Está en la página 1de 11

Tecnicatura superior en actuación

Leopoldo Marechal

Teatro y Literatura dramática


TP – Teatro comunitario

Profesor: Darío Restuccio


Alumnos: Ingrid Carol
Matías Farinati

El teatro comunitario surge como necesidad de un


grupo de personas de determinada región, barrio o población de reunirse, agruparse y comunicarse a
través del teatro. Es un tipo de manifestación y expresión artística que parte de la premisa de que el
arte es un derecho de todo ciudadano y, que como en salud, el alimento y la educación, debe estar
entre sus prioridades. El teatro comunitario es de y para la comunidad como una forma de
producción, un espacio para la voluntad de hacer o de construir.

Los grupos de teatro comunitario no tienen ningún tipo de afiliación religiosa o partidaria. Sus
integrantes se denominan vecinos-actores, son amateurs por lo que hacen y no perciben dinero por
ello. Sus integrantes reciben talleres y práctica en habilidades técnicas del trabajo actoral (canto
comunitario, técnica vocal, coreografía, habilidades propias de la técnica del payaso, humorismo).

Los grupos de teatro comunitario trabajan desde la inclusión y la integración, abiertos a toda persona
recreando el lazo social, encontrando en el arte una lógica de producción que lo salve de la marginación
y la exclusión y que le permita reingresar en el haber la cultura y el desarrollo.

Los teatristas comunitarios tienen la convicción de que cuando la imaginación y la creatividad se


adormecen hay que movilizarlas porque como afirma Ricardo Talento: “Si todo ser humano se
convirtiese en una potencialidad creativa no se permitiría, seguramente, este mundo absurdo en el que
vivimos”.
Los directores de los grupos de teatro comunitario favorecen la idea de que actuar es jugar, conectarse
con lo más primario de la actividad lúdica.

Los integrantes aprenden en el hacer sin darse cuenta de la técnica porque los directores reeducan al
vecino en sus posibilidades y los alientan a jugar, cantar y ejecutar un instrumento facilitándole las
herramientas.

Los integrantes son numerosos, reúnen un mínimo de 30 a 80 vecinos-actores. La clave de la masividad


reside en que este tipo de teatro no es de un artista, sino que es un hecho colectivo que debe hacerse
con otros. Sus integrantes descubren que su individualidad crece con el otro, y que lo colectivo se
enriquece con el aporte de cada individualidad.

Los grupos son abiertos, se conforman con integrantes de diferentes generaciones. Todas las edades
encuentran lugar y son aceptadas, aportando mayor riqueza al producto artístico desde sus diferentes
miradas. Sus integrantes están expuestos y en contacto permanente con o extraño lo ajeno, con nuevos
vecinos. La idea es incluir a los individuos, siendo así, muy dinámicos reflejando los movimientos
sociales.

El teatro comunitario trabaja con la riqueza de vecinos no profesionales de los cuales se aprovecha la
potencialidad de los recursos humanos con los que cada uno cuanta y a partir del bagaje de lo que cada
integrante trae consigo para aprovecharlo dramáticamente. La idea es apelar a la gracia de cada
individuo que se suma al proyecto. La gracia radica en lo interesante que cada vecino trae consigo para
potenciarlo creativamente. Es muy frecuente encontrar familias enteras participando, generando la
recuperación de la segmentada sociedad.

El teatro comunitario exige y crea una territorialidad, un espacio común la plaza el barrio, la calle, el
club, el galpón, etc.

Esta forma de pensar el teatro se convierte en un arma poderosa contra el solipsismo y el narcisismo
introspectivo, favorece la religación social, el trabajo en equipo y la practica comunitaria (Dubatti, 2006)

Perderle el miedo a la calle y al espacio público y volver habitable el barrio es la intención de estos
vecinos que trabajan con el arte para su propia comunidad.

No se utiliza el diseño del espacio escénico a la italiana, en el caso de espacios interiores, los
espectáculos se presentan de manera tal que el público pueda tener dos frentes, que se agrupe de
manera semicircular o circular.

Es fundamental la interacción con el vecino-espectador con la intención de integrarlo en el espectáculo.

