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MAÍCES

ANCESTRALES
DEL NORTE DE
CHILE
Ediciones Universidad de Tarapacá

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La diversidad fitogenética se concentra
principalmente en regiones conocidas como
“centros de diversidad”. Los agricultores de
estas zonas, que aún practican la agricultura
tradicional, cultivan variedades locales
conocidas como “razas originales” que han
sido seleccionadas a lo largo de varias
generaciones. En este sentido, en el norte de
Chile se puede encontrar una gran riqueza
de razas de cultivos adaptadas a
condiciones de estrés ambiental. Un
importante grupo lo constituyen aquellas
que por muchos años han sido objeto de
selección por parte de los agricultores
locales y que a manera de adaptación han
desarrollado interesantes características de
tolerancia reflejadas en la calidad de los
frutos y en sus caracteres morfológicos. Entre
los cultivos ancestrales de la región norte-
andina se encuentra el maíz (Zea mays L.),
cultivado en los valles salinos costeros y
precordilleranos del extremo norte de Chile,
cuya disponibilidad depende enteramente
de la mantención de su diversidad genética,
conservación, caracterización y estudio.

Elizabeth Bastías Marín


Gestora Nodo Patrimonio Natural

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MAÍCES ANCESTRALES DEL
NORTE DE CHILE

COLECCIÓN DE ESTUDIOS PATRIMONIALES


UNIVERSIDAD DE TARAPACÁ

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Ediciones Universidad de Tarapacá
Publicación realizada con aportes del
Convenio de Desempeño UTA-MINEDUC-1401
Proyectos INNOVA CORFO CÓD. 09CN14-5877 y 14BPC4-28583

MAÍCES ANCESTRALES DEL NORTE DE CHILE


Primera edición: Abril, 2018.
Impreso en: Andros Impresores Ltda.
ISBN: EN TRÁMITE
Registro de Propiedad Industrial: EN TRÁMITE

Autores:
Elizabeth Bastías Marín, Directora de Proyecto
Wilson Huanca-Mamani, Director Alterno
Patricia Pacheco Cartagena, Licenciada en Química
Yeny Ángel Rojas, Ingeniero Agrónomo
Wladimir Esteban Condori, Ingeniero Agrónomo
Richard Bustos Peña, Ingeniero Agrónomo
Elvis Hurtado Cortés, Ingeniero Agrónomo
Steffany Cárdenas Ninasivincha, Ingeniero Agrónomo

Departamento de Producción Agrícola


Facultad de Ciencias Agronómicas
Contacto: ebastias@uta.cl

Colaboradores:
Agricultores del valle de Lluta.
Agricultores de Precordillera, XV Región de Arica y Parinacota y I Región de Tarapacá

Comité editorial:
Álvaro Cárevic R. Ph.D. Depto. de Agricultura. Universidad Arturo Prat.
Luis Pizarro Arce, Ing. Agrónomo. Depto. de Fomento Productivo, INDAP Tarapacá.
Jorge Abarca Riveros, Biólogo.

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COLECCIÓN DE ESTUDIOS PATRIMONIALES
UNIVERSIDAD DE TARAPACÁ

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CONTENIDO
Agradecimientos………………………………………………………..….. 09
I. Introducción…………………………………………………………..…... 10
II. Antecedentes generales……………………….……………….…...... 11
2.1. Caracterización de las zonas productoras…………………...…. 12
2.2. Prospección de maíces ancestrales………………………….…... 42
2.3. Relación histórico-cultural de los pueblos y el maíz….………... 52
2.3.1. Maíz “lluteño”……………………………………………….. 52
2.3.2. Maíces de precordillera…………………………………... 58
2.4. Cultivo de maíces ancestrales del norte de Chile……………... 62
2.4.1. Maíz “lluteño”…………………………………………..…… 62
2.4.2. Maíces de precordillera………………………...………... 65
2.5. Fenología de maíces ancestrales..…………………………...…… 85
2.5.1. Maíz “lluteño”……………………………………………….. 85
2.5.2. Maíces de precordillera…………………………………... 87
III. Recomendaciones agronómicas para el manejo de maíces
ancestrales del norte de Chile…………………………………………... 89
3.1. Caso maíz “lluteño”………...……………………………..…….….... 90
3.2. Caso maíces de la precordillera: XV Región de Arica 118
y Parinacota y I Región de Tarapacá.
IV. Información nutricional de maíces ancestrales del norte de
de Chile………………………………………………………………………. 145
V. Conclusión……………………………………………………………….. 151
VI. Revisión bibliográfica………………………………………….…….... 152

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Agradecimientos
El siguiente documento forma parte de la recopilación de antecedentes generados entre
los años 2011 y 2017 en la ejecución técnica de los proyectos INNOVA CORFO CÓD.: 09CN14-
5877 y 14BPC4-28583 donde se contó con la colaboración de un importante número de
personas que brindaron su tiempo, apoyo y voluntad en el levantamiento de información
histórica, química, biológica, genética y agronómica de los cultivos de maíces ancestrales de
la XV y I Región del norte de Chile.

Queremos agradecer a los agricultores, profesionales, evaluadores y autoridades que


hicieron posible estructurar la información obtenida, permitiendo dar a conocer las
características y particularidades de la producción de estos maíces.

A todos quienes fueron parte de este trabajo, nuestro reconocimiento y consideración.

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I. Introducción
La información que se presenta en las diferentes secciones de este manual, forma parte
de los antecedentes obtenidos durante la ejecución de proyectos INNOVA CORFO en la XV y I
Región del norte de Chile, donde tras diversas visitas y prospecciones a las zonas productoras,
se logró recopilar valiosa información acerca de la relación histórico-cultural existente en torno
al cultivo de las diferentes razas de maíces presentes en estas zonas del país.

Al conocer el desarrollo de su cultivo y las problemáticas de sus agricultores, se


plantearon objetivos que buscando mejorar y revalorizar la producción de estos maíces que
necesariamente deben ser recuperados y resguardados, procurando mantener el desarrollo
de la agricultura de precordillera y la relación etnocultural de sus agricultores con su cultivo.

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II. Antecedentes generales
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2.1. CARACTERIZACIÓN DE LAS ZONAS PRODUCTORAS
 Valle de Lluta
La superficie total agrícola de la cuenca (Valle del bajo Lluta) es de 7.606 ha. Esta área se ubica a lo largo de
un tramo de 65 km entre Vilacollo y la desembocadura del río. Estas tierras agrícolas son abastecidas por el
sistema de irrigación del río Lluta, sin embargo, el área cultivada se limita normalmente a 2.784 ha que
corresponden al 37% del total de tierras agrícolas (INGENDESA, 2001).

El clima del valle de Lluta está influenciado fuertemente por el régimen costero de nubosidad baja
(camanchaca), alta radiación y temperaturas cálidas (Bastías, 2005). Según Albornoz et al. (2007), la
temperatura media anual, en el valle de Lluta, es de 18,4 °C, la máxima media anual es 27,7 °C y la mínima
media anual es 9,3 °C, no presentando heladas. Este clima favorece la producción de primores de cualquier
especie, además, permite cosechar choclos durante todo el año. Generalmente, en la zona alta del valle se
cosecha una vez al año, sin embargo, en su parte baja y media se pueden obtener hasta dos cosechas
anuales.

En este valle predominan condiciones de suelos y aguas con alta concentración salina y toxicidad por iones
específicos como sodio (Na+), cloro (Cl-) y Boro (B) registrándose en los suelos cultivables y aguas de riego del
valle de Lluta conductividades eléctricas (CE) que varían en los diferentes sectores del valle (sector bajo,
medio y alto), lo que sumado a problemas de drenaje, lo han afectado históricamente (Doussoulin y Quezada,
2008) limitando la diversificación de cultivos, evidenciándose los efectos en sus órganos y rendimientos
(Esteban, 2010). Esto otorga a la agricultura del valle, características especiales, que se basa primordialmente
en cultivos resistentes o tolerantes a la salinidad como el maíz “lluteño”.

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 Zonas precordilleranas de la XV Región de Arica y Parinacota y I Región de Tarapacá
Se realizaron muestreos en las diferentes localidades prospectadas entre los años 2014 y 2016, obteniendo
información referente a las características del suelo y agua de las zonas precordilleranas productoras de
maíces de ambas regiones en estudio, información que se presenta a continuación, con datos de la situación
(temporal) registrada de cada localidad al momento de visitar las zonas productoras de maíces, siendo
valores referenciales de cada zona precordillerana sugiriéndose realizar análisis de agua y suelo previo y
durante el cultivo si se desea realizar un manejo ajustado a sus requerimientos, así como a la disponibilidad y
aportes del suelo y agua de riego en la nutrición del cultivo.

Calidad del agua de riego

XV REGIÓN DE ARICA Y PARINACOTA

ZONA 1: SOCOROMA

En la Tabla 1, se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de la localidad de Socoroma.

Tabla 1. Parámetros de calidad de agua de la zona 1, perteneciente a la XV Región de Arica y Parinacota.

Parámetro Estanque Alto (Capatiza) Estanque Bajo NCh 1333 -1978


CE (dS/m) 0,83 1,14 < 0,75
pH 5,46 7,37 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

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Las conductividades eléctricas (CE) de las aguas de riego, muestran ser superiores a las establecidos dentro de
la norma, lo que provocaría un efecto perjudicial en cultivos muy sensibles a la salinidad, sin embargo, los
niveles reportados en ambas fuentes de agua, aparentemente, no presentan un efecto negativo sobre el
rendimiento del maíz. El pH de las aguas de riego, muestra dos condiciones diferentes, atribuido al origen de
cada una. Así, el agua del sector alto, proveniente de la Quebrada de Aromo, según reportes de INIA,
presenta una fuerte acidez (Tabla 1), mientras que el agua de riego correspondiente al Estanque Bajo presenta
un pH dentro del rango establecido por la NCh 1333, con un pH levemente alcalino para la solución suelo, lo
que podría provocar una menor disponibilidad de macronutrientes (fósforo) y micronutrientes (hierro), y con
esto la disminución de los rendimientos de los cultivos.

Tabla 2. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 1, perteneciente a la XV Región de Arica y


Parinacota.

Parámetro Estanque Alto (Capatiza) Estanque Bajo NCh 1333 -1978


Calcio (mg/L) 106,37 146,86 120 **
Sulfato (mg/L) 334,64 442,03 < 250
Boro (mg/L) 0,61 0,84 < 0,75
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Respecto a los iones predominantes en las muestras de agua, se observan niveles de calcio levemente altos,
principalmente en el Estanque Bajo, esto contribuiría a la formación de los agregados del suelo y a la nutrición
de los cultivos. El sulfato, es otro de los iones predominantes en las fuentes de agua de riego de la localidad, su
presencia en elevadas concentraciones puede derivar en una baja significativa del pH en el agua. Por otra

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parte, altos niveles de azufre pueden inducir una competencia de nitrógeno en el suelo. El boro (B), es un
micronutriente esencial para el éxito de la producción agrícola, sin embargo, los rangos de deficiencia a
toxicidad son muy estrechos. Según los datos reportados, ambas fuentes de agua, presentan una cantidad
levemente superior a los rangos establecidos por la norma, no teniendo implicancias significativas en el
rendimiento del cultivo de maíz al ser un cultivo semi tolerante al B.

Figura 1. Prospección de maíces de precordillera, Localidad de Socoroma.

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ZONA 2: CHAPIQUIÑA – BELÉN – SAXAMAR – LUPICA – TIGNAMAR

En la Tabla 3, se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de las localidades de
Chapiquiña – Belén – Saxamar – Lupica -Tignamar.

Tabla 3. Parámetros de calidad de agua de la zona 2, perteneciente a la XV Región de Arica y Parinacota.

Parámetro Chapiquiña Lupica Saxamar Tignamar NCh 1333 -1978


Alto Bajo Belén (Río Bajo) (A. Milagro)
CE (dS/m) 0,25 0,86 0,29 0,47 0,83 0,55 < 0,75
pH 7,58 7,70 7,32 7,11 7,51 6,88 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Los valores de CE de las aguas de riego en las localidades de Chapiquiña Bajo y Saxamar, muestran ser
superiores a los establecidos dentro de la norma, no provocando aparentemente un efecto perjudicial en el
cultivo de maíz debido a su moderada tolerancia a la salinidad. Otro aspecto a considerar, es la baja CE de
las aguas de la localidad de Belén, teniendo en cuenta que CE menores de 0,5 dS/m, provocarían un excesivo
lavado de sales beneficiosas (calcio) para la estructuración del suelo y a la vez un pobre aporte de nutrientes
minerales al cultivo. Respecto al pH de las aguas de riego, éstas muestran valores similares entre las diferentes
localidades prospectadas, con pH levemente alcalino, provocando una disminución de los elementos
nutritivos, principalmente fósforo. Por el contrario, la localidad de Tignamar que presenta un pH levemente
ácido, no causaría problemas en la absorción de los elementos nutritivos mencionados anteriormente.

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Tabla 4. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 2, perteneciente a la XV Región de Arica y
Parinacota.

Parámetro Chapiquiña Belén Lupica Saxamar Tignamar NCh 1333 -1978


Alto Bajo (Río Bajo) (A. Milagro)
Calcio (mg/L) 32,00 85,70 36,22 59,62 86,8 62,3 120 **
Bicarbonatos 97,60 170,80 73,20 159,9 150,7 69,5 30,5 *
(mg/L)
Boro (mg/L) 0,54 4,19 0,63 0,28 1,71 0,g70 < 0,75
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.
* Parámetro adecuado, para mantener 0,5 meq L-1.
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

La Tabla 4, muestra bajos niveles de calcio en el agua de riego en la totalidad de las localidades de la zona 2,
requiriendo la inclusión de fertilizantes con calcio en su formulación para suplir alguna carencia de este
elemento en la planta o a nivel de la formación de agregados de suelo (floculación). Por otra parte, los altos
niveles de bicarbonatos en el agua de riego, puede provocar un aumento en el pH del agua, inclinándolo
hacia el medio alcalino derivando en la no disponibilidad de nutrientes en la solución suelo. En el caso de la
localidad de Tignamar, se presentan aguas con niveles de bicarbonatos moderados, lo que explica el bajo pH
del agua de riego respecto a las demás localidades. En lo referente al B, llama la atención la diferencia de su
contenido entre las aguas de una misma localidad, lo que sería atribuido a su origen (vertiente). Se destacan
los altos niveles de B presentes en las aguas de riego, principalmente de la localidad de Chapiquiña Bajo (4,19
mg/L), que podrían provocar toxicidad por exceso de este micronutriente.

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ZONA 3: SAHUARA – ESQUIÑA – ILLAPATA

En la Tabla 5, se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de las localidades de Sahuara –
Esquiña e Illapata.

Tabla 5. Parámetros de calidad de agua de la zona 3, perteneciente a la XV Región de Arica y Parinacota.

Parámetro Sahuara Illapata Esquiña NCh 1333 -1978


Vertiente 1 Vertiente 2
CE (dS/m) 0,38 0,38 1,94 2,10 < 0,75
pH 6,93 7,03 7,86 7,46 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Los resultados reportados, muestran dos realidades diferentes, por un lado aguas de buena calidad, con CE
bajas, y un pH levemente ácido a neutral que permiten el desarrollo de una amplia gama de cultivos, y por
otra parte, las aguas de las localidades del río Camarones (Illapata y Esquiña), que presentan un riesgo
moderado de uso, siendo clasificadas como aguas C3-S2 con niveles de sodio medio, permitiendo su uso en
suelos con buena permeabilidad. Poseen un pH levemente alcalino, que podría derivar en la no disponibilidad
de nutrientes en la solución suelo.

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Tabla 6. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 3, perteneciente a la XV Región de Arica y
Parinacota.

Parámetro Sahuara Illapata Esquiña NCh 1333 -1978


Vertiente 1 Vertiente 2
Calcio (mg/L) 26,10 27,60 129,85 130,20 120 **
Cloruro (mg/L) 52,18 34,79 469,67 539,25 < 70 **
Boro (mg/L) 0,49 0,49 21,18 21,21 < 0,75
Sodio Porcentual (%) 37,2 37,3 53,9 55,2 < 35%
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Los resultados muestran niveles de calcio bajos en las aguas de riego de la localidad de Sahuara mientras que
en otras localidades superan los niveles normales indicados por la norma chilena. Considerando los contenidos
de sodio del agua de riego, sería conveniente niveles más elevados de calcio en el agua de riego, con la
finalidad de reducir los altos niveles de sodio presentes en el agua de riego, los cuales, provocarían problemas
de dispersión en el suelo y toxicidad en plantas sensibles a este elemento. La presencia de elevados niveles de
cloruro en las localidades de Illapata y Esquiña, podría causar problemas graves en el cultivo de maíz (especie
semi tolerante). Otra de las limitaciones son las altas concentraciones de B contenido en el agua de riego,
considerando que las necesidades de la planta, dependiendo del tipo de cultivo y variedad, son menores o
iguales a 1 ppm.

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I REGIÓN DE TARAPACÁ

ZONA 4: CAMIÑA

En la Tabla 7 se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de la localidad de Camiña.

Tabla 7. Parámetros de calidad de agua de la zona 4, perteneciente a la I Región de Tarapacá.

Parámetro Camiña Chapiquilta Viljagua NCh 1333 -1978


Calcio (mg/L) 0,83 1,12 1,06 < 0,75
pH 6,55 6,61 6,79 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Considerando la Norma 1333-1978, el análisis muestra una CE levemente alta en los tres sectores muestreados
de la localidad de Camiña, con presencia de sales disueltas que pueden provocar problemas en la
disponibilidad de agua para las plantas, sin embargo, la capacidad de tolerar el estrés es intrínseca de la
capacidad adaptativa de cada especie, siendo el maíz una planta semi tolerante a esta condición. El pH del
agua de riego, se encuentra en un rango adecuado para la disponibilidad de la mayoría de los macro y
micronutrientes necesarios para el desarrollo del cultivo.

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Tabla 8. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 4, perteneciente a la I Región de Tarapacá.

Parámetro Camiña Chapiquilta Viljagua NCh 1333 -1978


Calcio (mg/L) 51,94 60,12 60,52 120 **
Boro (mg/L) 1,2 1,11 1,08 < 0,75
Sodio Porcentual (%) 54,62 52,03 50,84 < 35%
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

La CE del agua de riego, es levemente salina. Al analizar su composición, se observa un bajo contenido de
calcio soluble y una alta cantidad de sodio soluble, lo que explica el alto sodio porcentual soluble informado
en el análisis, clasificándose como un agua de salinidad alta, pero con bajo contenido de sodio que podría
causar problemas de toxicidad en cultivos muy sensibles a este elemento. Otro parámetro importante, es el
contenido de B presente en el agua de riego, con niveles que se encuentran al límite entre lo requerido y lo
tóxico en un cultivo, lo que no sería un problema considerando que el maíz es un cultivo semi tolerante a este
elemento.

ZONA 5: ACHACAGUA

En la Tabla 9, se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de la localidad de Achacagua.

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Tabla 9. Parámetros de calidad de agua de la zona 5, perteneciente a la I Región de Tarapacá.

Parámetro Achacagua NCh 1333 -1978


CE (dS/m) 1,32 < 0,75
pH 7,79 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

La CE de las aguas de riego, muestran ser superiores a los establecidos dentro de la norma, pudiendo provocar
un efecto perjudicial en cultivos muy sensibles a la salinidad. El promedio de los niveles reportados en las tres
fuentes de agua colectadas, no provocaría un efecto perjudicial sobre el rendimiento del cultivo. El pH de las
aguas de riego, se clasifica como alcalino o básico y según reportes de INIA, presenta una condición
ligeramente alcalina. Este valor es alto para la solución suelo de la rizósfera de la planta, ya que podría
provocar una menor disponibilidad de macronutrientes (fósforo) y micronutrientes (hierro), con una disminución
de los rendimientos de los cultivos.

Tabla 10. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 5, perteneciente a la I Región de


Tarapacá.

Parámetro Estanque Alto (Capatiza) NCh 1333 -1978


Calcio (mg/L) 79,1 120 **
Sulfato (mg/L) 221,28 < 250
Boro (mg/L) 6,52 < 0,75
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.

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Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Los niveles de calcio en las aguas de la zona 5 son levemente bajos, contribuyendo de manera adecuada a la
formación de agregados de los suelos y a la nutrición de los cultivos, condición que disminuye la formación de
macro y microporos, generando un ambiente poco favorable para la exploración de las raíces. El sulfato, es
otro de los iones predominantes en las fuentes de agua de riego de la localidad, su presencia se encuentra en
concentraciones levemente bajo los límites permitidos según la norma, pero con la posibilidad de derivar en
una baja del pH del agua. Por otra parte, el B, es un micronutriente esencial para el éxito de la producción
agrícola, sin embargo, los rangos de deficiencia a toxicidad son muy estrechos. Los datos reportados
presentan valores superiores a los rangos establecidos, lo que podría tener implicancias en el cultivo de maíz,
sin embargo, se debe considerar que este es un cultivo semi tolerante a este elemento.

ZONA 6: SOTOCA – CHIAPA – JAIÑA

En la Tabla 11, se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de las localidades de Sotoca –
Chiapa y Jaiña.

Tabla 11. Parámetros de calidad de agua de la zona 6, perteneciente a la I Región de Tarapacá.

Parámetro Sotoca Chiapa Jaiña NCh 1333 - 1978


CE (dS/m) 0,34 0,45 0,27 < 0,75
pH 7,6 7,9 8,38 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14PPC4-28583.

