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VÍSPERAS

NONA
Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.

Mira al hombre que es fiel y no te olvida,


tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.

Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa


en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén.
SEXTA VIGILIAS
Cuando la luz del día está en su cumbre, Por la lanza en su costado
eres, Señor Jesús, luz y alegría brotó el río de pureza,
de quienes en la fe y en la esperanza para lavar la bajeza
celebran ya la fiesta de la Vida. a que nos bajó el pecado.

Eres resurrección, palabra y prenda Cristo, herida y manantial,


de ser y de vivir eternamente; tu muerte nos da la vida,
sembradas de esperanzas nuestras vidas, que es gracia de sangre nacida
serán en ti cosecha para siempre. en tu fuente bautismal.

Ven ya, Señor Jesús, Salvador nuestro, Sangre y agua del abismo
de tu radiante luz llena este día, de un corazón en tormento:
camino de alegría y de esperanza, Un Jordán de sacramento
cabal acontecer de nueva vida. nos baña con el bautismo.

Concédenos, oh Padre omnipotente, y mientras dura la cruz


por tu Hijo Jesucristo, hermano nuestro, y en ella el Crucificado,
vivir ahora el fuego de tu Espíritu, bajará de su costado
haciendo de esta tierra un cielo nuevo. Amén. un río de gracia y de luz.

El Padre nos da la vida,


el Espíritu el amor,
y Jesucristo, el Señor,
nos da la gracia perdida. Amén.
LAUDES TERCIA
Mármol con sangre, tu frente; Desde la cruz redentora,
lirios con sangre, tus manos; el Señor nos dio el perdón,
tus ojos, soles con muerte; y, para darnos su amor,
luna con muerte, tus labios. todo a la vez, sin medida,
abrió en su pecho una herida
Así quiero verte, Cristo, y nos dio su corazón.
sangriento jardín de nardos;
así, con tus cinco llagas, Santa cruz de Jesucristo,
cielo roto y estrellado. abierta como dos brazos:
rumbo de Dios y regazo
Rojo y blanco, blanco y rojo, en la senda del dolor,
te vio la niña del cántico: brazos tendidos de amor
bien merecido lo tienes, sosteniendo nuestros pasos.
por santo y enamorado.
Sólo al chocar en las piedras
Abismo reclama abismo: el río canta al Creador;
¿o no lo sabías acaso?; del mismo modo el dolor,
el amor llama a la muerte: como piedra de mi río,
muerte y amor son hermanos. saca del corazón mío
el mejor canto de amor. Amén.
Amor quema, amor hiende
carne y alma, pecho y labio.
Amor, espada de fuego;
amor, cauterio y taladro.

Así quiero verte, Cristo,


con sangre, lirios y mármol;
soles y lunas con muerte
en tus ojos y en tus labios. Amén
SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

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