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¿Dicen los entrevistados lo que decimos que dicen?

: Sobre los métodos para el análisis


de entrevistas

Lic. Laura Orsi

Universidad Nacional del Sur

Desde hace varios años venimos desarrollando una investigación con el objetivo de
relevar estereotipos de inmigrantes de países limítrofes y determinar sus rasgos
constitutivos. Para ello trabajamos sobre los datos obtenidos a través de entrevistas
pautadas, llevadas a cabo con muestras predeterminadas de consultantes, procedentes de
distintos países limítrofes (Chile y Uruguay) y sin esa ascendencia inmigratoria (como
representantes de la sociedad receptora). Analizamos, a partir de estos datos, cómo se ven
los inmigrantes y cómo los ven miembros de la sociedad en la que pasaron a insertarse.
Procurando la máxima fidelidad a las declaraciones de los consultantes, nos limitamos a
relevar los modos en que los inmigrantes de las distintas procedencias aparecen designados
y los lexemas evaluativos que coocurren con dichas designaciones, y a cuantificar esos
resultados en la búsqueda de recurrencias que funcionasen como indicadores de la
existencia de estereotipos.
Teniendo en cuenta que las inferencias de los datos que provee una entrevista son
exclusivas del pensamiento del investigador, el problema que se deriva radica en el alcance
de esa interpretación, esto es, hasta dónde el análisis que se realiza se desprende de las
opiniones de los consultantes. Considerando esto, el objetivo de este trabajo reside en
realizar una revisión de los métodos propuestos en el campo de la sociolingüística para
analizar los datos obtenidos de las entrevistas efectuadas. Esta revisión comprende los
estudios sociolingüísticos que emplearon la entrevista como método de recolección de
datos pero no aquellos que la utilizaron para, por ejemplo, el análisis de la variación
fonológica sino en los que interviene la inferencia del investigador.

Modus Operandi

La mayoría de los trabajos revisados presentan una estructura semejante. En la


introducción se precisan el marco teórico, los objetivos y el propósito del trabajo. A esto le
sigue la explicación de la constitución del corpus en dónde se explican y detallan el
número de informantes, las variables intervinientes, el modo de recolección de datos. En
este punto, normalmente se aprecia una distinción entre los trabajos que abordan una
perspectiva cuantitativa de aquellos que presentan una cualitativa. En el primer caso, se
Laura Orsi

realiza el análisis del fenómeno en los datos examinados y la codificación de cada caso de
ocurrencia de los datos, que corresponde a las hipótesis postuladas y, luego, una
cuantificación y estudio estadístico, para finalmente interpretar los resultados. Es
importante señalar que en este tipo de análisis, frecuentemente, se precisa el modo en que
se realizó el tratamiento estadístico de los datos. Así, por ejemplo, se encuentra un estudio
sobre actitudes lingüísticas en Aragón en el que se explica:

“El tratamiento estadístico de los datos se realizó mediante el paquete estadístico


integrado Statwiew for Windows v. 5.0.1, usándose técnicas estadísticas
descriptivas, el ANOVA y la prueba de comparación de medias de Scheffe.
Mientras el ANOVA nos ha permitido comprobar los efectos de una o más
variables independientes en la explicación de las diferencias sobre cada una de las
variables dependientes, la prueba de Scheffe nos ayudó a concretar las diferencias
cuando el resultado del análisis de varianza se mostraba significativo. En cualquier
caso el nivel de significación utilizado fue del 0.05.”(Huguet Canalis, 2006:278)