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Los resultados muestran una condición favorable para el desarrollo de los cultivos, con CE inferiores a las
establecidas en la norma. La CE de Jaiña, puede provocar una severa reducción de la permeabilidad de los
suelos cuando la concentración de sales en el agua de riego es menor a 0,5 dS/m, acentuándose más
cuando esta es menor a 0,2 dS/m, causando la lixiviación de las sales, dejando al suelo libre de minerales,
especialmente calcio, creándose una fuerte inestabilidad de los agregados del suelo. Los valores de pH
podrían causar una fuerte disminución de los macro y micronutrientes.

Tabla 12. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 6, perteneciente a la I Región de


Tarapacá.

Parámetro Sotoca Chiapa Jaiña NCh 1333 - 1978


Calcio (mg/L) 24,42 22,87 16,6 120 **
Boro (mg/L) 0,28 0,95 0,91 < 0,75
Sodio Porcentual (%) 21,60 48,46 53,29 < 35%
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Se presentan bajos niveles de calcio soluble reduciendo la capacidad de formar agregados, creando
inestabilidad de la estructura del suelo y ausencia de macro y micro poros, disminuyendo la capacidad de
exploración y absorción de las raíces. Los altos niveles de sodio porcentual soluble propiciarían otra condición
desfavorable para la planta, provocando la dispersión del suelo, más aún si los niveles de calcio son bajos. Los
contenidos de B son levemente altos, pero no causarían problemas a cultivos semi tolerantes como el maíz.

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ZONA 7: LAS LOMAS – OCAICA – HUAPATA

En la Tabla 13, se muestran los parámetros más relevantes del análisis de agua de las localidades de Las Lomas
– Ocaica y Huapata.

Tabla 13. Parámetros de calidad de agua de la zona 7, perteneciente a la I Región de Tarapacá.

Parámetro Las Lomas - Ocaica Huapata NCh 1333 - 1978


CE (dS/m) 3,2 0,74 < 0,75
pH 7,28 7,33 5,5 - 9,0
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

En esta zona se presentan dos condiciones muy diferentes, por un lado, los sectores de Las Lomas y Ocaica
con aguas de riego con una salinidad alta, restringiendo el uso de ésta solo a cultivos tolerantes a la salinidad,
y a suelos con muy buena permeabilidad; y por otro lado encontramos a la localidad de Huapata que se
encuentra en la misma cuenca, pero que es regada con afluentes de vertientes de la localidad. Respecto al
pH, estos son levemente alcalinos, lo que requiere del uso de fertilizantes de reacción ácida.

Tabla 14. Elementos predominantes en el agua de riego de la zona 7, perteneciente a la I Región de


Tarapacá.

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Parámetro Las Lomas - Ocaica Huapata NCh 1333 - 1978
Calcio (mg/L) 201,7 36,8 120 **
Boro (mg/L) 4,84 1,14 < 0,75
Sodio Porcentual (%) 58,09 68,20 < 35%
**: Parámetro adecuado, según Smart Fertilizer, 2016.
Fuente: Laboratorio de suelo y agua. Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Tarapacá. Proyecto
INNOVA CORFO Cód. 14BPC4-28583.

Los resultados muestran dos condiciones diferentes atribuidas al origen de los afluentes. La localidad de
Huapata presenta niveles de calcio muy bajos, mientras que las localidades de Las Lomas y Ocaica presentan
una concentración de calcio ideal para desarrollar las funciones a nivel de suelo. Los niveles de sodio
porcentual soluble son altos, lo que podría derivar en la acumulación de sodio en la solución del suelo, razón
por la cual esta agua se clasifica como altamente salina con rango medio de acumulación de sodio, lo que
dependerá de la clase textural del suelo.

Calidad de los suelos


Para conocer los parámetros físico-químicos de los suelos, características que permiten tomar decisiones para
optimizar el crecimiento y desarrollo de los cultivos, se realizó un muestreo en tres sectores de cada localidad
productora de maíz con excavación de 40 cm de profundidad, y muestreos en dos estratas (0 a 15 y 15,1 a 30
cm). Paralelo a ello se colectaron alrededor de 10 a 15 sub muestras, para evaluar el potencial de fertilidad de
cada punto muestreado.

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ZONA 1: SOCOROMA

Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:
Una de las mayores limitaciones productivas observadas en la localidad de Socoroma, es la escasa
profundidad efectiva de los suelos agrícolas (35 a 40 cm de profundidad), traduciéndose en una menor
aptitud de estos para el desarrollo de los cultivos, característica significativa para la producción de maíz, ya
que este cultivo requiere de suelos con profundidades medias de 80 a 100 cm. Esta característica estaría dada
por la ubicación de las parcelas en terrazas o andenes ubicados en quebradas cuya conformación principal
son rocas, gravilla, arena y tierra superficial de cultivo.

Clase textural:
La textura determina en alto grado muchas de las propiedades físicas de los suelos como la aireación,
infiltración, retención de humedad, facilidad de laboreo, consistencia y fertilidad. En este sentido, los suelos de
los tres puntos muestreados en la localidad de Socoroma presentan una clase textural franco arenosa con una
buena capacidad de aireación pero baja capacidad de retención de humedad y nutrientes.

Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO):
La MO es el principal indicador e indudablemente la que posee una influencia más significativa sobre la
calidad del suelo y su productividad. En este sentido, la localidad de Socoroma presenta tenores de MO (%)
muy altos, permitiendo tener suelos con buena calidad y sustentabilidad agronómica. Estos altos tenores se
explican debido a que la mayoría de los programas de nutrición para el cultivo de maíz en la localidad se
basan en la incorporación de estiércol de ovinos, camélido o ave.

27
Capacidad de intercambio catiónico (CIC):
La capacidad de intercambio catiónica de un suelo es una medida de la cantidad de nutrientes con carga
positiva (cationes) que pueden ser adsorbidos o retenidos por el suelo en forma intercambiable. En este
sentido la localidad de Socoroma, presenta una alta capacidad de retención de nutrientes y agua, a pesar
de poseer una clase de textura franco arenosa.

Macronutrientes (N-P-K):
Como todo ser vivo, el crecimiento y desarrollo de las plantas depende del suplemento de nutrientes, con la
finalidad de alcanzar altos rendimientos y calidad de producción. De ahí que sea necesario entender el
equilibrio entre los ingresos (aportes) y egresos (salidas) de nutrientes presentes en el suelo.

Respecto a los contenidos de macronutrientes se observa que para el caso del nitrógeno (N) disponible, los
valores son bajos y no deben ser considerados para realizar una dosificación de este nutriente, ya que es
fácilmente desplazado hacia las capas más profundas, cambiando su disponibilidad rápidamente. En el caso
del fósforo (P) disponible, este elemento se encuentra dentro de las necesidades requeridas en el inicio del
cultivo, con excepción del muestreo en Socoroma Bajo. Para el caso del potasio (K) disponible, se observa que
este nutriente se encuentra sobre los valores requeridos para el inicio del cultivo de maíz.

Por último, uno de los parámetros analizados que resulta muy importante para el crecimiento y desarrollo de la
planta es el pH, ya que de este, depende la disponibilidad de nutrientes para ser absorbido por la planta. En
este sentido, los resultados muestran un adecuado pH de la solución suelo, permitiendo una buena absorción
de los macro y micronutrientes hacia la planta.

28
Recomendación
Las aguas de los sectores altos de Socoroma (Capatiza), presentan pH ácido, sugiriéndose el uso de
fertilizantes de reacción alcalina para contribuir a la absorción de nutrientes, especialmente fósforo y
micronutrientes que se encuentran presentes pero no disponibles para la planta.

En la actualidad, el rendimiento de maíces se ha incrementado gracias al desarrollo de nuevos híbridos,


mejores técnicas y un mejor entendimiento de los requerimientos del cultivo, que tratándose de híbridos
comerciales son cada vez más exigentes en cuanto a insumos y fertilizantes, sin embargo, los ecotipos locales
seleccionados antropogenicamente poseen menores requerimientos al estar adaptados y desarrollados en
condiciones mínimas de manejo. Este último punto, debe ser considerado a la hora de establecer un
programa de fertilización de este tipo de cultivo.

Para mejorar el arraigamiento de las raíces en el perfil del suelo, sería necesario realizar un laboreo de suelo en
profundidad con maquinaria agrícola, puesto que estas superficies corresponden a rellenos de ladera con
estratas de origen rocoso entre los 35 a 40 cm de profundidad, sin embargo, esta recomendación es de difícil
implementación por la dificultad para acceder a los campos, debido a la presencia de pendientes sinuosas y
superficies de trabajo agrícola pequeñas, sumándose los elevados costos de realizar dicha labor.

El suelo posee una clase textural franco arenosa, que si bien no es muy apropiada por la baja capacidad de
retención de nutrientes y agua, es corregible debido a la presencia de MO estabilizada en altos niveles, que
favorece en gran medida ésta falencia, permitiendo una mayor adsorción de nutrientes y agua, además de
incrementar la actividad microbiológica del suelo, contribuyendo a la calidad y sustentabilidad de éstos.

Respecto a los macronutrientes, el nitrógeno es de suma importancia para el crecimiento y desarrollo de este
cultivo teniendo importancia en la fertilización de fondo para corregir las necesidades del cultivo en sus
primeras etapas. El fósforo, se encuentra en niveles adecuados para los primeros estadios del cultivo, aunque

29
la eficacia de ser absorbido por la planta es baja (10% a 20%). El remanente del fósforo no se pierde del suelo,
quedando en el mismo lugar generando efectos residuales en cultivos posteriores, permitiendo la reducción
de las dosis del insumo fosforado. Respecto al potasio, este elemento se encuentra en niveles disponibles para
el cultivo y su principal reducción en los suelos es la extracción por parte de los cultivos. Si bien, los niveles de
potasio son generalmente suficientes para cubrir la demanda de la mayoría de los cultivos, su inclusión en
fertilizaciones balanceadas, puede ser interesante debido a la eventual interacción con otros nutrientes,
principalmente calcio, magnesio y sodio.

ZONA 2: CHAPIQUIÑA – BELÉN – SAXAMAR – LUPICA – TICNAMAR

Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:
Las 5 localidades muestreadas presentan diferentes limitaciones en la profundidad efectiva de exploración de
las raíces, con profundidades efectivas que van desde los 30 a 50 cm, sin embargo, el punto prospectado en
la localidad de Belén (sector Escuela), presenta una notable ausencia de profundidad efectiva para la
exploración de las raíces, con una profundidad efectiva de 30 cm, provocando una notable reducción de la
capacidad productiva de los ecotipos locales, al reducir su capacidad de exploración y anclaje de raíces.

Clase textural:
La mayoría de las localidades prospectadas en la zona 2, presentan una clase textural franco arenosa,
permitiendo una buena circulación del agua y aire en el suelo, sin embargo, esta característica requiere de la
aplicación de frecuencias de riego cortas y de la consideración de fertilizaciones parcializadas.

30
Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO):
Todas las localidades prospectadas en esta zona presentan un contenido normal de MO en los primeros
centímetros de suelo (0 a 15 cm), esta condición es muy importante, debido a la clase textural franco arenosa
que todas las localidades poseen, la que contribuye en gran medida a la retención de humedad y nutrientes
liberados durante el desarrollo del cultivo (mineralización). Lo anterior, se explica en base a los programas de
fertilización que realizan los propios agricultores, basados principalmente en la incorporación de guano.

Capacidad de intercambio catiónico (CIC):


La capacidad de intercambio catiónica de todas las localidades presenta un comportamiento de clase
textural franca, muy distinta a la clase textural reportada. Lo anterior, se explica por los altos tenores de
materia orgánica, que contribuyen a la floculación del suelo, permitiendo una mayor adsorción de los
nutrientes entregados a la planta para su absorción.

Macronutrientes (N-P-K):
Los contenidos de nitrógeno (N) disponibles son bajos para satisfacer los requerimientos de los primeros
estadios de la planta en las localidades de Chapiquiña, Belén, Saxamar y Tignamar, sin embargo, debido a la
alta movilidad de este elemento en el suelo, por lixiviación o volatilización, no es apropiado considerarlo en los
cálculos de nutrición. El fósforo (P) disponible, debe considerarse en los cálculos de fertilización, ya que
presenta escasa movilidad (pérdida por lixiviación) en el suelo. Considerando lo anterior, los resultados
reportados muestran bajos contenidos de fósforo disponible en todas las localidades visitadas, situación que se
acentuaría con los altos pH encontrados en algunas localidades como: Chapiquiña, Belén y Saxamar. En el
caso del potasio (K) disponible, las localidades de Belén (sector bajo y escuela) y Saxamar, podrían presentar
alguna deficiencia durante el desarrollo del cultivo. La principal fuente de este elemento en los suelos serían los
aportes de guano al cultivo.

31
Recomendación
En general, las aguas de las diferentes localidades prospectadas son aptas para el riego del cultivo de maíz. El
pH del agua podría provocar un efecto no deseado en el pH de la solución suelo, derivando en la no
disponibilidad de elementos esenciales como el fósforo y algunos micronutrientes recomendándose el uso de
fertilizantes de reacción ácida para contribuir a la acidificación de la solución suelo. Para evitar la toxicidad
del B en el cultivo, la materia orgánica, juega un rol importante en la adsorción de este elemento de la
solución suelo.

Sería recomendable realizar un laboreo de suelo en profundidad con maquinaria agrícola, sin embargo, esta
labor es de difícil implementación por los caminos sinuosos, pequeñas superficies de producción y los costos
que implica dicha labor. Los niveles de MO en los suelos de las diferentes localidades, le confieren un tenor
adecuado para la producción de los cultivos, considerando sus beneficios y aportes de nutrientes
(mineralización), así como la adsorción de elementos tóxicos como el B. A pesar de lo anterior, es necesario
implementar un programa de fertilización parcializada, poniendo atención a las necesidades de nitrógeno,
fósforo y calcio. Los micronutrientes pueden manifestar síntomas, pero son causa de la baja disponibilidad de
ellos en la solución suelo más que a su presencia.

ZONA 3: SAHUARA – ESQUIÑA – ILLAPATA

Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:
Los suelos de la zona 3 presentan similares características que las observadas en las localidades mencionadas
anteriormente, presentando de 0 a 40 cm de profundidad producto de la gran cantidad de rocas o la
formación de una tosca impermeable debido al nulo laboreo en profundidad.

32
Clase textural:
En estas localidades se presentan dos tipos de textura (franco arenoso y franco), siendo la clase textural media
(franco) la más adecuada para el cultivo de maíz, característica presente en la localidad de Esquiña e
Illapata. Considerando la condición salina de las aguas de estas localidades, es recomendable el uso de
suelos con textura franca arenosa, permitiendo el lavado constante de las sales solubles de la solución suelo,
evitando así la toxicidad en el cultivo.

Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO):
El mejor indicador de la calidad y productividad de los suelos es la materia orgánica, en este sentido, las
localidades prospectadas presentan un tenor muy alto de MO, favoreciendo el desarrollo del cultivo tanto a
nivel de estructuración de los agregados, como en el desarrollo de raíces, a través de los ácidos húmicos
presentes en su composición. Este último atributo, permite generar un sistema radicular necesario para permitir
las funciones de las raíces y tolerar los contenidos salinos presentes en el agua de riego de las localidades de
Illapata y Esquiña. Se debe considerar que el punto muestreado perteneciente a Augusto Mamani (sector
Illapata), era un suelo preparado con gran cantidad de guano y sembrado dos días antes, explicando los altos
tenores de MO reportados en el análisis realizado, superando el 5% de MO, cantidad que un suelo debe tener
como máximo, ya que el exceso de MO implica una alta adsorción de nutrientes limitando la absorción por
parte de las raíces.

Capacidad de intercambio catiónico (CIC):


Los resultados muestran similar comportamiento que las localidades prospectadas anteriormente,
acentuándose las zonas con clase textural media (franco), que posee mayores contenidos de arcillas, y que
con los altos tenores de MO reportados, tendrían mayor posibilidad de formar agregados (floculación) en
presencia de calcio.

33
Macronutrientes (N-P-K):
Respecto al nitrógeno (N) disponible, se observan contenidos mayores a los observados en las otras zonas (1 y
2), sin embargo, siguen siendo valores bajos, a excepción del suelo muestreado en Illapata (agricultor Augusto
Mamani), preparado y sembrado con altas dosis de guano lo que le permitiría satisfacer las demandas de los
primeros estadios del cultivo. En el caso del fósforo (P) disponible, los niveles reportados se encuentran dentro
de los rangos adecuados, con excepción de la localidad de Esquiña e Illapata que reportan bajos contenidos
de fósforo, teniendo que incorporar algún fertilizante que incluya a este elemento. Por último, los contenidos
de potasio (K) disponible, en todas las localidades prospectadas son altos o muy altos, debido principalmente
a la incorporación de guano, el cual, por lo general posee altos contenidos de este elemento.

Recomendación
Las muestras de agua presentan un riesgo de salinización moderado de la solución suelo, debido
particularmente al sodio, sin embargo, para manejar este riesgo sería necesario realizar una labor en
profundidad, para contribuir a la lixiviación de las sales del perfil de suelo. Los tenores de MO contribuyen de
manera positiva en el desarrollo de raíces así como en su fertilidad, adsorbiendo nutrientes que luego entrega
a la planta. Respecto a los macronutrientes, es necesaria la corrección de nitrógeno, fósforo y calcio, con
fertilizantes idealmente de reacción ácida, para contribuir a la acidificación de la solución suelo en todas las
localidades, aspecto difícil de corregir por el efecto tampón de la MO en el suelo.

I REGIÓN DE TARAPACÁ

ZONA 4: CAMIÑA
Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:

34
A diferencia de las observaciones realizadas en las zonas anteriormente analizadas, esta localidad presenta
buena profundidad efectiva favorecida por el uso de maquinaria agrícola, lo que permite una exploración
adecuada de las raíces en el perfil del suelo, con presencia a los 50 cm de una estrata de color rojizo.

Clase textural:
Esta localidad presenta dos clases texturales (franco limosa y franco arenosa), ambas con buen porcentaje de
minerales medianamente finos (limo) que contribuyen a la retención de agua. Por la condición de agua de
riego salina la localidad de Camiña puede presentar una acumulación de sales mayor que los suelos de clase
textural arenosa presente en otros valles.

Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO) y Capacidad de intercambio catiónica (CIC):
Se presentan altos tenores de MO en los sectores de Camiña y Chapiquilta, y normales en el sector de
Viljagua. Lo anterior, permitiría reducir los problemas de salinidad presentes en el agua de riego además de
contribuir a mejorar la fertilidad de los suelos.

Macronutrientes (N-P-K):
Los tres sectores muestreados de la localidad de Camiña, muestran un bajo contenido de nitrógeno y fósforo,
elementos esenciales para el crecimiento y desarrollo del cultivo. Por otra parte, se observa un alto contenido
de potasio disponible atribuido a las altas cantidades de guano incorporadas, y a los aportes de fertilizantes
inorgánicos aplicados como el salitre de potasio.

Recomendación
La localidad de Camiña presenta aguas de salinidad alta, pero con baja capacidad de acumular sodio en el
perfil del suelo. Se recomienda considerar la permeabilidad de los suelos a cultivar y los aportes constantes de
MO estabilizada para contribuir a la formación de macro y micro poros, y al desarrollo de nuevas raíces que

35
permitan la absorción de los nutrientes presentes e incorporados a la solución del suelo. Otro aspecto a tener
en cuenta es el aporte de nitrógeno y fósforo, nutrientes esenciales para el desarrollo de las funciones
fisiológicas del maíz. Otro de los elementos claves para el desarrollo del cultivo es el calcio, el que aporta
funciones a nivel de la planta siendo parte de sus estructuras (raíz, tallo, hoja, etc.), y por otro lado ayuda al
desplazamiento del sodio adsorbido al complejo de cambio, que es observado por el alto porcentaje de sodio
intercambiable (PSI) presente en todos los sectores analizados de la zona 3. Para esto, sería recomendable la
incorporación de enmiendas inorgánicas que contengan calcio en su composición (yeso agrícola), que junto
al agua de riego, podrían favorecer el desplazamiento del sodio de la solución suelo.

ZONA 5: ACHACAGUA

Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:
Una de las mayores limitaciones productivas observada en la localidad de Achacagua, es la escasa
profundidad efectiva de sus suelos agrícolas, que va de 40 a 50 cm de profundidad, atribuido al tipo de
producción en terrazas o heras que es la forma de producción más utilizada en la zona, implicando una menor
aptitud del suelo para el desarrollo de los cultivos, característica significativa para la producción de maíz, ya
que este cultivo requiere de suelos con profundidades medias de entre los 80 a 100 cm (Fuentes, 2003).

Clase textural:
Los suelos de la localidad de Achacagua, presentan una clase textural franco arenosa en dos de los puntos
muestreados y una clase textural franca en el tercer punto muestreado, implicando una buena capacidad de
aireación, pero baja capacidad de retención de humedad y nutrientes.

36
Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO):
La localidad de Achacagua muestra tenores de MO (%) muy altos, permitiendo tener suelos con buena
calidad y sustentabilidad desde el punto de vista agronómico.

Capacidad de intercambio catiónico (CIC):


La capacidad de intercambio catiónico de un suelo es una medida de la cantidad de nutrientes con carga
positiva (cationes) que pueden ser adsorbidos o retenidos por el suelo en forma intercambiable. En este
sentido la localidad de Achacagua, presenta una capacidad de retención de nutrientes y agua alta, a pesar
de poseer una clase textural franca arenosa.

