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126 | JOSE MARTIN TORRES VEGA* La edificacién del convento de monjas dominicas en Pétzcuaro El objetivo principal de este trabajo es referiry analizar el proceso de edificacién del convento de Santa Maria Inmaculada de la Salud, erigido sobre la fébrica material el hospital de indios, que habia sido cedido por la Republica de Naturales de la ciudad de Patzcuaro en 1743, y a partir de entonces se realizaron varias adaptaciones para dejar el conjunto en condiciones de habitabilidad para las religiosas dominicas, Palabras clave: edificacion, monjas, Pétzcuaro, hospital, Indios (08 conventos de monjas en la Nueva Espafia fueron fundados principalmente a en propiedades urbanas pertenecientes a la Iglesia o a sitios que donaron los benefactores para este fin, En cuanto a la edificacion, muchos conventos se materializaron en terrenos adquiridos ex profeso para ello; sin embargo, " varios fueron primeramente beaterios y después conventos; otros fueron en. sus inicios colegios y més tarde evolucionaron a monasterios, pero el caso del convento de Patzcuaro fue singular En este trabajo se refiere y analiza el proceso de edificacién del convento de Santa Ma- ria Inmaculada de la Salud; la investigaci6n esta fndamentada en fuentes bibliograficas, st6ricos del archivo del antiguo Obispado de Michoacan, asi como trabajo de ‘campo en el conjunto urbano-arquitecténico. Que significa edificacién? El Lético de Alarifes de tos siglos de oro, de Garcia Salinero, esta- Dlece que “Edificar: Vale hazer casas, templos, alodzares, kugares|...."! Para este trabajo, “edificar” consistis en materializar el objeto urbano-arquitecténico, es decir, referir el proceso de cons- ‘ruccién de los diferentes espacios del convento de Nuestra Seftora de la Salud de Pitzcuaro, manuscritos Las posibles influencias en la edificacion de los conventos femeninos novohispanos En la edificacion de cada convento de monjas incidieron diversos factores, que hicieron de cada ™monasterio tn caso especial; mientras que algunos fueron planeados para desplantar sus edlifi- ios con obra material nueva que implicaba sacar los muros desde sus cimientos, hubo otros que * Universidad Michoacana de San Nicos de Hidalgo, 1 Femando Garcia Salinero, Lévico de alavifs de las sgl de re, Madrid, Real Academia Espafola, 1968, p, 103. OIE De MONUIMENTOS HSICRCOS | TERCERA EROCA, NOM 30, ENERO BML 2014 fueron adaptados a una fibrica material preexistente, quiz tomando en cuenta algunos instrumentos e indi caciones, como lo establecido en el Concilio de Trento, en las Instrucciones de la fbrica y del ajuar eclesisticos de Carlos Borromeo, la regia y las constituciones de la ‘comunidad a la que pertenecia, y segtin el casolo orde- nado por el IV Concilio Provincial Mexicano. Coneitio de ‘Trento? (1545-1563) Ciertamente no tiene amplias indicaciones sobre cémo debié ser la fabrica material, pero si observa un televante aspecto urbano, el establecimiento del lugar donde se debia fundar un monasterio, y éste era dentro de la ciudad; si poralgtin motivo se habia establecido alguno fuera del asentamiento humano, ebia reubicarse en sitio poblado, ya fuera en un convento nuevo o en uno viejo. YY por cuanto los monasterios de monjas fundados fuera de poblado, estan espuestns muchas veces por carecer de toda custodia, 4 robos y otros insultos de hombres facinerosos; cuiden los Obispos y otros su- periores, siles pareciere conveniente, de que se tras- laden las monjas desde ellos 4 otros monasterios nue- vos 6 antiguos, que estén dentro de las ciudades, 6 lugares bien poblados; invocando tambien para est, si fuese necesario el ausilio del brazo secular [..]$ _nstrucciones de Carlos Borromeo (1577) ‘Las Instrucciones de la fébrica y del ajuar eclesidsticos de Carlos Borromeo, a decir de Paola Barocchi tu- = Et Sacrosanto y Bournénico Conetio de Trent, trad. al castellano por don Ignacio Lépez de Ayala, con el texto latino corregido se- ‘sin la ed. auténtica de Roma publicada en 1564, Barcelona, Im- prenta de Don Ramén Martin Indi, Calle de la Plater, nim. 53, 1847, Teidem, p. 338. * Carlos Borromeo, Insrucciones deta fbrica y del aay ecesiés ons, 2a. ed, México, sas, 2010, vvieron escasa repercusién fuera del ambito eclesiés- tioo; fue de los pocos trabajos que aplicaron precep- tos tridentinos al campo de la arquitectura sacra.’ En el capitulo “XXXII. Del Monasterio de las Monjas’é se trata lo relacionado con la fibrica de una edificacion para religiosas, retomando lo esta- blecido por el Concilio de Trento sobre el lugar don- de debe establecerse un convento de monjas Menciona los lugares que debe tener un mo- nasterio, lo que en la disciplina de la arquitectura €s conocido como el partido arquitect6nico, Borro- ‘meo agrupé por zonas los espacios, primeramente Jos inferiores, los superiores, los lugares separados, el zaguan, el refectorio y 1a bodega de vinos, etcé- tera. Regla y constituciones de las drdenes femeninas (1773 y 1789) El convento de Nuestra Sefiora de la Salud de Patz- cuaro pertenecié a la orden de Santo Domingo, y fue la inica rama del convento de Santa Catarina de Sena de Valladolid; por su parte, el convento feme- nino vallisoletano fue tuna de las ramas del conven- tode Santa Catarina de Sena de Puebla, Identificada esta relacion entre los conventos de Puebla y Patz- cuaro, aunado al problema de acceder a la Regla y las constituciones del convento de Nuestra Seftora deta ‘Salud, se han consultado la Regla y constituciones de los conventos de Santa Catarina de Sena y Santa Inés le Monte Policiano de Puebla? 5 Biden, p.X 6 Biden, p. 7 Regla y Constiociones que ham de suardar as veigiosas de los ceanvertos de Sara Catarina de Sena, y Santa nes de Monte Policia node acuded de ios Anges, impr en el Seminario Palafoiae node dicha ciudad, 1773, Regia de! glovioso doctor de ta Iisa N. GPS. Agustin, que har de guarda as eginas dos converts de Sa Gatarna de Sena, Santa Ins de Monte Pocano, de laorden, de N.P Sarto Domingo, esableidos en esta ciudad de Puebla de Jos Angeles... 1789. 1 EDHICACIEN CL CONVENT MCNYAS COMINICAS EN PATZCUARO |127 128 | ‘Tabla. Pundaciones femeninas dominicas Santa Cina oo (Oaraca 1568) (tec, 1585) oe cca aoa = aoe somes || Sante a Santa Rosa (ued 1676.70) En estos documentos se encuentra tna serie de indi- caciones de cémo debieron ser los conventos de monjas dominicas de Puebla, y por ende suponemos que se de- bbieron aplicar a la edificacion del convento de Patzcuarn, ‘Uno de los datos puntuales que se establecieron en 1a Regla, fue la medida que debian tener las celdas de las novicias, cuyas dimensiones eran de 3 ¥2 x 4 varas (83.5 m); se suponfa que era un espacio suficiente ara tener su cama y To necesario para su uso En relacién con los trabajos de edificacion, en el Capitulo Quinto, "De la Clausura’, en el apartado 6 se indicaba que los obreros y oficiales podrian entrar a Ja lausura con materiales para hacer las obras nece- sarias, Le comespondia a la priora y a las madres del consejo nombrar a dos religiosas ancianas para que cuidaran el ingreso y la salida de los obreros.* IV Coneilio Provincial Mexicano (13 de enero-26 de octubre de 1771) Este concilio tuvo repercusiones en algunos con- Juntos urbano-arquitecténicos de monjas, producto del enorme interés del arzobispo Francisco Anto- nio Lorenzana por reformar los conventos de mon- ® Rega y Consituciones que ham de guava la veligiosas de fos convents de Santa Cawarina de Sena. op. cit, . 182 98 Ibider, pp. 47-48, ‘ORDEN DE MONIAS DOMINICAS EN NUEVA ESPAmUA Jeno Md, Comers de manos ne Nana Ep, 1986/1995, Jas; en particular le interesaba que se volviera a la “vida comun Se inconformaba por la manera en que los votos de pobreza, castidad y obediencia se habian mitigado. En lo arquitectonico la tegla se habia relajado a tal punto que hasta se permitia edificar, comprar y vender cel das, aspecto que iba en contra de la vida comin. 