En toda agrupación artística comunitaria debe existir una figura del coordinador o director que puede
ser más de uno, estos son designados o elegidos por el mismo grupo. Saber interpretar lo que la gente
quiere decir y saber cómo contarlo es la función más importante del director de teatro comunitario. El
director considera por qué y para qué se cuenta y quiénes son los destinatarios del espectáculo.

Lo más común es contar en cada espectáculo las historias de los barrios de pertenencia y sus mitos, el
valor del trabajo, de la justicia y la libertad, el derecho a la salud y a la educación, los momentos claves
de la historia de las comunidades de cada grupo con el objetivo de rescatar la identidad y la memoria
colectiva. Las temáticas se abordan siempre desde la comedia o la tragedia, las historias contadas son
las que se mantuvieron calladas, ocultadas. Es un teatro épico que cuenta la infraestructura socio-
histórica en la que vive el pueblo o barrio de la agrupación. Los disparadores o estímulos de trabajos
suelen ser imágenes, fotos, anécdotas, escritos, canciones, poemas trabajando sobre ejes de
improvisación hasta la dramaturgia.

En las propuestas de teatro comunitario se rescatan formas y manifestaciones populares como la murga,
el candombe, la revista porteña, la opereta, el sainete como revalorización del folclore local. Estos
hechos o acontecimientos teatrales son muestras de un teatro vivo y festivo. La música y el canto son
partes constitutivas y fundamentales de toda expresión de teatro comunitario porque hacen a lo
colectivo a la idea de totalidad, de lo grupal. La música es un lenguaje que también narra o cuenta, debe
convivir y estar al servicio de la historia que se busca contar.

Los instrumentos son importantes en la dramaturgia musical de lo que cada grupo se propone contar.
Estos pueden ser de cualquier tipo, incluso fabricados, exóticos o no convencionales como objetos que
producen sonoridades, como, por ejemplo, un pedal de máquina de coser.

El teatro comunitario es auto-convocado y auto-gestivo, genera sus propios recursos de manera de


mantener, así, su libertad e independencia. La mayoría de los grupos comunitarios trabajan sin apoyos
ni subsidios, se mantienen con las recaudaciones que obtienen cuando pasan la gorra al finalizar el
espectáculo o con el aporte que los integrantes del grupo pueden hacer.

La plástica participa en la estética de la dramaturgia, no debe estar librada al azar, sino al servicio de una
necesidad concreta. Los elementos que influyen en la plástica son los colores, las formas, los materiales,
las texturas y el lugar en donde se presentará el espectáculo. Las premisas básicas de la plástica son: que
los objetos cuentan en la escena por sí mismos, la originalidad es importante. Se considera que no todo
lo que se cuente desde lo estético para darle al público la posibilidad de desarrollar su imaginación. La
idea general del teatro comunitario es aprovechar la pobreza o falta de riqueza de recursos, se trabaja
con lo que se tiene, aún en la carencia siempre debe haber un criterio de selección.

Este tipo de teatro es de naturaleza artesanal y no industrial.

Hay agrupaciones comunitarias, que trabajan con lo que ellos mismos llaman flashes, esto es que en las
esquinas o paradas de colectivos ya hay apostados, antes de que comience la función, algunos
integrantes en proceso de maquillaje generando un atractivo especial en el transeúnte. Cuando el
maquillaje se hace a la vista del público ya se está contando: vestirse es, también, entrar en personaje.

“Una vez eliminados los asientos fijos y la división del

espacio, comienzan a ser posibles relaciones

completamente nuevas. Pueden

verificarse contactos corporales entre

actores y espectadores…puede producirse la sensación

de participar en una experiencia común.”


En el teatro comunitario se propicia la conjunción de presencias humanas directas sin intermediaciones
de ninguna índole en un espacio y tiempo común en el que confluyen vecinos-actores y vecinos-
espectadores. Esta práctica de estar con otros, el convivio teatral, es conjunción de presencias e
intercambio humano directo, una práctica de sociabilización de cuerpos presentes, de afectación
comunitaria que reacciona contra la desterritorialización y las intermediaciones técnicas que imponen,
por su naturaleza, la televisión, el video, el cine y las redes ópticas, así el teatro comunitario reivindica el
carácter popular y festivo con el que tuvo su origen. (Dubatti, 2003)

Los espectáculos operan como purga catártica para que con la identificación del problema se tome
conciencia, se reflexione y actúe en consecuencia. De ese expresar y rescatar, a través de sus historias,
la memoria y la posibilidad de creer en un mundo mejor surge la extraordinaria empatía que logran los
vecinos-actores con el público.

