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Cultura 26/01/2015
“La militancia por una losofía improductiva es toda una manera de hacer una política contra el utilitarismo cotidiano”, explica el lóso
escritor Darío Sztajnszrajber, autor del libro ¿Para qué sirve la losofía? (Pequeño tratado sobre la demolición), que este lunes a las
el hotel Costa Galana, con entrada libre y gratuita, en el marco del ciclo Verano Planeta.
¿Para qué sirve la losofía? es un libro que muestra a la losofía en movimiento cotidiano, en las calles, los barrios, los colectivos, en
la gente, aunque no lo creamos, piensa y busca conocimiento, busca saber, sin darse (o darnos) cuenta losofea ( losofamos). Darío,
apellido impronunciable, recorre la historia del pensamiento occidental demoliendo ideas y conceptos en busca de una respuesta que
o, que si existe, no es más importante que la búsqueda misma.
-La primera pregunta casi que se desprende directamente del título del libro: ¿Para qué sirve la losofía?
-El título lleva esa ironía que siempre se ha pensado a la losofía como algo inútil, una pérdida de tiempo, un delirio; como una zona d
pensamiento que en realidad no suma, sino que al cuestionarla y llevar la pregunta a una abstracción improductiva termina generando
que concentración en la resolución de temas concretos. Pasa que la losofía está justo ahí, en ese intento por pensar que podemos co
realidad de un modo diferente al modo utilitario. Que la losofía no sirve para nada no es algo negativo para los que hacemos lo
una zona de la existencia más bien improductiva que cuestiona el porqué de todo tiene que servir para algo. O que cuestiona la produ
acciones y sobre todo evidencia que la productividad se mueve con ciertos propósitos, con ciertas lógicas conveniencias, entonces, d
militancia por una losofía improductiva es toda una manera de hacer una política contra el utilitarismo cotidiano.
-En estos tiempos de un mundo obsesionado con lo material, el éxito, lo utilitario ¿tomarse un tiempo para pensar, es un mod
pací ca?
-Yo creo sí, no sé si pací ca, pensar es de una violencia metafórica fuerte , sobre todo cuando uno se da cuenta cuan enajenado es
las cosas que hace, sino en las matrices, en las lógicas desde donde uno piensa las cosas: desde un matrimonio hasta un fanatismo p
hablar de la política o religión. Si uno parase un poco, la losofía tiene mucho de esta metáfora futbolística, de parar la pelota; cu
la cabeza, mira y ve que las cosas no solo se despliegan de un modo, hay múltiples formas en que pueden desplegarse, pero hay form
dominantes, que de algún modo uno cree que son las únicas.
-En el libro mostrás a la losofía en lo cotidiano de la vida, mostrás personas pensando en sus propias cuestiones, abstraído
mundo ¿Existe diferencia entre pensamiento losó co y pensar boludeces?
-Es para discutir qué es lo que hace a la “profesionalidad” de alguien que se dedica a la losofía. Pasa por muchos otros aspectos, si
losofía como la capacidad de cuestionarlo todo, todos tenemos la capacidad y la disposición de hacer losofía. El que estudia
sobre todo la historia de la losofía y el modo en que los pensadores han trabajado estas preguntas, y se nutre de toda una serie de ca
hacen que esas preguntas tengan otro rigor o profundidad. Incluso te diría al revés, que muchas veces estudiar mucho le quita a la
espontaneidad, porque como que la condiciona, la predirige, muchos eruditos de la losofía no terminan haciendo otra cosa que repe
otros, copiadas y pegadas.
El hecho losó co en sí es como la creación del concepto; yo en ese sentido soy bastante laxo, por algo me dedico a la divulgaci
losofía, en el sentido de que me parece que es una actividad que puede hacer cualquiera, lo que la diferencia de la profesión
una carrera, estudiar los lósofos y manejar los códigos. Es como la diferencia entre alguien que sale a correr o se dedica al atletismo
profesional, cualquiera puede correr. Y en la losofía pasa lo mismo, cualquiera puede preguntarse las grandes cuestiones existencial
hacemos, después uno puede dedicarse a la losofía. Lo que sí, no todo el mundo por pensar losó camente se convierte en losofo.
-Creo que hay que ir a los autores de siempre, pero investigar por dónde hay que arrancar. A Nietzsche hay que leerlo. Hay un peque
verdad y mentira en el sentido extra moral, que estaría bueno empezar por ahí o su famoso Ecce homo, que hace un repaso por todos
Derrida es un autor increíble, es muy complejo, pero se lo puede leer en entrevistas; hay un libro llamado Y mañana qué que está bue
al Derrida que habla. De Foucault tenés los libros que son complejos, pero tenés los seminarios que son más accesibles. Y ni hablar l
Banquete de Platón y su Tratado sobre el amor es obligatorio para dejar de creer en el amor.
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