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CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

DACSYH

LICENCIATURA EN DERECHO

ASIGNATURA

CRIMINOLOGÌA

CATEDRATICO

BIELLA CASTELLANOS YANGULOVA

ALUMNO

MARTHA KAREM GRANIEL VALENCIA

PERFIL CRIMINAL SEAD


“Resumen y caso práctico”
MATRICULA

181F28004
PERFIL CRIMINOLÓGICO. BREVES ASPECTOS CIENTÍFICOS Y
METODOLÓGICOS.

La ubicación científica de la técnica del perfil criminológico se debe acometer


indudablemente desde un punto de vista, cuanto menos criminológico.

Los orígenes del perfil criminológico tienen sus raíces aproximadamente sobre el
año 1888, en Inglaterra, curiosamente en la investigación del caso de Jack el
Destripador, elaborada por el psiquiatra Dr. Thomas Bond.

Lo que es innegable es que el perfil criminológico como técnica de investigación


criminal se encuentra en sus inicios, reconociéndose como fecha aproximada de
la primera metodología científica sobre el perfil criminológico, la que realizó el
F.B.I.2 en los años 1970 en Quántico (Estados Unidos). Podemos decir en
principio que el cuño originario del término se les debe reconocer a ciertos
investigadores integrantes de dicha institución.

Basada en el término perfil criminológico (criminology profiling). GARRIDO


GENOVES3 expone “… con la expresión perfil criminológico estamos haciendo
referencia de un modo explícito a la aportación que un psicólogo o criminólogo
hace a las fuerzas policiales para la captura del criminal, y al mismo tiempo
ponemos de relieve que en esa tarea el experto ha de emplear los conocimientos
que se derivan de la ciencia de la Criminología”.

Con el fin de evitar suspicacias sobre la posibilidad de aplicación de esta técnica,


se debe de establecer que su utilización debe ser orientada a casos seriales. En el
resto de casos en los que no se produce serialidad no siempre es eficaz en su
aplicación. Así, en este sentido HOLMES & HOLMES8 dicen “…cuando el
investigador tiene ante sí un crimen en el que están ausentes los motivos
habituales, un perfil puede ser el instrumento esencial para la resolución exitosa
de un caso”.

Pero no a todos los delitos se les puede aplicar la técnica del perfil criminológico
como hemos referido anteriormente, actualmente se ha usado en los siguientes
casos: asesinato serial, violación y abusos/agresiones sexuales (tanto mayores
como menores de edad), piromanía serial, robo con violencia sobre todo a
entidades bancarias, robo con fuerza en viviendas.

Los profesionales que se encargan de elaborar perfiles criminológicos


fundamentalmente están representados por investigadores de las ciencias
sociales, predominando fundamentalmente los psiquiatras, psicólogos y
criminólogos.

Estos equipos deben de trabajar bajo un régimen de grupo evitando los


individualismos y coordinados por un investigador jefe, que debe ser criminólogo,
psicólogo o psiquiatra y por supuesto especializado en investigación de
delincuentes seriales.

Dentro del perfil criminológico existen dos grandes sistemas de elaboración: el


inductivo y el deductivo. En conclusión, por sí solos no satisfacen enteramente las
expectativas, pero en verdad cuando son aplicados de forma conjunta producen
un efecto importante sobre la realidad sucedida.

Objetivos de la técnica, “la técnica del perfil criminológico… es un intento


elaborado de proporcionar a los equipos de investigación la información específica
en torno al tipo de individuo que ha cometido un cierto crimen…”. Ante esta
premisa debemos plantearnos que la técnica del perfil criminológico va dirigida
básicamente a tres cuestiones puras de la investigación criminal:

a) a reducir el número de posibles sospechosos, es decir, a filtrar posibles autores


del hecho aplicando las técnicas criminológicas y psicológicas apropiadas.

b) a vincular diferentes casos criminales (linkage cases) con características


idénticas o razonablemente parecidas.
c) a destacar los casos no resueltos que producen inoperancia a las Fuerzas
Policiales, con el consecuente estancamiento de recursos humanos y
económicos.

Contenido de un perfil criminológico; Un perfil criminológico consistente debe de


contener tres partes perfectamente estructuradas, así GARRIDO, establece:
análisis de la escena del crimen; estudio de las víctimas; y, análisis de los datos
de la policía científica.

En relación con la primera “análisis de la escena del crimen” debemos de nutrirnos


de un reportaje fotográfico o video realizado del lugar, si bien, y somos
agraciados, podremos asistir al lugar de los hechos. Dicho informe fotográfico o
video con las impresiones del lugar, es decir, la deducción psicológica nos
aportará una visión de la propia escena, suministrando datos importantísimos para
el curso de la investigación.

En segundo lugar “estudio de las víctimas” es necesario saber si la víctima tiene


familiares o no, ya que, la investigación se puede ver beneficiada o perjudicada
según lo dicho. Si existen familiares se debe de realizar un estudio de vida de la
víctima, donde incluiremos costumbres habituales y no habituales, recorridos,
amistades, etc.… Últimamente y con buen criterio se está realizando en casos
donde puedan aparecer dudas la técnica de la autopsia psicológica.

