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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la Defensa


Universidad Nacional Experimental Politécnica de las Fuerzas
Armadas nacional
Carrera: T.S.U Enfermería
Materia: Nutrición y Dietética

NECESIDADES BÁSICAS DE ENERGÍA Y NUTRIENTES

Facilitador: Bachiller:
Luisa Franco Jelinne Quintana C.I
28.628.405

Ciudad Bolívar, marzo 2020


2.1 Metabolismo energético
Concepto de Energía: La energía se define como la capacidad de realizar un trabajo, en
el ser humano todas las funciones realizadas en el organismo requieren de aportación
energética, la unidad de medición de la energía es la caloría. Los alimentos tienen un
componente calórico que nos aporta energía que podemos utilizar para el desarrollo de la
actividad física.
Concepto de Metabolismo: El conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en la
célula se denomina METABOLISMO. De ahí que la energía necesaria para realizar las
funciones basales del organismo se denomina METABOLISMO BASAL. (Gasto
energético para el mantenimiento de las funciones fisiológicas vitales del sujeto en tendido
decúbito supino.
Metabolismo Energético: Los aminoácidos, los carbohidratos y los ácidos grasos tienen
vías metabólicas energéticas separadas, y reguladas de forma distinta por distintos
factores fisiológicos, en las cuales pasan por una serie de reacciones químicas que
eventualmente permiten resintetizar ATP, todo esto llamado respiración celular (concepto
bioquímico que no se debe confundir con los conceptos fisiológicos de respiración y
ventilación atados a la función cardiorrespiratoria). Cabe destacar que rara vez hay una
utilización importante de aminoácidos para propósitos energéticos, ya que tienen otras
funciones de mayor prioridad, y el organismo tiene además almacenes notables de grasas
(que se almacenan en adipocitos, células principales del tejido adiposo) y carbohidratos
(moléculas de glucógeno, largas cadenas de moléculas de glucosa, que se almacenan en
los músculos y el hígado). El metabolismo energético se categoriza de varias maneras
según qué exactamente se esté estudiando, pero para propósitos de actividad física
típicamente se habla de los tres sistemas energéticos mediante los cuales la energía
obtenida por respiración celular se utiliza para proveer ATP.
Calorías: Las calorías son la energía que le suministras a tu cuerpo mediante la
alimentación, es decir, el combustible que necesitas para respirar, caminar, hacer deporte
y hasta para dormir. Los científicos definen las kilocalorías como la energía necesaria
para calentar un litro de agua hasta 1 °C. Esto suena todo un poco abstracto. No
obstante, básicamente es la energía que necesitarías para calentar un litro de agua
mineral de una botella de 19 °C a 20 °C. Para este proceso de calentamiento necesitas
una kilocaloría.
Las indicaciones de contenido de calorías de los alimentos te muestran cuánta energía te
proporciona dicho producto. Por ejemplo, una pizza tiene aproximadamente 800 kcal,
mientras que una porción de sopa de calabaza casera tiene solo 350 kcal. Así, el clásico
italiano te proporciona obviamente más energía.
Comer demasiados dulces engorda. Desde luego, algo de verdad hay en ello porque en
los dulces y en la comida rápida hay muchísima energía. Si tomas más energía de la que
consumes, esto puede conllevar un aumento de peso. Por el contrario, una falta de
calorías podría provocar una pérdida de peso y que tu cuerpo no tenga suficiente energía
para los diferentes procesos metabólicos.
Sin embargo, esto no significa que no puedas comer dulces. Y es que no todas las
calorías son iguales. Una chocolatina tiene, por ejemplo, el mismo contenido de energía
que un bol de smoothie con nueces y copos de avena, pero eso no significa que vayas a
engordar de la misma manera. El alto contenido de azúcar y grasa del chocolate se
nota rápidamente en el abdomen o en las caderas, ya que los azúcares simples, como los
que contienen los dulces, pasan muy rápidamente a la sangre. A continuación, el cuerpo
libera insulina, lo que a la larga produce almacenamientos de grasa y una sensación de
hambre recurrente.
FRUTA CALORÍAS POR 100 G
PIÑA 55 KCAL Limón 35 kcal
MELÓN 54 KCAL Kiwi 51 kcal
PERA 55 KCAL Cerezas 50 kcal
PLÁTANO 88 KCAL Uvas 70 kcal
ARÁNDANOS 35 KCAL Mandarina 50 kcal
MELÓN 54 KCAL Mango 62 kcal
ARÁNDANOS ROJOS 46 KCAL Ciruela 47 kcal
FRESAS 32 KCAL Melocotón 41 kcal
GRANADA 74 KCAL Sandía 37 kcal
MORAS 43 KCAL Maracuyá 97 kcal

