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Principios y derechos fundamentales en el

trabajo
Tomado de: Conferencia Internacional del Trabajo- 87.a reunión Ginebra, junio de 1999

Memoria del Director General: Trabajo decente

Oficina Internacional del Trabajo Ginebra

ISBN 92-2-310804-7
ISSN 0251-3226

2. Prioridades del
Programa
En este capítulo se plasma la visión estratégica de la OIT en programas de
acción, y se indican las actividades que procede realizar de inmediato, así como
las nuevas iniciativas previstas para el futuro. Se expresa, pues, la perspectiva
global en que encajarán esas prioridades en los años venideros.

Objetivos estratégicos de la OIT

La primera sección versa sobre los principios y derechos fundamentales en el


trabajo, y se propugna en ella que se remoce el interés por las normas de la OIT
y que se piense en la posibilidad de recurrir a instrumentos y medios
complementarios para alcanzar tal finalidad. La cabal aplicación de la
Declaración puede contribuir decisivamente a que el ejercicio de los derechos
fundamentales llegue a ser una realidad verdaderamente mundial. La segunda
sección se refiere a la creación de mayores oportunidades en materia de empleo
y de ingresos para las mujeres y los hombres. La nueva economía mundial ha
puesto de manifiesto que hay ingentes posibilidades de creación de puestos de
trabajo en las debidas condiciones, pese a los muchos peligros que rondan. Será
necesario explorar nuevas opciones para promover una orientación proclive al
empleo en las estrategias macroeconómicas, en la transformación de los sistemas
de producción y como modo de reducir la pobreza y las desigualdades. En la
tercera sección se aborda el tema de la protección social. En una situación
económica cada vez más fluida, pasa a ser más importante todavía el imperativo
de la seguridad. Los sistemas existentes están sometidos a grandes presiones y
sigue preocupando el grado de cobertura de la protección social. Por último, la
cuarta sección trata del diálogo social y del tripartismo, y examina el modo de
reforzar la capacidad institucional de los mandantes de la OIT y lo que éstos
pueden aportar al diálogo social.

Promoción de un trabajo decente

Conjuntamente, esos cuatro objetivos definen el modo en que la OIT puede


promover la finalidad fundamental de un trabajo decente, que es sinónimo de
trabajo productivo, en el cual se protegen los derechos, lo cual engendra ingresos
adecuados con una protección social apropiada. Significa también un trabajo
suficiente, en el sentido de que todos deberían tener pleno acceso a las
oportunidades de obtención de ingresos. Marca una pauta para el desarrollo
económico y social con arreglo a la cual pueden cuajar la realidad del empleo, los
ingresos y la protección social sin menoscabo de las normas sociales y de los
derechos de los trabajadores. Tanto el tripartismo como el diálogo social son
objetivos por derecho propio, que garantizan la participación y la democracia y
que contribuyen a la consecución de los demás objetivos estratégicos de la OIT.
La nueva economía mundial brinda oportunidades al alcance de todos, pero es
preciso enraizarlas en unas instituciones sociales basadas en la participación, con
objeto de conseguir la legitimación y la permanencia de las políticas económica y
social.

Los programas InFocus

Para conseguir sus objetivos, la OIT debe concentrar sus esfuerzos. No puede
hacerlo todo a la vez, por lo que tiene que elegir los campos a los cuales procede
dedicar principalmente sus recursos. Con tal fin se han definido en el Programa y
Presupuesto para 2000-2001 ocho programas internacionales focales (InFocus),
ligados a los objetivos estratégicos y que, partiendo de elementos de la actual
labor de la Oficina, rebasan las fronteras entre departamentos, con miras a
acumular una masa crítica de investigaciones y de cooperación técnica en los
sectores fundamentales. Se llevarán a la práctica de modo tal que complementen
y refuercen las actividades realizadas con arreglo a cada uno de los objetivos
estratégicos, y para dar una mayor coherencia a la cooperación técnica de la OIT,
como se señala en el capítulo 3 de la presente Memoria.

Los derechos humanos y el trabajo

Prioridades de la OIT en materia de derechos humanos

Uno de los hechos más sobresalientes del siglo XX ha sido la promoción de los
derechos humanos, a la cual la OIT ha aportado una muy destacada contribución.
Pero la Organización tiene que concentrar ahora sus esfuerzos y sondear nuevas
formas de acción. Sus prioridades son tres. En primer lugar, promoverá la
Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el
trabajo y su seguimiento. En segundo lugar, intensificará la lucha contra el
trabajo infantil. En tercer lugar, renovará sus actividades en lo que se refiere a las
normas de la OIT. En todos los casos la finalidad es promover el desarrollo sin
merma de la dignidad humana y de la justicia social.

Promoción de la Declaración de la OIT relativa 


a los principios y derechos fundamentales 
en el trabajo y su seguimiento

Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el


trabajo

En junio de 1998, la Conferencia Internacional del Trabajo reafirmó su adhesión


a los ideales fundacionales de la OIT al adoptar la Declaración de la OIT relativa
a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento.

La Declaración entraña el compromiso de todos los Miembros


de respetar, promover y hacer realidad, de buena fe, los principios y derechos
relativos a:

 la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo


del derecho de negociación colectiva;
 la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio;
 la abolición efectiva del trabajo infantil; y
 la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

Aplicación de la Declaración

Las declaraciones son instrumentos a los que la OIT ha recurrido con


moderación. A diferencia de los convenios internacionales del trabajo, que
solamente obligan a los Miembros que los ratifican, la Declaración rige
automáticamente para todos los países que hayan aceptado la Constitución de la
OIT, independientemente de que hayan ratificado o no los convenios
fundamentales de la OIT. Se incita, no obstante, a todos ellos a ratificarlos.

Salvaguardia y respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores

La Declaración responde al anhelo general de que el crecimiento económico vaya


acompañado de la justicia social. En 1995, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social de Copenhague expresó ese deseo al abogar por la salvaguardia y el
respeto de los derechos básicos de los trabajadores. La Reunión Ministerial de la
Organización Mundial del Comercio, celebrada en Singapur en 1996, reafirmó la
preeminencia de la OIT como organismo competente en lo que se refiere a fijar y
supervisar las normas del trabajo fundamentales. La OIT asumió plenamente esa
misión al adoptar la Declaración, que es una orientación normativa central en pro
del desarrollo.

Un punto de referencia para la comunidad internacional

La Declaración sirve asimismo de punto de referencia para toda la comunidad


internacional: organizaciones de empleadores y de trabajadores, legisladores,
ONG, empresas multinacionales y demás organizaciones internacionales. De
hecho, encomienda a la OIT la misión de incitar a otras organizaciones
internacionales con las cuales ha establecido relaciones a contribuir a la gestación
de un clima propicio para el desarrollo económico y social que respete los
principios y derechos fundamentales en el trabajo.

El programa InFocus sobre la Declaración

La OIT emprenderá un programa InFocus para promover la Declaración, con la


intención de que se perciba y comprenda mejor el problema y se fomente una
política de aplicación de los principios al servicio del desarrollo y respetando la
igualdad entre los sexos (véase el recuadro 2.1). 

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