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Carta de un inmigrante español a su esposa.

                                                       
                                                                “Buenos Aires, 24 de enero de 1921
     Querida Pilar:
     Espero que al recibo de esta tú y Lolita estén bien. Yo así lo estoy.
     El viaje se me pasó más rápido de lo que esperaba, supongo que por el miedo que tenía al llegar. La comida
en el barco es aceptable y tuvimos temporal solo frente a Brasil.
     Buenos Aires es una ciudad tan grande como Barcelona y con el mismo calor y humedad en verano (que
aquí es enero). Hasta tiene un tren subterráneo como el que quieren hacer allí…
     Creo que pronto os podré comprar el billete para tenerlas conmigo.
     Os quiere y extraña.

                                                                                                            José.”

Bs As, 17 de agosto de 1901.

“Queridísimos padres:
He arribado el 5 de este mes. Estoy muy bien de salud al igual que mis dos compañeros. Apenas llegamos nos
hicimos conducir a la dirección de (mi) padrino Zocco, al que después nos hizo conocer gente en Valdenoche
que desde hace varios años reside en América.
Todos, del mayor al menor, se las pasan bien aquí. La lengua, es el castilla muy similar al español pero no se
siente uno que la hable. Por todas partes donde uno va, sea en la pensión o en el trabajo, todos hablan el italiano.

Oreste Sola

“De Girolamo Bonesso, en Colonia Esperanza (1888):”

“Aquí, del más rico al más pobre, todos viven de carne, pan y minestra todos los días, y los días de fiesta todos
beben alegremente y hasta el más pobre tiene cincuenta liras en el bolsillo.
Nadie se descubre delante de los ricos y se puede hablar con cualquiera. Son muy afables y muy respetuosos, y
tienen mejor corazón que ciertos canallas de Italia. A mi parecer, es bueno emigrar”.

Carta de un inmigrante español a su esposa.


                                                       
                                                                “Buenos Aires, 24 de enero de 1921
     Querida Pilar:
     Espero que al recibo de esta tú y Lolita estén bien. Yo así lo estoy.
     El viaje se me pasó más rápido de lo que esperaba, supongo que por el miedo que tenía al llegar. La comida
en el barco es aceptable y tuvimos temporal solo frente a Brasil.
     Buenos Aires es una ciudad tan grande como Barcelona y con el mismo calor y humedad en verano (que
aquí es enero). Hasta tiene un tren subterráneo como el que quieren hacer allí…
     Creo que pronto os podré comprar el billete para tenerlas conmigo.
     Os quiere y extraña.

                                                                                                            José.”

Bs As, 17 de agosto de 1901.

“Queridísimos padres:
He arribado el 5 de este mes. Estoy muy bien de salud al igual que mis dos compañeros. Apenas llegamos nos
hicimos conducir a la dirección de (mi) padrino Zocco, al que después nos hizo conocer gente en Valdenoche
que desde hace varios años reside en América.
Todos, del mayor al menor, se las pasan bien aquí. La lengua, es el castilla muy similar al español pero no se
siente uno que la hable. Por todas partes donde uno va, sea en la pensión o en el trabajo, todos hablan el italiano.

Oreste Sola

“De Girolamo Bonesso, en Colonia Esperanza (1888):”

“Aquí, del más rico al más pobre, todos viven de carne, pan y minestra todos los días, y los días de fiesta todos
beben alegremente y hasta el más pobre tiene cincuenta liras en el bolsillo.
Nadie se descubre delante de los ricos y se puede hablar con cualquiera. Son muy afables y muy respetuosos, y
tienen mejor corazón que ciertos canallas de Italia. A mi parecer, es bueno emigrar”.

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