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EL DESARROLLO SOSTENIBLE EN UN MUNDO INSOSTENIBLE.

Johanna Morales Olaya

Introducción
El desarrollo sostenible puede ser uno de los términos más utilizados en la
actualidad, se recoge en los escenarios superfluos mediáticos: los medios de
comunicación, el marketing, las banderas de lucha que se han proclamado por los
millennials y centennials; trastocando la política y la discusión aún abierta por los
gobiernos quienes en cabeza de los jefes de estado cuentan con presencia y
participación activa en cumbres internacionales, hasta complejidad con la que
pretende ser abordado dicho termino en el círculo académico de los estudios
ambientales del que hacemos parte.
El presente ensayo tiene por intención abordar la complejidad dialéctica del
concepto <desarrollo sostenible> por medio de la revisión bibliográfica en el que
se analizarán sus orígenes, semántica, transformaciones, usos e interpretaciones,
así como sus vínculos con las dimensiones (triada: económica, política y social).
Para finalizar con el discernimiento por parte de la autora en la viabilidad del
desarrollo sostenible en Colombia.
Abordaje histórico del “Desarrollo sostenible”
El concepto tiene origen en Alemania para el año 1713 por parte del jurista Hans
Carlowitz (1645-1714), el cual desarrolla una teoría sobre la optimización del uso
de los bosques en la que hace referencia a la no superación de la tasa de
renovación en cuanto se desarrollan actividades relacionadas a su explotación. 1
El siguiente precedente relacionado al concepto se encuentra en la edición de
1987, página 67 de la publicación titulada “Nuestro Futuro en común” (informe
Brundtland); Elaborada por la comisión Mundial de medio ambiente y desarrollo, la
cual se integraba por 21 personalidades quienes fueron los artífices de la escueta
conceptualización que más ha resonado, citada así: “Desarrollo que satisface las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de
las generaciones futuras”. Dicho concepto fue acogido y legitimado después en la
cumbre de la tierra en 1992, donde los mandatarios asistentes asumían
compromisos ambientales sobre el futuro inmediato, convirtiéndose el desarrollo
sostenible como el principal indicador de reversión al deterioro ambiental 2.

1
Citado en Bernd Marquard. Historia de la sostenibilidad. Un concepto medioambiental en la historia de
Europa central (1000-2006). Historia crítica No.32. Bogotá, julio-diciembre 2006, pág. 174.

2
Citado en Sergio Federevisky. Los mitos del medio ambiente. mentiras, lugares comunes y falsas verdades.
Madrid. España.2013. Pág. 30.
Ahora bien, dichas introducciones al concepto han abierto infinidad de
interpretaciones del concepto con el fin de que sean dejadas a un lado las
ambigüedades y hacer del termino algo más verosímil.
¿Pero a qué hace referencia el termino desarrollo?
De acuerdo a la definición del Informe Brundland, hace referencia que su principal
objetivo es “la satisfacción de las necesidades y aspiraciones humanas”,
entendiéndose como indicador de salud, sin que involucre criterios sociales y
ambientales. Este concepto denota una clara intención de relacionar el desarrollo
con el PIB, siendo este un elemento peyorativo para la disminución de las brechas
entre las clases sociales persistentes (ricos - pobres).
Al respecto, Sergio Federovesky menciona: La coartada principal de quienes
insisten en el desarrollo sostenible; “el día en que se mida verdaderamente el
desarrollo y no el crecimiento como la variable económica que defina la
satisfacción de las necesidades humanas, el concepto será verosímil”.
¿El desarrollo entonces puede ser entendido como único e uniforme?
No, puesto que la noción de desarrollo cambia de acuerdo al campo del saber
desde el cual sea abordado además de las particularidades para cada caso. Para
ello se expone el siguiente ejemplo: un hombre que vive en Estados Unidos, el
cual goza de los beneficios de un hombre blanco en contraste con una persona
perteneciente a un grupo étnico que resida en el Cauca- Colombia y además sea
mujer. El planteamiento anteriormente expuesto, no pueden ser equiparado, ya
que las necesidades y condiciones de vida son extremadamente expuestas. Esta
conjetura requiere que el concepto de desarrollo, el cual supone implica un
mejoramiento en sí, sea abordado desde la particularidad e interseccionalidad
requerida.
Interpelación y reinterpretación del concepto de desarrollo sostenible
Al respecto del termino introducido por el informe de Brundtland, existe una duda
generalizada que no permite la veracidad al no poderse comprobar la aplicación
del hipotético desarrollo sostenible, designándose este como una teleología, por
tanto, es necesario indagar de forma conceptual y pragmática dicho termino.
Al respecto se refiere el economista Herman Daly: el desarrollo sostenible es
imposible y lo desafió con la provocación de que este concepto se trataba de un
oxímoron3. El argumento del autor antes mencionado consiste en que el
subsistema económico incluye cada vez una mayor proporción del ecosistema
global y por ende no entiende límites. 4
Por otro lado, los documentos que acogen el desarrollo sostenible como lo son
Informe Brundtland, la propuesta económica de la CEPAL y el Llamado de la
3
Figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un
significado contradictorio u opuesto.