Por último, en tercer lugar “análisis de los datos de la policía científica”, recogerán
los informes diarios de inicio del comunicado, personación en el punto, los
informes forenses, los informes de la autopsia de la víctima, así como las
impresiones de los propios investigadores, sobre todo las últimas averiguaciones
realizadas del caso.

Con todo ello y mediante el intercambio de información entre los miembros del
equipo multidisciplinar y las propias Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que trabajen
en el caso, se llega al “establecimiento de un patrón de conducta, fundamentado
en un modus operandi y en una firma característica, es entonces cuando
finalmente se debe de elaborar por los miembros del equipo y en conjunto el “perfil
criminológico del posible autor de los hechos”.

Dicho perfil criminológico consistirá en: - Una descripción de la personalidad y las


características descriptivas hipotética del criminal. _ Un estudio de donde puede
estar ubicada su residencia o lugar de actividad contra las víctimas. - Una
valoración sobre la probabilidad de reincidir, así como el tiempo estimado en una
nueva actuación del autor. - Una vinculación del caso con otros que en esos
momentos se encuentran en situación de estancamiento o archivados. - Una
resolución de cómo se deben de tratar los medios de comunicación en relación
con el caso, y si es posible la ayuda o el empeoramiento a través de los mismos.
PERFIL CRIMINAL

Caso Vallarta, investigación de un crimen contra el Estado.

Pese a la complejidad del caso Vallarta, la Fiscalía General de la Republica, en 39


días llevo a cabo la investigación que obtuvo como resultado 18 detenidos.

A continuación, se describe el acontecimiento del caso mencionado; inicia de la


siguiente manera:

Victimología:

Los suboficiales Alfonso y Octavio habían viajado el 2 de febrero a Bahía de


Banderas para llevar a cabo tareas de inteligencia junto con otros dos
compañeros. Al cabo de su asignación, asistieron el domingo a una fiesta familiar,
invitados por otro agente federal, en Bucerías. Al día siguiente, antes de tomar
ruta hacia la Ciudad de México, decidieron parar en Puerto Vallarta sólo “para
tomarse la foto del recuerdo” en el malecón.  

Es el lunes 5 de febrero de 2018 y alrededor del mediodía los dos caminan hacia
el malecón del puerto. Desde allí, uno hace una llamada telefónica desde su
celular. Esta fue la última noticia que hubo de Alfonso Hernández Villavicencio y
Octavio Martínez Quiroz, suboficiales de la Agencia de Investigación Criminal
(AIC), de 28 y 26 años, secuestrados ese día por presuntos policías municipales
de Puerto Vallarta que los reconocieron como policías federales por un código
numérico bordado en la gorra que llevaba uno de ellos.

A un estacionamiento cercano al malecón entra un auto Chevrolet Aveo gris. Del


vehículo bajan dos hombres jóvenes que visten casual: pantalón de mezclilla y
playera. Nada que a primera vista los distinga del resto de los turistas que
disfrutan de la playa en un día de asueto.

A los 10 días, Alfonso y Octavio aparecieron muertos. Sus cuerpos estaban en un


auto abandonado en el municipio de Xalisco, Nayarit a 158 kilómetros de Puerto
Vallarta.

Aunque la investigación avanzó con celeridad desde su primera etapa, la SEIDO


no pudo evitar el trágico final de los agentes de la AIC. La noche del 15 de
febrero, en la colonia San José del Valle, del municipio de Xalisco, Nayarit,
apareció un automóvil abandonado. Los vecinos reportaron a la policía el
hallazgo, al advertir que de su interior provenía un olor fétido. En la cajuela
estaban los cuerpos los dos agentes envueltos en bolsas de plástico .

Investigación judicial:

La investigación de su secuestro, que en principio estuvo a cargo de la Unidad de


Desaparecidos, tomó otra ruta cinco días después, el 10 de febrero, cuando
comenzó a circular en YouTube un video de 2:20 minutos en el que aparecían los
dos agentes federales rodeados de hombres vestidos de negro, encapuchados,
que portaban armas largas.

Los dos jóvenes policías estaban hincados, amarradas sus manos a la espalda,
vestidos con playeras que tenían inscritas las iniciales de la SEIDO
(Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada).
Dos de los hombres armados les apuntaban, mientras los agentes tenían clavada
la mirada en un punto en el que seguramente estaba escrito el mensaje que los
obligaron a leer.

“Hemos estado haciendo en conjunto con la Marina, acciones como tortura, robo,
secuestro de nuestros objetivos, y hasta desaparecerlos sin respetar mujeres,
niños y personas mayores, siendo ellos las principales víctimas”, leyó Alfonso.
A partir de ese momento, la SEIDO atrajo el caso y abrió de oficio una carpeta de
investigación, pues el caso ya involucraba a un grupo de la delincuencia
organizada. A partir de un análisis de contexto con base en trabajo de inteligencia,
las autoridades atribuyeron el secuestro de los dos agentes federales y la
grabación del video al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que opera en la
zona.