10 ‘Como se mencioné en un principio, estos son algs- nos de los factores que incidieron en la edificacion de los monasterios novohispanos, v por end en la del con- vento de Pitzcuaro, Otro aspecto que condicion6 la edi- ficacion del convento femenino de Nuestra Sefiora de Ja Salud, fue el haberse establecido sobre el sitio en que se encontraba el hospital de indios de Santa Marta; por lo tanto, no se comenz6 desde los cimientos el conjunto arquitecténico, sino que en algunas partes se adaptaron Jos espacios existentes a las nuevas necesidades. Hospital de Nuestra Seftora de la Concepcion y Santa Marta de Patzcuaro E hospital de Nuestra Sefiora de la Concepcién y ‘Santa Marta de Patzcuaro fue fimdado por don Vas- co de Quiroga y, a decir de Josefina Muriel, fue una 28 Luisa Zahino Pefiafort (comp, El cardenal Lorenzana yet IV (Canailio Provincial Mexicana, México, usinast (Serie C; Estudios istorios,31), 1999, BOUETN DE MICHRIVENTOS HETORCOS | TERCERA EPOCA, NIM. 3, ENEROABAL 2014 PS oa ey Spee “ee | ie See | Prt ous cl aoe osal dl x conan dh roe emis de Saat, Meh’ Eaten Rates Roma ech, Catone ses mp bet, | Pain oo, Galiano does de Mchean, P12 obra por la que se tuvo interés particular, pues el obispo de Michoacan debi6 comenzar la fabrica des- de los cimientos.” No se sabe —o no se ha encontrado informacién— Ja manera en que estuvieron dispuestos los espacios del hospital de indios de Santa Marta; es por ello que se ha elaborado una propuesta hipotitica tomando como hase los espacios arquitectonicos y su distribu. cién en algunos hospitales de la sierra tarasca. Paralelamente a la revision de los partidos arqui- ‘ect6nioos de los hospitales, se realiz6 la lectura del estado actual del sitio donde estuvo el convento de ‘monjas; para ello se recurrié al levantamiento publica- do por Esperanza Ramirez Romero, donde se advirtié gue habia espacios de diferentes caracteristicas y tem- poralidades, destacando de entre ellos la iglesia y el primer claustro (figura 1). A la vez que se hacia la observacion del sitio en Patzcuaro y su planimetria, se advirtié que los hospi- ‘ales estaban conformados por los siguientes espacios: «pilla, patio con una cruz al centro y las habitaciones. De acuerdo oon lo observado, el patréin mas parecido a Patzcuaro fue el de Pomacuaran, Michoacan (figura 2) Josefina Muriel, Hosptales de la Nuew Expatia, Fnidaciones 21s, t 1, México, uxas/ Cr Roja Mexicana, 1990, p. 7 simboegia POMACUARAN ieee en ee ; _ que 2 Poo del os de Panam Angel Gur Fh, lot pe de Sire fan ona 90 Sr npr ubmroencone, Mihai Seta (Cut de chencin, 2910 p 68, Por lo antes expuesto, se lego a la propuesta hipotética de que el hospital de indios de Santa Marta de Patzcuaro pudo ser muy semejante a lo presentado en la figura 3. La imagen del templo del hospital ha sido de lo mas dificil de definir en esta reconstruccién, debido a que su aspecto y sus di- mensiones han cambiado a través del devenir his- trico; por ello ahora dejamos una representacion del estado actual y no Ta que quiza tuvo cuando for ‘m6 parte del hospital de indios que fue cuando don ‘Vasco de Quiroga colocé una imagen de pasta de cafia de la Virgen, la cual titulé Salus Infirmorum ("Salud de los enfermos"), con la firme intencion de que los indios que tenfan serios problemas de salud fueran curados. La materialidad de esta iglesia comenz6 en el siglo xu; en ese entonces debié de ser un edificio pequefto y de materiales perecederos, seguramente adobe y tejamanil, materiales cominmente usados en Pétzcuato, El cura Juan Meléndez Carrefio en- fermé de gravedad, por lo que se encomendo a la Virgen de la Salud; como gratitud por haber sana- do se propuso hacerle una iglesia de mejor fabrica; misma que inici6 en 1691.12 La dedicacién de esta '2 Maria Concepoidn Amerlinck de Corsi y Manuel Ramos Me- dina, Conventos de monjas. Fueaciones en el México virenal, ‘México, Condumex, 1985, p. 217, 1 EDIICACION De CONENTODE ONAS COMICAS EN FATZCUAR 130] figaa 3 Mesa pice dd opin ended asc Jo Men Tre Yogn B pl tse pra oman dn cot he tema oe prc Romo: Tones. Cadogs de menmaray st da apn natn Ronan Mole (Gabon deitando da chon, tes 1986 p 192 iglesia corrié a cargo del cura beneficiado y juez eclesiistico José Antonio Eugenio Ponce de Leon el 8de diciembre de 1717, justo el dia en que se venera Ja Virgen de la Salud. En 