VERDURA CALORÍAS POR 100 G


BERENJENA 24 KCAL Calabaza 19 kcal
AGUACATE 160 KCAL Maíz 108 kcal
COLIFLOR 25 KCA Pimiento 21 kcal
BRÓCOLI 35 KCAL Remolacha 43 kcal
GUISANTES 82 KCAL Espinacas 23 kcal
PEPINO 15 KCAL Cebolla 40 kcal
ZANAHORIA 36 KCAL Calabacín 20 kcal

CARNE CALORÍAS POR 100 G


SALCHICHA 375 KCAL Filete de cerdo 171 kcal
PECHUGA DE POLLO 75 KCAL Carne de cerdo, grasa 311 kcal
PECHUGA DE PAVO 111 KCAL Carne de cerdo, magra 143 kcal
FILETE DE CADERA 162 KCAL Salchicha de Frankfurt 269 kcal
CORDERO 178 KCAL Jamón cocido 335 kcal
PATO 192 KCAL
CIERVO 94 KCAL

BEBIDAS CALORÍAS POR 100 G


COCA-COLA 37 KCAL Zumo multivitamínico 51 kcal
CACAO 398 KCAL Café 1 kcal

PESCADO CALORÍAS POR 100 G


SARDINA 50 KCAL Filete de perca 111 kcal
MERLUZA 50 KCAL Filete de abadejo 83 kcal
ARENQUE 146 KCAL Atún 144 kcal
SALMÓN 137 KCAL

PRODUCTOS LÁCTEOS Y HUEVO


CALORÍAS POR 100 G CALORÍAS POR
100 G CALORÍAS POR 100 G
SUERO DE MANTEQUILLA 38 KCAL Leche 47 kcal
CRÈME FRAÎCHE 292 KCAL Queso quark desnatado 67 kcal
CHEDDAR 403 KCAL Yogur natural 62 kcal
EMMENTAL 382 KCAL Nata 204 kcal
HUEVO 155 KCAL Crema agria 162 kcal
REQUESÓN 104 KCAL Crema de leche 115 kcal
LECHE DE COCO 136 KCAL Nata agria 240 kcal

PASTA CALORÍAS POR 100 G


FIDEOS, COCIDOS 142 KCAL Fideos chinos, cocidos 109 kcal
PASTA DE ESPELTA, COCIDA 128 KCAL
TALLARINES, COCIDOS 159 KCAL Espaguetis integrales, cocidos 152 kcal

ALCOHOL CALORÍAS POR 100 G


CERVEZA 223 KCAL Vino 293 kcal
GIN-TONIC 377 KCAL
VODKA 215 KCAL

PAN Y BOLLERÍA CALORÍAS POR


100G
PAN DE CENTENO 181 KCAL Tortilla integral 170 kcal
PAN DE MOLDE INTEGRAL 244 KCAL Napolitana de chocolate 441 kcal

COMIDA RÁPIDA CALORÍAS POR 100


G
HAMBURGUESA CON QUESO 250 KCAL Pizza Margarita 199 kcal
HAMBURGUESA 261 KCAL Pizza con salami 245 kcal
NUTELLA 547 KCAL Patatas fritas 291 kcal

Nutrientes: Los nutrientes son elementos o compuestos químicos que se encuentran en


los alimentos. “Éstos participan de forma activa en las reacciones metabólicas necesarias
para que funcione el organismo”, explica Ramón de Cangas, dietista-nutricionista, doctor
en Biología Funcional y miembro del órgano consultivo del Consejo General de Dietistas-
Nutricionistas de España.
Las necesidades nutricionales varían a lo largo del ciclo vital, tanto en la infancia, como en
la adolescencia, el embarazo, la lactancia, cuando la población es adulta o en ancianos, e
incluso en los deportistas. Por esto es importante conocer las diferentes tablas de
sociedades científicas u organismos de salud que reflejan el requerimiento de nutrientes
necesarios en cada segmento de la población.
Nutrientes esenciales
Dependiendo de la cantidad de nutriente que hay que ingerir, éstos se dividen en dos
grandes grupos:

 Macronutrientes: son necesarios en grandes dosis a diario y son las proteínas,


los hidratos de carbono y las grasas.

