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Para definir el término adulto hay que considerar una serie de factores que determinan el ser adulto ya que la

adultez implica explícita o implícitamente aspectos como los sociales, psicológicos e históricos de las personas.
Romans y Viladot (1998) consideran que a la adultez se llega después de haber pasado por una sucesión de
crecimientos indispensables para ser aceptado socialmente como un adulto, dentro del contexto donde vive.
Esto implica madurez biológica, intelectual, profesional, afectiva entre otras.
Adam (1990) define la adultez como la etapa en que la persona ha alcanzado la integración biológica,
psicológica, social y ergológica.
Para Briceño (citado en Maya, 1993, p. 53) adulto es “…la persona que biológicamente ha alcanzado el
desarrollo físico, lo mismo que el desarrollo pleno de la funciones fisiológicas y biológicas”.
Desde el punto de vista psicológico es “…haber adquirido el número de experiencias necesarias para hacer del
individuo un ser responsable consigo mismo y con los demás y que, además, tiene ya la capacidad de tomar
decisiones”.
Desde la óptica socioeconómica es “…un individuo autodependiente y está dirigido por sí mismo para producir”.
En la conferencia de Nairobi de 1976 (Sanz, 1999, p. 87), se hace referencia al término adulto, planteando que
éstos son “…las personas consideradas como tales por la sociedad a la que pertenecen”.
En función a la etapa de vida en la que se encuentran las personas, se identifican una serie de características
entre las cuales están:

 Las asociadas a la edad. Son las que van indicando el paso del tiempo por el cuerpo humano y sus
etapas de comienzo, desarrollo, deterioro y fin.
 Las características psicológicas, vinculadas a la motivación, autoestima, a la superación del miedo al
cambio.
 Características cognoscitivas, asociadas a la forma de aprender del adulto y
 Las características del contexto sociocultural y socioeconómico, que son las vinculadas con la
trayectoria de vida, tanto personal como socio- profesional.

Para Adam (1990, p. 12-13) los rasgos más sobresalientes del adulto son:

1. Posee autonomía vital.


2. Tiene conciencia de sí mismo respecto a su capacidad de autodirección.
3. Juega un papel social, toma decisiones y asume responsabilidades desde el punto de vista económico y
cívico.
4. Forma parte de la población económicamente activa y cumple una función productiva.
5. Tiene capacidad para actuar independientemente en sus múltiples manifentaciones de la vida.
6. La inteligencia sustituye las relaciones instintivas-emotivas.

Teniendo esto en cuenta es importante recordar que desde la perspectiva biológica y psicosocial, adulto es
aquella persona que ha alcanzado:

 Un determinado crecimiento físico ligado al desarrollo cronológico.


 Evidente autonomía en sus acciones e independencia económica.
 Capacidad de aceptar la responsabilidad de sus actos.
 Un predominio de la razón, experiencia y capacidad de aprendizaje.

Con todo esto la mayoría de los expertos en educación a distancia coinciden en señalar que el estudiante de
esta modalidad educativa es una persona adulta, responsable de sus actos, con autonomía para tomar
decisiones y con experiencia de vida que, de una u otra forma, incidirá en su aprendizaje.
La educación a distancia, sustentada en gran medida en el aprendizaje autónomo, requiere que el estudiante
asuma la responsabilidad de su propio aprendizaje, su propia automotivación y el compromiso de alcanzar la
meta de aprendizaje trazada. De ahí que este estudiante debe haber logrado un desarrollo psicobiológico que le
permita asumir estas responsabilidades.

II. EL ESTUDIANTE ADULTO EN LA EDUC. A


DISTANCIA
2.2.
El aprendizaje del adulto

En este apartado se desarrollan una serie de ideas en torno al concepto de aprendizaje, sustentando esta
concepción en la teoría constructivista del aprendizaje. También se plantean algunos juicios de cómo aprenden
los adultos y de cuáles factores pueden condicionar o incidir en este aprendizaje, además de las características
individuales de las personas que aprenden o sus estilos de aprendizaje

ConcePto de aprendizaje
Al hablar del aprendizaje del adulto hay que pensar en personas que, además de dedicarse a estudiar tienen
múltiples responsabilidades sociales y una serie de problemas a los que intentan dar una respuesta desde su
formación.
El adulto inicia su proceso de aprendizaje sin presiones externas, lo hace por propia decisión y deseo. Su interés
por aprender es fundamentado en la satisfacción de necesidades personales como son las de ampliar sus
conocimientos, curiosidad, la de integrarse mejor en la sociedad.
Sanz, (1999, p.92) define el aprendizaje como “…el tránsito de una estructura psicológica familiar y segura, pero
inadecuada para integrar todos los estímulos que se reciben del exterior, hacia otra estructura desconocida pero
con capacidad de devolvernos una mayor identidad social y también personal. Para este autor el aprendizaje es
un proyecto de vida personal, profesional o social.
En ese mismo contexto, se puede afirmar que el aprendizaje implica la adquisición de una información sobre
algo, lo cual puede realizarse a partir de lo que ya se sabe, dando lugar a un aprendizaje significativo, al poner
en relación la información nueva con conceptos que ya existen en la mente del aprendiz.
II. EL ESTUDIANTE ADULTO EN LA EDUC. A DISTANCIA