1742 se tealiz6 un inventario por parte del notario Joseph de Amaro, quien apreci6 las dos torres, el camarin, la sacristia y oficinas anexas en 59.000 pesos. El retablo mayor donde se en- contraba colocada la imagen de la Virgen de la Salud fue valorado en 16 000 pesos, y el resto de los retablos en 6 000 pesos." En 1845 tuvo otra intervencién; dos afios después fue ampliada, y para 1893 fue consagrada, Fundaci6n y edificacién del convento de monjas dominicas en Patzcuaro EI proceso de edificacién del convento de monjas en Patzcuaro comenz6 después de las gestiones realizadas por el cura beneficiado Joseph Antonio Eugenio Ponce de Le6n y la intercesion de la “bea- + acon, Diocesano, Gobiemo, Religiosos, Dominicas, caja 257, exp. 03, 100 f, 1742, El expediente aqui referido no se encuen- ‘ta fliado, por lo que no se indica en miimero de foja donde se encuentra la informacién citada, NIVENTOS HSTORCOS | TERCERA OCA, NOM, 30 ENE tita’, quienes consiguieron que don Antonio de Ibarra y su esposa Manuela de Izaguirre aportaran 30.000 pesos pata la materiatizacién del convents de monjas, Ademas del matrimonio Ibarra-Izaguinre, un sec- torde la poblacién de la ciudad de Patzcuaro hicieron aportaciones eoonémicas importantes, de manera que en algunos dias se juntaron cerca de 50 000 pe- ssos,/4y con ello se otorgé la escritura de Fundos el 13 de abril de 17425 Por su parte, los indigenas cedieron todo cuanto les pertenecfa en el sitio donde estaba el hospital, quedando con la libertad de continuar con sus procesiones y demas actividades que realizaban con las coftadias del Santo Entierro y San Felipe Neri, que se encontraban fundadas en esa iglesia.1® El documento manuscrito histérico refiere que para el afto de 1743 la Reptiblica de Naturales doné la propiedad en los siguientes términos: [..] Decimos que por cuanto se pretende fundar tun convento de Sefioras Religiosas de Santa Caths- Jina de Sena en 1a iglesia y santuario de Nuestra Sefiora de la Salud, que se venera en esta ciudad que esta anexo al referido Hospital de Santa Mar tha, se nos ha peditlo nuestro consentimiento y ‘considerando que dicha fundacion cede en mayor culto y veneracion de la referida Santisima virgen [+] asentamos desde Iuego y de nuestra libre y es ponténea voluntad, damos nuestro consentimiento 1 Sor Maria de Cristo Santos Morales, oy fray Bstehan Aroyo Gonzilez, oF, Las monjas dominicas en a cultura navohispane México, Instituto Dominicano de Investigaciones istoricas, de Ja Provincia de Santiago de México, sé, p. 410. 3 Joseph Bugenio Ponce de Leén, La Abgia de Micheaadn: La venerable seiona dona Josefina Antonia de Nuestra Sera de la So duc: reve noricia de su vida, que crige a su amada fligresia Don. 1752, Mexico, El nuevo rezado de Dofia Ma, Rivera, 1752, pp 109-110, 58 Sor Marta de Cristo Santos Morales, or, y fay Esteban Arroyo Gonzalez, ov, op. cit, p15, ‘para la dicha fundacion, por lo que nos toca con la condicién que las oficinas que pertenecen a nuestra Guataperaqua, no se nos han de embarazay, ni per- Jjudicar en ellas, en manera alguna, y que desde allt y de la oficina de nuestra cofradia del Santo Entie- 110, hemos de tener paso franco para la dicha iglesia, para esto no se perjudica la Clausura que se pretende -y que en dicha Iglesia hemos de hacer todas las fun- ciones de misas, sermones, procesiones, enticrros y demiis que tenemos por costumbre, en servicio de Dios Nuestro Seftor, adoracion culto de la Santisima virgen que no expone al instituto Mondstico, antes bien conduce con estas condiciones, consentimos en. Ja dicha Fundacion y cedemos en ella todo lo demas que pueda pertenecemos en dicho santuario, iglesia xy sitio de su fundacién y nos obligamos a no revocar dicho consentimiento, cesién y traspaso por ninguna causa que proceda de derecho comin, Real, Munici- pal, ni por especial privilegio que por tales naturales ros competa por que cualquiera que sea, y de cual. ‘quier casa que dimane desde luego lo renunciamos y declaramos que cede la dicha fundacion en utilidad nuestra como es notorio [27 En el manuscrito qued6 