 Micronutrientes: se deben consumir en pequeñas cantidades diariamente y lo


constituyen las vitaminas y los minerales.
Los nutrientes que el organismo del ser humano necesita se pueden obtener con una
dieta equilibrada y variada, basada en los principios de la pirámide alimentaria
mediterránea. “Sin embargo, hay unos alimentos más ricos en unos nutrientes que en
otros”, incide el experto. Las carnes, huevos y pescados son buenas fuentes de proteínas;
los cereales, como la pasta o el pan y la fruta, son ricos en hidratos de carbono; como
buena fuente de grasa se encuentra el aceite de oliva; los lácteos son ricos en calcio; las
carnes rojas en hierro y los alimentos de origen animal en vitamina B12.
Requerimiento Calórico Basal: El metabolismo basal es el gasto energético diario, es
decir, lo que un cuerpo necesita diariamente para seguir funcionando. A ese cálculo hay
que añadir las actividades extras que se pueden hacer cada día. La tetraiodotironina (T4)
o Tiroxina estimula el metabolismo basal aumentando la concentración de enzimas que
intervienen en la respiración aumentando el ritmo respiratorio de las mitocondrias en
ausencia de ADP.
La tasa metabólica disminuye con la edad y con la pérdida de masa corporal. El aumento
de la masa muscular es lo único que puede incrementar esta tasa. Al gasto general de
energía también pueden afectarle las enfermedades, los alimentos y bebidas consumidos,
la temperatura del entorno y los niveles de estrés. Para medir el metabolismo basal, la
persona debe estar en completo reposo, pero despierta. Una medida precisa requiere que
el sistema nervioso simpático de la persona no esté estimulado. Una medida menos
precisa, y que se realiza en condiciones menos estrictas, es la tasa metabólica en reposo.

Los siguientes factores aumentan el metabolismo basal:

 Mayor masa muscular


 Mayor superficie corporal total
 Género masculino (Los varones casi siempre tienen mayor masa corporal magra
que las mujeres)
 Temperatura corporal, (fiebre o condiciones ambientales frías)
 Hormonas tiroideas (un regulador clave del metabolismo basal las concentraciones
altas aumentan la BMR)
 Aspectos de la actividad del sistema nervioso (liberación de hormonas de estrés)
 Etapas de crecimiento en el ciclo vital
 Consumo de cafeína o tabaco (no se recomienda el uso de tabaco para controlar
el peso corporal ya que aumenta demasiado los riesgos a la salud).

Edad Hombres Mujeres

0-3 años (60,9 x peso) - 54 (61 x peso) - 51

3-10 años (22,7 x peso) + 495 (22,5 x peso) + 499


Requerimiento Calórico Total: Para lograr estos objetivos, una nutrición adecuada debe
cubrir los requisitos que resumen las leyes de alimentación. Estas son los siguientes:
10-18 años (17,5 x peso) + 651 (12,2 x peso) + 746

1) Primera ley o ley de la cantidad: la cantidad de alimentos debe ser suficiente para
18-30 años (15,3 x peso) + 679 (14,7 x peso) + 496
satisfacer las necesidades energéticas del individuo y mantener su equilibrio.
Desarrollaremos este punto extensamente al referirnos al balance calórico.
30-60 años (11,6 x peso) + 879 (8,7 x peso) + 829
2) Segunda ley o ley de la calidad: el régimen alimentario debe ser completo para
ofrecer al organismo, que es una unidad indivisible, todas las sustancias que lo integran,
Más de 60
llamadas años
nutrientes (13,5 x peso) + 487
básicos o esenciales. (10,5 x peso) + 596

