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Principios y reglas del Derecho de la Seguridad Social

Obligación de la cual toda la sociedad es responsable


respecto de las contingencias que puede sufrir cualquiera
de sus componentes. Quien está en mejores condiciones
debe ayudar a quien tiene menos; se exige esa solidaridad
porque hay desigualdad frente a las contingencias, ya que
no es lo mismo la enfermedad para alguien que tiene
protección que para quien no la tiene.
Conduce a la convergencia entre los hombres, que
desemboca en la unión para el esfuerzo conjunto que
Solidaridad reclama la vida contemporánea.
Es el principio que debe informar la unidad de los hombres
en orden a la consecución del bien de todos.
La solidaridad, es un principio rector de la seguridad social a
través del cual el vínculo que representa una comunidad de
intereses o propósitos se materializa en prestaciones para
la sociedad.

Es en definitiva la participación de la Sociedad en la


cobertura de las contingencias que puede sufrir cualquiera
de sus componentes.
Los sistemas de la seguridad social tienden a obligar al
Estado a que no abandone su responsabilidad de cubrir las
posibles contingencias que puede llegar a sufrir cualquiera
de los individuos que conforman la comunidad que gobierna
y ordena. Busca subsidiar, reforzar algún sector social
frente a contingencias que lo desequilibran. Esta obligación
del Estado es indelegable y éste debe brindarla en todo
momento, tanto por si como por medio de los organismos
que lo componen.
Este principio motoriza a la sociedad intermedia y al Estado
a actuar cuando los individuos no están capacitados para
cubrir una necesidad.
Subsidiaridad La función subsidiaria del Estado está regida por la “justicia
distributiva” que significa el débito que tiene la autoridad
(Estado), frente a los particulares, de concederles los bienes
(en el campo de la Seguridad Social, las prestaciones) que
por sí mismos no pueden alcanzar. También reporta el
deber del Estado de imponer las cargas en forma
proporcional con la aptitud contributiva del individuo.

Es la participación del Estado en la cobertura de las


contingencias sociales. Refuerza algún sector social. La
función subsidiaria del Estado está regida por la “justicia
distributiva” que significa el débito que tiene la autoridad
(Estado), frente a los particulares, de concederles los bienes
(las prestaciones) que por sí mismos no pueden alcanzar.
La La cobertura de servicios de la seguridad social se
extiende a todos los individuos y grupos que integran un
todo social sin ninguna excepción. Comienza protegiendo a
un grupo y termina protegiendo a la mayor cantidad posible
de la población, por solidaridad y filosofía, para paliar
problemas sociales y económicos, y por interés, ya que
Universalidad cuando hay protección se puede alcanzar la paz social. Está
basado en el principio de igualdad, en virtud del cual todas
las personas tienen derecho de la misma manera a la
cobertura de las contingencias a las que pueden estar
expuestas durante su vida. Determina el ámbito subjetivo de
la seguridad social.
La seguridad social pretende neutralizar los efectos nocivos
que producen las contingencias sociales.
Debe atender a la totalidad de las contingencias que afecta
Integralidad al hombre y no solo a las derivadas de la imposibilidad de
trabajo. Es por ello que se dice que el Derecho de la
Seguridad es más amplio que el Derecho del Trabajo en
este aspecto.
Pretende crear un sistema de derecho de fondo y de
Unidad derecho de forma y estructuras administrativas únicas en el
gobierno, aunque múltiples de gestión.
Rige la unidad de conducción y gestión descentralizada.
El bien jurídico protegido es el hombre: por lo tanto, el
objeto de la disciplina se dirige a protegerlo contra el
desamparo. El beneficio se debe otorgar cuando existe la
necesidad, debiendo prevalecer, incluso, por sobre la
acreditación del derecho de acceder a él. Consiste en
proveer al beneficiario de la seguridad social de los medios
instrumentales a fin de lograr la más inmediata y rápida
Inmediatez satisfacción de la necesidad acarreada pro la contingencia.
Ello trae aparejado la instauración de órganos
administrativos distribuidos geográficamente con
racionalidad, a fin de que el peticionario tenga acceso
simple y rápido a ellos, sin necesidad de largos trámites
donde el poder de decisión se encuentre muy alejado del
origen del trámite.

La regla por excelencia en virtud del cual “se debe acudir a


la normas más amplia, o al interpretación más extensiva,
cuando se trata de reconocer derechos protegidos e,
Pro Homine inversamente, a la norma o a la interpretación más
(del Derecho restringida cuando se trata de establecer restricciones
Internacional) permanentes al ejercicio de os derechos o su pensión
extraordinaria.
Se debe buscar, ante la duda, la norma más beneficiosa
para la persona a los fines de acceder a la seguridad social.
Prohibición Ampliamente conectado con el principio pro homine, y a la
de aplicación progresiva de los tratados de Derechos
Regresividad Humanos, se encuentra la prohibición de regresividad en el
goce de dichos derechos.
(del Derecho El criterio de la progresividad supone algunos limites
Internacional) infranqueables a la actividad estatal: la obligación de no
regresividad en el goce de esos derechos.
La progresividad determina un sentido a la actuación
estatal, impone un deber formal, operativo e inmediato, cual
es el de impedir la regresividad en el grado de tutela de los
derechos consagrados en el Pacto, deber asimilable al de
no discriminar en su goce y ejercicio.

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