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EFECTOS DE LA MUERTE:
Al ocurrir la muerte de una persona el matrimonio que hubiere contraído y estuviere
vigente para ese momento, quedaba disuelto; y si el cónyuge se hallaba in manu mariti,
también se extinguía la manus.
Por la muerte también se extinguía la patria potestad que ejerciera el decujus sobre sus
descendientes y si entre estos había personas impúberes que por efecto de esta muerte
quedaran sui iuris, se abría para ellos la tutela, pues en Roma la madre no podía ejercer la
patria potestad por ser este un derecho que correspondía exclusivamente a los hombres.
El conjunto de bienes, derechos , acciones y deudas u obligaciones que tenía la persona
pasaban al morir a sus herederos, pues es natural que se continúen los negocios, se cancelen
las deudas y se cobren los créditos; por lo tanto, el heredero viene a ser el continuador de la
personalidad jurídica del difunto y por ello se puede decir que los derechos y obligaciones
de carácter patrimonial, osea, aquellos susceptibles a de apreciación económica subsisten
después de la muerte de la persona pues la personalidad jurídica de este se prolonga en la
persona de sus herederos.
Si en vida el decujus había hecho testamento, al producirse su muerte adquiere éste plena
validez y eficacia legal; y viene a ser entonces el heredero testamentario el continuador de
la personalidad jurídica del decujus. Cosa similar ocurría con las donaciones mortis, causa
que solo adquieren validez o eficacia jurídica al producirse la muerte del donante.
Los derechos que se hubieren constituido tomando en consideración la persona del sujeto,
tal como ocurre con las servidumbres personales de usufructo, uso y habitación, que son
vitalicias y temporales, se extinguen al producirse la muerte del titular, de estas
servidumbres o derechos, e igualmente se extinguen aquellas obligaciones que hubiere
contraído en vida el decujus y que hubieran tenido lugar en consideración a las cualidades
personales de éste, o sea las contraídas “intuitu personae”
El sitio donde se entierre el cadáver o las cenizas de una persona se hace religioso,
comprendiendo el sepulcro el pequeño terreno destinado a enterrar el cadáver o las cenizas,
disponiendo de la ley de las XII tablas que si una persona había sido enterrada parte en un
sitio y parte en otro, se haría sagrado el lugar en donde estuviera enterrada la cabeza.
Presunción de Premoriencia:
La premoriencia es, en derecho sucesorio, una ficción jurídica que establece, en el caso de
que dos familiares hayan muerto sin poder demostrase quién ha muerto antes, existe uno de
ellos que murió antes que el otro.
Tiene mucha importancia a la hora de definir los traspasos de bienes a través de la sucesión.
Si se pudiese demostrar que fue el otro el que murió antes, se habría producido la herencia
en sentido inverso, antes de la muerte del segundo, y el destino final de los bienes sería
distinto.
La premoriencia es la muerte anterior a otra. Determina efectos sucesorios, y está basado en
el principio de que "los muertos heredan a los vivos". Es así, que por ejemplo, si un menor
fallece, serán sus padres quienes hereden los bienes que el hijo pueda tener. Los
sobrevivientes son quienes heredan.
Como en muchos casos resulta a veces importante determinar cuál de entre dos personas ha
sido la que falleció primero, se establecieron por el derecho romano dos presunciones
respecto a los premorientes; y son ellas las siguientes:
Si en un mismo evento o suceso (batalla, incendio, naufragio, etc) mueren el padre y un
hijo impúber, se considera que murió primero el hijo que el padre; presunción que nos
indica que la herencia pasaría a los herederos del padre y no a los del hijo.
Si en un mismo acontecimiento o evento: fallecen el padre y el hijo púber, se presume que
quien murió primero fue el padre y que el hijo púber lo sobrevivió durante algún tiempo; lo
que nos indica entonces que la herencia del padre, al producirse su muerte, ha pasado al
hijo que muere posteriormente y al morir el hijo, esta herencia pasa a los sucesores.
Presunción de Conmoriencia:
La conmoriencia o teoría de los conmurientes es, en Derecho sucesorio, una ficción jurídica
que establece, en el caso de que dos familiares hayan muerto sin poder demostrase quién ha
muerto antes (por ejemplo, en un accidente de automóvil), que ambos murieron a la vez.
Tiene mucha importancia a la hora de definir los traspasos de bienes a través de la sucesión.