referida a detalle la ce- sién y las condiciones de la Repdblica de Natura- les; donaban practicamente todo el espacio, con la iglesia, 1a fabrica material del hospital, comprome- siéndose a no revocar la cesi6n, Pusieron como con- dicion que las oficinas que pertenecian a la Huat- pera no se les quitaran, ni les prohibiera el uso de ese espacio; igualmente pidieron se les permitiera ‘tener acceso a la iglesia y continuar con las celebra- ciones y demés actividades de las oofradias. A pesar de que donaban practicamente todo el sitio, no renunciaban a las actividades religiosas propias de la comunidad indigena; cedieron el sitio con la condicion de seguir presentes, 7 sgiem, Diacesano, Gobierno, Religiosos, Dominicas, caja 257, exp, 08, 180 f, 1743 | EDIRCACION CEL CONVENT DE MONAS DOMINICAS EN PAT La SSbrica material debi comenzar después de la cesion, pues existe un cuaderno de cuentas de Io recibido en el periodo del 1 de mayo de 1745 hasta julio de 1747; refiere haber recibido 7 000 pesos que entregé Manuela de Isaguirre; el regidor Joseph An- tonio Olorza entregé 1 000 pesos; el regidor Joseph Andrés Pimentel entreg6 1 112 pesos; el regidor José Joachin Beltran dio 425; el regidoy, alguacil mayor Diego de Yturria entreg6 808 pesos; el sargento ma- yor dio 1 000 pesos (en el valor de su casa); el regidor y alcalde provincial Martin de Anzorena, 521 pesos; don Juan Joseph Belazquez, vecino del comexcio de la ciudad de Patzcuato, 500 pesos; y don Fernando Antonio de Torrens, vecino del comercio, 500 pesos. Eltotal de dinero recibido fue de 21 397 pesos 4 reales, ¥ nubricé el cuademo el sargento mayor Gerénimo de Zuloaga, en Patzcuaro, a 21 de julio de 1747.18 El dinero recaudado y consignado en este cua demo se destiné a la obra material del convento; se compraron algunas herramientas, cazos de co- bore, pieles para tanates, palas y fletes, Respecto ala mano de obra y servicios se pagaron 200 pesos a los naturales de Cuanajo por el corte de 800 vigas, y 64 pesos 2 reales que fue el valor de dos planchas gran- des para el coro y 178 pinabetes para los tejados. El administrador refirié haber gastado en mano de obra 8 560 pesos 4 reales, que habian sido sufia- gados semanariamente al maestro de la fabrica, los oficiales de cuchara, los maestros carpinteros, ope- rarios y demas peones. Este grupo de trabajadores se habia encargado no sélo de la obra nueva, sino que también habia demolido las casas antiguas, ade- mds de aplanar y terraplenar el sitio en las partes que habia sido necesatio.!9 Es posible que por ello se refiera que se levant6 el monasterio desde los cimientos?° sin embargo, 18 auc, Diocesano, Gobierno, Religiosos, Dominicas, caja 257, exp.03, 180 £, 1747. © ddan. 20 Sor Maria de Cristo Santos Morales, oy fray Esteban Arroyo Gonzile, oF, ep. ot, pL consideramos que si partimos de la idea de que el monasterio se edific6 sobre el sitio del hospital de indios de “Santa Marta’, y que ademas se ha regis- trado la incorporacién de por lo menos tres casas particulares al conjunto urbano-arquitectonico, por Jo que no se puede referrir que la totalidad fue des- plantado desde sus cimientos como obra nueva; mas bien se debe considerar que el conjunto urba- no arquitectonico se adapté al existente hospital de Santa Marta, aprovechando los espacios de la capilla de la Virgen de la Salud y la fibrica material de algu- nas habitaciones. La adaptacion de los espacios, tanto los existen- tes como los de reciente creacién, fueron dispues- tos por el maestro mayor de arquitectura Joseph de Medina,2 quien realiz6 la inspeccién y reconoci- miento del sitio, del que se desprendi6 la propuesta de uso a través de un “mapa', es decir, del proyecto arquitect6nico que se debia seguir para la construc- cién del convento, cobrando por estas actividades 66 pesos. Aunque en la informacién de los manuscritos historicos de la época no se menciona, se supone que en este tipo de intervenciones se aplicé lo es- tablecido en la Regla y en las Constituciones, ast como lo mandado por los Concilios provinciales, porque si bien el maestro en arquitectura