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“UN LEPROSO LLAMADO NAAMÁN”

“Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de
su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová
salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso”

“El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la


palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y
quedó limpio” 2º Reyes 5:1 y 14.

Introducción

LA LEPRA: Según la O.M.S. (La Organización Mundial de la Salud) dice


que la lepra es una enfermedad crónica que afecta a la piel tanto superficial
como interiormente y que se multiplica de manera despacio en una
ramificación que puede causar una totalidad a través de 20 años. La lepra es
causada por una bacteria que va carcomiendo poco a poco la piel desde lo más
superficial hasta llegar a las profundidades de las mismas carnes. Y la labor de
esta bacteria es descomponer, comer y aniquilar toda célula viva y dejarla
totalmente muerta. En el caso de que alguien reconozca la enfermedad dentro
de sus primeras fases es tratable desde el 1995 está casi totalmente radicada en
casi todos los países del mundo y de hecho se cuentan solo por miles no
alcanzan a ser cientos de miles los casos de lepra en la actualidad asentándose
específicamente en algunas regiones asiáticas o africanas aquí en chile esa
enfermedad no existe. En algunos casos de lepra avanzada no ahí ciencia
médica que la cure.

La lepra en los tiempos bíblicos

En la época bíblica la lepra era totalmente incurable, la enfermedad de la lepra


era altamente contagiosa y se extendía rápidamente de persona a persona por
eso una persona que era leproso era erradicado del pueblo, lo echaban de las
comunidades y los dejaban viviendo literalmente solos, la lepra en los días
bíblicos era una enfermedad terrible ya que marginaba a las personas, (de
hecho, se conocía de comunidades de leprosos que Vivian solos en los
tiempos de Jesús). La lepra era una enfermedad crónica, mutilante ya que las
personas perdían las extremidades, la lepra acababa con los cuerpos vivos de
las personas de tal manera que las personas que tenían esta enfermedad no
tenían ninguna esperanza el que tenía lepra la única expectativa que tenía era
la muerte absoluta. Por eso en la misma ley en la palabra de Dios Moisés leda
un lugar importante a la lepra dos capítulos completos (Levítico 3 y 14) están
dedicados a tratar el tema de la lepra. Por ultimo una persona que tenía lepra
no solo era una persona impura físicamente sino espiritualmente la lepra según
el nuevo testamento vendría a ser como el pecado del hombre la lepra del
pecado hoy se multiplica en el mundo de una forma terrible pero no solo en el
mundo sino aun en muchas iglesias, se ha metido, pero, así como hay cura
para la lepra física también hay cura para la lepra espiritual la “Sangre de
Cristo”. ¡Aleluya!

¿Quien fue Naamán?

Naamán fue un famoso y valiente general sirio su nombre significa en arameo


“afable, leal”. Tenia una gran ejército a su cargo, pero padecía la terrible
enfermedad de la lepra, por medio de una criada suya, que era Israelita, supo
que en Israel había un gran profeta que servía a Jehová de los ejércitos. El
general leproso viajó a tierra santa para que el rey de Israel hiciera efectivo el
milagro y lo sanara de su lepra, el rey se complicó muchísimo pues no podía
hacer nada por sanar a Naamán. El profeta Eliseo se enteró de la situación y
mando a decir al rey de Israel que el general sirio fuera donde el, pues Dios lo
sanaría de su lepra por medio de su oración.

El profeta al llegar el general leproso a su casa no le dio la bienvenida, ni tan


siquiera lo saludo, sino que lo mando a bañarse al rio Jordán siete veces para
que Dios lo sanara de su terrible enfermedad, Naamán cuestionó, por su
orgullo y vanidad, la orden del profeta; “Y Naamán se fue enojado, diciendo:
He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el
nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la
lepra. Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas
de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se
fue enojado” 2ª. Reyes 5:11-12. El quería honores y reconocimientos
especiales, estaba tan acostumbrado a ordenar que no le gustó recibir ordenes.
Se olvidaba que la única manera de recibir el favor y la gracia de Dios es con
un corazón humillado y obediente “Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”
(Salmo 51:17).

Sus soldados lo convencieron de acatar la orden del siervo del Señor; “Mas
sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te
mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate,
y serás limpio?  El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el
Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como
la carne de un niño, y quedó limpio” 2ª. Reyes 5:13-14. Al aceptar el consejo
de sus súbditos, al humillarse, obedecer y guardar silencio ante Dios, fue
sanado milagrosamente de su lepra me llama la atención lo que la biblia dice
en; “Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; pero
ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio” Lucas 4:27. Este
pasaje él Señor lo que les esta diciendo es que el mensaje del evangelio seria
mejor recibido por los extranjeros y gentiles que por el llamado pueblo de
Dios, por eso les recordó la historia de Naamán el sirio, a quien Dios sanó de
lepra en los días de los reyes, y no hizo lo mismo con miles de judíos leprosos
en ese tiempo sino con ese varón gentil (2ª. Reyes 5:1-14).

Aplicación

Nadie puede ser salvado, sanado, liberado, restaurado y bendecido por el


Eterno si NO se humilla y deja de lado su orgullo y autosuficiencia. Dios no
puede hacer nada en un corazón duro y soberbio, pues la Biblia enseña; “Mas
él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á
los humildes” Santiago 4:6.

¿Por qué el orgullo y la soberbia es un pecado tan abominable para Dios?


Porque este pecado a Dios siempre le recuerda a Satanás Ezequiel 28:17. Son
miles los creyentes que no reciben una respuesta, un milagro, una obra
gloriosa de Dios por que no quieren humillarse, obedecer a Dios y pretenden
que las cosas sean hechas a su manera y como ellos las quieren.
 Orgullo= “Arrogancia, altivez, vanidad, exceso de estimación propia.
Deseo y pretensión de superioridad sobre los demás junto con un
rechazo de sometimiento a Dios auto exaltación”.

Se puede comparar el orgullo con una infección de virus que Satanás implantó
en la primera pareja humana, Adán y Eva en el Génesis, el cual ha pasado a
todos los seres humanos, ahora lamentablemente la llevamos todos de una
manera u otra. El orgullo es un fruto de la carne, era un pecado tan grave que
excluía del pueblo a un judío que manifestara un orgullo desmedido, “Mas la
persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero;
ultrajaba a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo”
Números 15:30. Todos los soberbios y orgullosos tendrán un triste final;
“antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de
espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos
con los soberbios” Proverbios 16:18.
Culminación

Muchísimos creyentes y personas que piden y necesitan un milagro de Dios,


una respuesta del cielo, una obra sobrenatural del Señor no la reciben por que
no se humillan ni están dispuestos a obedecer a Dios. Otros aparentan
humildad pero niegan con sus hechos la eficacia de ella; “Humillaos bajo la
poderosa mano de Dios y el os exaltara cuando fuere tiempo” 1°. Pedro 5:6.
Amén.

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