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Características
A pesar de que la acción de nulidad absoluta de los contratos sólo puede ser
intentada, en principio, por las personas señaladas en la ley, cuando se ejerce
una acción popular estará legitimada “cualquier persona” o podrá el juez
declararla de oficio, cuando esa decisión sea necesaria para proteger los
derechos colectivos, siempre y cuando en este último evento se cumplan las
condiciones previstas en el artículo 87 del C.C.A. Considera la Sala que esa
legitimación universal en las acciones populares se justifica porque el objeto
directo de la pretensión de nulidad absoluta no está referida al contrato mismo
sino a la protección del derecho colectivo vulnerado o amenazado con aquél y
además, porque en estas acciones no se trata de un conflicto litigioso entre partes
que defienden derechos subjetivos. Adicionalmente, la acción popular está
prevista en la Constitución para la protección de los derechos e intereses
colectivos, por lo cual procede de manera preferente a pesar de la existencia de
otros medios de defensa judicial que puedan asegurar idéntico fin, es decir, no es
esta una acción supletiva como sí lo es la tutela. Además, la eficacia de dicha
acción es mayor frente a las acciones ordinarias, por estar sometida a un trámite
preferencial (art. 6 ley 472 de 1998) y más breve, por lo cual asegura en mejor
medida la protección de tales derechos, que por lo regular demandan acciones
urgentes. Nota de Relatoría: Ver sentencia C-215/99 de la Corte Constitucional y
sentencias del 17 de junio de 2001, Exp. AP-166; del 24 de agosto de 2001, Exp.
AP-100 y del 19 de julio de 2002, Exp. AP-098 del Consejo de Estado.
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
Bogotá, D.C, treinta y uno (31) de octubre de dos mil dos (2002)
ANTECEDENTES
1. La petición.
pretensiones:
“a. Que se busque la terminación del contrato de comercialización
exclusiva del Aguardiente Galeras y el Anisado Nariño, entregado al
consorcio Galeras.
2. Hechos.
c. En el contrato se pactó una bonificación del 17% a favor del contratista, que a
mínima de licores, “lo que no solamente hace que la empresa esté totalmente
subutilizada, ya que tan sólo se ocupa en un 20% de su potencial sino que con las
esfuerzo”.
e. A pesar de que existen fundamentos legales para la suspensión del “plazo del
3. Medida provisional
Procurador Delegado ante esa Corporación, por considerar que dicho contrato
4. Respuestas a la demanda
4.1. La Empresa Licorera de Nariño se opuso a las pretensiones de la demanda.
contado de los productos. “Lo que no es correcto es que sea la Empresa Licorera
Agrega que no existe ninguna conexidad entre los hechos narrados y los
desconocen varias decisiones que ya se han tomado por parte de todas las
autoridades que han tenido conocimiento de los hechos sobre el contrato con el
persona jurídica de derecho público que nada tiene que ver con la persona que
ilegalidad del contrato estatal que se refiere a la demanda, lo cual se debe tramitar
ambiente, o derechos de la tercera generación, que son los únicos que pueden
crear otro tipo de derechos, menos aún que un ciudadano se atreva a categorizar
4.3. El apoderado del consorcio manifestó que en el contrato que celebró con la
aprecia, ni está probado, que la finalidad del representante de la entidad haya sido
funcionaria que celebró el contrato, pero aclaró que como dicho proceso aún no
ser intentadas a través de una acción de nulidad, por quien esté legitimado, pero
que en todo caso debe observarse lo previsto en el artículo 48 de la ley 80 de
ejecutadas del contrato nulo por objeto o causa ilícito, siempre que la entidad se
haya beneficiado.
público y no tiene solamente por fin obtener el incentivo económico de que trata el
consorcio Galeras.
es inmoral y reprochable”.
principios que inspiran y permean la función pública, cuales son, estar al servicio
sólo se aleja de los principios que integran la moralidad administrativa sino que los
“los productos de las operaciones que realizaba Liconar forman parte del
6. Fundamentos de la impugnación
6.1 El consorcio Galeras solicita que se revoque el fallo impugnado y en su lugar
los siguientes:
de una acción popular. “Los llamados privilegios para el consorcio Galeras ni son
administrativa, sin que existiera prueba de ello. “Si estipular beneficios para el
contratista, dentro del marco de pliego de condiciones, que hay que aceptarlo en
cuestionada (rompimiento del equilibrio negocial, etc.), se la maneja por fuera del
diferente el patrimonio público”, el cual está integrado por los bienes de que tratan
e. “El proceso registra una investigación procesal de vía única”. A pesar de que el
“Cómo no concluir entonces que el a quo transitó por una vía única”.