En cambio, en el caso de los análisis cualitativos se pudo constatar que en una


primera instancia se atiende a la identificación del fenómeno que se va a estudiar, ya sea
una variable lingüística o un rasgo, luego se postula la hipótesis sobre el fenómeno en
cuestión y se identifican los contextos lingüísticos de ocurrencia para, finalmente, realizar
el examen de cada caso de ocurrencia en la muestra de habla, sea oral o escrita. A modo de
ejemplo se encuentra el trabajo realizado por Delia Ejarque, Nélida Moreno de Albagli,
María del Rosario Ramallo de Perotti y Ofelia Margarita Duo de Brottier “La actitud del
hablante culto mendocino ante su lengua”(1985), trabajo en el que se presentan los datos
obtenidos para cada una de las respuestas por medio de tablas, cuadros, gráficos o,
simplemente, porcentajes.
Más allá del tipo de análisis que se siga, se pudo corroborar que tanto la descripción
realizada para los análisis cuantitativos como para los cualitativos sigue de alguna manera,
los postulados planteados en trabajos como los de Carmen Silva Corvalán (1989, 2001) y
de Francisco Moreno Fernández (1990).
También es frecuente que se mencionen estudios anteriores para dar legitimidad al
propio y como modo de legitimación de los métodos y decisiones efectuadas. Así, no es
raro encontrar citado, el trabajo de Manuel Alvar (1972) en relación con los problemas
derivados de la paradoja saussureana -el aspecto social del lenguaje solo analizable a partir
de los datos que proporcionan individuos nucleados en grupos- o los trabajos de Labov,
tanto los realizados en New York (1966) como los Martha´s Vineyard (1972), y su -ya
clásica y no aún resuelta- paradoja del observador mencionada a cuento de las técnicas de
recolección de datos.
Una mención especial se debe conceder a los análisis de datos que se realizan sobre
el léxico, en tanto éste ha sido señalado como el más importante de los síntomas
lingüísticos, al que todos acuden con mayor frecuencia para sus evaluaciones1. Y eso se
debe, creemos, a que en las palabras se encuentran significados culturales lo que liga a los
análisis de la sociolingüística con la etnometodología -en términos de Garfinkel (1972)- o
la etnografía de la comunicación y a que permite, de cierta manera, “evitar” problemas de
naturaleza epistemológica: la aproximación a la dimensión social de los fenómenos
lingüísticos, ya que este enfoque permite al investigador interpretar información a través

1
Cfr. Silva Corvalán, Sociolingüística y pragmática del español, Washington, Georgetown University Press,
2001.
¿Dicen los entrevistados lo que decimos que dicen?

del conocimiento que le proporciona la participación y la observación en la comunidad que


estudia2.

Interpretaciones e Inferencias

Teniendo en cuenta que inferir significa según el Diccionario de la RAE (1984:


770) "Sacar consecuencia o deducir una cosa de otra", es fácilmente explicable el motivo
por el cual se presentan en detalle los datos obtenidos. A partir de esos datos, las
inferencias resultan obvias para el ojo analítico del investigador. Sin embargo, “los datos
no generan ideas analíticas por sí mismos. La comprensión se da por medio de un
movimiento constante entre datos e ideas”3. Una vez que se obtienen los primeros datos en
un nivel descriptivo se cruzan y comparan con los resultados de investigaciones o de
estudios de caso legitimados en el campo de la sociolingüística para luego vincularlos con
el marco teórico correspondiente. Esta etapa de interpretación de datos es referida por
Ángel López García- Molíns como:

“La etapa más difícil de la metodología sociolingüística, representados los datos y


los valores en gráficos, al sociolingüista le faltará explicar y discutir los resultados y sacar
las conclusiones. En este apartado, se aglutinan y sintetizan las observaciones referidas a lo
largo del estudio descriptivo realizado, se detallan las variables que no han resultado de
mayor interés, y las variables que permiten aclarar determinados aspectos. Como ejemplo,
sirva el trabajo de Moreno Fernández (1986)”(1994: 319-320)

Paso seguido, el autor enumera los resultados del análisis obtenidos por Moreno
Fernández. Sin embargo, el vínculo entre los datos y la interpretación no se menciona de
manera explícita.
Otro trabajo que utiliza la entrevista como medio para la recolección de datos es el
realizado por Adriana Araque (2001) quien realiza un estudio de los lexemas africanos que
se han mantenido en uso en el español. En este trabajo se explica cómo

“en el acto comunicativo que significa cada una de nuestras entrevistas entran en
juego, tanto en la concreción como en el procesamiento posterior del texto [...] el
conocimiento del mundo, con lo específicamente lingüístico e interaccional, además del
saber sobre esquemas textuales. Asimismo, la constitución y el efecto del texto en relación
a la situación comunicativa y el contexto tienen consecuencias en la construcción y
comprensión del texto.”

De esta manera la autora refiere las dificultades de interpretación de los datos que
proporciona una entrevista sin que el entrevistado y entrevistador compartan ciertos
saberes que le permitan realizar interpretaciones más cercanas a la situación lingüística del
grupo estudiado.
Sin embargo, la noción de entrevista con la que se trabaja se corresponde con la
concebida desde la etnografía de la comunicación. Asimismo, desde la antropología se han
2
Resulta interesante el artículo de Susan Hood y J.R. Martín quienes -siguiendo el modelo lingüístico
sistémico funcional del lenguaje, que considera el significado interpersonal junto con el ideacional y el
textual, en los distintos niveles del lenguaje (Halliday, 1994)- analizan el significado interpersonal a través
de la semántica del discurso desde una perspectiva que destaca el aspecto "personal" de la función
interpersonal y se centra en las formas en que se expresan valores y actitudes, elaborando sistemas de actitud
y gradación, para finalmente explorar el papel de la actitud y la gradación en el discurso académico.
3
Coffey, Amanda y Paul Atkinson 2003. Encontrar el sentido a los datos cualitativos: Estrategias
complementarias de investigación, Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, pág 138.
Laura Orsi