Proteínas: realizan una función plástica, o sea el aporte de elementos necesarios para la
producción de tejidos en crecimiento, y reproducción de tejidos gastados. En el plasma,
realizan funciones de transporte, formación de anticuerpos y coagulación sanguínea.
Participan también en la síntesis de enzimas, hormonas, neurotransmisores, etc. Las
proteínas ingeridas en exceso no se almacenan como tales en el organismo,
transformándose en carbohidratos (constituyendo una fuente alternativa de energía) o en
grasas.
Carbohidratos: proveen fundamentalmente energía para reponer el gasto permanente
que se produce para el mantenimiento de las funciones orgánicas. La reserva de H de C,
se encuentra en el hígado y tejido muscular en forma de glucógeno, el cual es poco
abundante y se gasta rápidamente en el ayuno o actividad física intensa. Por lo tanto, es
de particular importancia en el deportista el aporte de este nutriente, para evitar
hipoglicemia, o la utilización de proteínas endógenas como fuente de energía.
Lípidos o grasas: constituyen otra fuente energética de calorías concentradas,
alternativas a los H de C. y a diferencia de ésta, se almacenan en el organismo en mucha
mayor cantidad. Cumplen también funciones de sostén. Su exceso produce obesidad.
Son sustancias precursoras de elementos tales como prostaglandinas, hormonas
esteroides, suprarrenales y hormonas sexuales, vitamina D, etc. Algunas cumplen
funciones estructurales muy importantes como constituyentes, por ejemplo, de la
membrana celular.
Vitaminas: son elementos importantes en la regulación del metabolismo de los nutrientes
energéticos y estructurales; interactúan en diversas funciones bioquímicas, se encuentran
ligadas al metabolismo hormonal. Como consecuencia, la acción de las vitaminas se
ejerce en todo momento y se expande a todas y cada una de las células del organismo,
en cualquiera de sus diversas estructuras macromoleculares.
Minerales: también indispensables para el funcionamiento celular y el metabolismo en
general.
Agua: representa alrededor del 50% del peso corporal. La mayor parte de las reacciones
bioquímicas del organismo se realizan en medio acuoso, y en muchas de ellas, el agua
participa en forma activa.
3) Tercera ley o ley de la armonía: Las cantidades de los diversos nutrientes que
integran la alimentación deben guardar una relación de una determinada proporción entre
sí.
4) Cuarta ley o ley de la adecuación: Es quizá la más importante a tener en cuento para
la realización de una dieta, porque es la que contempla al individuo en su conjunto,
adecuando la alimentación a sus gustos, hábitos, tendencias, su situación
socioeconómica y cultural, su realidad laboral, actividad física, edad, sexo, etc. No
debemos dejar de tener en cuenta, entre los requerimientos nutricionales, las necesidades
básicas emocionales del individuo, elemento de importancia vital en el niño, que
comprende no sólo con qué se lo alimenta, sino cómo se lo hace. Ello incluye entre los
“alimentos” la necesidad de ser amado, respetado y comprendido: la de afecto y
componía, autonomía y ejercicio de la iniciativa, comunicación, etc. La insatisfacción de
las mismas puede originar enfermedad y, sobre todo en el niño, alteraciones de su
crecimiento y desarrollo y frustraciones de grado variable que deterioren su rendimiento y
creatividad. En lo específico de la nutrición, pueden acarrear serios disturbios de la
conducta alimentaria como bulimia y anorexia nerviosa, de difícil tratamiento, y con graves
consecuencias para la salud física y psíquica.

2.2 La alimentación durante el embarazo y la lactancia


Características:
La mujer embarazada sufre una serie de cambios anatómicos y estructurales para permitir
el desarrollo y crecimiento del feto.
1. Cambios en los genitales: Los cambios que se producen en estos órganos están
regulados por hormonas esteroideas (estrógenos y progesterona). Aumenta la
vascularización en la zona bulbar y vaginal para que se tornen más elásticas. El útero
también se vasculariza y aumenta de peso desde unos 70 g hasta 1000 g. Las células
musculares del útero sufren una hipertrofia y se acumula tejido fibroso y fibras elásticas.
De esta forma, la capacidad del útero también aumenta en las últimas semanas de
gestación desde 10 mL hasta unos 5000 mL. Al principio de la gestación, aparece en el
ovario el cuerpo lúteo gestacional -con el objeto de mantener la gestación-, aunque más
adelante es la placenta la que desarrolla dicha función, de forma que el ovario queda
inactivo durante el embarazo.
2. Cambios en las mamas. Se produce un aumento del tejido glandular y las mamas
aumentan de tamaño aumenta la pigmentación de la aureola mamaria y a partir de la
semana 20, se empieza a generar calostro que se acumula en los alveolos mamarios, que
están regulados por las hormonas esteroideas producidas por la placenta y la prolactina.