El teatro comunitario, como toda creación artística es transformadora en tanto congrega a los vecinos-
actores a pensar, compartir, expresar, debatir, y estimular ideas y acciones. Desarrollar o permitirse
desarrollar la capacidad creadora es una transformación personal y, en consecuencia, social.

Fuente: Teatro Comunitario, Resistencia y Transformación Social. Marcela Bidegain.

Biblioteca de Historia del Teatro Occidental Siglo XX. ATUEL. alta edad (que conozca los guiños clásicos a
los que la publicidad hace referencia, como Cesar Banana
Reseña histórica:
En Argentina, se comienza a hacer teatro con vecinos a partir de la debilidad y el deterioro que
había vivido el país durante los años de dictadura y ante una necesidad auténtica de desmontar la
pasividad heredada de aquellos años; realizando un trabajo artístico a partir de la identidad y la
memoria.

El 2001 marcó el tercer punto de inflexión en la proliferación de los grupos de teatro comunitario. Con el
aumento de la desocupación, el hambre y la violencia se produce un quiebre social que marca a nuestra
sociedad. La población volvió a necesitar manifestarse en la calle y ser protagonistas de un cambio
social. De la vocación y voluntad de los grupos de teatro comunitario Catalinas Sur y el Circuito Cultural
Barracas de incentivar, retransmitir y apoyar la formación de otros grupos de la misma naturaleza, en el
año 2002, se conformaron nuevos grupos con vecinos de distintos barrios reunidos con el objetivo
común de contar sus historias individuales y, desde ellas, la situación general y la de su lugar de
pertenencia.

Red internacional: ¿De qué se ocupa la Red?


La Red Nacional de teatro comunitario conecta, entrelaza y contiene a todos los
grupos de teatro comunitario, con el fin de intercambiar experiencias e información, compartir y debatir
problemáticas comunes y realizar acciones en forma conjunta para difundir y fortalecer el crecimiento
de todos ellos.

Para que un grupo de teatro comunitario integre la Red, es deseable que cuente con una cantidad
aproximada de 20 integrantes, siempre con vocación de ser más. La condición es que se trate de un
grupo abierto, con características de inclusión permanente, permitiendo la rotación natural de sus
integrantes. La experiencia a lo largo de los años demuestra que esto garantiza la dinámica colectiva. Los
grupos nuevos se incorporarán a la Red una vez que se hayan organizado y hayan estrenado su primera
producción. Mientras tanto la Red ofrece ayuda para que esto se concrete.

La Red construye autoridad de igual a igual. Genera un orden y un reconocimiento natural de la


autoridad, que están dados por la experiencia y el saber, ambos legitimados por el hacer. Traslada la
dinámica de organización de los grupos a la organización de la Red.

En la Red impera la solidaridad, la confianza y el cuidado entre los grupos. Estar en Red nos crea el
compromiso de superación y nos brinda espejos donde mirarnos, no para compararnos sino para darnos
a crecer en todo sentido.
Destacados grupos de teatro comunitario en la Provincia de Buenos Aires:

Patricios Unidos de Pie: Grupo de Teatro Comunitario Patricios Unido de Pie. "¡Teatro de vecinos, para
vecinos!" En noviembre de 2002 Mabel Hayes y Alejandra Arosteguy realizaron la primera convocatoria
para formar un grupo de teatro comunitario en Patricios, provincia de Buenos Aires. Nuestros
recuerdos, primer espectáculo del grupo, se estrenó el 2 de marzo del 2003 durante una fiesta de la
localidad. El grupo fue anfitrión de tres encuentros nacionales de teatro comunitario y también fue sede
del encuentro de vecinos Avecinarte. Está integrado por más de 30 vecinos actores y ensaya en la
estación de ferrocarril

Las palomas dicen: Las Palomas Dicen hacen Teatro Comunitario desde 2014 en el distrito de Tres de
Febrero. El grupo se conforma en su primera etapa en la Asociación de Fomento de Ciudad Jardín El
Palomar y crea su primera obra, Una historia sin fin, que narra una historia colectiva del barrio. A partir
de 2017, el grupo integrado por vecinxs y no vecinxs, entre ocho y ochenta años, se muda a Martín
Coronado. En el espacio solidariamente ofrecido por la Asociación de Fomento Martín Coronado se
están desarrollando nuevos proyectos con el mismo propósito: rescatar la memoria local desde el
conflictivo presente imaginando nuevos significados.

