a la herencia
institucional que pesa sobre ella , explica el investigador en su libro Bases del
constitucionalismo mexicano. La Constitución de 1824 y la teoría
constitucional.

Para Pantoja, la Constitución de 1824 es importante no sólo por ser el texto


fundacional de una nación que quería ser independiente y soberana, sino por la
supervivencia de la esencia teórica de varios de los preceptos que se mantienen en la
Constitución de 1917 y que rigen las instituciones mexicanas en la actualidad, como
su carácter republicano, representativo y federal.

En su libro, Pantoja Morán hace un recuento de los antecedentes, la elaboración y la


influencia que tuvo la Constitución de 1824 dentro del proceso de conformación de la
nación mexicana. En realidad, no hubo muchos cambios entre la Constitución de
1824 y la de 1857, aunque los aspectos que fueron modificados, como la división de
poderes, la libertad religiosa y la supremacía del Legislativo, son considerados hitos
de la identidad mexicana.

NOTICIA: Constitución, llamado permanente a mantener la unidad: Peña Nieto

Sesenta años después, la intención principal de quienes elaboraron la Constitución


de 1917 fue respetar el espíritu liberal de la Constitución de 1857 y sólo se purgaron
los defectos que tenía, comenta Pantoja Morán en su libro. Quizá sea ésta la razón
por la que durante la aprobación del proyecto de la Constitución de 1917
predominaron la unanimidad y la formación de mayorías amplias , de acuerdo con
Ignacio Marván Laborde, investigador del Centro de Investigación y Docencia
Económicas.

En Cómo hicieron la Constitución de 1917, Marván Laborde indaga los


pormenores de las condiciones que hicieron posible el establecimiento de un
Congreso constituyente a partir de la convocatoria de Venustiano Carranza, así como
de los diputados que elaboraron y votaron en la práctica la Carta Magna y la forma
en la que lo hicieron.
La mayoría de quienes confeccionaron la Constitución de 1917 eran políticos
relativamente jóvenes y muchos de ellos habían realizado estudios profesionales en
campos como el derecho, las ingenierías o la medicina, pero con muy poca
experiencia en el servicio público antes del Constituyente , refiere Marván.

El Congreso Constituyente Extraordinario de Querétaro quedó integrado entonces


por 218 diputados, con una edad promedio de 36 años, de los cuales 169 habían
realizado estudios profesionales. Los estados de la República con un mayor número
de representantes fueron Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Michoacán y el
Distrito Federal, debido a que era donde se encontraba concentrada la mayor parte
de la población en la segunda década del siglo XX.

NOTICIA: Los grandes retos de la Constitución

El análisis de las votaciones demuestra que en el Constituyente prevaleció la


unanimidad, no hubo divisiones permanentes entre los diputados y, mucho menos,
hubo partidos políticos (...) en el sentido de que no existió un partido que actuara de
forma conjunta , comenta Marván en su libro. La ausencia de mujeres en la
elaboración de la Constitución de 1917 se debe a que sus derechos políticos no fueron
establecidos sino 36 años después, en 1953.

Pero la unanimidad y el consenso que se vivieron durante las votaciones para


conformar la Constitución de 1917 no se mantuvo durante las posteriores lecturas e
interpretaciones que se hicieron del documento, según consta en el libro Lecturas
de la Constitución. El constitucionalismo mexicano frente a la
Constitución de 1917, coordinado por José Ramón Cossío Díaz y Jesús Silva-
Herzog Márquez.

En su libro, los compiladores realizaron una recopilación de 10 ensayos que son una
muestra de la diversidad de acercamientos que se han hecho a la Constitución de
1917 desde su nacimiento.
El constitucionalismo en México es el centro de la discusión de estos ensayos de
investigadores y juristas como José Antonio Aguilar Rivera y María del Refugio
González, quienes abordaron las lecturas, los métodos de análisis, los enfoques
ideológicos y las propuestas políticas de una serie de constitucionalistas, como
Emilio Rabasa, Manuel Herrera y Lasso e Ignacio Burgoa, que dedicaron buena
parte de su vida al estudio de la Carta Magna.

Según Cossío Díaz y Silva-Herzog Márquez, estas lecturas de la Constitución que se


han hecho a lo largo de su historia carecen por momentos de una perspectiva general
del documento, debido a que abocan su análisis a la precisión puntual de ciertos
fragmentos del texto y no a un estudio global del mismo.

Buena parte de estas revisiones, por ejemplo, ignoraron la principal fuente de


inspiración de la Constitución del 17, la Constitución de los Estados Unidos de
América, para hacer caso a las influencias francesas y germánicas, gravosa ausencia
para un país que calcó de ella su modelo presidencial, su régimen judicial y su
federalismo , explican los coordinadores del libro.

NOTICIA: Celebración del centenario de la Constitución en el agro (I)

La conclusión de los compiladores no es muy alentadora. El resultado de estas


influencias y estos olvidos es curioso. La Constitución se entendía nominalmente
como norma, pero ello no se asumía a cabalidad. No se le ubicaba como criterio
supremo de validez, sino, más bien, como un objeto explicable como hecho histórico
y político .

Buena parte de estas carencias interpretativas de la Constitución de 1917 se deben,


en gran medida, al dominio del Partido Revolucionario Institucional sobre
prácticamente todos los sectores de la vida pública en México. La hegemonía de un
régimen autoritario se impuso también en la lectura del libro primordial .
 Pantoja Morán, David. Bases del constitucionalismo mexicano. La
Constitución de 1824 y la teoría constitucional. México: FCE/Senado de la
República, 2017.
 Marván Laborde, Ignacio. Cómo hicieron la Constitución de 1917. México:
FCE/CIDE, 2017.

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