consorcio, los cuales “le permitieron producir el licor y atender el pago de los
la ley”.
modificación del ordinal segundo de la sentencia para que se ordene reintegrar los
ellas para cumplir con sus fines legales es recuperar la bonificación que recibió el
en los artículos 39 y 40 de la ley 472 de 1998 de donde se puede colegir que los
valores o dineros que se recuperen fruto de la acción van para la entidad afectada
popular la vía procesal adecuada para perseguir esa finalidad. Pero aún en el
evento de considerar que la acción interpuesta es procedente para lograr el fin
En criterio del agente del Ministerio Público, “el Tribunal no explica por qué debe
para una de las partes o que sean favorables a una de éstas pero no por ello debe
patrimonio público, a los titulares del mismo derecho. Por otra parte, no se
consorcio una bonificación equivalente al 17% de las unidades que éste adquiera
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Las pretensiones del actor están dirigidas a que se declare la terminación del
Nariño y el consorcio Galeras, por considerar que dicho contrato vulnera los
incentivo.
patrimonio público.
1. En relación con el derecho colectivo a la moralidad administrativa se destaca
(art. 1), la moralidad tiene una textura abierta, en cuanto de ella pueden darse
subjetiva de quien califica la actuación sino que debe referirse a la finalidad que
circunscribe al fuero interno de los servidores públicos sino que abarca toda la
quienes manejan los recursos de la comunidad y que no puede ser otro que el de
que al igual que en las reglas permita la utilización del método silogístico. Por eso,
1
Sentencia C-046 de 1994.
2
Ha dicho la Corte Constitucional que los delitos contra la administración pública y
particularmente el cohecho, tienen como “sustrato un valor moral y ético en cuanto persiguen
una finalidad útil a la comunidad, como es la de combatir los fenómenos de corrupción
asociados a las acciones que ponen precio a la función pública, es decir, la venta concluída
entre un particular y un servidor público de un acto u omisión perteneciente al haz de funciones
o competencias que en desarrollo de aquélla le han sido asignadas y para los cuales el
ordenamiento jurídico no autoriza una contraprestación”. Sentencia C-709 de 1996.
se ha propuesto como fórmula para mantener la eficacia sin sacrificar por otra
casos concretos:
3
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 16 de febrero de 2001, exp: AP-170.
Así las cosas, para respetar el principio de la separación y colaboración
armónica de los órganos del Estado, un ejemplo en el que es
indispensable diferenciar el tipo de decisión que está llamada a llenar el
contenido de los conceptos de moralidad administrativa y defensa del
patrimonio público, es la definición del esquema gerencial con el que se
va administrar una empresa pública. En efecto, las alternativas de
gestión para mejorar la eficiencia de una empresa corresponde a una
conducta administrativa que, por regla general, es ajena al juez” 4.
una determinada actuación administrativa debe ser realizado por el juez en cada
políticamente escogida, por lo que podría decirse que el juez asume un control de
entre otros”6.
4
Sentencia de la Sección Quinta del 24 de agosto de 2001, AP-100.
5
Sentencia AP-100 ya citada. La Sala Plena del Consejo de Estado, a propósito de una controversia
de carácter contractual expresó que “las razones de índole moral que pueden predicarse con respecto
al régimen jurídico de la contratación administrativa sólo pueden tener cabida y aplicación en el
derecho en la medida en que el legislador las haya elevado a la categoría de normas legales, tal
como acontece, precisamente, en el caso de las inhabilidades e incompatibilidades para contratar...”.
Sentencia del 10 de noviembre de 1993 (Exp. No. S-216).
6
Sentencia, Sección Tercera, del 17 de junio de 2001, exp: Ap- 166.