Macronutrientes (N-P-K):
Los contenidos de nitrógeno (N) disponible son bajos y no deben ser considerados para realizar una
dosificación de este nutriente ya que es fácilmente desplazado hacia las capas más profundas cambiando su
disponibilidad rápidamente. En el casos del fósforo (P) disponible, este elemento se encuentra dentro de las
necesidades requeridas en el inicio del cultivo. Para el caso de potasio (K) disponible, se observa que este
nutriente se encuentra sobre los valores requeridos para el inicio del cultivo. Por último, los resultados obtenidos
muestran un pH adecuado de la solución suelo, permitiendo una buena absorción de los macro y micro
nutrientes hacia la planta.

Recomendación
La presencia y calidad del agua son fundamentales para el éxito del cultivo, en este sentido, las aguas de los
sectores de Achacagua, presentan niveles de pH ligeramente alcalino o básico, por lo que debe considerarse
el uso de fertilizantes de reacción ácida para contribuir con la absorción de nutrientes, especialmente fósforo,
y micronutrientes que se encuentran presentes pero no disponibles para la planta.

37
En la actualidad el rendimiento de los maíces se ha incrementado gracias al desarrollo de nuevos híbridos,
mejores técnicas de cultivo y un mayor entendimiento de los requerimientos del cultivo, sin embargo, ecotipos
locales seleccionados antropogenicamente son menos exigentes en cuanto a insumos. Este último punto debe
ser considerado a la hora de establecer un programa de fertilización.

Para mejorar el arraigamiento de las raíces en el perfil del suelo sería necesario realizar un laboreo de suelo en
profundidad con maquinaria agrícola, sin embargo, esta recomendación es de difícil implementación
producto de la dificultad para acceder a los campos, a la presencia de pendientes sinuosas, superficies de
trabajo pequeñas y al elevado costo de su implementación.

Si bien la clase textural (franca arenosa) no es muy apropiada por su baja capacidad de retención de
nutrientes y agua, es corregible debido a la presencia de MO estabilizada en altos niveles, permitiendo una
mayor adsorción de nutrientes y agua, además de favorecer la actividad microbiológica del suelo,
contribuyendo a la calidad y sustentabilidad del mismo.

Respecto de los macronutrientes presentes, el nitrógeno es de suma importancia para el crecimiento y


desarrollo del cultivo de maíz, de ahí la importancia de realizar una fertilización de fondo para corregir las
necesidades del cultivo en sus primeras etapas. En el caso del fósforo, este elemento se encuentra en niveles
adecuados para los primeros estadios del cultivo, aunque la eficacia de ser absorbido por la planta es baja
(alrededor del 10 a 20%). El potasio se encuentra en niveles disponibles para el cultivo y su principal reducción
en los suelos es la extracción por parte de los cultivos. Aunque los niveles de potasio son generalmente
suficientes para cubrir la demanda de la mayoría de los cultivos, su inclusión en fertilizaciones balanceadas,
puede ser interesante debido a la eventual interacción con otros nutrientes, principalmente calcio, magnesio y
sodio.

38
ZONA 6: SOTOCA – CHIAPA – JAIÑA

Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:
Los suelos presentan una escasa profundidad efectiva, debido principalmente al nulo uso de maquinaria
agrícola, con labores de preparación de suelo realizadas a mano, utilizando pala y azadón, logrando laborear
una profundidad de no más de 20 a 25 cm, formándose una estrata impermeable bajo la superficie del suelo
preparada.

Clase textural:
Los datos indican que los suelos presentan una clase textural franco arenosa, con buena aireación y
permeabilidad en los primeros centímetros de suelo, contribuyendo al lavado de las sales, principalmente
sodio, presentes en el agua de riego, sin embargo, esta característica no es apropiada para las localidades
que poseen frecuencias de riego distantes entre un riego y otro, debido a la escasa disponibilidad del recurso
hídrico, aspecto común entre las localidades prospectadas.

Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO) y Capacidad de intercambio catiónica (CIC):
Los niveles de MO y CIC reportados en las localidades de Sotoca y Chiapa son altos y adecuados a la clase
textural reportada, lo cual, contribuye de muy buena manera a la retención de nutrientes y agua, sin
embargo, gran parte de la CIC posee alta adsorción de sodio en su complejo lo que deriva en el alto PSI,
demostrando su acumulación en el suelo y los problemas de toxicidad en la planta de no tomarse las medidas
correctoras pertinentes.

39
Macronutrientes (N-P-K):
Se presentan contenidos de N y P muy bajos, dificultando el desarrollo normal de las funciones fisiológicas
básicas del cultivo. Los niveles de potasio disponible, al igual que en otras localidades son muy altos, por lo que
no se justificaría el uso de fertilizantes potásicos. Otro de los aspectos importantes es la incorporación de
calcio, que si bien es bajo respecto al sodio, desde el punto de vista soluble e intercambiable contribuiría al
desplazamiento de sodio de la solución suelo.

Recomendación
En general, las aguas de los sectores analizados muestran una cantidad de sales solubles bajas en las tres
localidades, pero con presencias de sales (sodio) solubles que deben considerar un manejo agronómico que
minimice la acumulación de esta en el perfil del suelo, entre ellas se puede mencionar el laboreo de suelo en
profundidad y la aplicación de riegos largos para la lixiviación de las sales del perfil del suelo. Otro aspecto
que contribuye a la fertilidad del suelo son los altos tenores de MO. Se recomienda la incorporación de
fertilizantes inorgánicos, que contengan nitrógeno, fósforo y calcio, considerando aquellos de reacción ácida.

ZONA 7: LAS LOMAS – OCAICA – HUAPATA

Aspectos Físicos:
Profundidad efectiva de los suelos:
Estas localidades no presentan limitaciones para las raíces hasta los 50 cm de profundidad, siendo una de las
zonas con menor oposición al laboreo manual. Posterior a los 50 cm se observa una estrata de piedras o tosca
impermeable que limita el desarrollo radicular de las plantas.

Clase textural:
Este parámetro indica suelos de textura gruesa con presencia de arcilla y limo suficiente, pero con distinto
grado de cohesión. Las localidades de Las Lomas y Huapata presentan una menor cohesión de sus

40
agregados, con una capacidad de retención de agua y nutrientes mínima, mientras que Ocaica presenta un
suelo franco arenoso con mayor capacidad para formar agregados.

Aspectos Químicos:
Materia orgánica (MO) y Capacidad de intercambio catiónica (CIC):
Los datos muestran altos contenidos de MO en Las Lomas y Ocaica, y normales en la localidad de Huapata.
Las localidades con textura arenosa franca (Las Lomas y Huapata) presentan una baja CIC, y por lo tanto, una
baja capacidad de retención de nutrientes. Las tres localidades presentan un PSI alto, lo que se traduce en
una significativa adsorción de sodio adherido al complejo de cambio.

Macronutrientes (N-P-K):
Los contenidos de nitrógeno y fósforo disponibles son bajos, mientras que los niveles de potasio disponible son
relativamente altos, por lo que utilizar fertilizantes potásicos no sería necesario. Otro de los aspectos
importantes es la incorporación de calcio, que si bien es bajo respecto al sodio, desde el punto de vista soluble
e intercambiable contribuiría al desplazamiento del sodio de la solución suelo.

Recomendación
En general, las aguas de los tres sectores analizados muestran niveles de sales solubles bajos pero que debe
considerar un manejo agronómico que reduzca la acumulación de éstas en el perfil del suelo, por lo tanto, la
aplicación de riegos largos para la lixiviación de las sales del perfil del suelo, así como la incorporación de
enmiendas cálcicas pueden contribuir a una mayor estructuración de suelo. Otro aspecto que contribuye a la
fertilidad del suelo son los tenores de MO, que para estos casos son normales y altos en algunas localidades
analizadas, por esta razón, es necesaria la incorporación de fertilizantes inorgánicos que contengan nitrógeno,
fósforo y calcio, dando prioridad a productos de reacción ácida.

41
2.2. PROSPECCIÓN DE MAÍCES ANCESTRALES

Para recopilar información acerca de los maíces presentes en ambas regiones del país se realizaron
metodologías para su colecta según su zona de producción: en el caso del maíz “lluteño” las semillas fueron
obtenidas de las zonas productoras ubicadas en los sectores altos del valle de Lluta reconocidas por ser
aquellas donde se ubican sus principales custodios, productores y surtidores para todo el valle de Lluta. Para el
estudio del producto cosechado en fresco las muestras fueron colectadas de dos parcelas demostrativas
establecidas en el valle de Lluta entre los años 2011 y 2012 en el sector Rosario (parcela Universidad de
Tarapacá) y sector Molinos. En cuanto a los maíces de la precordillera de ambas regiones, la prospección de
semillas y maíces en fresco se inició el año 2014, donde paralelo al registro y colecta de las razas de maíces
presentes en cada localidad visitada (Figuras 2 - 4) se realizó el muestreo de agua y suelo para conocer las
características de cada zona productora.

42
Figura 2. Prospección de maíces de precordillera, Localidad de Socoroma.

43
Figura 3. Prospección de maíces de precordillera, Localidad de Chapiquiña.

44
Figura 4. Prospección de maíces de precordillera, Localidad de Zapahuira.
45
El área de colecta de las accesiones de maíces fue sub-dividida en 8 zonas (Tabla 15) determinadas en base a
las características del lugar.

Tabla 15. Establecimiento de zonas para prospección de maíces ancestrales de precordilera.

Región No de Localidades asociadas


zona
1 Putre, Socoroma

2 Pachama, Chapiquiña,
Arica y Murmuntani, Belén, Lupica,
Parinacota Saxamar, Tignamar

3 Sucuna, Sahuara, Esquiña

4 Camiña

5 Chiapa, Jañia, Sotoca, Illalla

Tarapacá 6 Chuzmiza, Sibaya, Achacagua

7 Tarapacá (La Honzana)

8 Quillagua

46
COLECTA DE MAÍCES DE PRECORDILLERA

Se visitaron diversas localidades en las zonas precordilleranas de ambas regiones realizando prospecciones en
15 pueblos, colectando accesiones de maíces en 14 de ellos (Tabla 16 y Tabla 17) con excepción de las
localidades de Putre y Pachica.

Tabla 16. Colecta de maíces en localidades de precordillera.

Región Localidad
1-Belén
2-Chapiquiña
3-Copaquilla
XV Región de Arica y Parinacota 4-Illapata
5-Sahuara
6-Socoroma
7-Tignamar
8-Saxamar
9-Achacagua
10-Camiña
I Región de Tarapacá 11-Chiapa
12-Jañia
13-Mamiña
14-Sotoca

47
Sumada a las localidades mencionadas, se adicionaron muestras procedentes de la localidad de Chiapa
colectadas y enviadas por profesionales de INDAP de la Región de Tarapacá. La metodología incluyó la
identificación de cada muestra mediante su codificación, georeferencia del sitio de colecta, fecha de
muestreo, procedencia e identificación, contabilizándose un total de 110 accesiones de maíces colectadas
(Tabla 17).

Tabla 17. Localidades y número de accesiones de maíces de precordillera colectadas en la XV Región de Arica y
Parinacota y I Región de Tarapacá.

Región Localidad N° de accesiones colectadas


1-Belén 1
2-Chapiquiña 12
XV Región de Arica y 3-Copaquilla 2
Parinacota 4-Illapata 14
5-Sahuara 6
6-Socoroma 31
7-Tignamar 3
8-Saxamar 5
9-Achacagua 2
10-Camiña 9
I Región de Tarapacá 11-Chiapa 4
12-Jañia 5
13-Mamiña 7
14-Sotoca 9
Total 110

48
Las muestras corresponden a una gran diversidad de maíces con características diferentes en cuanto a
tamaño, forma y color y, que según su zona productora reciben diferentes denominaciones (Figura 5 - 7).

Figura 5. Maíces colectados en la precordillera de la XV Región de Arica y Parinacota. (A) maíz taruja, (B) maíz
llorón, (C) maíz de Belén, (D) maíz morado, (E) maíz Pucuya, (F) maíz de Sahuara.

49
Figura 6. Maíces colectados en la precordillera de la I Región de Tarapacá. (A) y (B) maíz blanco de
Camiña, (C) maíz de Camiña, (D) y (E) maíz de Sibaya, (F) maíz de Mamiña.

50
A

Figura 7. Maíces colectados en la precordillera de la I Región de Tarapacá. (A) colecta sector Bella Vista
(Camiña), (B) colecta Localidad de Achacagua, (C) colecta Localidad de Chapiquilta (Camiña).

51
2.3. RELACIÓN HISTÓRICA-CULTURAL DE LOS PUEBLOS Y EL MAÍZ
2.3.1. Maíz “lluteño”

El maíz, ha sido un cereal de vital importancia para las culturas americanas (Figura 8). Su origen se remontaría
a siete mil años a.C. en Mesoamérica - entre el actual territorio de México y Centroamérica- bajo la forma de
“teosinte” correspondiente a la variedad silvestre del maíz.

Figura 8. Recreación de agricultores en periodo de cosecha


del maíz (extraído de Guamán Poma de Ayala, 1615).

52
En el caso del valle de Lluta, los antecedentes arqueológicos del sitio Lluta 13 identifican y datan la
introducción del maíz (Figura 9 y 10) cercano al año 2000 a.C., encontrándose junto a las evidencias directas
de maíz y otros cultivos, registro de paneles con arte rupestre que aluden al tema agrícola, destacándose los
grabados de chacras de Vinto 1-2 y los “maíces humanizados” de Rosario.

Figura 9. Restos de corontas de maíces


encontradas en el valle de Lluta (extraído
de García, 2011).

53
Figura 10. Granos de maíces
recuperados de excavaciones
realizadas en el valle de Lluta. Sitio
Lluta 900 - 1450 D.C., (extraído de
García, 2011).

La presencia del maíz en el valle como en todo el sistema andino, estuvo asociada a la alimentación humana
como granos para la chicha y diversas comidas; el tallo y las hojas como forraje y para la elaboración de
humitas y tamales; sus estigmas en medicina como diurético y sus corontas como combustible. Por otra parte,
el cultivo era vinculado como parte de la religiosidad acompañando todas las ceremonias del ciclo vital,

54
sirviendo como regalo de iniciación y matrimonio o como ofrenda para la muerte, siendo además, objeto de
complejas ceremonias ligadas a la siembra y cosecha.

Evidencias analizadas de coprolitos (heces fosilizadas) humanos provenientes de asentamientos preincaicos e


incaicos del sector intermedio del valle dan cuenta de los cambios en la producción y consumo de maíz con
la incorporación de las poblaciones al sistema Inka. Así, durante el periodo Intermedio Tardío la dieta local se
basaba en un alto consumo de maíz como chicha o harina. En el caso de la chicha, se reconoce la
importancia de su consumo en festividades ligadas a la redistribución comunitaria y a los rituales propiciatorios
(prácticas rituales que se llevan a cabo en cualquier estructura social). En esta etapa la producción de maíz
estaba orientada al autoconsumo con escasos aportes alimentarios externos. Por otra parte, coprolitos
asociados a sitios incaicos evidencian una disminución del maíz y un aumento del consumo de tubérculos
como mandioca y oca, lo que podría estar relacionado con el hecho de que el maíz habría sido organizado
por el Estado Inka bajo el sistema de tributo comunal en la forma de cuotas de trabajo (mit’a). Otro de los
resultados indicaría que a pesar de la introducción en Lluta de tubérculos como alimento sustitutivo este no
habría tenido el valor ceremonial del maíz.

Las transformaciones agrícolas surgidas en tiempos incaicos, se manifiestan en el notable aumento de la


capacidad de almacenaje del maíz, lo que se evidencia en la construcción de las qolqas de Huaylacán
(Figura 11), donde se han contabilizado 765 pozos cilíndricos subterráneos que podrían haber almacenado 700
m3 de maíz. Estas estructuras se dispusieron sobre una terraza natural a pocos metros del río, lugar de
construcción que habría sido seleccionada por la conjugación de condiciones naturales óptimas para la
conservación del maíz, tratándose de un ambiente seco y oxigenado con el aire marino que penetra por el
valle. Las qolqas destinadas al maíz habrían sido pensadas desde el ámbito ancestral como forma de
conservación en estado seco para su posterior consumo en forma de guisado (calapurca), tostado, majado y,
fundamentalmente, como chicha utilizada en actividades sociales y ceremoniales (extraído de García y
Santoro, 2014).

55
Figura 11. Qolqas de Huaylacán en el valle de Lluta (extraído de Díaz, 2011).
56
Según Choque (2014) se puede identificar una gran vinculación sociocultural entre la población indígena
serrana y el grano, formando parte de la vida cultural y ritual de las familias aymaras contemporáneas. Su uso
se expresa en las ceremonias destinadas al culto de las “cruces de mayo” y carnaval en el caso del pueblo de
Molinos, sumándose a la celebración de un nacimiento o un entierro. La utilidad del maíz en las cruces de
mayo es la de ser la materia prima para acompañar la “guatia” bajo la forma de “humita” o “choclo
huatiado”, preparación que es practicada principalmente por la población indígena inmigrante de los
pueblos de Putre, Socoroma o Chapiquiña localizada entre el sector de Poconchile a Arancha quienes
trasladaron sus creencias y saberes culturales a este valle.

En pueblos como Molinos, Chapisca o Sora localizados en la parte superior del valle, y también en pueblos
precordilleranos, el uso del maíz es importante en los carnavales constituyendo una ofrenda predilecta al
“abuelo carnavalón” formando parte de su ajuar festivo.

La gastronomía andina incluye su uso en preparaciones como el “zango” o “zancu” que es elaborado a partir
de su harina, para estructurar junto a ingredientes como chicharrón, ajo y cebolla una comida con
consistencia de puré. Otra forma de consumirlo es como “mazamorra” con leche y azúcar. Igualmente, el uso
de harina de maíz es utilizado para la elaboración de pan y sopaipilla y sus granos suelen ser consumidos
como maíz tostado.

En resumen, el cultivo de maíz en el valle de Lluta posee distintas implicaciones culturales, económicas y
sociales desde tiempos preincaicos a la actualidad donde aún forma parte de la vida, costumbres y ritos de
quienes se dedican a su cultivo, privilegiándose sobre todo en la población, su consumo, trascendiendo las
prácticas productivas que impone el mercado.

57
2.3.2. Maíces de precordillera

Los asentamientos poblacionales de las zonas precordilleranas tuvieron como particularidad el hecho de
establecerse en lugares donde existen limitaciones climáticas que restringen la agricultura al uso de cultivos
tolerantes como la papa (Solanum tuberosum L.), quinoa (Chenopodium quinoa Willd) y el maíz (Zea mays L.),
gran parte de ellos cultivados bajo el sistema de andenerías y complejos sistemas de canales para el regadío
(Álvarez, 2014) que aún se conservan y practican en la mayoría de las localidades.

La información referente a las zonas precordilleranas sugiere la existencia de una gran diversidad de razas de
maíces con variaciones de tipo, forma, color y tamaño que permiten adquieran su denominación basándose
en estas características o solo por el nombre de su localidad productora.

Como ocurre en otras localidades productoras de maíz, como el valle de Lluta, en algunas de estas zonas aún
se conservan tradiciones individuales o colectivas ligadas a la producción de cultivos. Una de estas
ceremonias es la “Pawa” (Figura 12) ritual que se realiza antes de comenzar o terminar alguna festividad o
actividad laboral, cuyo objetivo es solicitar la autorización a la “Pachamama”, y dar agradecimiento a los
espíritus tutelares y al “Tata Inti” por las cosechas obtenidas. Para realizar dicha ceremonia se utilizan
materiales como el aguayo, hojas de coca, hunto (grasa de alpaca), suyo (feto disecado de animal), co’va
(hierba medicinal), puro (licor), incienso y copal (piedra).

Otra costumbre que se ha mantenido es el denominado “Pachallampe”, práctica que se realiza al momento
de la siembra del cultivo de la papa, pero que algunos la han incorporado al cultivo del maíz siendo un
trabajo colaborativo donde la comunidad participa en la siembra de cada terreno junto a los sistemas de
cargos religiosos (“mayordomos”) y las imágenes de los santos patronos. Con esta ceremonia donde se incluye
la música y danza, los comuneros buscan asegurar la fecundidad de los campos precordilleranos (Choque y
Díaz, 2017), sirviendo como instancia para la congregación social y aminorar las tensiones comunitarias.

58
Figura 12. Ceremonia de la “Pawa” previa siembra de maíz en parcela demostrativa, Localidad de Socoroma, señora
Margarita Humire, XV Región de Arica y Parinacota.
59
En localidades como Belén,
aún se conservan tradiciones o
ceremonias relacionadas con
la producción agrícola, una de
ellas es la “ch’alla” (Figura 13 y
14) ritual para agradecer a la
“Pachamama” por todo lo
dado a la familia (en aspectos
relacionados con el hogar,
trabajo, relaciones sociales y
otras actividades) desde el
carnaval anterior. En esta
ceremonia se le ofrece a la
madre tierra en
agradecimiento, y petición de
nuevos favores, rociando el
suelo con alcohol, coca, copal
o incienso, los confites, la
serpentina, flores y diferentes
adornos.

Figura 13. Celebración de la


“ch’alla” con serpentinas en
cultivo de maíz, Localidad de
Belén, XV Región de Arica y
Parinacota.