4
Citado en Michael Redclift, “Sustainable development (1987-2005)Comes of age. Sustainable Development,
13,2005 pág. 213. Economics, ecology. 1993.Pág. 267.
Internacional Socialista a detener la degradación ecológica. Las alusiones al
medio ambiente en estos informes son periféricos; sus apelaciones a la protección
de los ecosistemas son francamente marginales y están supeditados al
crecimiento económico ilimitado a nivel mundial. (Mansilla, 2003)
Otra de las posturas es la expuesta por Cynoid: “está es una realidad que quizás
no queremos ver. El desarrollo es intrínsecamente insustentable. Y cuando la
causa hace culminar el proceso de desarrollo es el agotamiento de un recurso
limitado, el sistema llega a su fin”
¿Entonces es viable el desarrollo sostenible en Colombia?
Como pudimos evidenciar a lo largo de este documento, el desarrollo sostenible
parece ser una entelequia: Un modelo de desarrollo que solo es funcional en la
mente de quienes lo proclaman, aquellos que parecen tener la fórmula mágica que
dará solución a la catástrofe ambiental por la cual seremos devorados.
Una retórica que no concibe el cambio del modelo económico imperante, aquella
que se refugia bajo la sombra del capitalismo, aquella que propone acciones
superfluas que permiten a perpetuidad la acumulación, la suma de poder y la
devastación ambiental a esos pocos que dominan el mundo.
Dicha catástrofe ambiental no es un escenario que proviene de la teleología, se
trata más bien de la confirmación de la tesis que hace referencia en que nuestro
estado de crisis constante es una problemática principalmente social, económica
y política; por ello sin que antes de salden las contradicciones de solventar las
necesidades de las poblaciones presentes, no se podrá abordar la provisión para
aquellas sociedades futuras (inexistentes a hoy), quienes demandan
consideraciones éticas, las cuales, nosotros los “escépticos” no otorgaremos.
Por tanto, a título personal niego la posibilidad de que la sociedad en general
pueda adoptar sanamente un esquema que dicta la pauta de practicar lo
incorrecto con la premisa de que no se ha desarrollado en el individuo “una
consecuencia ambiental” y por tanto recae la responsabilidad no individualizada
sobre aquel “el inconsciente”
Esto concluye que mientras se mantenga la hegemonía cultural que impone el
modelo occidental como el eficiente y digno del desarrollo, se seguirá
instrumentalizado a manos del capitalismo el vilipendiado desarrollo sostenible,
por tanto, Colombia como un país del tercer mundo se alejará cada vez del utópico
y actualmente inviable desarrollo sostenible.
Bibliografía
Bernd Marquard, 2006. Historia de la sostenibilidad. Un concepto medioambiental en la
historia de Europa central (1000-2006). Historia crítica No.32. Bogotá, julio-diciembre.

Federevisky, 2013. Los mitos del medio ambiente. mentiras, lugares comunes y falsas
verdades. Madrid. España.
Michael Redclift, 1993. “Sustainable development (1987-2005)Comes of age. Sustainable
Development, 13,2005 pág. 213. Economics, ecology. Pág. 267.

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