Aunque el derecho o interés colectivo a la moralidad administrativa no se encuentra definido en la
ley 472 de 1998, en los antecedentes de la ley al precisar como derecho colectivo “la moralidad
administrativa y la prevención de cualquier práctica corrupta por parte de los servidores públicos”,
se dio la siguiente definición: “Se entenderá por moralidad, administrativa el derecho que tiene la
comunidad a que el patrimonio público sea manejado de acuerdo a la legislación vigente, con la
diligencia y cuidados propios de un buen funcionario” (Cfr. Gaceta del Congreso No. 277 de
septiembre 5 de 1995, pág. 1).
Sobre este aspecto, en la sentencia de la Sección Cuarta del 20 de abril de 2000, exp: AP-52, se
dijo que “la moralidad administrativa persigue, entre otros objetivos, el manejo adecuado del erario
En síntesis, con apoyo en la doctrina, la jurisprudencia de la Corporación ha ido
puede ser defendido por cualquier persona, del cual se destacan estas
63 y 101 C.P.), sino que “por patrimonio público debe entenderse la totalidad de
protección busca que los recursos del Estado sean administrados de manera
público y en general que los funcionarios públicos asuman un comportamiento ético frente al
mismo, pues los servidores públicos pueden incurrir en conductas que la generalidad tacharía de
inmorales, o en otras que podrían ser sancionadas disciplinaria o penalmente”.
7
Sentencia de la Sección Cuarta del 31 de mayo de 2002, exp: 25000-23-24-000-1999-9001-01.
imparcialidad y publicidad8. Esto significa que con los contratos también pueden
públicos.
2. Con la celebración de los contratos estatales, los funcionarios deben buscar “el
ley 80 de 1993).
El particular que contrata con el Estado si bien tiene legítimo derecho a obtener un
fines estatales y que además debe cumplir una función social, la cual implica
obligaciones (ibídem).
fines que deben inspirarla, entre ellos, el interés general, se incurre en desviación
de poder, que es causal de nulidad absoluta de los contratos (ordinal 3 del art. 44
administración pública puedan ser objeto del examen de legalidad a través del
8
A este respecto, ver sentencia de la Corte Constitucional C-449 de 1992.
inversión de los dineros públicos y como esta acción busca la protección de
derechos colectivos que pueden resultar afectados por las actuaciones de los
servidores públicos, se impone concluir que por la vía de la acción popular puede
ser posible revisar la legalidad de un contrato estatal cuando éste pone en peligro
En este sentido, el art. 40 de la ley 472 de 1998 indica que “para los fines de este
por ser “cabal desarrollo de la Carta Política, pues la prevalencia del interés
general (art. 1º.); la proclamación de un orden justo (art. 2º.) y la vigencia de los
ser cuestionados ante el juez de la acción popular a pesar de que los mismos
realiza en los sistemas del Common Law entre: a) decisum o parte resolutiva de la
general, más allá de las particularidades irrelevantes del caso, del principio, regla
pasar, es decir, “toda aquella reflexión adelantada por el juez al motivar su fallo,
pero que no es necesaria a la decisión, por lo cual son opiniones más o menos
distinguir estos aspectos en una decisión judicial y señaló los efectos que produce
cada uno de ellos, así: a) la parte resolutiva o decisum hace tránsito a cosa
decidendi tiene efectos vinculantes por constituir la cosa juzgada implícita, y c) los
obiter dicta sólo tienen fuerza persuasiva pero no obligatoria. En relación con los
“El anterior análisis justifica no sólo por qué únicamente la ratio decidendi
es vinculante como precedente sino que además lleva a una conclusión
ineludible: el juez que decide el caso no puede caprichosamente atribuir
el papel de ratio decidendi a cualquier principio o regla sino que
únicamente tienen tal carácter aquellas consideraciones normativas que
sean realmente la razón necesaria para decidir el asunto. Esto es obvio,
pues si se permite que el propio juez, al resolver un caso de una manera,
invoque como ratio decidendi cualquier principio, entonces desaparecen
la virtud pasiva de la jurisdicción y la propia distinción entre opiniones
incidentales y razones para decidir” (subrayas fuera del texto).
obiter dicta había sido señalado antes por esa Corporación al declarar la
9
Sentencia C-131 de 1993..