60
Estas expresiones se
muestran el día martes de
“Ch’alla”, donde por la
mañana, la familia se reúne
en una casa para decorarla
con globos, serpentinas,
flores y frutas, realizándose la
misma acción en casas de
amigos o familiares y hasta
en las fuentes de trabajo, en
este caso en los cultivos.
Antes de las 12:00 horas, los
participantes del ritual
toman los elementos
preparados para colocarlos
en las esquinas de las casas,
techos, jardín y otros.

Figura 14. Celebración de la


“ch’alla” en cultivo de maíz,
Localidad de Belén, XV Región
de Arica y Parinacota.

61
Los usos dados a los maíces incluyen su consumo humano en la preparación de platos típicos de la zona,
como maíz tostado, harina para distintas preparaciones como sopaipillas, pan, mazamorra y el “api”, esta
última, bebida típica del altiplano boliviano realizada en base a maíz morado con el que también se realizaba
“chicha” para su consumo en rituales ceremoniales.

2.4. CULTIVO DE MAÍCES ANCESTRALES DEL NORTE DE CHILE

La producción de maíces ancestrales en el norte de Chile se realiza siguiendo las costumbres heredadas por
generaciones, con manejos agronómicos en ocasiones mínimos, sobre todo en las zonas precordilleranas
donde sus agricultores se resisten a la introducción de productos químicos que alteren el manejo natural en
que desarrollan su producción. A continuación, se presenta la información referente al manejo agronómico
del maíz “lluteño” y los maíces ancestrales desarrollados en las zonas precordilleranas del norte de Chile.

2.4.1. Maíz “lluteño”

- Preparación de terreno: Esta labor primaria se realiza de forma mecánica utilizando herramientas como
tractores con diferentes aperos (rastras, arados, surqueadores, etc.), y/o de manera manual, con pala u otra
herramienta que el agricultor considere necesaria, sobre todo para la confección del sistema de contras
(grupo de surcos y camellones utilizados para la siembra y riego) del cultivo.

- Siembra: La profundidad del hoyado para el depósito de las semillas y fertilizantes varía entre los 8 y 12
cm según cada productor. El número de semillas por cada golpe de siembra puede variar entre 2 a 5 semillas
por golpe, siendo generalmente 4 la cantidad más utilizada. Una vez realizado el tapado de la semilla se
realiza un riego con caudales bajos y lentos denominado por los agricultores como riego de “pasadillada”.

62
- Marcos de plantación: La distancia de plantación varía entre 0,2 y 1,8 m entre plantas de maíz (sobre el
surco o camellón) y de 0,4 a 1,7 m entre surco o camellón, siendo la distancia de 1x1 m la más empleada.

- Semilla: Las semillas son adquiridas de los diferentes productores del valle de Lluta, ubicados
preferentemente en las zonas altas del valle, existiendo una pequeña población que opta por el uso de
semillas producidas de manera personal. En escasas ocasiones se realiza la desinfección de las semillas previo
o al momento de la siembra.

- Fecha de siembra: Esta dependerá del sector a cultivar, variando las fechas entre sectores (alto y bajo),
realizándose siembras escalonadas entre cada sector. Las fechas de siembra para los sectores bajos se
realizan idealmente entre los meses de febrero a marzo, mientras que en el sector alto, estas se inician
comúnmente entre los meses de julio a agosto.

- Fertilización: La aplicación de fertilizantes se realiza de manera fraccionada en tres o cuatro períodos del
cultivo. La primera en el momento de la siembra, la segunda entre los 40 a 60 cm de altura, la tercera en la
espigadura y la última en el momento del llenado de grano. La incorporación de fertilizantes se realiza a través
del hoyado, donde se deposita el o la mezcla de fertilizantes a un costado del grupo de plantas (golpe), para
posteriormente cubrirlo con tierra. Los fertilizantes utilizados para cubrir las necesidades de macro y
micronutrientes son principalmente inorgánicos (urea, fosfato diamónico, salitre de potasio, entre otros). En
algunos casos se suma el uso de abonos foliares. En las zonas altas, junto a la aplicación de fertilizantes, aún se
realiza la labor denominada “aporcado” que consiste en el tapado de fertilizantes junto al reforzamiento del
sostén de la planta, realizando un montículo de tierra alrededor del tallo de la planta y así evitar la caída de
esta con vientos fuertes.

- Riego: El sistema más utilizado es el riego por surcos. El tiempo y frecuencia depende de la época de
producción, etapa fenológica del cultivo, características del suelo y la disponibilidad del recurso.

63
- Plagas y enfermedades: Para su control, lo común es el uso de productos químicos incluyendo los
ingredientes activos (i.a): clorpirifos, cipermetrina y methomyl utilizados por años.

- Cosecha: La cosecha de maíz para consumo fresco se efectúa una vez que la planta de maíz alcanza
el estado fenológico de grano lechoso (R3) etapa en que los granos presentan el endosperma turgente y lleno
de un líquido azucarado y lechoso. Esta estimación de cosecha se puede observar de la siguiente forma:

1. La parte superior de la mazorca (inflorescencia femenina) presenta forma de cuello de botella al palpado.

2. Color oscuro de los estilos de la mazorca (denominado “muñeca” por los agricultores).

3. Sonido de la presión que ejercen los dedos en los granos de la parte superior de la mazorca.

En cuanto a la cosecha de maíz para semilla, esta se realiza alcanzada la madurez fisiológica de los granos de
la mazorca (estado R6), que se aprecia a través de la tonalidad parda oscura de los granos, el color de las
hojas de la mazorca, y la pérdida de la tonalidad verde intenso de las hojas de la planta.

En el caso del maíz destinado para la alimentación de consumo animal, se incluye la cosecha mecanizada.

- Manejo de malezas: Esta labor se realiza de manera manual (con pala, azadón u otra herramienta) o
mediante la aplicación de herbicidas.

- Comercialización (envasado, transporte y conservación): En el caso de maíz para consumo fresco


(choclos), el envasado del producto se realiza en el lugar de cosecha depositando el producto en sacos
dispuestos exclusivamente para su envasado y posterior venta. El producto es transportado en camión no
refrigerado hasta su lugar de comercialización (generalmente Terminal Agropecuario) por lo que se

64
recomienda dejar el producto en lugar fresco hasta su venta, se recomienda dejar en lugar fresco
resguardado de altas temperaturas que dañan su calidad.

- Calibres: Las mazorcas una vez cosechadas son clasificadas de acuerdo a su tamaño o calibre, y
ensacadas según el siguiente criterio:

 Calibre primera : 100 unidades por saco.


 Calibre segunda : 150 unidades por saco.
 Calibre tercera : 200 unidades por saco.

Existen además mazorcas de un tamaño más pequeño (calibre cuarta) que también son ensacadas y
comercializadas.

- Proceso para obtención de semillas: Para la producción de semillas de maíz “lluteño” se debe secar la
mazorca en la planta hasta el momento óptimo para su desgrane, calibrado y guarda.

- Semilla: Una vez que la mazorca está seca se realiza el desgrane que consiste en la obtención de los
granos de la parte central de la mazorca (desechándose los extremos de esta). Los granos obtenidos son
seleccionados y calibrados según su tamaño (primera, segunda y tercera) para luego ser guardadas bajo
sombra, evitando altas temperaturas y humedad.

2.4.2. Maíces de precordillera

La mayoría de los agricultores de la XV Región de Arica y Parinacota y de la I Región de Tarapacá se han


dedicado por años a la producción de este cultivo adaptado a las distintas condiciones de estrés abióticos
como déficit hídrico, suelos, aguas salinas, heladas, altas temperaturas y un mínimo manejo agronómico, no
obstante, han logrado desarrollar una agricultura de subsistencia con escasa o nula incorporación de

65
tecnología, situación que se presenta más comunmente en las zonas precordilleranas de la XV Región.

Desde el inicio del Proyecto INNOVA CORFO Maíces Ancestrales se recopilaron antecedentes sobre estos
maíces, siendo la interacción y la experiencia narrada por los propios agricultores la principal fuente de
información que permitió conocer las prácticas y problemáticas asociadas a su producción. Aunque se
presentaron dificultades para realizar un mayor número de encuestas y contar con la colaboración de las
personas en la entrega de información, se logró aplicar un total de 41 encuestas: 16 en la XV Región de Arica y
Parinacota y 25 en la I Región de Tarapacá, información que sirvió como información base del manejo
agrícola de estos maíces en ambas regiones.

Antecedentes productivos del cultivo de maíces ancestrales en la XV Región de Arica y Parinacota

Al realizar las visitas a las zonas precordilleranas productoras de maíces se logró observar un número reducido
de personas habitando las localidades prospectadas, de los cuales, la mayoría correspondía a adultos
mayores dedicados a la producción de cultivos y/o a la ganadería. Del total de agricultores encuestados en
esta región, el 18,75% se encontraba entre los 20 a 41 años de edad, mientras que el 81,25% restante mencionó
ser mayor de 41 años (Figura 15) cifras que indicarían que la población joven interesada en continuar y
heredar las costumbres y enseñanzas agrícolas de sus antepasados, es cada vez menor, situación que se
repite en las localidades más aisladas de la región.

66
56,25 % 18,75 %

25 % Edad

20-40

41-60

61-90

Figura 15. Rango etario de la población encuestada en la XV Región de Arica y Parinacota.

La mayoría de los agricultores consultados mencionó ser de etnia aymara. El tipo de explotación agrícola es
independiente y sólo el 68,75% de los agricultores son dueños de los predios. Del total de encuestados el 87,5%
de ellos mencionó llevar más de 20 años dedicados al cultivo de maíz en la región (Figura 16).

67
12,5 %

25 %

<10
10 a 20
21 a 30
62,5 %
>30

Figura 16. Años de producción de maíz en la precordillera de la XV Región de Arica y Parinacota.

Los cultivos más utilizados distintos al maíz son la papa, orégano, alfalfa y en menor cantidad, el haba, cebolla
y la zanahoria (Figura 17).

68
12,5 % 31,2 %

Cultivo Asociado
Policultivo
Monocultivo
56,2 %

Figura 17. Sistema de producción agrícola de la XV Región de Arica y Parinacota.

- Preparación de terreno: La preparación de suelo es realizada de forma manual con pala y azadón,
mientras que el uso de maquinaría se dificulta considerando la topografía del terreno y el sistema de
terrazas en que muchos de los agricultores desarrollan sus cultivos.

- Siembra: Esta se efectúa 2 a 4 días después de la preparación del terreno, entre los meses de agosto y
septiembre, épocas más apropiadas para el establecimiento del cultivo.

69
- Marco de siembra: La distancia de plantación varía entre cada agricultor siendo 1x1 m entre y sobre
hilera la distancia promedio utilizada.

- Semilla: El 93,75% de los agricultores prefieren el uso de semillas propias, mientras el resto opta por
adquirirlas de otros productores. El número de semillas sembradas varía entre 4 a 7 por golpe, y de la
misma forma que en la I Región los agricultores justifican este número como una forma de asegurar la
permanencia de plantas después de la pérdida causada por el ataque de insectos y animales que
consumen las semillas y reducen la probabilidad de que un número significativo de plantas lleguen
finalmente a desarrollarse y producir.

- Fertilización: Se basa en el uso de productos orgánicos, generalmente mezclas de guano de cordero y


pájaro, pero también suele ir acompañado de fertilizantes químicos como la urea y el fosfato diamónico
aplicados durante el crecimiento vegetativo (aproximadamente 45 días posterior a la siembra), con una
segunda aplicación en la etapa de floración cuando aparece la panoja. Esta práctica consiste en
hacer un agujero a unos 15-20 cm de cada planta donde se incorpora y se cubre con tierra el
fertilizante.

- Riego: El sistema por inundación es el tipo de riego utilizado. La frecuencia depende del origen y del
turno disponible. En Socoroma, Chapiquiña y Belén el turno es cada 15 días, y para otros pueblos como
Esquiña e Illapata puede variar de 7 a 18 días según el agua disponible.

- Plagas y enfermedades: Se destaca el escaso uso de agroquímicos para el control de plagas o


enfermedades a excepción de un agricultor de la Localidad de Illapata que mencionó utilizar el
insecticida Zero 5 EC y el herbicida Hache Uno®2000 175EC durante las labores de campo, aun cuando
este último no esté recomendado para el cultivo de maíz. Según explica con años de trabajo en el maíz
“lluteño” en el valle de Lluta, habría adquirido conocimiento de las prácticas realizadas en su zona de

70
desarrollo, situación que difiere de lo común en la zona precordillerana, donde los agricultores optan por
no incorporar agroquímicos como método de control de plagas o enfermedades, teniendo un
concepto de producción más amigable que difiere del manejo del maíz “lluteño” donde se utiliza una
gran cantidad de químicos para controlar el ataque y proliferación de las mismas.

Sobre las plagas y enfermedades presentes en los cultivos se mencionó la presencia de estas tanto a nivel de
suelo, plantas y mazorcas. Las plagas más comunes observadas corresponden a:

 Gusano de la mazorca (Heliothis zea (Boddie))


Especie que ingresa realizando perforaciones en las mazorcas (Figura 18) o a través de los estilos para
alimentarse de sus granos tiernos (Figura 19) provocando su daño y al mismo tiempo el ingreso de otros
insectos que pueden llegar a causar pudriciones y descarte del producto.

Figura 18. Daño de gusanos en mazorcas de maíz.


Localidad de Socoroma.

71
Figura 19. Larva y daño de gusano de la mazorca en
granos frescos.

 Gusano cogollero (Spodoptera frugiperda (J.E. Smith))


Especie distribuida ampliamente a nivel mundial, considerada una de las plagas más dañinas de cultivos de
importancia económica. Se caracteriza por causar daño en todas las etapas y partes de la planta,
especialmente en el cogollo (Figura 20 y 21) y mazorcas frescas (Figura 22) recomendándose realizar
observaciones continuas para detectar su presencia y decidir su forma de control.

72
Figura 20. Daño de gusano cogollero en plantas de
maíz. Localidad de Chapiquiña.

Figura 21. Daño de gusano cogollero en plantas jóvenes


de maíz. Localidad de Chapiquiña.

73
Figura 22. Larva de gusano cogollero en mazorcas de maíz.

 Moscas de la mazorca (Euxesta sp.)


Esta es una plaga que se encuentra distribuida en áreas tropicales y subtropicales de América, Estados Unidos
y norte de México. Es considerada una plaga de importancia variable en el cultivo de maíz (de acuerdo a la
variedad cultivada) y cuyo daño se presenta cuando las pequeñas larvas (Figura 23) ingresan a la mazorca
por su parte superior, alimentándose de las sedas y granos tiernos.

74
Figura 23. Larvas de moscas de la mazorca
consumiendo granos de maíz.

Figura 24. Mosca de la mazorca (Euxesta sp.) en


maíces. Localidad de Belén.

75
Las aves son consideradas otro tipo de plaga que afecta al cultivo ya sea consumiendo sus semillas o los
granos de las mazorcas en desarrollo. Las tarucas (Hippocamelus antisensis) y liebres (Lepus europaeus),
también son mencionadas como causales de daños en los cultivos, consumiendo partes o la totalidad de las
plantas.

- Cosecha: La producción de maíces se destina principalmente para el consumo fresco y la elaboración


de otros derivados como la harina, chicha y tostado. Finalizado el cultivo, los restos vegetales son
destinados a la alimentación del ganado.

- Malezas: Las principales especies presentes en el cultivo son la malva, alfilerillo, cebadilla, yuyo, grama
dulce, cuscuta y chirire. Su control es realizado de forma manual con pala y azadón.

La mano de obra disponible es esporádica y mayoritariamente nacional. El 93,75 % de los encuestados


menciona tener apoyo familiar durante las labores del cultivo.

Respecto a la estimación del rendimiento, los gastos de inversión y las ganancias, no existe un registro claro,
desconociendo con exactitud esta información o no habiendo la disposición de entregar estos datos.

Antecedentes productivos del cultivo de maíces ancestrales en la I Región de Tarapacá

De acuerdo a los antecedentes recopilados, el 4% los agricultores encuestados en la precordillera de la I


Región se encuentra entre los 20 y 40 años de edad, el 40% dentro de los 41 y 60 años, y el mayor porcentaje
supera los 61 años, llegando la mayoría de ellos a ser parte del grupo de la tercera edad (Figura 25).

76
4%

40%

56%
Edad

20-40

41-60

61-90

Figura 25. Rango etario de la población encuestada en la I Región de Tarapacá.

La tendencia del rango etario de los agricultores coincide con la disminución de la población joven dedicada
a la agricultura en estos pueblos, siendo las personas de edad avanzada, quienes se han encargado de
producir y mantener los maíces y la tradición de su cultivo en estas localidades.

Respecto a la nacionalidad, la totalidad de los encuestados informó ser de nacionalidad chilena y etnia
aymara, pueblo originario que sigue vigente y que desde hace años habita grandes superficies del territorio
norte de Chile.

77
El 60% de la población posee un tipo de explotación independiente y el resto pertenece a una asociación,
existiendo mayoritariamente agricultores propietarios de las tierras (Figura 26).

24%

Propietario
76%
Arrendatario

Figura 26. Tipo de tenencia de los predios en la I Región de Tarapacá.

De los encuestados, el 64 % indicó tener más de 20 años dedicados al cultivo de maíz, mientras que el 8%
mencionó contar con menos de 10 años dedicados a esta actividad (Figura 27).

78
8%

32 %

28 %

<10

10 a 20

21 a 30
32 %
>30

Figura 27. Años de producción de maíz en la I Región de Tarapacá.

Al consultar por la obtención de las semillas, la totalidad de los agricultores mencionó el origen propio de estas
y su mantención desde sus antepasados, considerándose los custodios de este material de alto valor
fitogenético.

Aún cuando el monocultivo del cultivo de maíz presenta un bajo porcentaje (Figura 28), se debe recalcar la
importancia de que esta práctica sea cada vez menor, conociendo su impacto negativo en el ambiente

79
como: la rápida dispersión de enfermedades y resistencia de estas, el desgaste de nutrientes del suelo, su
erosión, entre otros.

8%

Monocultivo

Policultivo
80%

Figura 28. Sistema de producción agrícola de la I Región de Tarapacá.

El manejo agronómico corresponde más bien al de una agricultura de tipo tradicional, con riego en
platabanda y una frecuencia que varía de acuerdo a la disponibilidad de agua de cada localidad. Así, en
Camiña, Achacagua, Sibaya y Limaxiña la frecuencia de riego va de 6 a 10 días, mientras que en Mamiña la
frecuencia puede ser de hasta 30 días, aproximadamente, siendo este último, el lugar con menos
disponibilidad de agua para el cultivo de maíz (Figura 29).

80
6 7

10 8

Camiña

Achacagua

Mamiña

Sibaya

30 Limaxiña

Figura 29. Frecuencia de riego (días) en las distintas localidades productoras de maíz.

La siembra se realiza entre los meses de agosto y septiembre utilizando un marco de plantación que fluctúa
entre los 0,8 x 0,6 m entre y sobre la hilera, aprovechándose al máximo la superficie disponible.

El número de semillas utilizado depende del criterio del agricultor, variando de 5 a 8 por golpe de siembra,
existiendo sectores como Limaxiña y Sibaya donde se pueden utilizar de 14 a 20 semillas por golpe. Este
elevado número es justificado por el agricultor como una forma de asegurar la siembra dado que existen aves
y otras plagas que atacan a la semilla y reducen la probabilidad de su germinación y desarrollo. Una vez que

81
las plantas del golpe de siembra presentan de 3 a 4 hojas, son raleadas dejando cinco plantas por golpe,
traduciéndose esta acción en una gran pérdida económica por concepto de semillas-plantas que no llegan
al estado productivo.

Respecto al uso de productos fitosanitarios para el tratamiento de semillas, el 88% de los encuestados
menciona no realizar tratamientos antes de la siembra debido al desconocimiento de esta práctica, a factores
culturales y/o al costo económico que significa la adquisición de este tipo de producto.

El 80% de los encuestados utilizan algún insecticida para controlar plagas asociadas al cultivo como: gusano
cortador (Agrotis sp.), arañita roja (Tetranychus sp.), mosca de la mazorca (Euxesta sp.), gusano cogollero
(Spodoptera frugiperda (J.E. Smith)) y gusano de la mazorca (Heliothis zea (Boddie)).

El insecticida más utilizado corresponde al fosforado Lorsban®Plus y en menor cantidad (4%) Troya 4 EC. El 28%
de los agricultores mencionó aplicar Furadan®350L para el control de insectos y nemátodos, y el 16% Cyhexatin
60 SC para el control de ácaros (Figura 30). Ninguno de ellos utiliza productos de etiqueta verde prefiriendo
productos fitosanitarios que les signifiquen un control inmediato sobre la plaga y a un menor costo económico,
aun cuando estos productos no están recomendados por etiqueta para el cultivo y plaga a controlar. El
hecho de utilizar constantemente productos altamente tóxicos y el no respetar las dosis de aplicación
indicadas en la etiqueta hacen que las plagas formen resistencia y el agricultor se vea obligado a utilizar
crecientemente productos más tóxicos y/o dosis mayores, con un efecto menos amigable con el ambiente y
los organismos que en él habitan.

El uso de fungicidas no es mencionado dentro de sus métodos de control para enfermedades. En cuanto al
control de malezas el 24% de los agricultores indicó hacer aplicaciones de herbicidas para su control, siendo el
más empleado Afalón®50 y Rango®480 SL, no recomendados por etiqueta para el cultivo de maíz, no
obstante, su uso es bajo y se concentra en la localidad de Camiña, sector caracterizado por ser una zona más

82
productiva en comparación a otros lugares aledaños. Entre las malezas más comunes se encuentran la
cebadilla, campanilla, trébol y camacho.

