Esto es una lámpara, y este es un láser, la lámpara puede producir calor, pero el calor del láser

es tan grande que incluso cortan las láminas de metal. La luz de una lámpara puede iluminar
nuestras casas, calles y espacios públicos, pero el láser es lanzado al espacio y llega a la luna,
ninguna lámpara sería capaz de hacer eso, no obstante, el láser y la lámpara están hechos de la
misma cosa luz, ¿por qué el láser es mucho más potente y preciso? El secreto está en el
enfoque: el láser son rayos de un solo color los cuales están en fase. La luz es hecha de
partículas llamadas fotones, que se comportan como ondas. En la luz de la lámpara, las ondas
se muestran en diferentes frecuencias de fases anulándose unas a las otras. No obstante, con
el láser sucede lo contrario, pues una onda aumenta la fuerza de la otra y la suma de todas
ellas sólo la vuelve más potente. El láser tiene rayos colimados, es decir, cada rayo de luz es
paralelo a su próximo, todos se enfocan en la misma dirección, en el mismo punto. La suma de
todos ellos produce calor intenso y precisión. Nosotros tenemos un enfoque: en predicar el
evangelio y llevar a las personas a vivir la vida de la iglesia, una vida cristiana genuina que haga
desarrollar su fe y madurar en su relación con Dios. Esto se logra con el cuidado amoroso de
los que sirve en la enseñanza saludable de la palabra y el invocar el nombre del Señor, el
perfeccionamiento en el CEPPEV, los colportores, el bookafe, en fin, se logra por medio de
todas las herramientas que Dios nos dio. Además, en todas las actividades que desarrollamos
en la vida de la iglesia ya sea en las conferencias, las reuniones o cenas, cualquiera que sea la
forma de la acción, necesitamos tener claridad sobre qué enfoque tenemos. El enfoque es
cooperar con Dios en el cumplimiento de su voluntad, Dios tiene un enfoque: tener hijos
maduros para reinar con él.