De igual manera, al declarar la exequibilidad del artículo 48 del proyecto de la ley
ideas, el juez de la acción popular es quien tiene competencia para definir los
eventos en los cuales para protección del derecho o interés colectivo hay lugar a
entre otras causales, de los contratos que se celebren contra expresa prohibición
contratos por tales razones ya estaba prevista en las normas de derecho común,
10
Sentencia C-037 de 1996
ya que el artículo 1518 del C. C. señala que los hechos moralmente imposibles
por estar prohibidos por las leyes, ser contrarios a las buenas costumbres o al
Así mismo, el artículo 1742 ibídem, subrogado por el art. 2º de la ley 50 de 1936,
facultaba al Ministerio Público para pedir la nulidad absoluta del contrato “en
11
Para Georges Ripert "Por mucho que los redactores del Código Civil francés hayan deseado
separar el dominio del derecho del de la moral, no han logrado eliminar completamente la
necesaria apelación a las buenas costumbres. Si el artículo 6o. del Código Civil puede explicarse
como una simple aplicación del valor obligatorio de las leyes de orden público en cuanto por ese
precepto la regla moral no se impone al respeto sino después de su consagración legal, los
artículos 900 y 1172 sobre la condición, 1133 sobre la causa, 1387 sobre las convenciones
matrimoniales limitan expresamente el poder contractual por el necesario respeto de las buenas
costumbres. En virtud de estos textos se confía a los tribunales un derecho de inspección, que
consiste precisamente en asegurar la observancia de la regla moral. El juez, constituido en
guardián de la moral pública, debe censurar las manifestaciones abusivas de las voluntades
individuales".La regla moral en las obligaciones civiles. Bogotá, Ediciones. Gran Colombia, 1946,
pág. 41.
12
BERCAITZ, Miguel Angel. Teoría General de los Contratos Administrativos. Buenos Aires, Ed.
Depalma, 1980. pág. 556.
partes o a sus causahabientes, al Ministerio Público y al tercero que acreditara un
interés directo en el contrato, o bien puede ser declarada de oficio por el juez (art.
“cualquier persona”, además de las partes, el Ministerio Público o bien podía ser
nuevo establece que sólo están legitimados para demandar la nulidad absoluta
del contrato, las partes, el Ministerio Público o cualquier tercero que acredite un
interés directo en el mismo, o podrá ser declarada de oficio por el juez cuando
o sus causahabientes.
la exequibilidad de esta última disposición, por considerar que “no siendo una
sometidas”.
de 1993, que establece que la acción de nulidad absoluta puede ser interpuesta
contrato, la Sala consideró que debía aplicarse esta última disposición por ser
la ley que regula las acciones procedentes para el ejercicio y control de la función
interponerlas, los requisitos que deben cumplirse para tal efecto, así como el
los principios y reglas que rigen los contratos estatales y a pesar de que la
del contrato.14
Sin embargo, a pesar de que la acción de nulidad absoluta de los contratos sólo
puede ser intentada, en principio, por las personas señaladas en la ley, cuando se
ejerce una acción popular estará legitimada “cualquier persona” o podrá el juez
declararla de oficio, cuando esa decisión sea necesaria para proteger los
13
Tres magistrados salvaron su voto frente a esta decisión por considerar que esa limitación
vulneraba el art. 40 numeral 6 de la Constitución que faculta a todo ciudadano para interponer
acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley
14
Auto del 27 de septiembre de 2001, exp: 18.210.
Considera la Sala que esa legitimación universal en las acciones populares se
conflicto litigioso entre partes que defienden derechos subjetivos, tal como lo
Finalmente, hay que observar que estas acciones tienen una estructura
especial que las diferencia de los demás procesos litigiosos, en cuanto
no son en estricto sentido una controversia entre partes que defienden
intereses subjetivos, sino que se trata de un mecanismo de protección
de los derechos colectivos prexistentes radicados para efectos del
reclamo judicial en cabeza de quien actúa a nombre de la sociedad,
pero que igualmente están en cada uno de los miembros que forman la
parte demandante de la acción judicial”15.