3. Cambios cardiocirculatorios: Las modificaciones que se producen tienen por


objetivo incrementar el flujo de oxígeno y nutrientes al feto, aumentando el
volumen de sangre (de un 40 a un 55%). Se incrementa el volumen del corazón y la
frecuencia cardiaca. La presión venosa no varía en la mitad superior del cuerpo, mientras
que en la parte inferior -que está por debajo del útero-, aumenta progresivamente con el
avance del embarazo, debido a la presión que ejerce el útero sobe la cava inferior, que
propiciará la formación de edemas y varices.
4. Cambios en la sangre: Aumenta el volumen de sangre y disminuye el hematocrito. El
aumento de la volemia favorece la perfusión sanguínea de la placenta. Durante el
embarazo, se incrementan los requerimientos de hierro. En la mayoría de ocasiones se
necesita suplementar con hierro la dieta de la gestante. También aumenta en sangre la
concentración de los factores pro coagulantes, que tendrán un efecto beneficioso durante
el parto.
5. Cambios respiratorios: Aumenta el volumen de la corriente respiratoria, ayudando a
mantener los niveles de saturación de oxígeno en condiciones óptimas, para favorecer así́
la transferencia de oxigeno entre la madre y el feto.
6. Cambios digestivos: Disminuye la motilidad intestinal y el tono muscular del esófago
por la acción de la progesterona. En consecuencia, durante la gestación puede aparecer
reflujo gastroesofágico y estreñimiento gestacional.
7. Cambios en el sistema urinario: Debido a la actividad de diferentes hormonas como
la progesterona, se dilatan los uréteres y la pelvis renal. Aumenta el flujo plasmático en
los riñones y se incrementa el filtrado renal en un 50%, facilitando la eliminación de los
desechos de la madre y el feto.
8. Cambios hormonales: Aumenta el nivel de prolactina, se bloquea la producción de la
hormona estimulante del folículo (FSH) y la latinizante (LH). También se incrementa la
concentración de cortisol y aldosterona en plasma y se produce un aumento de las células
beta de los islotes de Langerhans, con la consiguiente elevación de los niveles de
insulina. A partir de la semana 20 de embarazo, también aumenta el glucagón.
9. Otras características de la gestante: - Aumenta la sed y el hambre.
- Se ganan habitualmente entre 10 y 12,5 kg, repartidos entre el feto, la placenta y el
líquido amniótico. Un aumento de peso mayor puede acarrear graves consecuencias para
la madre y el feto.
- Aumenta el metabolismo basal, puede alterarse la tolerancia a la glucosa y manifestarse
diabetes gestacional.
- Se incrementa la utilización de nutrientes, favoreciéndose la absorción de los mismos.
- Aparecen vómitos y nauseas debido a los cambios metabólicos.
- Se producen cambios en las preferencias de los alimentos antojos, pues varia el sentido
del gusto y olfato. Hay que procurar que estos cambios permitan llevar a cabo una
alimentación equilibrada y variada.
2.3 Alimentación del escolar y adolescente
La adolescencia, que comienza tras la niñez y finaliza en la edad adulta, es una etapa de
tránsito en la vida de cada individuo, durante la que se completa el desarrollo del
organismo. Es un periodo en el que acontecen importantes cambios en todo ser humano.
El crecimiento relativamente uniforme que tiene lugar en la infancia, se altera de forma
repentina, debido al aumento que experimenta la velocidad de crecimiento. En este
periodo aparece la pubertad, que supone el proceso madurativo del eje hipotálamo-
hipófisis–gonadal, que condiciona el crecimiento y desarrollo de los órganos genitales y,
concomitantemente, los cambios físicos y psicológicos que conducen a la vida adulta y a
la adquisición de la capacidad de reproducción. La pubertad es el evento madurativo
central y característico de esta etapa y marca su inicio. El momento de finalización de la
adolescencia es más difícil de precisar y puede variar según las circunstancias sociales,
personales y familiares. En general, se considera que la adolescencia se limita
cronológicamente entre los 9-10 años y los 18- 20 años.
Etimológicamente, el término adolescencia procede del vocablo latino adolescere, que
significa “cambio”. Los cambios que se producen durante la pubertad y adolescencia
afectan básicamente a los siguientes niveles:
- Físico y fisiológico: la pubertad supone un gran cambio biológico. Se produce una
aceleración en el aumento de la talla y del peso, modificación importante de la
composición corporal, así como el desarrollo y maduración de los caracteres sexuales:
adrenarquia o aparición de vello sexual y axilar, en ambos sexos; telarquia o desarrollo
mamario (crecimiento testicular en los varones) y menarquia o aparición de la
menstruación en la mujer (eyaculación en los varones).
- Psicosocial: la adolescencia se caracteriza por ser una fase dominada por el
egocentrismo, el conflicto interior y la rebeldía permanente hacia todo lo que suponen
normas establecidas.
Por estilo de vida se entiende el conjunto de patrones de conducta que caracterizan la
manera general de vivir de un individuo o grupo. En una misma sociedad hay diferentes
estilos de vida saludables en función de la concepción de salud que exista; por esta razón
la definición de un estilo de vida saludable es relativa. Un estilo de vida es saludable si, en
su conjunto, ayuda a añadir años a la vida y vida a los años, y hace menos probable la
aparición de enfermedades e incapacidades. No obstante, resulta más difícil valorar si una
conducta es o no saludable, que el tratar un estilo de vida en su conjunto por diversas
conductas, y aunque el estilo de vida sea saludable desde el punto de vista global, podría
contener aspectos no del todo saludables.
Los factores que determinan los estilos de vida son:
- Las características individuales, genéticas o adquiridas (personalidad, intereses,
educación recibida, etc.).
- Las características del entorno microsocial en que se desenvuelve el individuo: vivienda,
familia, amigos, vecinos, ambiente laboral o estudiantil, grupos de adscripción voluntaria,
etc.
- Los factores macrosociales que, a su vez, moldean decisivamente los anteriores: el
sistema social, la cultura imperante en la sociedad, la influencia de los grupos económicos
y otros grupos de presión, los medios de comunicación, las instituciones oficiales, etc.
- El medio físico geográfico, que influye en las condiciones de vida imperantes en la
sociedad y, a su vez, sufre modificaciones por la acción humana.

