ANTEPROYECTO

Con el ánimo de seguir dimensionando las causas y consecuencias de las violencias

relacionadas con el conflicto armado en Colombia, y a modo de ejercicio de memoria, se busca
crear una experiencia sonora mediante la cual se resignifiquen los efectos de los actos de
violencia en las personas y en los diferentes contextos donde se acontecen o en donde tienen
repercusiones, directas e indirectas. De esta manera se espera aportar al perdón y reconciliación
de una sociedad en guerra.

Tema
 Incidencia de la violencia en la generación de huellas vocales en los agentes y
comunidades inmersas en el conflicto armado en Colombia.
Pregunta problémica
 ¿De qué manera los actos de violencia generan huellas vocales en los agentes y
comunidades inmersas en el conflicto armado en Colombia?
Objetivo general
 Crear una experiencia sonora a partir de las huellas vocales de los agentes y
comunidades inmersas en el conflicto armado en Colombia, generadas por los
diferentes tipos violencia ejercidas contra ellos.
Objetivos específicos
 Identificar y cartografiar las diferentes huellas vocales generadas en los agentes y
comunidades inmersas en el conflicto armado en Colombia.
 Definir el formato y el dispositivo sonoro mediante el cual se compartirá la
experiencia.
 Compartir la experiencia sonora en diversos contextos.
Metodología
Se indagará sobre las huellas vocales que producen los actos de violencia en las personas
que se encuentran o se han encontrado inmersas en el conflicto armado en Colombia. Dicha
indagación se realizará a través de la recolección de diversos archivos y materiales sonoros, así
como de la recolección de testimonios. Una vez recogido el material se propone diseñar una
experiencia sonora de tipo relacional, determinando un formato y dispositivo de difusión
interactivo.

Anexo (compilado de reflexiones y experiencias)

Elementos como el cuerpo, el territorio y la creación, considero son fundamentales para el
planteamiento de estrategias didácticas encaminadas a la transformación de la cotidianidad de las
comunidades en contextos de conflicto.
Desde esta postura se entiende el cuerpo como lugar de enunciación del individuo, desde el
cual entiende, habita, construye y reconstruye el mundo, bajo la premisa de que se es cuerpo y no
sólo se tiene o habita uno. En esta misma perspectiva el cuerpo también es territorio; lugar de
encuentro, de reconocimiento, de pensamiento, de sentimiento, de emoción. Territorio sin
límites, sin barreras.
Entonces, es desde el fomento de escenarios, donde el cuerpo se constituya como el centro
de la acción artística y pedagógica, en los que se puede incidir de manera significativa en las
construcciones de realidad de los individuos y las comunidades. Aquí el arte ocupa un lugar
fundamental, a través de los diferentes lenguajes artísticos y de espacios de creación.
En ese sentido y como estrategia para instalar una cultura de paz dentro y fuera de los
espacios y escenarios académicos, se hace necesario garantizar la libre expresión de
pensamientos, sentimientos y emociones, así como el fomentar la toma de postura por parte de
los estudiantes, frente a sus contextos y realidades, y el respeto por la palabra, pensamiento y
acción del otro. Todo lo anterior en un escenario de libre enunciación y participación.
La intervención del arte en diversos contextos, ya sea a través de la formación artística o de
la circulación de obra, se presenta como una acción política de toma de postura frente a las
situaciones que viven las personas en contextos situados. Desde el teatro se posibilita esta
resignificación, a través de la presentación de situaciones de representación en las que se
complejizan las ideologías y se ponen sobre la mesa las diferentes posturas frente a un suceso,
para que sea el público quien de manera crítica tome postura frente a su realidad cotidiana.
Dado el ejemplo anterior, se hace necesario que el artista, artista formador o docente de
teatro, utilice el lenguaje artístico para despertar la conciencia crítica del espectador, más no para
movilizar su propia ideología. El arte debería entonces propiciar escenarios de encuentro,
comunicación, libre expresión, debate y amplitud de conciencia sobre las realidades de los
individuos y las comunidades.