80

70

60

% de agricultores
50

40

30

20

10

0
L. Plus Lannate MTD Troya Furadan Cyhexa n Triplex Lorox H1 Afalón Rango

INSECTICIDA INSECTICIDA ACARICIDA HERBICIDA


NEMATICIDA

Producto fitosanitario

Figura 30. Productos fitosanitarios más utilizados en la I Región de Tarapacá.

Según la información obtenida, la fertilización sería similar en todas las localidades, tanto en el tipo de
fertilizante, dosis y momento de aplicación. En el período de crecimiento vegetativo los agricultores suelen
aplicar urea, fosfato diamónico y guano de cordero y/o pájaro, realizando las últimas aplicaciones de urea y

83
salitre en la etapa de floración. Un pequeño grupo de agricultores de Camiña y Limaxiña realizan
fertilizaciones con caliche, mezcla de minerales que no es recomendable utilizar de no conocer su
composición real y, por lo tanto, sus aportes para el suelo.

La mano de obra utilizada es esporádica, mayoritariamente extranjera y familiar, ya que es más económica y
poseen habilidad y responsabilidad para hacer las labores encomendadas.

Respecto a la estimación del rendimiento, el 12% de las personas conoce el rendimiento alcanzado por
superficie cultivada, así como el costo y las ganancias obtenidas. El gran problema que se observó al
momento de realizar la encuesta fue el desconocimiento del agricultor acerca de la superficie real (m 2 o Ha)
destinadas al cultivo refiriéndose solo al número de heras cultivadas. La superficie de una hera es diferente
entre un agricultor y otro, dificultando la estimación de las ganancias según la superficie cultivada. Otro grupo
de agricultores mencionó no manejar información de lo que invierten, cosechan o ganan o simplemente
prefirieron no entregar dicha información.

La venta de sus productos la realizan directamente con los consumidores y/o a través de los intermediarios que
trasladan y comercializan los maíces en las regiones cercanas.

El consumo fresco y la elaboración de otros derivados como harina, chicha y tostado, son los principales usos
dados a estos maíces mientras que el desecho del cultivo es destinado exclusivamente como rastrojo para la
alimentación del ganado.

84
2.5. FENOLOGÍA DE MAÍCES ANCESTRALES

2.5.1. Maíz “lluteño”

Para conocer la fenología de este maíz, se realizaron observaciones durante las temporadas 2012 – 2013 en
tres sectores del valle de Lluta (Cooperativa Las Gaviotas, Sector Rosario y Sector Molinos). De acuerdo a las
anotaciones realizadas en campo, este maíz completaría su fenología (siembra a cosecha para consumo
fresco) en aproximadamente 5 meses (144 días), siendo este periodo variable de acuerdo a factores
genéticos, ambientales o de manejo que se presenten. Como indica la Figura 31, la fenología del maíz tiene
dos fases de desarrollo; una vegetativa (V) que dura 91 días y una reproductiva (R) de 53 días,
aproximadamente.

En la etapa vegetativa se subdividen etapas, la primera inicia con la emergencia (VE) y continúa con las
etapas V1, V2, V3, etc., en la que el número indica la cantidad de hojas, hasta V (n), donde (n) representa la
última etapa foliar del maíz, antes de la aparición de la panoja (VT).

El panojamiento (VT) inicia 2 - 3 días antes de la emergencia de la seda (R1), tiempo durante el cual la planta
de maíz ha alcanzado su altura final comenzando la liberación del polen. Cuando el polen, se deposita en la
seda ocurre la polinización y 24 horas después de ser capturado ocurre la fertilización y el óvulo es fecundado.

Entre el día 92 hasta el día 144, ocurre la fase reproductiva con el llenado de grano y la maduración fisiológica.
El embrión, se sigue desarrollando lentamente durante la etapa R2 con el oscurecimiento y secado de la seda.

Los granos presentan cerca del 85% de humedad, porcentaje que va disminuyendo gradualmente, cuando el
grano pasa de lechoso (R3) etapa en que es cosechado para consumo fresco.

85
10 91 92 109 110 144

Figura 31. Fenología del maíz “lluteño”. Año 2012 - 2013.

86
2.5.2. Maíces de precordillera

Los maíces de la precordillera de la XV Región de Arica y Parinacota y la I Región de Tarapacá, tienen una
duración aproximada de cinco meses desde la siembra hasta la cosecha (para consumo como choclo fresco)
y siete meses, cuando el maíz es destinado para grano seco (semilla). Como indica la Figura 32, la fenología
del maíz tiene dos fases de desarrollo; una vegetativa (V) que dura 83 días y una reproductiva (R) de 120 días,
aproximadamente. En la etapa vegetativa se subdividen etapas, la primera inicia con la emergencia (VE), la
cual empieza al séptimo día de la siembra, luego siguen las etapas V1, V2, V3, etc., en la que el número indica
la cantidad de hojas, hasta V (n), donde (n) representa la última etapa foliar del maíz, antes de la aparición de
la panoja (VT).

La fase reproductiva inicia con la floración y fecundación, que dura, aproximadamente, un mes.

El panojamiento (VT) inicia 2 - 3 días antes de la emergencia de la seda (R1), tiempo durante el cual la planta
de maíz ha alcanzado su altura final y empieza la liberación del polen. Cuando el polen, se deposita en la
seda ocurre la polinización y 24 horas después de ser capturado ocurre la fertilización y el óvulo, es fecundado.

Generalmente, se necesitan 3 días para que toda la seda expuesta sea polinizada. El día 121 hasta el día 210,
ocurre en la fase reproductiva el llenado de grano y maduración fisiológica. El embrión, se sigue desarrollando
lentamente durante la etapa R2 y la seda se va oscureciendo y secando.

Los granos presentan cerca del 85% de humedad, porcentaje que va disminuyendo gradualmente, cuando el
grano pasa de lechoso (R3) a pastoso (R4). Luego, aumenta su máxima acumulación de materia seca (R6)
hasta tener entre 13 - 15 % de humedad para un almacenamiento seguro.

87
Figura 32. Fenología de maíces de la XV Región de Arica y Parinacota y I Región de Tarapacá (Basado en
Ritchie ,1986).

88
III. Recomendaciones agronómicas
para el manejo de maíces ancestrales
del norte de Chile
89
3.1. Caso maíz “lluteño”

3.1.1. Preparación de suelo

Este importante manejo se divide en dos etapas, en la primera de ellas se realizan las labores que incluyen el
uso de maquinaria agrícola (Figura 33A y 33B) que permite contar con una cama de siembra con
características físicas de suelo que aseguren una buena germinación y un adecuado desarrollo de las raíces.
La segunda etapa, consiste en la incorporación de enmiendas orgánicas e inorgánicas, esta última aplicada
en el caso de poseer suelos con altos niveles de sodio (PSI: Porcentaje de Sodio Intercambiable), verificado
con el análisis de suelo previo.

Considerando las características de los suelos analizados en las parcelas demostrativas se incorporaron
enmiendas para ayudar a mitigar la degradación de la estructura del suelo, permitiendo un adecuado
balance de aire y agua para la planta. Estas enmiendas se incorporaron comenzando con la aplicación y
mezcla de yeso agrícola (enmienda inorgánica) para su homogenización en cada golpe de siembra. Posterior
a esto, se aplicaron riegos buscando el desplazamiento del sodio de la cama de siembra. La incorporación de
enmiendas orgánicas en cada golpe de siembra: estiércol (material estabilizado en dependencias de la
Universidad de Tarapacá (Figura 33C) y rastrojo de maíz (material chipiado en el sector de Molinos) (Figura
33D), se realizó al momento de la siembra.

Para evaluar el comportamiento de las diferentes enmiendas en cada parcela demostrativa se realizó el
siguiente diseño que consistió en los tratamientos denominados Y, YE y YER:

90
A B Y : Se incorporó yeso agrícola y
homogenizó mezclando con el suelo (Figura
34A y 34B) al momento de la siembra, junto a
las semillas y fertilizantes.

YE : Se incorporó yeso agrícola y


homogenizó mezclando con el suelo + el
estiércol (Figura 034D) al momento de la
C D siembra, junto a las semillas y fertilizantes.

YER : Se incorporó yeso agrícola y


homogenizó mezclando con el suelo +
estiércol + rastrojo de maíz (Figura 34C) al
momento de la siembra, junto a las semillas y
fertilizantes

Figura 33. Preparación de suelo, Temporada 2012. (A)


Surqueado de terreno, (B) Arado de terreno, (C)
Preparación de pilas para estabilización de estiércol y (D)
Chipiado de plantas de maíz.

91
A B

Figura 34. Incorporación de enmienda orgánica e


inorgánica, Temporada 2012. (A) Incorporación de yeso
agrícola, (B) Homogenización del yeso agrícola en el
suelo, (C) Incorporación de rastrojo de maíz y (D)
C D Incorporación de estiércol.

3.1.2. Siembra y fertilización

Los rendimientos óptimos y una cosecha de calidad, dependen en gran medida de la calidad de las semillas y
de las condiciones agroclimáticas en que se desarrolla el cultivo, siendo necesario contar con semillas
“certificadas”, que acrediten los parámetros de germinación, pureza y adaptabilidad a una determinada
zona de producción. En este sentido, las semillas de maíz “lluteño”, no cuentan con dicha acreditación, por lo
que previo a los ensayos realizados fue necesario realizar pruebas de germinación (Tabla 18) que permitieron
conocer el potencial de las semillas. En el establecimiento de las parcelas demostrativas del año 2012 se utilizó

92
la semilla producida por la señora Yolanda Vergara agricultora del sector de Arancha (km 75) basándose en el
prestigio con que esta cuenta y teniendo en cuenta los rendimientos y calibres obtenidos durante la
Temporada 2011 utilizando esta semilla.

Tabla 18. Porcentaje de germinación y plantas sobrevivientes desde la germinación hasta la cosecha. Temporada
2012.

Cooperativa Las Gaviotas Universidad de Tarapacá Molinos


Germinación Plantas desde Germinación Plantas desde Germinación Plantas desde
de la siembra germinación a de la germinación a de la germinación a
(%) pre-cosecha (%) siembra (%) pre-cosecha (%) siembra (%) pre-cosecha (%)
Tratamientos
Y 79,7 75,8 81,9 74,4 77,5 70,7
YE 83,0 76,9 83,3 75,2 75,3 64,0
YER 82,2 76,8 81,0 73,6 76,2 74,1
AGRICULTOR 69,1 66,4 79,0 74,8 73,9 72,2

Comentarios de la experiencia:

1. En las evaluaciones realizadas en los tratamientos con incorporación de las enmiendas propuestas se
observó un leve aumento del número de plantas germinadas respecto al tratamiento donde se aplicó el
manejo del agricultor, existiendo una diferencia más acentuada en el sector bajo (Cooperativa Las Gaviotas).
Lo anterior, se debió posiblemente al mejor desarrollo de las raíces al existir una mejor estructura de suelo,
favorecida por la incorporación de enmiendas, permitiendo no solo una adecuada humedad, sino además, la
aireación de las raíces para el desarrollo de las plantas.

93
2. La pérdida de plantas en los tres sectores de trabajo, posterior a la germinación y antes de la cosecha, no
superó el 10% del total de plantas. Estas pérdidas fueron causa de: plagas y/o enfermedades (Figura 35A) y
caída de plantas producto de ventarrones.

Las observaciones realizadas mensualmente mostraron un mayor desarrollo de las raíces secundarias en los
tratamientos con enmiendas (Figura 35C), respecto, a las raíces observadas en plantas con manejo tradicional
del agricultor lo que podría favorecer una mayor absorción de agua y nutrientes, y además ayudar a dar
mayor sostén a la planta en el suelo.

A B
B

Figura 35. (A) Pérdida de plantas por enfermedades,


(B) Plantas pequeñas por falta de nutrientes en suelos
A B arenosos y (C) Comparación del desarrollo de raíces
C secundarias con aplicación de diferentes enmiendas.

94
Fertilización: La incorporación de los fertilizantes en
las parcelas demostrativas (Figura 36), se realizó de
forma fraccionada: siembra, crecimiento
vegetativo (40 a 60 cm de altura de la planta) y al
momento de la espigadura, sin embargo, en el caso
del agricultor el momento de aplicación depende
de la situación económica o capital con el que
cuente para la adquisición de insumos. Para otros
agricultores, tanto del sector bajo y alto, el
fraccionamiento se realiza en dos periodos: siembra
y espigadura. Además de la forma tradicional de
aplicación del fertilizante (hoyado), algunos
agricultores utilizan la práctica denominada
“polvillo”, que consiste en depositar un puño de
fertilizantes a un costado del grupo de plantas
(golpe de siembra), previa aplicación de riegos de
nochera, que son riegos prolongados que se
extienden por varias horas de la noche. En las
siguientes Tabla (19 - 21) se detallan los fertilizantes,
enmiendas y cantidades utilizadas según el
respectivo agricultor y etapa fenológica del cultivo.

Figura 36. Incorporación de fertilizantes. Parcela


demostrativa Universidad de Tarapacá. Temporada
2012.
95
Tabla 19. Dosificación de fertilizantes y enmiendas incorporadas por etapa de
desarrollo del cultivo de maíz “lluteño”, parcela demostrativa de Cooperativa las
Gaviotas. Temporada 2012.

Tabla 20. Dosificación de fertilizantes y enmiendas incorporadas por etapa de


desarrollo del cultivo de maíz “lluteño”, parcela demostrativa de Universidad de
Tarapacá. Temporada 2012.
96
Tabla 21. Dosificación de fertilizantes y enmiendas incorporadas por etapa de
desarrollo del cultivo de maíz “lluteño”, parcela demostrativa de Molinos. Temporada
Evaluación de diferentes dosis de fertilizantes

Entre los minerales esenciales, el nitrógeno (N) es el


elemento que con más frecuencia limita el
crecimiento y el rendimiento del maíz.
Considerando esto, en la temporada 2012 se
evaluaron dos dosis diferentes de N más un testigo
que correspondió a la dosificación tradicional
utilizada por los agricultores (Figura 37A y 37B). En las
dosis propuestas se redujo la dosis del agricultor de
cada sector entre un 85 a 80% (Figura 37C y 37D),
utilizándose los fertilizantes que emplea el agricultor
y la forma de aplicación por hoyado o aporcado.
Las dosis utilizadas durante la Temporada 2012 se
presentan en las Tablas 22 - 24.
2012.

97
A B B

Figura 37. Calibración de dosis de


C fertilizantes, Temporada 2012. (A)
Peso del puño de fertilizantes del
agricultor, (B) Calibración del puño
de fertilizante de agricultor, (C)
Dosificación de fertilizantes por
CC D golpe de siembra y (D) Dosis de
fertilizante (urea) utilizado en etapa
de crecimiento vegetativo.

98
Aplicaciones foliares

En los monitoreos semanlaes de las parcelas


demostrativas de Cooperativa Las Gaviotas y
Universidad de Tarapacá se observó la presencia
de manchas blancas verticales distribuidas en las
Tabla 22. Dosificación de fertilizantes por hectárea, hojas nuevas (Figura 38).. Para lo anterior, se realizó
incorporados por etapa de desarrollo del cultivo de maíz
una aplicación foliar de micronutrientes (Humicmix
“lluteño”, parcela demostrativa Cooperativa Las
Gaviotas. Temporada 2012. Mg: solución de magnesio con micronutrientes),
corrigiéndose la deficiencia en las plantas.

Tabla 23. Dosificación de fertilizantes por hectárea,


incorporados por etapa de desarrollo del cultivo de maíz
“lluteño”, parcela demostrativa, Universidad de Tarapacá.
Temporada 2012.

Figura 38. Deficiencia de micro-elementos en hojas


Tabla 24. Dosificación de fertilizantes por hectárea, de maíz. Temporada 2012.
incorporados por etapa de desarrollo del cultivo de maíz
“lluteño”, parcela demostrativa de Molinos. Temporada
2012.
99
En el sector alto del valle no se observaron 3.1.3. Riego
sintomatologías de deficiencia, sin embargo, se
realizaron aplicaciones de Nutrafeed Maíz en las Durante la temporada 2012 las parcelas de los
parcelas demostrativas de enmiendas y Nitrofoska® sectores bajos y altos no presentaron problemas de
Foliar PS (Tabla 25) en la parcela demostrativa con déficit hídrico, sin embargo, persistieron los
manejo del agricultor para complementar la problemas de mala programación en los turnos de
fertilización del cultivo. riego entre los agricultores evidenciándose la falta
de agua en el llenado de mazorcas (Figura 39A).

Fertilizantes Dosis por Lugar de


foliares bomba de aplicación A BB
15 L.
Humicmix Mg 45 cc Cooperativa Las
Gaviotas

Universidad de
Tarapacá
Nutrafeed Maíz 80 cc Molinos

Nitrofoska® Foliar PS 20 cc Molinos


Figura 39. (A) Mazorcas con problemas de llenado de
grano en el extremo superior por falta de agua y (B)
Tabla 25. Fertilizantes foliares, con sus respectivas dosis, Toma de muestra para determinar humedad
para las diferentes parcelas demostrativas. Temporada gravimétrica. Temporada 2012.
2012.

100
3.1.4. Plagas y enfermedades más del 10% de plantas con presencia de larvas) y
cuando el tamaño de la larva no supere los 1,5 - 2
Conocer e identificar en campo las plagas y
cm de largo para hacer más eficientes las
enfermedades que afectan a nuestros cultivos
aplicaciones de insecticidas. Utilizar y rotar
resulta de suma importancia, sobre todo a la hora
insecticidas con diferente ingrediente activo y
de tomar decisiones respecto de su control. Si bien
modo de acción para reducir la resistencia de los
los agricultores poseen conocimiento de las plagas
insectos a los productos químicos aplicados (por
más comunes del cultivo, en general, es escasa la
ejemplo): Lorsban® Plus, Lannate® 90 PS, Engeo® 247
información referente a las especies y su control es
SC, Gladiador 450 WP, etc., (solos o en mezclas).
por esto que se presenta una breve descripción de
Reducir la incidencia de malezas hospedantes de la
algunas plagas presentes en las zonas productoras
plaga. Utilizar dosis recomendadas.
de maíz de la I y XV regiones y su control.

Gusano cogollero del maíz


Spodoptera frugiperda (J .E. Smith)

Su ataque se puede observar en todas las partes de


las plantas principalmente sobre las hojas y/o
cogollos de los maíces donde suelen colocar sus
huevos en ovoomasas (Figura 40). La presencia de
una “Y” invertida en la parte frontal de la cabeza,
es una de las características para discriminar entre
otras especies.

Control: Se recomienda la observación periódica


tomando la decisión del control químico luego de
verificar la presencia de la plaga en campo (no
Figura 40. Ovoomasa de gusano cogollero del maíz.

101
Gusano de la mazorca
Heliothis zea (Boddie)

Medidas: Control químico considerando rotación de


ingredientes activos y modo de acción. Por
ejemplo: Lorsban® Plus, Lannate® 90 PS, Gladiador
450 WP, Selecron® 720 EC, Bulldock® 125 EC, Zero 5
EC, etc.

Gusano cortador
Agrotis sp.

El daño ocasionado por este gusano, bien llamado


“cortador”, se observa en las primeras etapas de
desarrollo de las plantas, en la cual, suelen
alimentarse de sus hojas y tallos donde realizan
cavidades en sus bases para ingresar y consumir su
interior (Figura 41) ocasionando la marchitez y
acame de la planta. Figura 41. Daño de gusano cortador en tallo de maíz.

Control: Lorsban® Plus, Lannate® 90 PS, Engeo® 247 Mosca de la mazorca


SC, Gladiador 450 WP, Zero 5 EC, Bulldock® 125 SC, Euxesta sp.
entre otros.
Control: No existe un producto específico para su
control, sin embargo, se recomienda prevenir el

102
daño en la parte superior de las mazorcas para
evitar su ingreso y proliferación.

Arañita roja
Tetranychus sp.

Puede detectarse desde la etapa de plántula hasta


la madurez. Ocasiona daño a través de la
perforación y succión del tejido foliar. Conforme
avanza la población las hojas inferiores se secan y
los individuos pasan a las hojas superiores.

Signos: Presencia de pequeñas manchas amarillo


pálido en las hojas inferiores. Es posible observar
colonias de estos insectos en el envés de las hojas Figura 42. Arañita roja en hojas de maíz.
dañadas donde se ubican para alimentarse de la
savia de la planta (Figura 42).

Rallador del maíz


Control: Utilizar acaricidas (insecticidas sistémicos)
Carpophilus lugubris Murray
(Vertimec® 018 EC, aceites minerales u otro indicado
para la plaga).
Pequeño insecto que ocasiona daño en estado de
larva y adulto al consumir los granos de la mazorca
causando la pudrición en los sectores afectados.