2.2.2.
La edad no es un factor condicionante del aprendizaje; las personas están en capacidad de aprender en
cualquier etapa de su vida. Son factores sociales los que han determinado que el adulto piense que él no está en
edad para aprender, que eso es cosa de niños y jóvenes, porque socialmente se piensa que la niñez y la
juventud son las etapas de escolarización.
Tanto Lindeman como Malcolm Knowles (citado en Sanz, 1999, p. 76) plantean una serie de características que
diferencian el aprendizaje de los adultos del de los jóvenes. Las mismas se presentan a continuación.
Factores Característicos del aprendizaje del adulto
Al referirse a ciertos factores característicos del aprendizaje del adulto Cañas, Gallego y Alonso (Citados en
López-Barajas Z, 2000, p. 364) plantean como elementos a considerar en el mismo:
➱ La impaciencia, es una característica del adulto que puede ir en contra de su aprendizaje. La misma ejerce
una acción negativa que surge de la economía del tiempo y del esfuerzo.
➱ La ansiedad y ambivalencia, es otra característica también del adulto. Los adultos se enfrentan al
aprendizaje con una mezcla de sentimientos un cambio importante de vida, y esto supone un cierto miedo.
➱ La capacidad de adaptación y la curiosidad del adulto es limitada. Su propia experiencia le ayuda a
reestructurar su aprendizaje y tiende a economizar energías.
➱ Su necesidad de autonomía y autodirección puede entrar en conflicto con la inseguridad de no saber las
respuestas correctas o de la sensación extraña de dependencia de alguien a quien se ve como un experto.
El adulto siente la necesidad de estar bien informado antes de embarcarse en la realización de una tarea; esto
afecta el ritmo del aprendizaje, pero el adulto sacrifica la velocidad del aprendizaje a favor de la exactitud de lo
adquirido. Este factor permite explicar por qué el aprendizaje del adulto es más rápido si tiene más conexión
inmediata con la práctica. También se incrementa la velocidad del aprendizaje del adulto si lo que se enseña es
útil y relevante para su vida diaria.

II. EL ESTUDIANTE ADULTO EN LA EDUC. A DISTANCIA

2.2.3.
Los estilos de aprendizajes
Como entes individualizados, las personas piensan de manera distinta, así también captan la información, la
internalizan, la memorizan y la recuperan de forma diferente. Al hablar de estilo de aprendizaje se hace
referencia a esa manera personal de organizar y ampliar el pensamiento y la actividad para afrontar y responder
a las situaciones de aprendizaje.
Dos personas pueden tener igual nivel de inteligencia, sin embargo, dan respuestas bastante diferentes
intelectualmente. Esto es debido a que tienen diferentes formas de organizar y dirigir su inteligencia.
El estilo de aprendizaje es la manera particular que tiene cada individuo para aprender, cómo su mente procesa
la información. Es la manera de conocer de una persona, así como de adaptarse a su medio.
Gallego (1999) hace referencia a los planteamientos de distintos estudiosos de los estilos de aprendizajes los
cuales se presentan a continuación.
Para realizar el aprendizaje de contenidos educativos se deben dar unas condiciones físicas y psicológicas en la
persona que aprende. En ese sentido, Rita y Kenneth Dunn (citado en Gallego, 1999), plantean una serie de
elementos que pueden influir en el aprendizaje, a saber:

 Ambiente inmediato: Sonido, luz, temperatura, el propio medio donde se está estudiando.


 Propia emotividad: Motivación, persistencia, responsabilidad.
 Necesidades sociológicas: Trabajo personal, necesidad de estudiar en gru- po pequeño o grande, o
con adultos.
 Necesidades psicológicas: en función al estilo de aprendizaje que puede ser: analítico global, reflexivo,
impulsivo, dominancia cerebral.
 El concepto de aprender a aprender es intrínseco a la concepción constructivista del aprendizaje y al
aprendizaje significativo, en tanto que implica el desarrollo de destrezas que permiten la internalización y
asimilación de las ideas a las cuales se les atribuye un nuevo significado.
 Wompner y Fernández (2007) hacen referencia al concepto de aprender a aprender planteado por Nisbet
y Shucksmith (1987) quienes afirman que este proceso está determinado por “…las secuencias
integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el propósito de facilitar la adquisición, el
almacenaje y/o la utilización de información o conocimiento”, de tal manera que el dominar las
estrategias de aprendizaje permite al alumnado planificar u organizar sus propias actividades de
aprendizaje.
 Para estos autores aprender a aprender implica asumir conciencia de cómo uno aprende, de los
mecanismos que está usando, de cuáles son las maneras más eficaces para aprender, destacándose la
manera de entender, analizar y aprender las cosas del exterior por los medios que a cada uno le
parezcan convenientes o cómodos. Como por ejemplo: el hacer pequeños resúmenes, esquemas, etc.
 Para Díaz y Hernández (1999, p. 114), el alumno ha aprendido a aprender cuan- do está en capacidad
de:

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