puedan asegurar idéntico fin, es decir, no es esta una acción supletiva como sí lo
ordinarias, por estar sometida a un trámite preferencial (art. 6 ley 472 de 1998) y
más breve, por lo cual asegura en mejor medida la protección de tales derechos,
concesión, a través del cual se prestarían los servicios a cargo de esa empresa, la
necesarias para tomar en cuenta los balances y los estados sobre la realidad
de todos los habitantes del municipio de Ibagué”. Ello implicaba y así se ordenó,
que se debían adelantar los estudios pertinentes para definir las prioridades de
municipio.
ser objeto de análisis judicial por medio de la acción popular, como quiera que si
colectivo a la defensa del patrimonio público debe protegerse por vía de esta
peligro ese interés colectivo”. De tal manera, que si el juez advierte la afectación
del patrimonio público, éste tiene facultades preventivas de protección que debe
6.3 En sentencia del 19 de julio de 2002, (exp. AP-098), en la cual se alegó que el
reglas para prestar los servicios allí encomendados, la sección quinta precisó ante
solicitar la nulidad del contrato, que es claro “que pueden concurrir respecto del
Y aclaró que nada impedía que una decisión judicial para proteger un derecho o
interés colectivo afectado, pudiera declarar fuera del mundo jurídico una
acción popular no tiene por objeto la nulidad de los actos o contratos sino la
La sección quinta en esa oportunidad, luego de analizar cada uno de los cargos
cláusula novena) “por ser contraria a valores que tutelan la moral administrativa
de software del Sistema y que, como tal, puede igualmente constituir una
con el artículo 87 del C.C.A., esto es, estaba probada la causal de nulidad parcial
precio del licor, la empresa decidió otorgarle al contratista una bonificación del
financieros de los años 1997, 1998 y 1999 de cada uno de los socios, así como la
declaración de renta del año 1998, con el fin de analizar la capacidad financiera
del contratista, a la cual se le asignó un factor del 20% para la ponderación de las
propuestas, tal como se estableció en el pliego de condiciones (fls. 133-137 anexo
2).
a la capacidad financiera del consorcio proponente el 15% (fl. 52 anexo 2). Por su
las empresas y de las declaraciones de renta, pero que no se contó con los
fue entregado en cuadros, los cuales no estaban certificados por contador público
o revisor fiscal.
equivalente al 81% y por lo tanto, sólo era poseedora del 19% de su activo; para
que se elevó su endeudamiento al 88% del capital y para el año 2000, mantuvo el
representaba el 25% del total de sus activos; para 1999, aunque sin evidentes
2000 contaba con un capital neto de 1.995.626 millones, por lo que podía asumir
impuestos de Pasto manifestó que como la entidad no cuenta con personal idóneo
adelantado por expertos que genere información real” (fls. 384-385 C-1).
para participar y se dijo que sería eliminada la propuesta que acreditara una
atendió la invitación, se asignó a cada una de las firmas del consorcio el máximo
prospera.
“sin ninguna posibilidad a los licoristas del país quienes con su experiencia
siguiente información:
anexo 2).
vigencia a partir de esa fecha, en la cual podían participar “las personas jurídicas
productos, a través del Diario del Sur (fl. 122 anexo No.2).
g) Se cursó invitación por escrito para que presentaran sus ofertas a almacenes la
Jhon Restrepo y Cía. Ltda., Isidoro Medina, Almacén Amorel Ltda., licores Turín,
Allí se dejó consignado que sólo se encontró en la urna la oferta presentada por el
Galeras- firmada por todos los integrantes del comité evaluador que se conformó
para ello, encontró la propuesta ajustada a las exigencias de la invitación (fls. 49-
58 anexo 2).
calculado para que esta firma improvisara contratar (sic) la exclusividad de los
que otras personas atendieran la invitación que les hizo la empresa licorera para
acaba de destacarse.
1. Afirma el actor que el descuento en el precio del licor y la bonificación del 17%
departamento de Nariño, por un lapso de cinco años; se pactó como valor del
acuerdo con las compras mínimas estipuladas en la cláusula cuarta, sin incluir el
contrato una cantidad mínima de 1.960.000 unidades de botellas de 750 c.c., que
la botella de 750 c.c, el cual se incrementaría para los años siguientes de acuerdo
precio sería pagado por el contratista por anticipado, mediante cheques girados a
quinta) .