La investigación y llevarla a cabo en completo sigilo, con policías “encubiertos”


que se hicieron pasar por turistas para pasar inadvertidos. De hecho, la
conducción de las operaciones se llevó a cabo desde la Ciudad de México, a partir
de lo que llaman “trabajo de gabinete”. Una labor que en este caso combinó
recursos de alta tecnología, análisis y procesamiento de datos, y en la que
participaron el Centro de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la
Delincuencia (Cenapi) y la Coordinación General de Servicios Periciales.

Las intervenciones telefónicas eran fundamentales en la investigación y debían


estar bien fundamentadas legalmente por las pruebas que aportaron. La primera,
por ejemplo, permitió identificar al portador del número de celular que había
creado la cuenta de correo electrónico desde la cual difundió el video de los
agentes federales.

Para ello los policías de investigación, respaldados por el MP, recurrieron a


dispositivos GPS que les permitieron seguir los movimientos de los presuntos
criminales y elaborar bitácoras de horarios. También utilizaron drones y tomaron
fotografías de los presuntos delincuentes.

Perfil criminal geográfico:

La noche del 15 de marzo las autoridades desplegaron, la operación en Bahía de


Banderas y llevaron a cabo los cateos. Las Mojoneras, en Vallarta. Mèxico.

Modus Operandi:
Mediante un análisis digital forense del video tomado por las cámaras de
vigilancia, las autoridades federales pudieron identificar al subdirector operativo de
la Policía Municipal de Puerto Vallarta y un agente local. Fueron ellos
quienes presuntamente secuestraron y dejaron a Alfonso y Octavio en manos del
CJNG. Por eso, las autoridades federales sabían que no podían confiar en los
cuerpos de seguridad locales –municipales o estatales– por sus posibles vínculos
con el grupo criminal.  

El CJNG “tiene la zona llena de halcones y son auxiliados por la policía municipal”,
afirma un agente que desde el lugar de los hechos contribuyó en la investigación
con la confirmación de cada dato que desde la Ciudad de México proporcionaba el
equipo de Análisis.

Se identifican, movimientos, desde una dirección de correo electrónico creada


desde un Starbucks en Puerto Vallarta, y un número de teléfono celular asociada
a esta. Al día siguiente, esa cuenta de email volvió a utilizarse desde un domicilio
particular, y luego desde un café internet ubicado a 500 metros. Desde allí
subieron el video de los agentes a YouTube.   

La orden judicial que permitió la intervención de 22 llamadas telefónicas. Todas


pasaron por análisis para identificar a las personas que habían llamado o recibido
llamadas desde esos números.

Datos del criminal serial:

Se trataba de Luis Manuel “N” identificado como el supuesto responsable del


soporte técnico y las comunicaciones del CJNG. 

Colombiano de nombre Mauricio “N”, un hombre desconfiado, que cambiaba de


auto cada dos días, se trasladaba sin escoltas y daba órdenes por teléfono.

Se detuvo a Ubaldo "N", subdirector operativo de la Policía de


Puerto Vallarta junto con otros dos sujetos más. En una casa en Loma Bonita se
detuvo a Carlos Rogelio "N", policía municipal, con otras dos personas. Ubaldo y
Carlos Rogelio brindaban protección institucional al Cártel al realizar acciones de
vigilancia.

En otro domicilio en la colonia Versalles, en Vallarta, se capturó a cuatro mujeres,


dos colombianas y dos mexicanas, quienes presuntamente llevaban a sus
víctimas a una casa de seguridad.

En un sexto inmueble en La Vena capturaron a tres hombres y a una mujer; en


Tijereta Paloma detuvieron a dos más; y en otros tres domicilios cateados no hubo
detenidos.

Se observa, una red criminal identificada como CJNG (Cartel Jalisco Nueva
Generación).

La acción tuvo como resultado la detención de 18 presuntos integrantes del


CJNG, quienes fueron consignados. A la carpeta de investigación por el secuestro
y homicidio de los agentes federales, el MP abrió otras por tráfico de drogas y
portación de armas, a las que sigue integrando elementos de prueba, dado que el
caso se encuentra en la etapa de investigación complementaria.

Finalmente, se observa; Aunque el caso Vallarta no ha concluido, pues está


pendiente el juicio que decidirá la responsabilidad de los inculpados, su método de
investigación criminal no sólo arrojó resultados favorables al lograr la consignación
del caso en tiempo récord. También demuestra que la capacidad investigadora se
fortalece en función de una buena conducción y coordinación, con los recursos
humanos y técnicos adecuados.
Referencias bibliográficas:
Alcaraz Albertos, J. F.  Perfil criminológico. Breves aspectos científicos y
metodológicos, Recuperado el 15-03-2020, Disponible en:
http://wikicrim.wikispaces.com/file/view/El+perfil+criminol%C3%B3gico
Difementes.com, expertos en capacitación. ¿Cómo se elabora un perfil criminal?
Recuperado el 15-03-2020. Disponible en:
http://www.difementes.com/revista/2010/Como_Elaborar_un_Perfil_Criminal.html
 

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