103
Delfácido del maíz Fusariosis
Peregrinus maidis (Ashmead) Fusarium oxysporum
Fusarium verticillioides
Insecto considerado nocivo para el cultivo de maíz
debido a que suele alimentarse de la savia de la Hongo que provoca importantes daños en el cultivo
planta provocando daños directos e indirectos a de maíz en el valle, acentuándose esta condición
través de la transmisión de virus. en temporadas de alta temperatura y exceso de
humedad.
Control: No existen productos registrados para esta
especie en Chile.
El ataque del hongo puede observarse con la
ENFERMEDADES marchitez de las plantas, las que debido a la
pudrición que ocurre en el interior del tallo (Figura
¿Qué se entiende por Enfermedad? Una 43) terminan por tenderse en el suelo, secánsose y
enfermedad puede ser definida como la respuesta muriendo.
de las células o tejidos vegetales a microoganismos
patógenos o factores ambientales que ocasionan Control: Se recomienda evitar exceso de humedad
un cambio adverso en la forma, función, o en sectores con suelos de mala infiltración
integridad de la planta, conduciendo a la previniendo la pérdida de plantas por la
incapacidad o muerte de sus partes. Esto puede ser proliferación y ataque del hongo, realizar
causado por organismos como: hongos, bacterias, tratamiento de semillas con fungicidas previo a la
virus, entre otros. siembra, desinfección de herramientas y
maquinarias contaminadas, evitar la diseminación
De la experiencia en cultivos de maíz “lluteño”, se
de material vegetal enfermo a otros campos,
detectó la presencia de algunas enfermedades
eliminar rastrojo de cultivo enfermo, utilizar
que pueden llegar a causar la pérdida total de no
productos con organismos antagonistas, entre otras
aplicarse medidas oportunas para su control.
medidas.

104
medida que avanza y degrada el tejido provoca la
tendedura de la planta. Los factores que favorecen
el desarrollo de esta enfermedad serían el
anegamiento, alta humedad y temperatura. Su
dispersión ocurre por semilla contaminada, restos
vegetales, movimiento de suelo y agua
contaminada.

En predios con diagnóstico positivo a la bacteria se


debe dejar de cultivar maíz durante 3 años. Destruir
por combustión las mazorcas y restos vegetales de
los paños, cuarteles o parte de los potreros con
presencia de la plaga.

Lavado y limpieza de maquinaria utilizada en la


labranza de los predios con el fin de evitar
movimiento de suelo y la dispersión de la
Figura 43. Corte transversal de tallo de maíz con daño enfermedad.
de hongos del género Fusarium.

No vender ni transportar mazorcas ni “chalas”,


Podredumbre del tallo de maíz desde predios positivos a la enfermedad, hacia
Dickeya zeae Samson et al. (Sin. Erwinia otros lugares para evitar la dispersión de la plaga.
chrysanthemi pv. zeae)

Bacteria causante de pudrición blanda de mal olor


a nivel del tallo (cuarto a quinto nudo), la cual a

105
Desinfectar herramientas y calzado con una
solución de cloro al 2% (agregar 400 cc de cloro
doméstico + 600 cc de agua para completar 1 L).
Si bien esta enfermedad no fue detectada en los
monitoreos realizados durante la ejecución del
proyecto, en análisis realizados recientemente (año
2017) se ha detectado la presencia de la
enfermedad en algunos sectores del valle
causando importantes pérdidas de plantas.

Carbón común
Ustilago maydis (D.C) Corda

Hongo conocido como carbón común del maíz, Figura 44. Carbón común en planta de maíz “lluteño”.
suele presentarse como agallas parecidas a un 3.1.5. Control de malezas
tumor en tejidos con activo crecimiento en la
planta. En la mazorca o choclo la presencia de La presencia de malezas en los campos cultivados
estas agallas (Figura 44) suele reducir el rendimiento. causa pérdidas denominadas “ocultas”, ya que a
Aún cuando no existe un control químico para este diferencia de los daños causados por los insectos,
hongo, se recomienda seguir una fertilización roedores, enfermedades u otras plagas el agricultor
balanceada y evitar heridas en las plantas para no evidencia las pérdidas de productividad a causa
disminuir la incidencia de la enfermedad. de la incidencia de las malezas. Lo anterior, ha
provocado que no se entienda la importancia de
controlar las malezas a tiempo, buscando así
disminuir, al menos parcialmente, los efectos
negativos de las malezas en los cultivos. Es entonces

106
que las malezas, desde el punto de vista diferencian en cuanto al momento en que
económico, sean vistas como plantas cuya son aplicados.
presencia se traduce en la reducción de la
rentabilidad del sistema agrícola debido  Según las malezas a las que pueden
principalmente por la competencia por la luz, agua controlar: de hoja angosta, de hoja ancha o
y nutrientes. ambas. Los herbicidas están formulados para
controlar malezas específicas, por lo tanto, es
De acuerdo a lo observado en el cultivo de maíz
importante conocer las malezas que tenemos
“lluteño”, existen importantes diferencias en cuanto
y compiten con nuestro cultivo para así tomar
al manejo de malezas, existiendo tanto control
una buena decisión al momento de su
químico como manual dependiendo de factores
adquisición.
como el tamaño del agricultor, disponibilidad de
mano de obra, costo del producto, entre otros.
 En el mercado existen herbicidas
En cuanto a la realidad observada en el cultivo de recomendados para malezas en cultivos
este maíz es importante mencionar que es común el específicos por lo cual se debe tener en
uso del control manual con pala, siendo una labor cuenta las recomendaciones del fabricante
que requiere bastante tiempo para su realización, para evitar daño en plantas cultivadas
por lo que la tendencia se ha encaminado hacia el posterior al maíz que pueden ser sensibles a
uso de herbicidas que hacen más rápido y eficiente un determinado ingrediente activo.
su manejo, sin embargo, para que esta labor sea
En vista de lo observado durante la temporada
exitosa deben considerarse ciertas
2011, lo laborioso que resulta la eliminación de
recomendaciones a la hora de su elección y
malezas de forma manual (“lampeo”) y al elevado
aplicación:
costo de los herbicidas específicos para maíz,
 Existen herbicidas de pre-siembra, pre- sumado al desconocimiento de su existencia y
emergencia, post-emergencia que se efectividad para controlar malezas en la zona y

107
cultivo, se evaluó la aplicación de diferentes mercado) y Atranex® 50 SC aplicados de pre-
herbicidas (Tabla 26) en parcelas dedicadas a siembra, mostraron el mejor control sobre
cultivar maíz con la finalidad de evitar el desarrollo malezas de hoja ancha en los tres sectores
invasivo de estas sobre el cultivo. aplicados, sobre todo en malezas del género
Amaranthus sp., conocido vulgarmente como
Tabla 26. Prueba de herbicidas en parcelas demostrativas.
bledo. En cuanto a malezas de hoja angosta,
Herbicida Cooperativa Univ. de Molinos su efectividad fue menor (Figura 45 - 47).
Las Gaviotas Tarapacá
Sector con herbicida
Lasso® Micro-Tech x x x
Atranex® 50 SC x x x
Arrat® x
Gramoxone® Super x
Goal® 2 EC x
Hache Uno® 2000 x
175 EC
Primagram® Gold x
660 SC

Los resultados obtenidos de las aplicaciones de


herbicidas realizadas en las tres parcelas
Sector sin herbicida
demostrativas establecidas en los diferentes
sectores del valle, fueron los siguientes:
Figura 45. Aplicación de herbicidas selectivos en
maíz. Sector Cooperativa Las Gaviotas.
- La mezcla de los herbicidas selectivos Lasso®
Temporada 2012.
Micro-Tech (herbicida descontinuado en el

108
Surco sin Surco con Surco con Surco sin
herbicida herbicida herbicida herbicida

Figura 46. Aplicación de herbicidas selectivos en Figura 47. Aplicación de herbicidas selectivos en
maíz. Sector Cooperativa Las Gaviotas. maíz. Sector Molinos. Temporada 2012.
Temporada 2012.

En cuanto a los otros herbicidas utilizados para el control de malezas, el herbicida de post-emergencia Arrat®
tuvo buen control para malezas de hoja ancha. El herbicida de contacto Gramoxone® Super no selectivo para
maíz fue aplicado con campana una vez que las plantas tenían una altura de 15 cm. Con este último
herbicida se logró un control temporal de malezas, principalmente bledo, que rebrotó prontamente con los
riegos. Los herbicidas Goal® 2EC y Hache Uno® 2000 175 EC fueron aplicados en mezcla en parte de la parcela
experimental de la Universidad de Tarapacá al momento de la siembra, sin embargo, ambos herbicidas no
están recomendados para cultivos de maíz pero son aplicados de pre-siembra por algunos agricultores del
valle.

109
De los resultados obtenidos de estas aplicaciones se puede decir que para sectores con presencia de
malezas, preferentemente de hoja ancha, existen alternativas de control, sin embargo, es necesario realizar
pruebas con nuevos productos que posean buen control sobre malezas, amigables con el medio ambiente y
que puedan ser recomendados y compatibles para el uso de los agricultores dedicados a este cultivo y otros
más sensibles que el maíz.

3.1.6. Cosecha

Esta es la etapa culmine del cultivo y es realizada en distintas épocas del año dependiendo de cada sector
del valle, y corresponde a la recolección de los frutos de manera manual una vez alcanzado el estado de
grano pastoso momento óptimo de cosecha para consumo en fresco.

La cosecha en las parcelas demostrativas se realizó durante la tarde (14:30 a 20:00 Hrs.) para reducir la
deshidratación y maduración del producto. Para evaluar los resultados de la cosecha obtenida según cada
tratamiento (enmiendas) se cosecharon las mazorcas en sacos debidamente enumerados (Figura 39A).
Posteriormente, para su selección según calibre, las mazorcas fueron extendidas sobre el suelo cubierto con
hojas de maíz (Figura 39B) o malla raschel para evitar el calentamiento del producto al interior de los sacos
(Figura 39C). El ensacado del producto (Figura 39D) se realizó la madrugada siguiente, sin embargo, muchos
agricultores que cuentan con mano de obra tanto personal como del intermediario realizan la cosecha,
ensacado y transporte rápidamente durante una mañana, para transportar el producto a los centros de
comercialización antes del mediodía.

110
A B

Figura 48. Cosecha de maíz “lluteño”,


Temporada 2012. (A) Sacos
distribuidos por tratamiento, (B)
Choclos cosechados y extendidos
sobre hojas, (C) Temperatura al
C D interior de un saco cosechado y (D)
Ensacado de la cosecha para su
transporte hacia los centros de
comercialización.

A continuación, se muestran los rendimientos obtenidos por cada parcela demostrativa según las enmiendas
evaluadas (Figura 49 - 51).

111
Figura 49. Rendimiento de maíz “lluteño” obtenido en Figura 50. Rendimiento de maíz “lluteño” obtenido en
ensayos con enmiendas más el manejo tradicional ensayos con enmiendas más el manejo tradicional
realizado por el agricultor del sector. Parcela realizado por el agricultor del sector. Parcela
demostrativa Cooperativa Las Gaviotas. Temporada demostrativa Universidad de Tarapacá. Temporada 2012.
2012.

Figura 51. Rendimiento de maíz “lluteño” obtenido en


ensayos con enmiendas más el manejo tradicional
realizado por el agricultor del sector. Parcela
demostrativa Molinos. Temporada 2012.

112
Según los rendimientos obtenidos en cada uno de los sectores de trabajo y las enmiendas aplicadas se puede
decir que:

1. El rendimiento de las superficies con aplicación de enmiendas fue superior al rendimiento obtenido con el
manejo tradicional realizado por los agricultores de cada sector.

2. Se obtuvo un mayor número de choclos por hectárea en las parcelas con incorporación de la enmienda
YER (Yeso agrícola + Estiércol + Rastrojo de maíz) mostrando una acentuada diferencia en las parcelas con la
mezcla de enmiendas (Yeso agrícola + Estiércol + Rastrojo de maíz), con diferencias de entre un 43% y 40% más
de rendimiento respecto a la parcela con manejo tradicional tanto en los sectores de Cooperativa Las
Gaviotas y Universidad de Tarapacá. Por su parte en el sector alto esta diferencia fue solo de un 18%, entre la
mezcla de enmienda (YER) y el manejo realizado por los agricultores. Esta menor diferencia se debería,
posiblemente, a las mejores condiciones físicas y químicas del suelo en comparación con las características de
los suelos de los sectores bajos del valle de Lluta donde se desarrollaron las otras dos parcelas demostrativas.

Características de la cosecha

Una de las principales características esperada por los agricultores de maíz “lluteño” es el mayor tamaño
(calibre) de la mazorca. Esta etapa de la cosecha es realizada manualmente y basada solo en la experiencia
del agricultor o personal de los intermediarios, existiendo tres o cuatro calibres (primera, segunda, tercera y
cuarta) que corresponde en orden decreciente al tamaño del choclo y que permite el ensacado del
producto una vez realizada la selección por tamaño. De las unidades cosechadas en cada sector se
obtuvieron los siguientes resultados en número de sacos y calibres (Tabla 27 - 29).

113
Tabla 27. Cantidad de sacos de choclo por calibre y por Tabla 28. Cantidad de sacos de choclo por calibre y por
hectárea. Parcela demostrativa Cooperativa Las hectárea. Parcela demostrativa Universidad de
Gaviotas. Temporada 2012. Tarapacá. Temporada 2012.

Tabla 29. Cantidad de sacos de choclo por calibre y por


hectárea. Parcela demostrativa Molinos. Temporada
2012.

114
Conclusiones

1. La cantidad de sacos obtenidos con calibre de primera, en las parcelas con aplicación de enmiendas, fue
superior a los obtenidos en la parcela demostrativa con manejo tradicional del agricultor, especialmente, en
los sectores bajos (Tabla 27 y 28) superando en más de un 35% el rendimiento de la parcela agricultor,
condición no observada en el sector alto (Tabla 29) donde solo la enmienda YER superó el número de sacos
de calibre primera respecto al agricultor.

2. Las parcelas demostrativas con aplicación de yeso agrícola, estiércol y rastrojo de maíz presentaron la
mayor cantidad de sacos de primer calibre, sin embargo, en el sector alto se observó una estrecha diferencia,
observándose un mayor número de sacos correspondiente a los calibres de segunda y tercera.

Según la información obtenida respecto a rendimiento y calibre, se puede mencionar que las enmiendas
contribuirían a mejorar las condiciones de germinación de las semillas, el desarrollo de las raíces (retención de
agua, aireación, etc.) y el rendimiento del cultivo, favoreciendo el uso de desechos del cultivo de maíz que en
la actualidad son eliminados o quemados sin mayor uso que la alimentación animal.

Cosecha de parcelas con distintas dosis de fertilizantes

En la actualidad existe preocupación por el desarrollo agrícola sustentable y la eficiencia en el uso de los
insumos y recursos. En este sentido, el manejo del nitrógeno en el cultivo de maíz es de vital importancia
considerando las dosis utilizadas. De ahí que se planteara en el desarrollo de las parcelas demostrativas la
necesidad de evaluar la fertilización del agricultor y dos dosis de nitrógeno (reduciendo en un 15 y 20 % la dosis
utilizada por el agricultor), resultados observados en las Figura 52 - 54.

115
Figura 52. Rendimiento de maíz “lluteño” con diferentes Figura 53. Rendimiento de maíz “lluteño” con diferentes
dosis de nitrógeno. Parcela demostrativa Cooperativa dosis de nitrógeno. Parcela demostrativa Universidad de
Las Gaviotas. Temporada 2012. Tarapacá. Temporada 2012.

Figura 54. Rendimiento de maíz “lluteño” con diferentes


dosis de nitrógeno. Parcela demostrativa Molinos.
Temporada 2012.

116
Conclusiones

1. Las unidades de choclo cosechadas en los ensayos de fertilización fueron similares al número obtenido en
las parcelas fertilizadas según el manejo del agricultor, siendo el sector alto (Molinos) donde se obtuvo el
mayor número de unidades cosechadas (Figura 54), mientras que en los sectores bajos los rendimientos fueron
menores no presentándose diferencias significativas.

2. No se observaron diferencias significativas en cuanto al número de unidades cosechadas entre las dosis de
nitrógeno evaluadas, sin embargo, se aprecia una mayor cantidad de unidades cosechadas en las parcelas
donde se redujo un 20% del nitrógeno total aplicado por el agricultor.

3. A pesar de no haber diferencias significativas en el rendimiento, entre las dosis de nitrógeno evaluadas y la
dosis utilizada por los agricultores, se destaca el hecho de que reduciendo en un 20% la fertilización
nitrogenada que realiza el agricultor se presentan diferencias significativas a nivel de costos, llegando a
obtener rendimientos cercanos o superiores a los obtenidos con la mayor dosis habitualmente utilizada por
ellos, lo que se traduce en un ahorro de fertilizante y dinero obteniendo igual o mayor rendimiento a menor
cantidad de insumo y costo.

117
3.2. Caso maíces de precordillera: XV Región de Arica y Parinacota y I
Región de Tarapacá
3.2.1. Preparación de suelo

La preparación de suelo (en la precordillera de ambas regiones) debe llevarse a cabo simultáneamente con
el inicio de la cosecha del cultivo anterior antes del período de lluvias para optimizar el resultado de las
labores. Es importante lograr que el suelo permita maximizar el crecimiento de raíces para favorecer un
adecuado almacenamiento de agua y un uso eficiente de los nutrientes por parte del cultivo (Acevedo et al.,
2011).

De no haber una buena preparación del terreno pueden presentarse algunos problemas durante la siembra
como:

1. Presencia de terrenos o encostramiento debido a un inadecuado laboreo del terreno impidiendo


sembrar a una profundidad uniforme o, incluso, obstaculizar la germinación de las semillas.
2. Preparación anticipada del terreno o preparación desuniforme provocando una ventaja de la maleza
sobre el cultivo.

Es importante mantener la estructura física, química y biológica del suelo puesto que determinan la fertilidad,
erosión, infiltración y almacenamiento de agua, así como el desarrollo y proliferación de malezas y el
crecimiento del sistema radicular de la planta (INTA, 2010). Después de cada cosecha es recomendable
incorporar el rastrojo (libre de enfermedades) permitiendo mejorar la estructura del suelo, aireación y
permeabilidad, incrementar la actividad biológica al intensificar las poblaciones microbianas, aumentar su

118
biodiversidad y activar los procesos biológicos que ocurren en el suelo por medio de la descomposición del
rastrojo.

En el caso de las laderas de las localidades de Arica y Parinacota se debe considerar la confección de
terrazas y surcos, este último, perpendicular a la pendiente para disminuir la erosión del suelo. Al momento de
regar el agua debe escurrir lentamente, si lo hace a alta velocidad desplazará el fertilizante y los abonos
aplicados al suelo. El ancho de las terrazas agrícolas varía según el tipo de suelo; así, para un suelo delgado,
el ancho de la terraza será de 2,5 a 6 m, mientras que si el suelo es más profundo y fácil de trabajar, el ancho
podrá ser mayor, hasta los 12 m (Pizarro et al., 2003). Por la geografía del lugar se recomienda continuar con la
labranza de forma manual, con implementos sencillos o de forma motorizada como motocultor. Si se realiza
en forma manual, se puede utilizar un azadón, con el cual se debe voltear el suelo, rastrillar para sacar restos
de terrones y piedras y por último nivelar el suelo.

Al contar con un motocultor, se debe pasar unas dos veces para mullir el terreno, eliminando previamente
restos de piedras. Después de tener un suelo bien mullido, se puede comenzar a trabajar en la elaboración de
los surcos.

La incorporación de estiércol maduro al momento de realizar los surcos es muy beneficioso, pero no debe
considerarse como el único fertilizante al no aportar grandes cantidades de nutrientes siendo principalmente
una enmienda que mejora las condiciones físicas del suelo, sugiriéndose entonces la aplicación de fertilizantes
para suplir las necesidades completas del cultivo.

119
3.2.2. Riego

El maíz, es un cultivo muy exigente en agua necesitando tener cubiertas sus necesidades hídricas en momentos
críticos de su fenología como es el crecimiento vegetativo, y sobretodo en las etapas de floración y llenado de
grano donde se debe tener un mayor cuidado en cuanto a evitar periodos de estrés que puedan causar
efectos negativos en la cosecha debido a problemas en la fecundación de óvulos.

3.2.3. Manejo de semillas

Para garantizar la disponibilidad de semillas en la cantidad, oportunidad y calidad requerida, es necesario


recurrir a su almacenamiento y conservación. El almacenamiento se refiere a concentrar la producción en
lugares estratégicamente seleccionados; por su parte la conservación implica proporcionar a los productos
almacenados las condiciones necesarias para que no sufran daños por la acción de plagas, enfermedades o
del medio ambiente, evitando así reducción en su calidad o en casos extremos pérdidas parciales o totales.

Las semillas deben conservar su viabilidad, germinación y vigor hasta el momento en que serán utilizadas, a fin
de asegurar el desarrollo de una planta y con ello la producción de más cosechas. Si una semilla pierde o
reduce su capacidad para generar una planta o germinar, debe ser utilizada sólo como grano; siempre que
no esté tratada con productos que puedan afectar la salud humana o animal.

Existen factores que determinan y acentúan las pérdidas de semillas en el almacenamiento:

 Altos contenidos de humedad del producto almacenado.


 Elevada temperatura y/o humedad del producto.
 Elevado porcentaje de impurezas mezcladas en granos y semillas.
 Falta de almacenes adecuados.
 Presencia de insectos, hongos, bacterias y roedores.
 Manejo deficiente.
 Desconocimiento de los principios de la conservación.

120
3.2.4. Principales métodos de almacenamiento

El principio de un buen almacenamiento y conservación de semillas, es el empleo de bodegas secas, limpias y


libres de plagas. Independientemente del tipo de almacén o de recipiente que se utilice, el producto
almacenado debe mantenerse fresco, seco y protegido de insectos, pájaros, hongos y roedores.

1. Almacenamiento en sacos:

Los sacos de yute o fibras sintéticas son relativamente costosos, tienen poca duración y no proporcionan
buena protección contra la humedad, insectos y roedores.