Si se pudiese demostrar que uno de ellos murió antes, se produjo la herencia del otro antes
de su muerte, y el destino final de los bienes sería distinto que si se entiende que murieron
los dos a la vez
El derecho romano establece como segunda presunción, la presunción de conmoriencia, la
cual es aplicable en el caso de que varias personas fallezcan en el mismo infortunio,
naufragio, incendio, etc; y no se puede probar cuales murieron primero. En tal caso se
considera que la muerte de todos ha tenido lugar en forma simultánea, es decir, que todos
murieron al mismo tiempo.
DECLARACION DE AUSENCIA
Ya no es una situación de hecho es una situación de Derecho. Pues no basta una persona
desaparezca sino que debe estar desaparecido por más de dos años; y además debe haber
sentencia que declare la ausencia.
Cuando una persona ha desaparecido sus herederos forzosos, conyugue, descendientes y
ascendientes; legales y colaterales, hasta el cuarto grado de consanguinidad, pueden
plantear ante el Juez Instructor en lo Civil que se dicte Sentencia de Declaración de
Ausencia. Para lo cual deben Verificar (probar):
a.- La existencia de esa persona (acompañando Certificado de Nacimiento).
b.- Sus últimas noticias: El momento de su desaparición.
Una vez admitida la demanda, el Juez va abrir un periodo de prueba de 20 días, donde en el
último domicilio del desaparecido debe levantarse una Información sumaria, quién era, que
edad tenia, estado civil, cuando ha sido visto por última vez. Para ello se necesita prueba
testifical, cartas ("las últimas noticias") etc.
Y observar que hayan transcurrido más de dos años desde sus “sus últimas noticias”, desde
su desaparición.
Entonces vencido el periodo de prueba, el juez va dictar Sentencia de Declaración de
Ausencia (CC.32 I).
“Artículo 32°.- DECLARACIÓN DE AUSENCIA
I. Si después de dos años no hay noticias del desaparecido, los presuntos herederos y otras
personas que tienen o razonablemente creen tener derechos dependientes de la muerte de
aquél, pueden pedir que el juez declare la ausencia. (CC 32 I).
EFECTOS FAMILIARES
Si no hay conyugue y el desaparecido tenía hijos menores el Juez tutelar de Menores debe
nombrar un tutor, previo estudio e informe bio-psicosocial del organismo tutelar de la
familia.
EFECTOS PATRIMONIALES
Si había testamento miren es el único caso en que se abre el testamento se abre éste.
Si no hay testamento, los herederos o los que razonablemente crean derivar derechos del
ausente (donatarios, los legatarios, los acreedores del ausente) pueden pedir declaración de
ausencia.
Y luego pedir que el juez les ministre posesión de los bienes del ausente, pero no una
posesión definitiva sino provisional, porque ellos se han de convertir en meros
administradores de esos bienes, pero con una gran diferencia: ellos usan y gozan los bienes,
porque siendo herederos forzosos inclusive se benefician de los frutos que producen esos
bienes, naturales, civiles, industriales. Siendo herederos legales colaterales pueden
reservarle de los frutos: la tercera parte (CC 34).
Pero, para usar y gozar, no para disponer, no pueden vender ni a título oneroso
(compraventa, permuta); ni a título gratuito (donación).
No pueden reconocer derechos reales de segunda clase, por ejemplo no pueden dar en
usufructo, en uso, en habitación, en servidumbre esos bienes. No pueden gravar el valor
económico de esos bienes, no pueden celebrar contratos de anticresis, de prenda, de
hipoteca sobre esos bienes, porque no tienen "jus abutendi", solo son meros detentadores
(CC 35).
Entonces, para entrar en esa posesión provisional tienen que cumplir dos requisitos:
a.- Levantar un inventario enumerativo y descriptivo de los bienes que pretende entrar en
posesión.
b.-Otorgar una garantía real. Porque como son administradores, todo administrador debe
garantizar una buena conducta. ¿Cómo garantiza? Dando en hipoteca, o afectando el valor
económico de algún bien de ellos, para que se comporten, como un "bonus pater familias",
‘buen padre de familia’ que es aquel que pone a las cosas ajenas el mismo cuidado que
pone en las cosas propias. Porque si no observa esa conducta y causa daños en los bienes va
tener que pagar daños y perjuicios al ausente cuando aparezca o a sus herederos.