El síndrome de Rubinstein-Taybi (SRT) conlleva varias anomalías
congénitas. Las características principales de las personas con este
síndrome suelen ser pulgares y dedos gordos del pie anchos/angulados, retraso generalizado (crecimiento, mental, etc.), problemas de comportamiento, microcefalia, anomalías faciales (frente prominente, fisuras de los párpados inclinadas hacia abajo, puente nasal ancho, perfil nasal convexo, paladar arqueado, labio inferior en eversión (hacia afuera), micrognatia (barbilla estrecha) leve), y anomalías menores en la forma, posición o rotación de las orejas, la mueca o sonrisa poco usual, junto con el cierre casi completo de los ojos al sonreír.
La causa son deleciones (pérdidas de un fragmento de ADN) o
mutaciones (cambios en la información genética) en un gen. Los genes hasta ahora identificados como genes relacionados con el SRT, son el gen CBP (o gen de la proteína de unión a CREB) en un 60% de los casos, y el gen EP300 en un 3% de los casos. Por ahora, se desconoce si hay otra causa de este síndrome.
Estos cambios en el gen se producen de forma espontánea, y no se
ha encontrado ninguna relación directa entre el síndrome y posibles problemas en el embarazo, o cualquier otra razón que haga pensar que los padres hicieron algo mal.
Se presenta en alrededor de 1 caso por cada 100,000 o 125,000
nacimientos, aproximadamente. Este síndrome ocurre tanto en mujeres como en hombres, con igual frecuencia, y afecta a todas las razas.
Las pruebas genéticas por ahora sólo son capaces de confirmar el
diagnóstico genéticamente en un 65% de los pacientes. En el futuro, se espera encontrar nuevos genes responsables del resto de los casos.
Si una pareja ha tenido un hijo con este síndrome, la posibilidad de
volver a tener otro hijo con el mismo síndrome es de aproximadamente un 0.1%. Sin embargo, si una persona con el síndrome tiene un hijo, el riesgo de recurrencia en este caso es de aproximadamente 50%.