Alimentación es el acto de dar o recibir alimentos, sea por vía fisiológica (oral) o por vías
alternativas (enteral, parenteral, etc.) Otra definición podría ser la alimentación como
necesidad fisiológica esencial para la vida que tiene una importante dimensión social y
cultural, que está vinculada por un lado a saciar el hambre (para vivir) y por otro al buen
gusto, y la combinación de ambos factores puede llegar a generar placer.
Los objetivos de una buena alimentación son:
- Satisfacer las necesidades energéticas propias.
- El mantenimiento y crecimiento de las propias estructuras corporales.
- La regulación de los procesos vitales para un buen funcionamiento del organismo

2.4 Alimentación del adulto mayor

Alimentación || De la persona mayor


No existen unas normas dietéticas que sirvan para todas las personas mayoras, la dieta
debe ajustarse a las necesidades particulares de cada individuo. Sin embargo, se
conocen una serie de recomendaciones generales que permiten cubrir las necesidades de
energía y nutrientes, adecuadas para el organismo, con el fin de promocionar una buena
calidad de vida.
La dieta en las personas mayores es diferente a la del adulto, debido a una serie de
condicionantes que obligan a personalizar la misma en cuanto a cualidades y cantidades.

Principales condicionantes

Un gran número de personas mayores tienen problemas de motilidad del tracto digestivo:
dificultades para tragar, producción de gran cantidad de gases, y en ellos es frecuente el
estreñimiento. Disminuyen las secreciones del estómago y, por tanto, es menor la acidez,
lo que lentifica la digestión gástrica.

Problemas de la dentición, así como disminución de la salivación, condicionan una boca


seca que obliga a modificar el tipo de alimentación para que puedan deglutir más
fácilmente. Otros frecuentes condicionantes guardan relación con la disminución de la
agudeza visual, del gusto y del olfato.

La disminución de ingresos monetarios origina una alteración en la adquisición de


alimentos, tanto en calidad como en cantidad. Las incapacidades físicas para cocinar son
también un importante factor a considerar en la alimentación de este grupo de personas.

Todo ello hace que la alimentación no sea lo variada y equilibrada que debiera.

Problemas de salud

Problemas psicológicos como el aislamiento social y la depresión favorecen la


disminución del apetito.

Problemas orgánicos: hipertensión, cardiopatías, diabetes, reumatismos, hepatopatías,


nefropatías, cáncer, etc. o, en ocasiones un conjunto de pequeños problemas, producen
desequilibrios alimentarios.