Su rotura ocasiona pérdidas del producto almacenado y facilita la infestación por plagas, no obstante, su
manejo es fácil, permite la circulación de aire cuando se colocan apropiadamente (sobre plataformas de
metal, madera o ladrillos evitando contacto con el suelo y separados de paredes) y pueden almacenarse en
casa, sin requerir áreas especiales, sin embargo, antes de su uso deben limpiarse y verificar su buen estado (no
estar rotos).

Los productos ensacados deben revisarse regularmente, inspeccionando mediante la introducción de la mano
en su interior para revisar el calentamiento de la semilla, el cambio de color, olor y la presencia de insectos. En
el caso de presentarse algún problema de este tipo la semilla debe vaciarse nuevamente, limpiarla, secarla y
de ser necesario tratarla con productos especiales.

2. Almacenamiento a granel:

Esta es una práctica común, sobretodo en la pequeña agricultura, como la observada en las visitas a terreno
realizadas a agricultores de la XV y I regiones. Este método tiene la ventaja de que es mecanizable, con una
manipulación de semillas rápida, pero tiene la desventaja de aumentar la posibilidad de ataque por roedores,
habiendo poca protección contra la reinfestación.

121
3. Almacenamiento hermético:

Consiste en almacenar el producto en recipientes que evitan la entrada de aire y humedad al producto.

En estas condiciones, la respiración de la semilla y de los insectos (cuando los hay) agota el oxígeno existente
provocando la muerte de éstos y la reducción de la actividad de la semilla, por lo que el almacenamiento
puede durar mucho tiempo, sin que exista deterioro.

Uno de los principales tipos de almacenaje utilizados son los contenedores metálicos que son de uso común.
Estos actúan como barrera contra el ataque de insectos y roedores, además, se pueden utilizar para realizar
fumigaciones de las semillas, sin embargo, deben considerarse algunas precauciones:

 Si los contenedores se encuentran oxidados, deben limpiarse y pintarse previamente al


almacenamiento.
 Al depositar la semilla, el tambor debe estar limpio, seco y sin agujeros, de existir orificios deben soldarse
o taparse con cera.
 Cerrar el contenedor herméticamente.
 No dejar expuestos al sol para evitar cambios en la temperatura y humedad del producto almacenado.
Colocar el contenedor en un lugar seco, fresco, sin goteras y con poca humedad ambiental.
 Intentar llenar completamente el contenedor y no dejar espacios vacíos.
 Verificar que los granos hayan sido secados en este caso por exposición directa al sol para reducir su
humedad y favorecer su secado.

Entre las prácticas observadas, el almacenaje de semillas para su conservación previa a la comercialización,
es nula. Por lo general, los agricultores tienden a acopiar sus semillas en el suelo, en lugares cerrados, pero sin
ningún cuidado para evitar el daño por insectos.

122
El almacenaje en tarros de lata es un método utilizado en forma rústica pero que puede mejorar el
almacenamiento con la adición de materiales como la arena fina de río alternada con los granos para impedir
el movimiento de insectos que mueren por deshidratación o asfixia.

Otras recomendaciones para el control de plagas en el almacenamiento son:

1. Exposición al sol: Se recomienda extender las semillas sobre superficies limpias y preferentemente
encementadas para su exposición al sol, evitando su sobrecalentamiento. Es importante indicar que algunos
insectos no toleran temperaturas superiores a los 40° C, no obstante, este método no controla huevecillos o
larvas que pueden encontrarse dentro de la semilla.

2. Almacenamiento sin desgranar: Las hojas que recubren la mazorca y la cascarilla protegen del ataque de
insectos.

3. Métodos químicos: En caso de querer evitar la pérdida de semillas, otra de las recomendaciones es realizar
aplicaciones de productos químicos con ingredientes activos con efecto insecticida o fungicida.

3.2.5. Control de malezas

Las pérdidas de rendimiento que ocasionan las malezas al cultivo se deben a la competencia que ejercen con
éste por el agua, los nutrientes y la luz. Las malezas pueden llegar a tener un crecimiento más rápido que las
plantas de cultivo afectando el rendimiento final, de no ser controladas de manera oportuna.

Las principales malezas observadas en las distintas localidades de ambas regiones son el alfilerillo, correhuela,
malva, quilo, cebadilla, yuyo, grama dulce, chirire, cuscuta y sorona. Estas malezas son controladas
principalmente de forma manual y pueden afectar significativamente al cultivo de maíz, en especial, durante
los primeros estadios, por lo que para su control se recomienda:

123
Manejo cultural: Es una manera de que el agricultor maneje prácticas que aseguren el desarrollo rápido y
vigoroso del cultivo. Entre algunas de éstas se puede mencionar:

 Preparación del suelo adecuadamente destruyendo gran parte de las malezas existentes en el suelo.

 Asociar la siembra de maíz con leguminosas, pues este tipo de cultivo permite mejorar las condiciones
del suelo al fijar el nitrógeno, aumentar la presencia de insectos benéficos en el ambiente y ayudar a
bajar las poblaciones de malezas, principalmente gramíneas.

 Rotación de cultivo: se recomienda alternar siembras con un cultivo de leguminosas por lo mencionado
anteriormente o alguna crucífera, ya que las hojas de esta última pueden incorporarse al suelo sirviendo
como un biofumigante.

Control Mecánico: Este es el método más usado por los agricultores de precordillera y consiste en:

 Sacar la maleza de forma manual siendo utilizado en áreas reducidas o en sitios donde no es posible
remover las malezas con herramientas.
 Se utilizan herramientas como azadón y palas para eliminar la maleza durante los primeros 15 y 30 días
evitando la competencia de estas con el cultivo (Acevedo et al., 2011).
 El arar, rastrear y cultivar periódicamente reduce considerablemente la presencia de malezas en el
suelo.

Control Químico: Este presenta ventajas sobre los métodos mencionados como son la rapidez de aplicación y
de acción, eficacia, seguridad, amplitud y oportunidad de control. El objetivo del control químico, es evitar o
reducir la competencia que ejercen las malezas sobre el cultivo, ya sea eliminándolas o retardando su
crecimiento, sin embargo, es importante destacar que se debe hacer un uso adecuado de los herbicidas,

124
respetando la dosis de aplicación, recomendaciones del fabricante y la rotación de los productos para reducir
la resistencia de las malezas a un mismo ingrediente activo.

Algunas precauciones:
 El producto debe aplicarse en ausencia de viento para evitar deriva a lugares no deseados.
 Si en las localidades se pronostican lluvias, conviene dejar la aplicación para otro momento, ya que el
agua arrastra el producto no teniendo el efecto esperado.
 Los implementos utilizados con herbicidas (bomba de aplicación, tambor, dosificadores u otro material),
sólo deben destinarse a esta tarea evitando efectos negativos en el cultivo.
 Es preferible realizar la aplicación de herbicidas en las etapas de pre-siembra y post-emergencia
(siguiendo las recomendaciones de la etiqueta, fabricante y teniendo en cuenta los cultivos que
sucederán a la siembra de maíz para evitar daños por herbicidas en cultivos sensibles).

Algunos de los herbicidas recomendados para el cultivo de maíz son:

Tabla 33. Herbicidas y períodos de aplicación.

PERÍODO HERBICIDA
Pre-emergencia Primagram® Gold (*)
(aplicados previo a la siembra) Convey® EC (*)
Bentax 48 SL
Post-emergencia Arrat® WG
(aplicados posterior a la siembra con emergencia de plantas) Basagran® SL
Gramoxone® SL

125
(*) Aplicar siguiendo las instrucciones indicadas por el fabricante en la etiqueta. Tener precaución al realizar rotación con
cultivos sensibles distintos al maíz.

3.2.6. Plagas y enfermedades

Realizadas algunas visitas a campo y considerando la agricultura de subsistencia de las zonas de producción
de estos maíces, se plantearon manejos ajustados a las necesidades observadas, las recomendaciones a tener
en cuenta son:

1. Conocer las plagas presentes en el cultivo para efectuar el control específico de la especie que ocasiona el
daño.

2. Incorporar la rotación de cultivos que consiste en ocupar la tierra con diferentes cultivos una vez terminada
la cosecha, con el fin de interrumpir los ciclos de vida de las plagas, contribuyendo además a conservar la
fertilidad y salud del suelo.

3. Eliminación de malezas para reducir hospederos de plagas o enfermedades dentro del predio.

4. Favorecer las condiciones de vida de los enemigos naturales (parásitos naturales y depredadores) dentro del
cultivo, mediante cultivos huéspedes y protección de aplicación de insecticidas.

5. Uso de plantas repelentes que ayudan a proteger los cultivos. Generalmente, este tipo de plantas actúan
como barreras protectoras, sembrándose al borde o extremo de los cultivos.

6. Uso de biopreparados: Estos son productos extraídos de las plantas con propiedades insecticidas, fungicidas,
nematicidas y repelentes. Actúan como perturbadores del insecto, no llegando a provocar una brusca
disminución de un elemento del sistema, evitando desequilibrios ecológicos que pueden ser provocados por
insecticidas convencionales mal utilizados. Su uso conduce a una agricultura y medio ambiente más limpios.

126
Ventajas del uso de biopreparados:
 Pueden ser preparados por los propios agricultores.
 Se basan en el uso de recursos que generalmente se encuentran disponibles en las comunidades, siendo
una alternativa de bajo costo.
 Suponen un menor riesgo de contaminación al ambiente, ya que se preparan con sustancias
biodegradables, de baja o nula toxicidad.
Para su preparación deben tenerse en cuenta ciertas recomendaciones para evitar todo tipo de intoxicación.
 Utilizar recipientes plásticos o de vidrio.
 No revolver los preparados con la mano.
 No emplear los recipientes que se utilicen para beber o preparar alimentos.
 Identificar los recipientes con fecha de elaboración del biopreparado.
 Evitar el contacto con la piel.
 No beber, fumar, ni aspirar los vapores de los preparados.
 Esperar un tiempo prudente entre la aplicación y el consumo de los productos o cultivo.
 Aplicarlos preferentemente en las horas de la mañana o en la tarde, para evitar descomposición rápida
del producto y favorecer su acción.
 Agregar ralladura de jabón neutro, sin olor, para facilitar la fijación en las hojas de las plantas.
 Antes de su uso, verificar fecha de elaboración, identificando que el preparado, no presente olor a
podrido o insectos.
Sus formas de uso son:
 Decocción: Consiste en remojar las hierbas por 24 horas para luego cocinarlas durante 20-30 minutos a
fuego lento. Una vez fría la preparación, se filtra con ayuda de un colador y aplica con rociador o
bomba en las plantas.
 Extractos de flores: Se desmenuzan y humedecen las flores. El extracto se obtiene exprimiendo el
producto que se aplicará en las plantas.

127
 Infusión o Té: Consiste en poner hierbas frescas o secas en un litro de agua hirviendo. Se deja reposar por
unos minutos en un recipiente tapado, se enfría y se filtra con ayuda de un colador.
 Macerado: Las hierbas frescas o secas se maceran o machacan en agua limpia y se dejan en reposo
por 24 horas. Luego se cierne y se agrega más agua.
 Caldos: Son compuestos minerales diluidos en agua para que sean solubles para las plantas,
generalmente actúan en el control de hongos.

BIOPREPARADOS PARA PLAGAS Y ENFERMEDADES EN MAÍZ

BIOPREPARADO MATERIALES PREPARACIÓN DOSIFICACIÓN

Infusión de ají (insecticida,


3 ají cacho de cabra Colocar los ajíes en 1 Diluir en 10 litros de agua y
repelente, inhibidor de la maduros y molidos con litro de agua tibia. aplicar.
ingesta de larvas).
semilla. Agregar el jabón de
(Fuente: Infante, 2011). ½ cucharada de jabón de lavar.
lavar.
10 litros de agua.
Macerado acuoso de ajo 100 gramos de ajo. Moler el ajo, agregar Filtrar y agregar 75 ml de jabón
(gusano cogollero). los 15 litros de agua, líquido neutro al filtrado. Aplicar
(Fuente: Gómez y 15 litros de agua. dejar reposar durante directamente en la planta 1 vez
Rodríguez, 2013). 3 horas. por semana.

Decocción de cola de 1 kg de partes frescas de Hervir la cola de 1 parte de preparado por 5


caballo (fungicida, cola de caballo. caballo en un partes de agua (Ej. 10 cc
acaricida y recipiente metálico preparado diluir en 50 cc
aficida)(Fuente: Garrido 10 litros de agua. con 10 litros de agua agua).
(2013) e Infante (2011)). durante 60 minutos.
Colar, filtrar y dejar Para tratamiento de semillas
reposar hasta enfriar. remojar y dejar secar antes de
la siembra.

128
Figura 55. Aplicación de macerado de ajo, Localidad de Socoroma.
129
 INSECTICIDAS:
Esta última recomendación se basa en el uso de insecticidas de origen sintético que dado su origen y
composición deben ser manejados con precaución teniendo en cuenta algunos cuidados en su
manipulación.

Consideraciones para el uso de insecticidas químicos:

1. Lea atentamente la etiqueta del producto antes de su uso verificando dosis, fecha, grado de toxicidad,
precauciones, reingreso, carencia, etc.

2. Tenga cuidado de verificar el cierre correcto de los frascos antes de su transporte.

3. Conserve los plaguicidas en bodegas destinadas a su almacenaje.

4. Observe que las condiciones ambientales (presencia de viento, calor, lluvia u otro) sean las adecuadas al
momento de la aplicación de insecticidas o biopreparados.

5. Utilice agua limpia en las aplicaciones de insecticidas.

6. Dosifique adecuadamente el producto. De no tener conocimiento al respecto, pida ayuda a personas


capacitadas.

7. Utilizar equipo de seguridad al momento de manipular y/o aplicar plaguicidas en campo.

8. Colocar señalética para indicar que el campo ha sido tratado con algún biopreparado o insecticida.

9. Limpiar con abundante agua el traje, equipo u otro implemento utilizado luego de la fumigación.

10. Una vez terminada la aplicación y manipulación de insecticidas, lavarse con abundante agua y jabón,
apartando la ropa para ser lavada separadamente.

130
11. Respete los tiempos de reingreso (período que debe respetarse entre una aplicación de un producto
fitosanitario y el ingreso de personal a dicha) y carencia (período de tiempo o días que debe transcurrir entre
la última aplicación y la cosecha para que los residuos finales no sobrepasen las respectivas tolerancias).

 USO DE FEROMONAS:
El uso de feromonas en el control de plagas se basa en un estímulo químico que puede ser utilizado para el
monitoreo, atracción o disrupción del insecto. En el mercado existen feromonas indicadas para plagas
específicas como el gusano cogollero y de la mazorca que afectan al cultivo de maíz. Su uso, puede ser
complementario a la aplicación de otro tipo de control (químico, físico, orgánico, etc.) y puede tener
funciones como el monitoreo o trampeo masivo.

En el mercado, es posible encontrar las cápsulas que contienen dichas feromonas y que pueden ser
colocadas en trampas de malla, agua o pegajosas, o en trampas elaboradas artesanalmente a partir de
bidones, baldes u otro contenedor plástico, agua, aceite o jabón, cumpliendo la misma función de las trampas
existentes en el mercado y con materiales fáciles de obtener.

3.2.7. Fertilización personalizada por localidad

Considerando que fueron múltiples las localidades visitadas y que las condiciones de suelo varían en cada una
de ellas y sus sectores, la fertilización recomendada en este manual comprendió solo algunas de las
localidades prospectadas, para lo que se tomó en cuenta el análisis de agua y suelo de cada una de ellas
para ajustar el cálculo de fertilizantes según su aporte y las necesidades del cultivo.

131
Localidad de Socoroma

AGUA DE RIEGO LOCALIDAD DE DE SOCOROMA

Tabla 34. Análisis químico de agua, Localidad de Socoroma.

CALIDAD DE AGUA LOCALIDAD DE SOCOROMA

Sector pH CE Cloruros B RAS Clasificación


(dS/m) (meq/L) (mg/L) agua de riego
Estanque alto 5,47 0,83 0,98 0,61 0,61 C3 - S1

Estanque 7,37 1,14 0,98 0,84 0,75 C3 - S1


bajo

* Normas de Riverside para evaluar la calidad de las aguas de riego (U.S. Soil Salinity Laboratory, 1954).

Las aguas de riego analizadas en el sector de Socoroma (Tabla 34) fueron clasificadas como C3-S1, siendo
aguas de salinidad alta que pueden utilizarse para el riego en suelos con buen drenaje, empleando volúmenes
de agua en exceso para lavar el suelo y utilizando cultivos muy tolerantes a la salinidad.

El boro (B) presente en el agua de riego es mayor a 0,75 mg/L, lo que podría causar toxicidad en plantas
sensibles.

El contenido de cloruros, no supera el límite máximo permitido según la norma chilena (5,6 meq/L).

La Relación de Absorción del Sodio (RAS) mide el peligro de sodificación que presenta el agua de riego,
mientras mayor es el valor de la RAS, mayor sería la sodificación del suelo, lo que provocaría la pérdida de su
estructura y permeabilidad. En este caso las aguas no tienen riesgo de sodificación ya que los valores son
notoriamente menores a 10.

132
ANÁLISIS DE SUELO LOCALIDAD DE SOCOROMA

El análisis químico del suelo (Tabla 35) muestra que éstos son suelos normales, presentando conductividades
eléctricas menores a 4 dS/m y PSI (Porcentaje de Sodio Intercambiable) bajo 15%. Los valores normales de la
Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) para un suelo arenoso es menor a 10 y para un suelo limoso, es
menor a 20. Socoroma posee un suelo franco arenoso con valores de CIC superior a 10 y menor a 25. A pesar
de su alto contenido de arena, estos suelos se comportan como un suelo franco debido a su alto contenido de
materia orgánica (superior a 2,5 %). Esta última aportaría una alta CIC y con esto una mayor fertilidad al tener
una mayor reserva de cationes y mayor resistencia a la pérdida de nutrientes provocada por procesos de
lixiviación.

Tabla 35. Análisis químico de suelo, Localidad de Socoroma.

ANÁLISIS DE SUELO LOCALIDAD DE SOCOROMA

Profundidad de pH CE PSI CIC (meq (%) % % %


suelo (cm) (dS/m) Experi Na+/100 g M.O. Arena Limo Arcilla
menta de suelo)
l (%)
0 - 15 7,1 1,85 11,17 24,1 3,4 65 27 8

FERTILIDAD DE SUELO LOCALIDAD DE SOCOROMA

En la Tabla 36, se muestra el resultado del análisis de fertilidad del suelo de Socoroma utilizado para realizar la
recomendación agronómica en la parcela demostrativa facilitada por la señora Margarita Humire.

133
Tabla 36. Análisis de fertilidad, Localidad de Socoroma.

ANÁLISIS DE FERTILIDAD/ SUELO LOCALIDAD DE SOCOROMA


Nitrógeno Fósforo Potasio
(mg/kg) (mg/kg) (mg/kg)
13,72 20,22 597

RECOMENDACIÓN

Para que el manejo de la fertilización en cualquier cultivo sea eficiente, es importante conocer las diferentes
etapas de crecimiento del cultivo, determinadas por la constitución genética de la planta, las condiciones
climáticas y edáficas del entorno.

La recomendación de fertilización, según el requerimiento del cultivo de los maíces de la precordillera es de N


(nitrógeno) 130, P (fósforo) 24 y K (potasio) 114 kg/ha respectivamente (INIA, 2014).

Con estos datos se determinó la cantidad de nutrientes para el cultivo de maíz, considerando también el
aporte del suelo.

En los análisis realizados se observa que el suelo de Socoroma, presenta deficiencias de nitrógeno y fósforo,
recomendándose la aplicación de fertilizantes nitrogenados y fosforados (urea, superfosfato triple o fosfato
diamónico).

Para esta localidad la cantidad de Nitrógeno/ha que debe ser aplicada, según el análisis de suelo es de 233
kg/ha. Considerando que en precordillera este cultivo se desarrolla mayoritariamente en terrazas que tienen

134
una dimensión promedio de 24 m2, la dosis que debe aplicarse es de 560 g de nitrógeno por terraza
(considerando una superficie como la mencionada anteriormente).

Al utilizar urea para cubrir las necesidades de nitrógeno, se recomienda la aplicación de 506 kg/ha del
fertilizante y sólo 1,2 kg por terraza (Tabla 37). Esta cantidad debe aplicarse de forma localizada por golpe de
siembra. En una terraza de 24 m2 hay aproximadamente 24 golpes, debiendo aplicar 50 g de urea por golpe
de siembra (o un puño de una mano).

Tabla 37. Recomendación de fertilización nitrogenada y fosfatada.

Localidad kg por hectárea Cantidad aplicar (kg)

SPT Urea Área (m2) SPT Urea

Socoroma 33 506 24 0,1 1,2

La cantidad de fósforo calculada para esta localidad fue de 15 kg por hectárea y/o 36 g por terraza. Según
Tabla 37, si se aplica superfosfato triple (SPT), en una hectárea se requieren 33 kg del fertilizante y 100 g en una
terraza. La dosis equivale a 4 g de SPT por golpe equivalente a una tapa de bebida gaseosa.

Respecto al K (potasio), este elemento se encuentra en exceso en el suelo, por lo tanto, no es necesario
incorporarlo dentro de la fertilización.