2. El contrato de comercialización C-095-99 a que se viene haciendo referencia
por tener legitimación para ello, solicitara la declaración de nulidad del contrato de
Dora Lucía Chamorro Unigarro, gerente de la Licorera de Nariño (fls. 46-47 C-7).
del contrato en sí bajo condiciones desfavorables para la entidad estatal” (fls. 18-
29 C-7).
c) Mediante resolución del 24 de mayo de 2000 (fls. 84-101 C-7), la Fiscalía dictó
además de la rebaja en el precio del producto con una bonificación del 17% que
sino, además, asumir en su totalidad los costos de producción de los mismos, así
contra de la señora Dora Lucía Chamorro Unigarro (fls. 102-120 C-7), como
considerar que dicho contrato afectaba intereses públicos que podían menoscabar
C. ppal. 2).
acción popular (art. 25 ley 472 de 1998), el tribunal ordenó la inmediata cesación
c. ppal 2).
de la acción contractual contra la Empresa Licorera de Nariño (fls. 594- 672 C-1),
de los fines que persigue la Empresa Licorera de Nariño. Esto por cuanto los
términos pactados respecto del precio, las unidades mínimas mensuales a que se
las cifras que sustentaron el negocio, se puede obtener un beneficio, así sea
finalidad del contrato cual era de la mejorar los ingresos de la empresa y por lo
licor, el cual debe ser pagado por los productores o introductores, según el caso y
ese pago es requisito para que el producto pueda ser vendido o distribuido (arts.
64 y s.s).
Por su parte, la ley 223 de 1995 con relación al impuesto al consumo establece:
Los sujetos pasivos o responsables del impuesto son “los productores, los
203).
La base gravable está constituida por el precio de venta al detallista (art. 205). Y
por éste se entiende “aquel, que sin incluir el valor del impuesto al consumo, fija el
situada la fábrica.” Ese precio debe reflejar, de acuerdo con las condiciones reales
otras circunstancias similares, el precio de venta al detallista que debe fijar para la
liquidación de los impuestos al consumo será el mayor entre los distintos que
2141 de 1996).
comisión o autoconsumo), tal como se deduce del art. 204 de la ley citada.
contratos de comercialización que celebran las licoreras del país, tal como lo
representan para los distribuidores que las reciben ingresos adicionales a los que
perciben por la venta del licor que compran al productor, toda vez que esas
documentos del expediente (fl. 105 anexo 5), una destinación para la promoción,
y anisado Nariño”, elaborado por la empresa (fl. 105 anexo 5), acerca del precio y
“PRECIO DE VENTA:
Según el Acuerdo 029 de julio 9/99 quien comprare más de 7.000 cajas
(583.333 botellas), el precio de la botella cuesta o sería de $7.470. Hoy
por este valor el Aguardiente es adquirido por los mayoristas. La
empresa considera que si va a existir un tercero (comercializador) que
compre o adquiera más del triple en cantidad de estos productos
(1.860.000) se le otorgará un descuento en el precio de $370.oo por
botella.
Este precio obedece a un análisis de los gastos y costos que soporta la
Empresa (ver propuesta No. 5).
BONIFICACIÓN:
7.000 cajas (583.333 botellas), según se desprende del acuerdo No. 029 de 1999
de la junta directiva (fl. 278). Como este precio era el que más se acercaba a las
compras mínimas que por volumen realizaría el distribuidor de acuerdo con las
análisis de los gastos y costos que soporta la Empresa” (fl. 105 anexo 5).
licorera otorgaría al contratista; ésta última implicaba la cesión a su favor del costo
de los insumos utilizados, dejar de recibir la utilidad por la venta del licor y hacerse
Si el precio que pagaba el distribuidor ($7.100) ya tenía una rebaja de $370, con
Esa rebaja en el precio tendría incidencia en lo sucesivo, toda vez que el precio
de incremento promedio nacional fijado por el Dane, según la cláusula quinta del
contrato.
parágrafo segundo de la cláusula cuarta del contrato era del 17% de las unidades
licorera que rigió hasta el 31 de diciembre de ese año (fl. 165 anexo 2), estableció
que de los $7.100 del precio de la botella de 750 c.c., la participación por el
cuaderno 6).
Advierte la sala que si estos valores no coinciden con el cálculo que se efectuó
con base en los pedidos mínimos que se estipularon en el contrato, ello se debió a
hace alusión.