Los medicamentos utilizados para el tratamiento de las mencionadas enfermedades


originan con relativa frecuencia problemas gastrointestinales, además de interferir en
ocasiones con la absorción de vitaminas, minerales u otros importantes componentes de
los alimentos.

Alimentos recomendados

Las principales características y cantidades recomendadas de los alimentos son:

Leche y derivados: Contienen proteínas de alta calidad y calcio. Conviene controlar los
lácteos ricos en grasa y los quesos por su riqueza en sal aportan, además, agua
cantidades recomendadas: 2 vasos de leche o 500 mL diarios, o equivalentes.
Carnes: Son ricas en proteínas y hierro carnes magras: pollo o pavo sin piel, ternera,
solomillo, cerdo: solomillo y lomo, conejo pescados pobres en grasa evitar embutidos
grasos y elegir los pobres en sal. Vísceras, solo es recomendable el hígado por su riqueza
en hierro (máximo 1 ración cada 1-2 semanas) cantidades recomendadas: menos de 6
veces a la semana (120-130 g, ración).

Verduras, hortalizas: Es conveniente incluir en las ensaladas tomate y zanahoria por su


riqueza en vitamina A. Cantidades recomendadas: por lo menos una ensalada al día.

Frutas: Fruta fresca, en macedonia y zumos sin azúcar, o también en comporta o asadas
Cantidades recomendadas : 2-3 frutas al día, al menos una rica en vitamina C (cítricos,
fresa, kiwi, melón).

Cereales: Son recomendables, los integrales Cantidades recomendadas: aportes


medianos en las principales comidas.

Frutos secos: Por su riqueza en grasa y fibra pueden ser de difícil digestión
Cantidades recomendadas: ocasional.

Azúcares y semejantes: Aportan calorías vacías. Cantidades recomendadas: según


cada individuo.

Aceites: Preferentemente el aceite de oliva. Cantidades recomendadas, unas 2-3


cucharadas al día.

Alcohol: Principalmente como vino tinto cantidades recomendadas: si está


acostumbrado, 1-2 vasitos al día.

Preparación de los alimentos

En quienes tienen dificultades para la masticación, la trituración es el mejor método de


preparar los alimentos. La carne se puede triturar en casa o sustituirla por carne picada,
hamburguesas, albóndigas, etc. También se pueden triturar las verduras o darlas como
zumos (p.e., tomate, zanahoria, etc.). Algunas frutas se preparan en forma de compota o
de zumos.

Las mejores formas de guisar los alimentos son: al horno, a la plancha o hervidos.
Conviene evitar los fritos ya que producen sensación de plenitud y frecuentemente se
digieren con dificultad.

A veces hay que recurrir a mezclar los alimentos en forma de puré para facilitar la
deglución y conseguir una dieta equilibrada nutricionalmente. En ocasiones interesa
enriquecer los purés con derivados de leche (queso, bechamel, etc.)

Características generales de la dieta:


Las principales características y recomendaciones consisten en orientar una dieta
a) Individualizada, equilibrada, variada
b) Comidas fáciles de preparar, apetecibles, de fácil masticación y digestión.
c) Comer de todo, pero no en grandes cantidades. Conviene aumentar el número de
comidas realizadas diariamente
d) Líquidos en abundante cantidad, preferentemente fuera de las comidas
e) Conviene consumir alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales.
f) Es importante el consumo de lácteos (leche, quesos, yogures, etc.).
g) Consumir alimentos de origen animal (carnes).
h) Favorecer la ingesta de alimentos ricos en grasas insaturadas como los aceites
vegetales (oliva) y los pescados.
i) Es aconsejable limitar el alcohol (1-2 vasitos de vino tinto al día)
j) Consumir ocasionalmente, y en pequeñas cantidades, algunos alimentos: dulces,
repostería, bebidas azucaradas
k) Consumo de sal, menos de 2 gramos al día.

Aspectos básicos de la alimentación de las personas mayores

Son los que a continuación se mencionan y para ello la alimentación, debe


a) Tener un contenido energético de 1900 - 2100 kcal. al día.
b) Existir un equilibrio entre proteínas, grasas e hidratos de carbono.
c) Contener suficiente aporte de vitaminas y de calcio.
d) Aportar suficiente cantidad de líquidos y de fibra
e) La persona mayor debe exponerse al sol, ya que favorece la formación de vitamina D,
necesaria para la utilización del calcio de la dieta.

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