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Ruiz Ortiz PDF
Ruiz Ortiz PDF
ISSN 1989-4988
RESUMEN
miguelangel.ruiz @parlamentodeandalucia.es
Claseshistoria.com
15/12/2012
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y XVII
CARLOS I: 1517-1556
Como hemos visto, en 1504 murió Isabel la Católica y en 1506 Felipe el Hermoso.
Ante la incapacidad de Juana la Loca, Fernando ejercerá la regencia en Castilla hasta
su muerte, en 1516, siendo sucedido como regente por el cardenal Cisneros. En 1517,
Carlos I llega a España sin conocer el castellano ni los asuntos españoles y
acompañado de su corte flamenca. En 1518 es jurado por las Cortes reunidas en
Valladolid y en 1519, tras la muerte de su abuelo Maximiliano, es elegido emperador
de Alemania.
Las largas ausencias del rey en Castilla, la subida de impuestos para sufragar
los gastos de la coronación imperial y la concesión de los principales cargos a
extranjeros provocaron la revuelta de los comuneros (1520-1521), dirigidos por Juan
Padilla, Juan Bravo y Pedro Maldonado, que fueron derrotados en la batalla de Villalar
y ajusticiados. Paralela a la revuelta de los comuneros en Castilla, en Aragón se
producen las germanías.
Los enfrentamientos con Francia, que tuvieron mucho de rivalidad personal con
Francisco I (ambos fueron candidatos al trono imperial), se centraban en tres causas:
el reino de Navarra, incorporado por Castilla y reivindicado por Francia, el ducado de
Borgoña, ocupado por Francia y reivindicado por Carlos, y la hegemonía sobre Italia.
La elección de Carlos como emperador provocó la primera de las seis guerras. En
1521, los franceses invaden Milán, pero Francisco I caerá prisionero en Pavía (1525) y
tendrá que ceder Milán y Borgoña. Tras su liberación, Francisco I se aliará con el papa
Clemente VII, formando la Liga Clementina, a lo que el emperador responderá
saqueando Roma (1527). El punto más bajo de la hegemonía de Carlos V es la
ocupación francesa de Metz en 1552 y su imposibilidad de reconquistarla. Tras su
abdicación (1556), Felipe II continuará la lucha de su padre contra los franceses, a los
que derrotará en la batalla de San Quintín (1557). Tras ella, la Paz de Cateau-
Por otro lado, estaba el peligro turco. Los turcos habían tomado Constantinopla
en 1453. El sultán Solimán el Magnífico arrebató Rodas a los Caballeros de San Juan
en 1522 (el emperador les cedió entonces Malta) y en 1526 conquistó Hungría,
amenazando las posesiones de los Habsburgo (Viena fue sitiada dos veces). Muerto
Luis II de Hungría, Fernando (hermano de Carlos) hereda lo que queda del reino y
desde 1545 tiene que pagar tributos a los turcos. Pero el enemigo musulmán era
doble, ya que el sultán protege a los corsarios berberiscos del norte de África que, a
pesar de la conquista de Túnez por Carlos V (1535) y de las ofensivas del almirante
genovés Andrea Doria, mantuvieron su hegemonía naval en el mediterráneo hasta la
batalla de Lepanto (1571).
Su hijo, Felipe II, que se había ocupado del gobierno de España en ausencia
de su padre, recibe ésta junto con las Indias, Italia y los Países Bajos, mientras que su
hermano Fernando, que se había encargado de los asuntos austriacos, recibe Austria
y el derecho a sucederle en el trono imperial. Tras abdicar, Carlos V se retiró al
monasterio de Yuste, donde murió en 1558.
En 1568 estalla la rebelión de los moriscos en las Alpujarras, sofocada por don
Juan de Austria (hijo ilegítimo de Carlos V y, por tanto, hermanastro de Felipe II), que
en 1570 decreta, por orden del rey, la expulsión de los moriscos del reino de Granada.
Ese mismo año, los piratas argelinos ocupan Túnez y los turcos conquistan la isla
veneciana de Chipre, por lo que Venecia, España y el Papado forman la Liga Santa, al
mando de cuya flota se pone don Juan de Austria, que derrota a los turcos en Lepanto
en 1571. La hegemonía turca en el Mediterráneo ha concluido, aunque los ataques de
piratas argelinos persistirán.
En 1578 muere sin herederos el rey de Portugal don Sebastián. Felipe II, hijo
de Isabel de Portugal, quiere la corona de forma pacífica, pero ante la existencia de
otros dos candidatos, el duque de Alba ocupa el país en 1580. Las Cortes de Tomar
(1581) juraron al rey, que prometió respetar la autonomía de Portugal y de su imperio.
Así, durante los siguientes 60 años la unidad política de la Península Ibérica será una
realidad.
El reinado de Felipe III constituye para los historiadores una etapa puente entre dos
grandes periodos de la Historia de España. Desde el punto de vista económico, se
produce el paso de una etapa de expansión a otra de profunda crisis; mientras que
desde el punto de vista político, se incluye ya a Felipe III dentro de los Austrias
Menores, pues, como dice Pedro Molas Ribalta, factores como el valimiento o el
retroceso de la hegemonía española en Europa lo insertan en una nueva coyuntura
histórica.
El joven Felipe III heredó un enorme imperio con una hacienda en bancarrota y
en conflicto con Inglaterra y los Países Bajos, así como unas malas relaciones con
a Luis XIII de Francia como conde de Barcelona, fue sofocada. Olivares caerá en 1643
y será sustituido por don Luis Méndez de Haro.
El reinado de Carlos II, monarca enfermizo, llamado el Hechizado, que accede al trono
a los 4 años y al que algunos atribuyen la incapacidad para gobernar, comienza con la
regencia de su madre, Mariana de Austria, y se desarrollará bajo la influencia de los
sucesivos validos del rey: Nithard, Valenzuela, don Juan José de Austria, el duque de
Medinaceli y el conde de Oropesa.
BIBLIOGRAFÍA
Una obra de referencia básica para el periodo, y además muy completa, es la Historia
Moderna de Bartolomé BENNASSAR y OTROS, de la Editorial Akal (Madrid, 1998),
que recoge los siglos XVI, XVII y XVIII. Se trata de una Historia Universal, importante
para analizar la proyección europea y atlántica de la monarquía hispánica de los
Austrias, ya que los manuales de Historia de España se centran más en la Península.