Cruzabais: El grupo nació en noviembre de 2004; inició sus reuniones en la salita del barrio Ciudad
Nueva de 9 de Julio (provincia de Buenos Aires) donde comenzó la creación y los ensayos de su primera
obra Romero y Julieta, un espectáculo que buscaba dejar atrás los prejuicios y divisiones que destejen
las redes sociales. El potencial colectivo del grupo se puso al servicio de diferentes problemáticas que
fueron apareciendo en lo grupal. Así es como hoy Cruzabais también tiene un periódico barrial «Crúzate,
con los Cruzas…», un espacio de acompañamiento en la escuela para los jóvenes del grupo desde la
educación popular «Aprendiendo a aprender», un espacio para los más chicos coordinado por
adolescentes «Los Pibes de la Ventana» y el Banco Popular Cruzabais, sistema de microcréditos para los
vecinos del barrio.

DespaRamos: DespaRamos es un grupo de teatro comunitario que desde abril de 2004 se reúne todos
los sábados por la tarde para recrear colectivamente historias del barrio contadas por sus propios
protagonistas o transmitidas oralmente por otros vecinos. El objetivo es generar un espacio de y para los
vecinos en el que, a partir del arte, se reconstruya la identidad local y se transforme la realidad del
barrio.

Elenco Abierto: El elenco dio sus primeros pasos en los albores del año 2009. Los directores pensaron
que era el momento para poner en práctica la condensación de sueños acumulados durante años de
participación artística y decidieron convocar a los vecinos integrantes de los talleres barriales
municipales junto a docentes con los que hacía largo tiempo compartían trabajo y experiencias. Para
diciembre del 2009 estrenaron «Cerro Chico contra el Señor del Hambre», versión propia de un cuento
de Walter Zarza. Durante el año 2010 nació «¿Cuántos Quilmes?!» (obra de creación colectiva) y una
adaptación de «El Herrero y el Diablo» (basada en un texto de Juan Carlos Gené). Luego, en las
vacaciones de invierno del año 2012 aparece «La guerra de los yacarés», una elaboración creativa del
cuento de Horacio Quiroga. La actualidad nos encuentra en el arduo proceso de producción de una obra
de raíces quilmeñas fundamentada en la construcción grupal. La dirección trabaja en equipo con
diversos docentes, referentes de las áreas: teatro, percusión, canto, dramaturgia, plástica y folklore.
Gloria la del Bondi: La ONG Colectivo Cultural de Ingeniero Maschwitz convoca al grupo Catalinas Sur a
hacer una función de Venimos de muy lejos. Así arranca, el 9 de junio del 2011, Gloria la del Bondi. El
grupo lleva dos obras estrenadas en las que reconstruye la historia del pueblo y del espacio donde
ensaya, un lugar recuperado por vecinos y vecinas, hoy Centro Cultural Comunitario El Bondi. El grupo,
además, realizó intervenciones sobre temas que lo interpelan y lo movilizan.

La Taverta: En mayo de 2006 un grupo de vecinos se reunió con el fin de comenzar con una propuesta
cultural y participativa que diera cuenta de la identidad de City Bell. Fueron apareciendo temas locales,
personajes y situaciones. El grupo no está en contra del progreso sino del avasallamiento de los valores
que caracterizaron siempre a City Bell, y por los cuales muchos han decidido vivir allí. La premisa que
mantienen hasta el día hoy es “no identificarse con ninguna institución, privada, pública, ni corriente
política”.

Los Bufones del Andén: La agrupación teatral se formó en julio de 2011, pertenece a la mutual
Macondo Creativa y en la actualidad la conforman 23 integrantes. Su obra «Los niños de Soriano»
cuenta la historia de un pueblo que un día perdió el tren y se constituye en el arquetipo de una
problemática aún vigente.

