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Provincia Franciscana de los Ss. Francisco y Santiago.

Juniorado Franciscano San Diego de Alcalá.

Fr. Jesús Emmanuel Farías Rodríguez OFM.

Teología de la vida consagrada


(Ad usum alumnorum)

Tlajomulco de Zúñiga, 2020


INTRODUCCIÓN
La vida consagrada por la profesión de los consejos evangélicos es una forma estable de
vivir en la cual los fieles, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo,
se dedican totalmente a Dios como a su amor supremo, para que entregados por un nuevo
y peculiar título a su gloria, a la edificación de la Iglesia y a la salvación del mundo,
consigan la perfección de la caridad en el servicio del Reino de Dios y, convertidos en signo
preclaro en la Iglesia, preanuncien la gloria celestial. (CIC. 573 § 1.)

Cualquiera al leer estas palabras de Código de Derecho Canónico, se dará cuenta que para
nosotros cristianos la separación de la vida consagrada de la propia existencia de Cristo es
una mera ilusión y una consagración a él fuera de la Iglesia es una mera falacia.

Sin embargo la idea de consagración no es propia de la Iglesia Católica. Esta aparece en


diversas culturas y religiones, por lo tanto tratar de hacer un análisis de lo que significa la
vida consagrada sin tomar en cuentas a las otras culturas y religiones nos hará tener una
vista un tanto miope sobre el tema.

No por esto se perderá de vista nuestro principal y verdadero objetivo, que es seguir a
Cristo pobre y crucificado.
PRIMERA PARTE: EVOCLUCIÓN HISTÓRICA.

CAPÍTULO I.- FUNDAMENTO ANTROPOLÓGICO DE LA


CONSAGRACIÓN

Sin duda alguna un aspecto fundamental en la consagración es el sentido de pertenencia.


Gracias a éste, en mucho más fácil hablar de ella, debido a que es más sencillo defender o
dedicar su vida a algo, cuando realmente se siente un compromiso con ello.

“El comportamiento de los animales en determinadas situaciones se demuestra fijado por


completo o en buena medida de una forma propia de la especie independientemente de
la experiencia; y ello sin duda en favor del individuo, de su grupo y de su potencial
genético.” (HAEFFNER, 1986:24- Herder)

Aunque la idea de la consagración no pertenece únicamente al ámbito de lo religioso, ya


que la materia lo requiere nos centraremos de manera especial en ella.

Según algunas corrientes pareciera que existe en nosotros algunos fundamentos a priori
que de alguna manera nos condicionan en nuestro comportamiento y nuestra forma de
actuar. Muestra de ello es lo que Lévi- Strauss nos muestra en su obra: “El conjunto de las
costumbres de un pueblo está siempre marcado por un estilo; forma sistemas. Estoy
persuadido de que estos sistemas existen en un número limitado y que las sociedades
humanas, igual que los individuos en sus juegos, sueños o delirios, no se crean de una
manera absolutamente nueva, sino que se limitan a escoger unas determinadas
combinaciones de un repertorio ideal que se podría reconstruir.” 1

¿Qué nos quiere decir todo esto? Desde este punto de vista anti evolucionista y por
consiguiente un tanto determinista, pareciera que los seres humanos están condicionados
a repetir esquemas y comportamientos, independientemente de la cultura.

1
DUCH, L. Antropología de la religión¸ Herder, Barcelona, 2001, 50
De alguna manera el fundamento antropológico de la consagración, va de la mano con el
fundamento litúrgico-sacramental, ya que aunque no exclusivamente, la consagración se
da dentro de esto.

Y es que el ámbito litúrgico-sacramental ha estado presente en la humanidad desde sus


orígenes, pues se tiene registro del primer lugar de culto de la humanidad hasta ahora
descubierto, datado del Periodo calcolítico, aproximadamente 10,000 años antes de
Cristo.

Una clave para la interpretación y ejecución de la consagración, con los elementos


lingüísticos- simbólicos, ya que en toda consagración existe algún tipo de lenguaje o de
símbolos que ayudan a comprender y concretar la acción.

Y esto es así porque esta se da en el ámbito puro de los hombres, y ellos necesitan el estos
signos y símbolos para una mejor comprensión de los eventos. En el caso que la
consagración se de ya no solo en el ámbito intra-hominus y de el salto al divino, pareciera
que en general la idea de la divinidad respeta el lenguaje usado en el tiempo de los
hombres.

En el ideario colectivo, la divinidad aparece como algo que a sobremanera va más allá de
nosotros y de nuestros límites, para poder entablar entonces una comunicación entre
ambas partes, Dios escoge utilizar nuestro lenguaje.

Pero sabemos por experiencia propia que nuestro lenguaje es limitado, y que muchas
veces ante un fenómeno y una experiencia no somos capaces de expresarlo con las
palabras adecuadas. Pareciera que tenemos algunas limitantes en el momento de
expresar la intensidad con la que vivimos o vemos las cosas. Ante esto nos encontramos
con la necesidad de expresarnos mediante símbolos y signos.

EL HOMBRE, SER DEL LENGUAJE


Que el ser humano es un ser del lenguaje no cabe duda, ya que cuenta no solo con la
comunicación verbal sino también con la no verbal, como gestos corporales, silencios,
música etc.

SENTIDO DE CONSAGRACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO


Para poder dar cuenta de lo que significa la consagración, tendremos no solo que ser
conscientes de lo que ella significa en el mundo cristiano, sino recurrir a la concepción del
mundo hebreo que es en donde hundimos nuestras raíces en la fe.

Rastreando este concepto nos remontamos al libro del Génesis, a la historia de los
primeros padres, encontramos en ella si bien no propiamente la palabra consagración, si
la encontramos de manera implícita:

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