Si desea aplicar otro fertilizante que contenga P (fósforo) y N (nitrógeno), se recomienda fosfato diamónico
(DAP) que aporta 18 unidades de nitrógeno y 46 unidades de fósforo. Según la Tabla 38, en una hectárea se
recomienda agregar 33 kg de DAP complementando con algún fertilizante nitrogenado como urea; 480 kg de

135
este elemento para suplir las necesidades del cultivo. Por terraza deberá aplicar 100 g de DAP y complementar
con 1,150 g de urea, la que se distribuirá en aproximadamente 24 golpes, debiendo aplicar 4 g de fosfato
diamónico (DAP) por golpe de siembra (aproximadamente una tapa de bebida gaseosa). La dosis de urea
para los 24 golpes de siembra es de 48 g (dos puños de urea por golpe).

Tabla 38. Dosis de fertilizantes por productos (fosfato diamónico (DAP) y urea).

Localidad kg por hectárea Cantidad aplicar (kg)

DAP Urea Área (m2) DAP Urea

Socoroma 33 480 24 0,1 1,15

Se recomienda fraccionar la aplicación de N en dos momentos: un 20 a 30% en la siembra y el restante con


plantas entre la hoja 6 (V6) y la hoja 8 (V8) antes de la aparición de la panoja.

En el caso de los agricultores de precordillera esta aplicación puede efectuarse sola una vez en el estado V6 y
V8. En el caso del P y el K, dada la baja movilidad en especial del primero, éstos nutrientes deben ser
agregados en su totalidad al momento de la siembra o antes de esta.

136
Localidad de Belén

AGUA DE RIEGO LOCALIDAD DE BELÉN

Tabla 39. Análisis químico de agua, Localidad de Belén.

CALIDAD DE AGUA LOCALIDAD DE BELÉN

Sector pH CE Cloruros B RAS Clasificación


(dS/m) (meq/L) (mg/L) agua de
riego
Belén 7,32 0,29 0,49 0,63 0,90 C2 - S1

*Normas de Riverside para evaluar la calidad de las aguas de riego (U.S. Soil Salinity Laboratory, 1954).

Las aguas de riego analizadas en el sector de Belén fueron clasificadas como C2-S1 (Tabla 39), siendo aguas
de salinidad media aptas para el riego. En ciertos casos puede ser necesario emplear volúmenes de agua en
exceso y utilizar cultivos tolerantes a la salinidad. El agua presenta un bajo contenido de sodio apta para el
riego en la mayoría de los casos, sin embargo, pueden presentarse problemas en cultivos sensibles al sodio.

El boro presente en el agua de riego, es menor a 0,75 mg/L, encontrándose en un rango normal. La cantidad
de cloruros para Belén no supera el límite máximo permitido según la norma chilena (5,6 meq/L).

La RAS mide el peligro de sodificación que presenta el agua de riego, mientras mayor es el valor de la RAS,
mayor sería la sodificación de su suelo, lo que provocaría una pérdida de la estructura y su permeabilidad. En
el caso de Belén, las aguas no presentan riesgo de sodificación registrándose valores menores a 10.

137
ANÁLISIS QUÍMICO DE SUELO LOCALIDAD DE BELÉN

Los resultados del análisis químico de suelo (Tabla 40) señalan a éstos como suelos normales, es decir,
presentan conductividades eléctricas menores a 4 dS/m y PSI bajo 15%. Los valores normales de la CIC para
un suelo arenoso es menor a 10 y para un suelo limoso, es menor a 20. La localidad de Belén, posee un suelo
franco arenoso con valores de CIC (superior a 10 y menor a 25) estando dentro de los rangos normales. A
pesar de su alto contenido de arena estos suelos se comportan como un suelo franco debido a su alto
contenido de materia orgánica (superior a 2,5 %).

La materia orgánica presente aportaría una alta capacidad de intercambio catiónico y por lo tanto una
mayor fertilidad al tener una mayor reserva de cationes y una mayor resistencia a la perdida de nutrientes
provocadas por procesos de lixiviación.

Tabla 40. Análisis químico de suelo, Localidad de Belén.

Profundidad pH CE PSI CIC (meq % % % %


de suelo (dS/m) Experiment Na+/100 g MO Arena Limo Arcilla
(cm) al (%) de suelo)
0-15 7,2 0,4 17,19 13,05 2,66 66 27 7

FERTILIDAD DE SUELO LOCALIDAD DE BELÉN

En la Tabla 41, se muestra el resultado del análisis de fertilidad del suelo de la localidad de Belén utilizado para
realizar la recomendación agronómica en la parcela demostrativa facilitada por el señor Elvis Tigle.

138
Tabla 41. Análisis de fertilidad, Localidad de Belén.

ANÁLISIS DE FERTILIDAD/ SUELO LOCALIDAD DE BELÉN


Nitrógeno Fósforo Potasio
(mg/kg) (mg/kg) (mg/kg)
60 27 335

RECOMENDACIÓN

El requerimiento del cultivo de maíz utilizado para la recomendación de la fertilización de estos maíces en la
precordillera fue de N 130, P 24 y K 114 kg/ha respectivamente (INIA, 2014). Con estos datos se determinó la
cantidad de nutrientes para el cultivo según el aporte del suelo. Al presentar deficiencia de nitrógeno se
recomienda el uso de fertilizantes nitrogenados como la urea.

Para esta localidad la cantidad de N/ha que debe aplicarse, según análisis de suelo, es de 141 kg. Para el
cultivo de maíces en precordillera desarrollados en terrazas con una dimensión promedio de 24 m2 la dosis
calculada sería de 338 g de nitrógeno por terraza.

Al utilizar urea se necesitarían 306 kg/ha del fertilizante y 700 g por terrazas (Tabla 42). Esta cantidad debe
aplicarse de forma localizada por golpe de siembra. En una terraza de 24 m 2 hay aproximadamente 24
golpes debiendo aplicarse 30 g de urea (un puño de una mano por cada golpe).

139
Tabla 42. Recomendación de fertilización nitrogenada.

Localidad kg por hectárea Cantidad aplicar (kg)

SPT Urea Área (m2) SPT Urea

Belén 0 306 24 0 0,7

Respecto al potasio y fósforo, estos elementos se encuentran en cantidades superiores a las necesidades del
cultivo, por lo tanto, no sería necesario incorporarlos en el programa de fertilización.

En cuanto a las épocas de aplicación, el N debe ser fraccionado considerando dos momentos: un 20 a 30%
en la siembra y el restante con plantas entre la hoja 6 (V6) y la hoja 8 (V8), antes del nacimiento de la panoja
en V9. En el caso de los agricultores de precordillera, lo pueden hacer una sola vez en el estado V6 y V8. En el
caso del P y el K, dada la baja movilidad en especial del primero, éstos nutrientes deben ser agregados en su
totalidad en la siembra o antes de esta.

3.2.10. Localidad de Camiña

AGUA DE RIEGO LOCALIDAD DE CAMIÑA

Tabla 43. Análisis químico de agua, Localidad de Camiña.

CALIDAD DE AGUA LOCALIDAD DE CAMIÑA

Sector pH CE Cloruros B RAS Clasificación


(dS/m) (meq/L) (mg/L) agua de
riego
Camiña 6,55 0,83 4,9 1,2 3,66 C3 - S1

140
*Normas de Riverside para evaluar la calidad de las aguas de riego (U.S. Soil Salinity Laboratory, 1954).

Las aguas de riego analizadas en la comuna de Camiña fueron clasificadas como C3-S1 (Tabla 43), siendo
aguas de salinidad alta que pueden utilizarse para el riego en suelos con buen drenaje, empleando
volúmenes de agua en exceso para lavar el suelo y utilizando cultivos muy tolerantes a la salinidad. Agua con
bajo contenido de sodio.

El B presente en el agua de riego es mayor a 0,75 mg/L lo que podría provocar toxicidad en algunas plantas
sensibles.

La cantidad de cloruros no supera el límite máximo permitido según la norma chilena (5,6 meq/L).

ANÁLISIS QUÍMICO DE SUELO LOCALIDAD DE CAMIÑA

De acuerdo al análisis químico (Tabla 44) éstos son suelos normales, es decir, presentan CE menores a 4 dS/m y
PSI bajo 15%. Camiña posee un suelo franco limoso con valores de CIC dentro del rango normal. A pesar de su
alto contenido de limo, estos suelos se comportan como un suelo franco debido a su alto contenido de
materia orgánica.

La materia orgánica aportaría una alta capacidad de intercambio catiónico y con esto una mayor fertilidad
al contar con una mayor reserva de cationes y una mayor resistencia a la pérdida de nutrientes por procesos
de lixiviación.

141
Tabla 44. Análisis químico de suelo, Localidad de Camiña.

Profundidad pH CE PSI CIC (meq % % % %


de suelo (dS/m) Experiment Na+/100 g MO Arena Limo Arcilla
(cm) al (%) de suelo)

0-15 7,3 1,38 3,69 14,51 4,8 32,93 6,29 5,78

FERTILIDAD DE SUELO LOCALIDAD DE CAMIÑA

En la Tabla 45 se muestra el resultado del análisis de fertilidad del suelo de la localidad de Camiña utilizado
para realizar la recomendación agronómica en la parcela demostrativa ubicada en el terreno del señor
Isidoro Carvajal.

Tabla 45. Análisis de fertilidad Localidad de Camiña.

ANÁLISIS DE FERTILIDAD/ SUELO LOCALIDAD DE CAMIÑA


Nitrógeno Fósforo Potasio
(mg/kg) (mg/kg) (mg/kg)
46,1 15,5 2234

142
RECOMENDACIÓN

Para suplementar los requerimientos del cultivo de maíz en Camiña se utilizó una fertilización basada en
maíces de alto rendimiento: N 268, P 112 y K 269 kg/ha. Con estos datos se determinó la cantidad de
nutrientes para el cultivo considerando los aportes del suelo.

Al presentar deficiencias de nitrógeno y fósfor se sugirió utilizar fertilizantes nitrogenados y fosforados como
urea, superfosfato triple y fosfato diamónico.

Según el análisis de suelo, la cantidad de N/ha que debe aplicarse es de 444 kg, sin embargo, en Camiña las
terrazas y heras suelen tener una superficie promedio de 72 m 2, por lo tanto, la dosis para esta superficie sería
de 3,2 kg de nitrógeno por terrazas y/o heras.

Al utilizar urea se necesitan 965 kg/ha del fertilizante y por terrazas sólo 6,9 kg (Tabla 46). Esta cantidad debe
aplicarse de forma localizada por golpe de siembra. En una terraza o era de 72 m 2, hay aproximadamente 72
golpes, debiendo aplicarse 96 g de urea por cada golpe (aproximadamente tres puñados de una mano).

Tabla 46. Recomendación de fertilización nitrogenada.

Localidad kg por hectárea Cantidad aplicar (kg)

SPT Urea Área (m2) SPT Urea

Camiña 839 965 72 6 6,9

Respecto al potasio, este elemento se encuentra en exceso en el suelo, por lo tanto, no es necesario
incorporarlo en la fertilización.

143
Si desea aplicar otro fertilizante que contenga fósforo y nitrógeno se recomienda el uso de fosfato diamónico
(DAP) que aporta 18 y 46 unidades de nitrógeno y fósforo, respectivamente. En una hectárea se recomienda
agregar 839 kg DAP y se tiene que complementar con algún nitrogenado como la urea; 308 kg de este
elemento para suplir las necesidades del cultivo (Tabla 47).

Por terrazas deberían aplicarse 6 kg de DAP y complementar con 2,2 kg de urea que se distribuirá en los 72
golpes de siembra, aplicando 84 g de fosfato diamónico (DAP) por golpe de siembra (aproximadamente dos
puños de mano) y 30 g de urea (un puño por golpe).

Tabla 47. Dosis de fertilizantes por productos fosfato diamónico (DAP) y urea.

Localidad kg por hectárea Cantidad aplicar (kg)

DAP Urea Área (m2) DAP Urea

Camiña 839 308 72 6 2,2

144
IV. Información nutricional de maíces
ancestrales del norte de Chile
145
De los muestreos de maíces precordilleranos realizados en ambas regiones, fueron evaluados algunos de los
parámetros más sobresalientes de 52 muestras de mazorcas en el Laboratorio de Suelo y Agua de la Facultad
de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Tarapacá teniendo como referencias los niveles contenidos en
otros maíces como el maíz “lluteño, maíces híbridos comerciales, híbridos mejorados y el plátano.

Proteínas, el promedio general del contenido de proteínas presentes en los maíces de precordillera es
aproximadamente del 8%. En general, hay maíces en cada una de las localidades con valores sobre el valor
promedio. En la Región de Arica y Parinacota, las muestras analizadas con mayor cantidad de proteínas
corresponden a MP21-03 (Tignamar) con 9,38%, MP13-10 (Chapiquiña) con 9,19% y MP29-01 (Copaquilla) con
9,06%. En la Región de Tarapacá, las muestras con mayor contenido de proteínas correspondieron a la muestra
procedente de Mamiña (MP28-03) con 12,25%, seguido de MP22-01 (Sotoca) con un 11,06% y MP28-02
(Mamiña) con un 10,63%.

Cabe destacar que la muestra MP28-03 fue la que registró el mayor porcentaje de proteínas de todas las
muestras analizadas, incluyendo las de referencia. En comparación con el contenido de proteínas de los
maíces utilizados como referencia, hay muestras con valores similares y superiores al encontrado para el maíz
“lluteño” (9,5%) una variedad local, ampliamente cultivada en el valle de Lluta que no ha pasado por ningún
proceso de mejoramiento genético. En relación a los híbridos comerciales (maíz B73 y GH2041), el contenido
de proteínas fue de 12,69 y 11,33%, respectivamente, valores muy sobresalientes en comparación con las
variedades precordilleranas. El maíz híbrido Jubilé, registró un 9,25% de proteínas, valor similar al encontrado en
varias muestras analizadas.

En comparación con los datos bibliográficos para el maíz QPM, un maíz mejorado genéticamente para tener
un alto valor nutricional, se reporta un contenido de proteínas de alrededor del 13,80%, un valor muy superior al
registrado para nuestras muestras. Sin embargo, las muestras MP28-03 (12,25%) y MP22-01 (11,06) poseen valores
sobresalientes de proteínas y sin ninguna intervención más que las prácticas culturales del agricultor.

146
Carbohidratos, en general, el contenido de carbohidratos alcanzó entre el 75 y 82%, con un promedio del
80,12%. El contenido de carbohidratos es similar entre las diversas muestras de maíces y ninguna de ellas posee
cantidades superiores al 10% del valor promedio. En comparación con los maíces de referencia, el promedio
de los carbohidratos de los maíces de la precordillera son levemente superiores al promedio del maíz “lluteño”
(77%) y de los híbridos comerciales (76%).

Lípidos, en general, el contenido de lípidos varió entre el 4,65 y 5,36%, con un promedio del 5,06%. El contenido
de lípidos es similar entre las diversas muestras de maíces y ninguna de ellas posee cantidades superiores al 10%
del valor promedio. Muestras procedentes de Jañia (MP25-01) y Sahuara (MP20-05) poseen un contenido de
lípido levemente superior al promedio, con 5,36 y 5,32%, respectivamente. En comparación con los maíces de
referencia, el promedio del contenido de lípidos de los maíces de la precordillera no muestra diferencias
significativas con el maíz “lluteño” e híbridos comerciales.

Fibra, el contenido de fibra varió entre el 3,7 y 6%, con un promedio de 4,58% en base seca. En general, el
contenido de fibra es similar entre la mayoría de las muestras de maíces analizados, ubicándose en un rango
de ±10% del valor promedio. Sin embargo, hay muestras con un contenido significativo de fibra, como MP09-
03-1 de Chiapa y MP13-05 de Chapiquiña, cuyo contenido es 6,12 y 6,02%, respectivamente, siendo
aproximadamente un 30% mayor que el contenido promedio.

En comparación con los maíces de referencia, el promedio de fibra de los maíces de la precordillera no
muestra diferencias significativas con el maíz “lluteño”, sin embargo, los híbridos comerciales tienen un menor
contenido de este elemento.

Calcio, la presencia de este mineral en los maíces de la precordillera fluctúa entre el 52,45 y 149,76 mg/100g y
con promedio de 90 mg/100 g. Los niveles más altos, sobre el 30% del valor promedio, se registraron en las
muestras MP13-10 (Chapiquiña), MP18-02 (Illapata) y MP13-05 (Chapiquiña) con 149,76, 121,92 y 120,98
mg/100g, respectivamente.

147
Potasio, la presencia de este mineral en los maíces de la precordillera fluctúa entre 219,48 y 630,14 mg/100g,
con promedio de 137 mg/100g. Las muestras con los niveles más altos de potasio, que siguen a MP20-06 son
MP23-01 (Camiña) y MP23-02 (Camiña), con 498,77 y 440,48 mg/100g, respectivamente, aproximadamente un
30% mayor que el contenido promedio. En comparación con los maíces de referencia, el contenido promedio
de potasio, es similar al de los maíces de precordillera analizados (aprox. 343 mg/100g) y al plátano, un fruto
que es famoso por su alto contenido de este mineral.

Magnesio, este mineral en los maíces de la precordillera se encuentra en el rango de los 60 y 156 mg/100g,
con promedio de 90 mg/100g. Las muestras con los niveles más altos de magnesio, que siguen a MP20-06, son
MP26-03 (Mamiña) y MP25-07 (Mamiña) con 117,50 y 112,50 mg/100g, respectivamente, aproximadamente
sobre un 30% mayor que el contenido promedio. En comparación con los maíces de referencia, el contenido
promedio de magnesio, es muy similar al de los maíces de la precordillera, salvo para el maíz azul, cuyo
contenido es levemente superior al promedio (107,90 mg/100g).

Zinc, el contenido de este mineral en los maíces de la precordillera es muy variable y se puede encontrar en el
rango de los 6 y 30 mg/100g, con promedio de 14,64 mg/100g. Las otras muestras con los niveles más altos de
este mineral son MP23-01 y MP23-02, ambas de Camiña, con 18,39 mg/100g, aproximadamente un 40% mayor
que el contenido promedio.

Fierro, el contenido de este mineral en los maíces de la precordillera es muy variable y se puede encontrar en
el rango de los 6 y 23 mg/100g, con promedio de 13,31 mg/100g. Los niveles más altos de este mineral son
MP18-01 (Illapata) y MP28-03 (Mamiña) con 19,09 y 18,29 mg/100g, respectivamente.

Fósforo, este mineral en los maíces de la precordillera se encuentra en el rango de los 60 y 160 mg/100g, con
promedio de 104,11 mg/100g. Según datos bibliográficos, el maíz Azul contiene 299,69 mg/100g de fósforo, una
cantidad muy superior al de todos los maíces analizados.

148
Con los resultados obtenidos, se elaboró un mapa nutricional de los maíces de la precordillera (Figura 57). En él
se pueden observar las localidades muestreadas, algunos ejemplos de los maíces colectados y los contenidos
más altos de los nutrientes que ellos presentan, los cuales se presentan en 4 colores diferentes, dependiendo
del nivel que se encuentre dicho nutriente en relación al valor promedio obtenido. El color rojo, significa que el
maíz de esa localidad contiene ese nutriente entre un 10 y 25% más, en relación el valor promedio del total de
maíces analizados; si está de color verde significa que contiene entre un 26 y 50% más del nutriente que el
valor promedio; si es de color azul, se encuentra entre un 51 y 75% más que el promedio y si es de color negro,
significa que su contenido es superior al 76% del contenido promedio.

149
Figura 56. Mapa nutricional de los maíces del extremo norte de Chile.

150
V. Conclusión

L
os maíces se presentan como uno de los común y primordial que debe ser abordada,
principales cultivos desarrollados en los pensando en la conservación en el tiempo de éstos
valles y zonas precordilleranas de la XV y I cultivos ancestrales.
región, representando muchas veces la principal
La escasa capacidad negociadora y
actividad económica y de sustento de quienes se
asociativa de sus agricultores, es una de las
dedican a su producción.
principales problemáticas existentes, en un
La observación in-situ de su desarrollo y mercado donde los precios son manejados por los
manejos agronómicos básicos con escasa intermediarios, no habiendo en ocasiones, un precio
incorporación de tecnología, permitió conocer las justo para sus productores.
problemáticas de su producción y a la vez plantear
A pesar de las dificultades que presenta la
mejoras, no solo en favor del óptimo rendimiento del
producción de maíces, se rescatan las razones
cultivo, sino también, del uso racional de los
sociales, culturales y económicas que se mantienen
productos y recursos, todo en concordancia con las
y giran en torno al desarrollo de cultivos con historia
costumbres de cada zona y las posibilidades de
y valor patrimonial que deben ser revalorados y
cada agricultor.
conservados para las próximas generaciones.
Aspectos relacionados con la avanzada
edad de sus agricultores, resulta una problemática

151
IV. Revisión bibliográfica

 Acevedo, R.; Jaramillo, C.; Cabello, M.; Larenas, V.; González, I.; Leyton, G.; Toro, M.;Cortés, D.; Urbina, I.
2011. Manual de recomendaciones cultivo de maíz grano. Cropcheck Chile. 10p.

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Andes. Rev. Diálogo Andino N°44: 5-14.

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hidropónico con agua desalinizada y desborificada en el valle de lluta. Idesia 25 (2): 73-80.

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(Solanum lycopersicon) cultivares “Poncho Negro” y “Naomi” en condiciones de salinidad, en ambiente
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 García, M. 2011. Antecedentes arqueológicos de maíces prehispánicos en el valle de Lluta. 16p.

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155
156
157
158
CÓDIGO DE BARRA

EN TRÁMITE
159

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