Los del Tomate: Al grupo lo forman vecinos autogestionados con la idea de llevar adelante un
movimiento artístico incluyendo el teatro, la música, las artes plásticas y el canto grupal para generar
participación comunitaria de todas las edades. El propósito es que El Talar se convierta en un lugar de
contención fomentando los mejores vínculos entre vecinos.

Okupas del Andén: Okupas del Andén surge a mediados de 2003, impulsado por el Centro Cultural
Estación Provincial, a partir de un proyecto para formar un grupo de teatro comunitario en el barrio
Meridiano V, con el fin de acercar a los vecinos al espacio tomado por esta entidad. Historias anchas en
trocha angosta fue su primera obra, en la que se relata la historia del Ferrocarril Provincial, desde sus
inicios hasta su cierre a principios de los ’70. En 2007 el grupo presentó La fiesta electoral, en el marco
del año electoral. En 2010 realizó Postales Barriales de Fulanos de Tales, en la que narra las historias del
barrio Meridiano V desde su presente, pasando de ser un barrio de ferroviarios a un barrio referente en
la actividad artística platense. Actualmente el grupo está produciendo su nuevo espectáculo.

Solano: El grupo de Teatro Comunitario de Solano se formó en el año 2013, como parte del proyecto de
extensión universitaria de la UNQUI, con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de
Quilmes y coordinado por Jhoanna Galiano, Jorge Grafigna y Julio Vinci. Actualmente cuenta con una
creación colectiva en proceso «La máquina de Solano».

Teatro Comunitario de Berisso: Teatro Comunitario de Berisso (TCB) surge en marzo de 2005, con la
convicción del arte como dimensión esencial de todas las personas. El proyecto apunta a que los vecinos
de una comunidad logren procesos de identificación y pertenencia, superando diferencias para lograr
una construcción artística y colectiva. Afirma que la posibilidad de actuar, cantar e imaginar juntos/as
permite construir una sociedad mejor, con más igualdad e integración. Desde 2016 lleva adelante la
construcción de su espacio en una esquina emblemática de la ciudad: la Nueva York y Marsella. El TCB
pretende ser, desde su barrio, un polo cultural para toda la región.

El Teatro Comunitario de Berisso es un grupo de teatro de vecinos para vecinos; un espacio de creación
artística donde se utiliza la actuación, la música y la plástica como herramientas de comunicación, con la
certeza de que el arte produce una transformación individual y colectiva. Cada lugar tiene su historia;
ahí empieza el proceso de construcción grupal hasta arribar al guion dramático, que se elabora
paulatinamente al igual que la puesta en escena. Con esta propuesta, a fines de 2004 nace este grupo de
vecinos. Actores que con compromiso y entusiasmo miran al pueblo y su pasado, para saber más sobre
el presente. Primeros Relatos" es una obra teatral que nos hace imaginar un Berisso de otra época,
donde las llegadas de los inmigrantes llenaron las calles y conventillos, trayendo su música y colores.
Tanto los lugareños como los recién llegados se integraron al trabajo en las fábricas, las imponentes
empresas cárnicas Swift y Armour, para concretar sueños de pan, paz y trabajo. En los pasillos de estas
industrias, los cafés y las calles marcaron un camino de esfuerzos y luchas obreras frente a la
explotación que sufrieron hombres, mujeres y niños. "Primeros relatos" es un homenaje a todos
aquellos que, con su diversidad, sentaron las bases para que hoy Berisso, sea una ciudad de gran riqueza
cultural y social.

Cooperativa La Comunitaria: La Cooperativa La Comunitaria es un gran grupo de grupos que desde 2006
nuclea 5 localidades del Distrito de Rivadavia, Provincia de Buenos Aires y que a partir de 2013 incorpora
al grupo de General Pico, La Pampa. En 2010 más de 200 vecinos actores de todos los pueblos del
Distrito de Rivadavia pusieron en escena en un pueblo abandonado, San Mauricio, en el marco del
centenario del Distrito, La historia se entreteje desde abajo y se cambia desde la comunidad. Un año
después organizaron el 9° Encuentro Nacional de Teatro Comunitario, en 2011, en el Distrito de
Rivadavia, con más de 1200 vecinos actores de toda la Red Nacional de Teatro Comunitario.