tenia el conocimiento sobre la disposicién de los espacios para hacerlos mas funcionales, en los instrumentos normativos estaba indicada la manera mas correcta © mejor dicho ya se encontraba establecido lo que en la disciplina de la arquitectura se conoce como “partido arquitectonico’ 2 Joseph Medina, oriundo de Puebla de los Angeles, participé ‘on la construccion de ta catedral de Valladolid en 1715; en. 1744 reali cl disefio de 1a parroquia de Dolores (actualmente Do- lores Hidalgo, Guanajuato) y fue el maestro de la obra. Jonge Nainez Chavez, "Los constructores de Valladolid de Michoacan enel siglo xn, tesis de maestria en Arquitectara, Investigacion yy Restauracion de Sitios y Monumentos, Morelia, Facultad de “Arquitectura, wus, 2006, p. 98, En la actualidad el conjunto urbano-arquitec- tonico se encuentra altamente modificado, por lo que la lectura de los espacios del sitio no reflejan del todo la manera en que estuvieron dispuestos, sin embargo existe un documento que permite um acercamiento importante a la distribucién de los espacios del convento de Nuestra Sefiora de la Salud, se trata de la inspeccién y reconocimiento que hicieron el 21 de marzo de 1747 Bernardo Ro- mero, abogado de la Real Audiencia de la Nueva Espafla, canénigo doctoral de la Iglesia Catedral de la ciudad de Valladolid, provisor y vicario ge- neral del Obispado de Michoacan, quien realizé esta actividad por peticién de obispo Martin de Elizacoechea; le acompaiiaban Antonio Gil de Hoyos, calificador del Santo Oficio, chantre de la Catedral y también formaba parte de este grupo Joseph Antonio Eugenio Ponce de Leén, comi- sario del Santo Oficio, cura, vicario y juez ecle- sidstico de la ciudad de Patzcuaro. Correspondié al notario de visita legitimar el estado en que se hallaba la fabrica del convento de religiosas domi- nicas que estaba por fundarse en la ciudad. Informaron que habian visto lo adelantadas que estaban las obras, asi como Io bien dispuestas que se encontraban las oficinas y la manera en que se habia suministrado el agua del manantial que ha- bia hecho brotar el obispo Vasco de Quiroga.22 El reconocimiento se comenz6 de la siguiente manera: 22 Sor Maria de Cristo Santos Morales, or, y fray Esteban Arroyo. Gonzalez, or, op. cit, p. 41], Bn los manuscritas historicas se en- ‘cuemtra a referencia de la Obra realizada para a eafieria de agua (en 1747, ¥ aunque no se menciona el origen del au, en la tesis doctoral se propuso de manera hipotética que el agua se habia ‘conducido del manantial "Vasco de Quiroga” hasta la pla del caustro principal José Martin Torres Vega, “La incidencia de la, orden dominica cle mujeres en el espacio urbano-arquitecténico de Patzcuaro y el Obispado de Michoacan, 1747-1867", tesis doc- ‘oral en Arquitectura, Aguascalientes, Universidad Auténoma de Aguascalientes, 2013, pp, 218-219. {201 DF MONUVENTOS HSTORCOS | TERCERA OCA, NIM. 20 ENEROABRL 2014 [--]y puesto en la calle de la puerta del costado de la iglesia de la Sagrada Compatia de Jesi, de esta dicha ciudad, destiende para la plaza pitblica, advirtio, en Ja cuadra de que solo se compone la dicha calle, que cesta entre oriente y poniente que mira el nore, una puerta grande de canterfa que cubre la comija tiene ‘una imagen de piedira de Santo Domingo de Gueman, Y puertas comespondientes de madera, y habienda entrado por dichas puertas, vido que son de una fic nna destinada para porteria exterior de Religiosas, pues ‘en un rincén, que mira para la dicha puerta tiene un tomo y en la cabecera que queda a mano izquierda, otra puerta de canteria, con un portin de madera y un postigo que contiene una rexilla de hierro, y pordicha puerta, se entra a otra oficina bastantemente capaz ‘que parece poder servir de porteria interior esta ofici- na tiene una puerta que mira al sur por la cual salié a un claustto, que tiene treintavaras en euadro, con sus arcos de canteria todo enladrillado y en medio tiene una pila de canteria, ala que continuamente le entra agua por acueductos subterrineos que redundan por un pilar que tiene en medio la pila, yen su extremo ‘una