Para los meses siguientes el precio continuó siendo de $7.100 la botella de 750
c.c., pero las participaciones cambiaron por el acuerdo de la junta directiva 057
anexo 1).
La empresa cedía por consiguiente, entre los meses de enero a noviembre de
Nariño.
En los cuatro años subsiguientes, teniendo en cuenta que la vigencia del contrato
18
Descontando la facturación del mes de diciembre de 1999 (430.000 botellas), la facturación por
los meses restantes del primer año de ejecución del contrato correspondía a 1.530.000 botellas,
sobre las cuales el porcentaje de la bonificación equivalía 260.100 unidades.
para el mes de mayo de 2000 la empresa había vendido al distribuidor 911.396
las ventas el 17% para obtener la bonificación y de multiplicar esta suma por el
valor fijado por la junta directiva como precio base del licor, adicionado al
la empresa.
y que a través de esta acción deben tomarse las medidas adecuadas para
protegerlo.
La empresa licorera siempre adujo atravesar una difícil situación financiera y por
ello decidió buscar mecanismos de mercadeo y ventas, por cuanto los que tenía
conceptuó en oficio del 22 de febrero de 2001 (fl. 220 c. ppal), que de acuerdo con
instalada durante los 4 años de la vigencia del contrato”, por lo cual podía
concluirse que con ese bajo margen de utilización de la capacidad instalada “la
encima del 88%, “pero como las cuotas incluidas en el contrato la obligaban a
De otra parte, señala que como el consorcio no venía haciendo los pedidos de
conformidad con las cantidades pactadas en el primer año del contrato, “pues de
una cantidad pactada de 1.180.000 botellas en el periodo dic/99- junio/00,
cuota mínima se imputarán par el mes siguiente, lo que significa que el consorcio
bonificación por las 333.200 botellas que representan el 17% de las cantidades
pactadas para el primer año (1.960.000 botellas), significa una disminución para
Pero lo que si puede valorar el juez de la acción popular son los efectos de esa
colectivo busca que los recursos del Estado sean administrados de manera
eficiente y responsable.
Repárese que el art. 40 inciso tercero de la ley 80 de 1993 establece como límite
contrato. Sin embargo, no son éstos los únicos factores que cabe considerar, ya
antes, fueron las condiciones que fijó la administración para celebrar el contrato:
19
En la providencia de la sección quinta del 24 de agosto de 2001, expediente AP-100 citado
antes, se señaló: “... para respetar el principio de la separación y colaboración armónica de los
órganos del Estado, un ejemplo en el que es indispensable diferenciar el tipo de decisión que está
llamada a llenar el contenido de los conceptos de moralidad administrativa y defensa del
patrimonio público, es la definición del esquema gerencial con el que se va administrar una
empresa pública. En efecto, las alternativas de gestión para mejorar la eficiencia de una empresa
corresponde a una conducta administrativa que, por regla general, es ajena al juez. De ahí que no
es una facultad de los jueces señalar si el esquema de participación privada es una alternativa de
gestión deseable o conveniente para la Empresa ... pues corresponde a un estudio de
conveniencia político y económico, que, mientras no comprometa la validez normativa de la
decisión, el juez no puede inmiscuirse en la definición de la naturaleza jurídica de la empresa. En
consecuencia, la definición de una alternativa de gestión de una empresa será una decisión
política que no involucra la decisión judicial, mientras no desborde los límites jurídicamente
permitidos”.
Si al momento de celebrar el contrato la empresa desconoció las finalidades que
último proceso.
V. El incentivo
El artículo 39 de la ley 472 de 1998 establece que “El demandante en una acción
popular tendrá derecho a recibir un incentivo que el juez fijará entre diez (10) y
Por su parte, el inciso segundo del artículo 40 de la ley 472 de 1998 establece que
“En las acciones populares que se generen en la violación del derecho colectivo a
recibir el quince por ciento (15%) que recupera la entidad pública en razón a la
acción popular”.
Significa lo anterior que en todos los eventos, salvo cuando la acción proceda por
administrativa.
salarios mínimos legales mensuales vigentes, el cual deberá ser pagados por La
de la ley,
FALLA:
mínimos legales mensuales vigentes, el cual deberá ser pagado por la Empresa
Licorera de Nariño.