desarrollado distintos estudios destinados a la interpretación de los datos. Entre esos


estudios se encuentran los de Cliford Geertz quien propone una antropología simbólica
concebida como acto interpretativo, en tanto concibe a la cultura desde una perspectiva
semiótica. Desde este espacio se define al trabajo del antropólogo como un trabajo
etnográfico a través de una “descripción densa” que se relaciona más con la interpretación
que no la observación y la descripción. Es así que Geertz propone preguntar por el sentido
y por el valor del signo y responder reconociendo el valor de múltiples estrategias
analíticas4.
En este sentido, se sigue la noción de Peirce de razonamiento abductivo, que es
explicada por Amanda Coffey y Paul Atkinson (2003) de la siguiente manera

“El razonamiento o la inferencia abductivos implican que comenzamos desde lo


particular. Identificamos un fenómeno particular –hallazgo sorprendente o anómalo,
quizás-. Luego tratamos de explicar ese fenómeno relacionándolo con conceptos más
amplios. Lo hacemos inspeccionando nuestra propia experiencia, nuestro caudal de
conocimientos sobre fenómenos comparables o similares y el caudal equivalente de ideas
que podemos tomar de nuestras disciplinas (incluyendo las teorías u los marcos teóricos) y
desde campos vecinos. En otras palabras, las inferencias abductivas buscan superar los
datos mismos, para ubicarlos en marcos teóricos interpretativos y explicativos. El
investigador no se contenta con introducirlos a la fuerza en las ideas existentes, pues la
búsqueda incluye lo que se observa como nuevo, sorprendente o anómalo. Por otra parte,
estos fenómenos extraños no se usan sólo para refutar teorías existentes sino para dar con
una nueva configuración de ideas. Así existe una interacción repetida entre las ideas
existentes, los hallazgos y las observaciones anteriores, las observaciones nuevas y las
ideas nuevas.”(2003:187)

Es a partir de esta interacción entre teorías que la interpretación de los datos parece
encontrar cierto método. De cualquier manera, la abducción, como la inducción, no
contiene en sí una validez lógica y debe estar sujeta a una confirmación que jamás podrá
ser absoluta sino solo probable. Dicho de otra manera, no existen garantías respecto de la
legitimidad de las inferencias realizadas.

Conclusión

Como revisamos en el primer apartado, los procesos ligados al análisis de datos


consisten en tres etapas: reducir los datos -selección y condensación-, exponerlos y extraer
y verificar conclusiones. A partir de ello se puede comprender el motivo de la recurrencia
en la presentación exhaustiva de los datos que muestran paso por paso las tres instancias
del proceso. Resulta evidente que cualquiera sea el método escogido, su interpretación
excede la categorización técnica y la descripción de los datos mismos.
En los trabajos sociolingüísticos consultados encontramos escasas menciones al
modo de abordar los datos obtenidos a partir de entrevistas que pueda ser utilizado como
modelo teórico de análisis y que arroje luz sobre el modo en que los datos obtenidos
puedan ser inferidos o interpretados, aunque sí constatamos la existencia de diferentes
modelos descriptivos como los de Weinreich (1968), Appel y Muysken (1987) y Silva
Corvalán (1994), así como también, en todos los trabajos una de las premisas
sociolingüísticas que consiste en aplicar la metodología idónea a los fines de la
investigación.
4
Cfr. Oliveras Vilaseca, Angel, 2000. Hacia la competencia intercultural en el aprendizaje de una lengua
extranjera: estudio del choque cultural y los malentendidos. Madrid, Edinumen, pp. 49-50.
¿Dicen los entrevistados lo que decimos que dicen?

Asimismo pudimos constatar la general adecuación entre la representación, el


concepto, la interpretación humana y la realidad misma, aunque como lo dice Javier
Montserrat,

“La intención del conocimiento es alcanzar la verdad real; una cosa muy distinta es,
no obstante, que sea efectivamente alcanzada. El conocimiento es siempre interpretación y
por ello la verificación o comprobación de la verdad es siempre provisoria y está abierta a
crítica y consenso intersubjetivo”. (1983:365)

Los enfoques sociolingüísticos que no han generado estrategias metodológicas para


asegurarse de la validez de las inferencias que los investigadores realizan al interpretar las
respuestas de sus informantes y la necesidad de ajustarse a la realidad conducen a los
sociolingüistas a abrevar en otras disciplinas sociales que iluminen los espacios oscuros
que se le presentan, disciplinas como la antropología, la antropología social y la etnografía
de la comunicación. A modo de ilustración se puede mencionar el trabajo de Rosana Guber
(1991) quien problematiza la interpretación de entrevistas.

Referencias

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Laura Orsi

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