Santa Cathalina de Sena, por cuio pecho brota el agua, que llena la pila, y de ella se reparte, para la co- sina, ytangue, como adelante se expresa. Contiguas a dicha porteria interior estan los locutorios, con puer- tas a la calle, de canteria, y cada locutorio, tiene una reja de cobre solide, porla parte que cae afuera;y otra dde madera por la parte de adentro, y un torna peque- fio: y todas estas oficinas tienen llaves y cerraduras correspondientes: y asi los claustros, como los locuto- vios, estin blanqueados y curiosamente pintados: las dos porterias, aunque estin enjarradas de mescla, no estin blanqueadas, ni pintadas, por estar actualmen- te sirviendo de carpinteria= llendo después por el claustzo, que queda al poniente se salié un pasadiso, 0 trdnsito que tiene cuatro puertas, dos en los extremos, y-de ellas una queda en el mismo claustro;_y las otras dos en tos costados, y por la una de ellas, que est a ‘mano derecha, se entra a a sala del torno, que corres: ponde a la porteria exterior y tiene una bentana, que cae al mismo claustro, y siguiendo la entrada por la puerta del otto extremo, se baja por una escalera de palo, con su pasamano a una sala, que puede ser de labor, que tiene dos baloones y diez y siete varas, y tres cuattas de largo: contigua 4 esta, esté otra sala, de veinte y dos varas y tres cuartas de largo destinada para dormitorio, el que tiene una puerta, porla que se entra a la casa del sargento mayor Don Geronimo Zi loaga: la cual tiene ocho piezas altas con su sala, cinco piezas baxas, amasijo, orno, dos corrales, y una tien- a, y sahuan a la calle: Lo que se discurre destinando- se para entfermeria, noviciado,y seis celdas, poco més ‘o menos, en que puede ocuparse con facilidad, por la proporcién e inmediacion en que dicha casa se halla Vuelto por las dichas salas, hasta averse restituido el cexpresado pasadiso, entto porla otra puerta a la celda prioral, la cual consta de tres piczas, una sotehuela, y ‘una cosina: vuelto los claustros, entr6 por una puer- ta que esti en el que cae al sux y reconocio seguirse tun patio por ahora sin techo, que sirve de trénsito para el choro bajo, y sala de Profimndis, que estan uno enfrente de otro y entrando al choro, lo hallé, con su reja de cobre solida para afuera, y una de madera in- terior; una craticula, en um lado; y un confesionario en el otto, y dicho choro, tiene de ancho como dos varas y media, y de largo, como cinco pero con faci- lidad de hacerlo de veinte varas por la corresponden- ia, que tiene del dicho transito; y dicho choro se halla adomnado, con su altar; un sanctoxpto, [Cristo] en bal- daquin de damasco carmest: l choro alto, 6s corres: ppondiente y solo falta, el que se encaja la Rexa: salido Gel choro, entré a la sala de profundis que es de diez y nueve varas, y inmediatamente al Refectorio que es del inismo largo, el cual tiene su ambona fambén), luna ventana pequefia, que se comunica con la cock nna y puerta por donde sale 4 la soteguela comrespon- iente a dicha cocina, 4la que le entra la agua, en wn tanque que se halla en una esquina, y también tiene su derrame, y su desague: De la soteguela, sigue otro \AEDINCACION DEL CONENTO DE MONIAS DOMINICASEN PATZCUARO [133 134] transito, que corre para la dispensa, la que tiene como catoroe varas de lago, pues tiene tanto largo, como an- cho el de profundis, y Refectorio juntos. Vuelo otra al teénsito, que esta entre el choto bajo y de profundis, subié para el sur, y vido a su lado, y otto cinco piezas, separadas serviles, para celdas, con un corral detras, que se puede dividir, para dar soteguela, 6 corral a cada una de las dichas celdas, y dettés de la iglesia y camarin, ai un sitio que corre de oriente a poniente que tendra como treinta varas en que se pueden fabri- car celdas; ynmeditamente, entré a la sacristia, sigue ‘una oficina, épasadiso, que corresponde a la sacristia, «digo antesacristia exterior, y tiene un caxon por don- de, se ha de administrar el vino y las ostias, y demas, necesario y también tiene un confesionario; sigue la sacristia, y un cuarto de predicadores, ¥ contiguo al dicho cuarto hay preparado sitio para una rexa, que se ha de fabricar = en la iglesia hay otto confesionario, SOEEIN DE MONUWENTOS HSTERCOS| TEC gu. dd coven do nro con en mans de 1747. Ponda de oo Min Tre Vg ‘que esté dentro de una pilastra por donde ha de que- dae Ia escalera, para el choto alto vuelto, al transito, que se halla entre el de profundis y choro alto, vido tuna escalera 6 chaflan, que esta a espaldas, del dicho de profundls,refectorio, y cocina, y tiene dicha esca- Jeradiez y nueve varas, y porella se baja aun patio de incuenta varas de largo, y cuarenta de ancho, y un chiflon que tiene una puerta para sacarbasura, y cua- ‘ro piezasboaxas capaces de habitar,y de comunicarse, coon la casa de dicho don Geronimo y en dicho patio hay un cercadio de cal y canto con siete varas de alto: «el dicho patio linda por el sur, con unas casas conoct 4as por de la Moya y hoy pertenecen al convento, a¢l ‘que se pueden agregar, tienen treinta varas de frente, ¥yveinte y ocho de centro y sino se quieren incluir al convento pueden servir para capellanes, mandaderos {y otros sirvientes: y todas las expresadas oficinas,ex- cepto la sacristia exterior su antesacristia, y cuarto de f006H1 2016 los predicadores, estin perfectamente acabacios, unas en ladrillo, y otras en entarimado de madera: la dicha Sacristia, ante Sactistia, y cuarto de predicadores, tienen asentadas las vigas de los techos, los que atin no estén ccubiertos y el Mro, dela obra, que lo es Joseph de Nava, dixo que faltando solo esto, el poner a escaleta del choto alto y el entablar,y blanquear las porterias, asegura, que dentro de quince dias, estard perfectamente conchuida la fabrica:y lo firme su sefioria de que doy fee = entre renglones de la Puerta de costatlo = bajo = en medio = alto = vale ecsdo = refiis, que estan = no vale [25 ‘Ademas de lo identificado y que pertenecié al hos- pital de indios, se agregaron tres casas al conjunto: la de Geronimo Zuloaga, la de Juana Rodriguez la Moya ylade Joseph Antonio de Bengoechea, porla cual se le pagaron del dinero que se haba juntado 2 530 pesos”4 ‘Aunque en el convento de Patzcuato se observ6 vida comin, hubo algunas religiosas a las que sus padtes y fa imiliares les edificaron su propia celda, como fixe el caso de Maria Anna Pimentel, quien ingres6 al convento en 1753, permaneci6 durante 12 meses y pag 150 pesos por Josalimentos, después regres6, en enero de 17565 ‘Tomé el habito con el nombre de Ana Maria de Nuestra Sefiota de la Salud, y segiin lo dejé esta- 2 nen, Diocesano, Gobierno, Religiosos, Dominicas, caja 257 03, 180£, 1747. 2 idem. 2 anc, Diocesano, Gobiemo, Religiosos, Dominicas, caja 258, exp. 17, 821757, blecido por la cronista de la orden, el padre de la religiosa mand6 edificarle dentro del claustro “una celda o casa conventual en toda forma con piezas, patio, bafios y labrados de cantera en arcos, con- ‘traminos y puertas, enteramente como era su casa paterna’; y a decir de Gabriel Silva se trata de una reproduccién a menor escala.2 A manera de reflexion El templo de este conjunto ha sido transformado y adaptado en varios momentos; comenz6 como capilla del hospital en el siglo xvi, y para el xvi fue intervenida y seguramente ampliada, pues para 1742 fue cedida y adaptada para convento de mon- jas; en tiempos de la exclaustracion de las religiosas de nuevo fue intervenido varias veces y hoy se en- cuentra abierto al cult. El convento de monjas dominicas de Maria In- ‘maculada de la Salud de Patzcuaro se imbricé con cl hospital de indios de Santa Marta, sin que ello significara la renuncia de la Repubblica de Naturales a un espacio simbélico que los convocaba a través de las cofradias y los oficios divinos; esto marc6 la singularidad material del conjunto. 26 Gabel Silva Mandujano, La Casa Banoca de Patzewno, Mo relia, Istituto de Investigaciones Histéricas de la Universidad Michoacana de San Nicolis de Hidalgo/Gobierno del Estado de Michoacin/Morevallado, 205, pp. 140-141 LU EDFIAGONDEL CONVENTO DE MONAS DOMINICAS EN PATZCUARO [135

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