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Una familia que reacciona con ira y sed de venganza a la muerte violenta
de un ser querido. Una joven violada por su padre queda traumatizada
volviéndose drogadicta. Un hijo que se rebela contra sus padres y se
escapa de casa, pues piensa que son injustos con él. Una mujer que
acude al juez para divorciarse, pues no puede soportar a su marido. Un
comerciante defraudado por sus socios se coarta de asociarse de nuevo.
María es muy religiosa y exclama: ¿si creo en ti, Dios, como es que
permites que me pase esto? La administradora de un almacén sufrió
abandono de quienes la quería años atrás y aun le afecta.
5- ) Justificación.
En este punto se sentencia al victimario, se halla culpable,
transmitiéndole toda la responsabilidad de su dolor.
Predisposición.
Los perjuicios o el
concepto negativo que
tenga de las personas o
situaciones, lo hacen más
receptivo a las heridas
Mira que la dureza propia de tus amarguras es abastecida de las bodegas de hierro del orgullo, No contento con ello,
este oscuro proveedor, te inducirá a cortar todas las vías de comunicación con los que te rodean, pues así serás un
“duro” de verdad.
Ante la incapacidad de ver tus propios defectos; resentido te cubrirá con un manto frio de susceptibilidad. Entonces te
vestirá con ropaje de anchas filacterias de orgullo religioso y largos flecos de fariseo, para que así te sientas mejor que
otros y aun que el mismo Dios.
Siempre que estés ante una alternativa, para escoger entre los demás y tu, estará lo suficientemente cerca para
recordarte que tú te lo mereces más Por todo esto, empezara pronto corroerte por dentro, sentirás nauseas; te dirá que
el mal olor que las causas es del que esta a tu lado, sin que llegues a notar siquiera el mal que sale de tu propia boca.
Te hará buscar afanoso, errores en los demás y cuando los halles, te pondrá sus potentes lentes de aumento. Los mismos
que usa para cuando miras tus aciertos.
Alguna vez notara tu cansancio de él, pero entonces te engañara haciéndote creer que no tienes alternativa, pues para
esas alturas ya serás su esclavo. Desde luego sabrá susurrarte con complicidad: “pero no se lo diré a nadie”.
Así sobrevivirá este usurpador y pasaran los días, sosteniéndose en su tarima, te llevara ella solo para que puedas mirar
a todos por debajo de tus pies.
¡Ah! Claro, no faltaran tus caídas, las veces que te sientas débil y resbales. En ese momento vendrá corriendo, pues este
es rey de las pretensiones, lo tiene todo previsto, usara de cuanta argucia hay para que nadie se entere y mantener las
apariencias. No sin antes recordarte que eres un estúpido.
Con disimulo te llevara a ocupar de nuevo el pedestal donde te encontraras: solo, triste, sin amigos, sin amor. ¡Ah! Pero
eso si con gran orgullo!
¿Todavía quieres ser un duro?
Todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios (Rom.8:28)
Las circunstancias a las que nos enfrentamos en la vida suelen ser duras
y adversas: Las que superamos muestra nuestra grandeza, las que no
superamos tiene por objeto fortalecernos o cambiar nuestra ruta, pero
en ningún caso destruirnos. Entender este principio determinara la
actitud con la que se enfrenta la adversidad.
Le invito a que revise su actitud ante lo sucedido: ¿Recuerda con dolor
los detalles? ¿Se justifica diciendo que otro tiene la culpa? ¿Exagera
demasiado las cosas? Si comienza viéndolo desde arriba con actitud
positiva en vez de desde abajo con una actitud negativa, cambiara
substancialmente su objetividad no sólo para revisar lo que sucedió en
su pasado si no para determinar el destino de su propia vida.
la victoria.
victoria derrota
¿CONTRA
QUIEN?
Sean cuales sean los conceptos que maneje, ya sea que conozca o no el
tema, le invito a darse la oportunidad de experimentar lo que yo llamo:
EL MILAGRO RENOVADOR DEL PERDON.
“tú que enseñas y predicas a otros ¿no te enseñas a ti mismo? “Así que
el que piense que está firme mire que no caiga en esta sutil trampa.
4- ) TOME EL CONTROL
Reconozca su valor. Usted no es ninguna víctima de las circunstancias,
de los actos de los demás, ni siquiera de sus propios errores. Usted es
el que está en la cabina de mando de su vida y decide para donde va el
barco; no la noche oscura, no los demás barcos, ni siquiera los
tripulantes del suyo. Permitir que le cambien el rumbo de la nave, es
transferir el mando que Dios le ha dado a usted, a lo que sea que le
afecta
RECONCILIESE CON DIOS - RECONCILIESE CON USTED MISMO Y CON LOS DEMAS