Este colectivo realizó otras obras conmemorando los aniversarios de las localidades que lo integran:

• Por los caminos de mi pueblo, Sansinena, 60 vecinos en escena, 2009.


• La Unión de Violeta y Jacinto, González Moreno, 60 vecinos en escena, 2009.
• Desde adentro, 100 vecinos en escena, Roosevelt, 2013.
• Mirapampa, mira tú historia, 100 vecinos en Mirapampa, paraje rural, 2014.
• Cada localidad tiene sus grupos y sus producciones teatrales, que abordan diferentes
temáticas históricas y sociales.
• Cuentos de Frontera, González Moreno, 2012.
• Estamo´ a la Parrilla, América, 2012.
• Atuel, sed que crece, obra de creación colectiva sobre la problemática del Río Atuel, General
Pico, 2015.

Todos los grupos de La Comunitaria desde el 2014 crearon la obra Se cayó el sistema, disculpe las
molestias con un elenco de 80 vecinos que recorrió diversas provincias del país, Bolivia (La Paz y el Alto)
y Ecuador (Quito), y fue parte de encuentros, fiestas y congresos de cultura viva comunitaria.

La comunitaria también tiene un programa, Creciendo en Comunidad, en cuyo marco celebra con la
familia el Mes del Niño, realizando diferentes producciones de teatro para niños.
Destacados grupos de teatro comunitario de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires:

Los Pompapetriyasos: Desde hace varios años es una Asociación Civil. El grupo tuvo su origen en 2002 a
partir de la convocatoria de la Carpa Cultural Itinerante. A partir de allí se vinculó con el territorio, que
es el lugar que constituye su fuente de inspiración y transformación a la hora de plasmar lo que le
inquieta en escena. Los Pompapetriyasos nacen a partir del trabajo de un grupo de vecinos de Parque
Patricios y alrededores que encontrando en el barrio un espacio de creación, expresión y construcción
colectiva, un lugar que constituye la fuente de inspiración y transformación. Son un conjunto muy
heterogéneo con una amplia diversidad de personas con profesiones, oficios, edades y procedencias
diferentes. Un grupo abierto a la comunidad del que puede formar parte cualquier persona que quiera
sumarse a la creación conjunta.

Alma mate: Surge en julio del 2002, después de la crisis social y económica vivida en el país en 2001, a
partir de la iniciativa de algunos vecinos en la Plaza de los Periodistas del barrio de Flores con trayectoria
en trabajo comunitario en formación artística, mientras salen a pasean al perro, a tomarse unos mates o
a mirar a los chicos en la plaza. El grupo de teatro comunitario Alma Mate reconstruye el tejido social a
partir de los vecinos en la conformación de un colectivo artístico, que continúa expresando diversas
situaciones de la realidad social barrial, reivindicando derechos culturales. Un teatro de la comunidad,
para la comunidad, donde todos lo vean, se sientan parte y puedan participar.

Boedo Antiguo (Teatro callejero comunitario): El grupo nace en octubre de 2001 cuando Damiana
Puglia, Estanislao Sánchez y Hernán Peña, realizan una convocatoria a los vecinos de Boedo en la cual
invitan a músicos, actores, vecinos a participar en la creación del espectáculo callejero “Boedo Antiguo”.
La convocatoria suma a unos 30 vecinos y no vecinos con los cuales se investiga y reconstruye la historia
del barrio de Boedo. El grupo se propone rescatar la memoria colectiva y comunitaria tomando la
historia del barrio y del país como objetos de investigación, recuperar el espacio público como escenario
de encuentro social inclusivo, brindar un espacio de de integración de nuevos actores en forma
permanente, logrando así creatividad desde la diversidad.

Con 4 espectáculos estrenados:

• Boedo antiguo, hace un recorrido por la historia del barrio de Boedo, desde el Boedo Rural,
la llegada de los inmigrantes, la llegada del tranvía, el grupo de poetas de Florida y Boedo, la
semana trágica, el carnaval
• Oid el grito, haciendo un breve recorrido por la historia del país, desde nuestros pueblos
originarios hasta el 2001 "el cacerolazo"
• Memorandum, lo que se debe recordar, sobre la memoria, en sus distintos aspectos
(colectiva, individual, de los objetos), los olvidos, la identidad,
• Flor de guacho, estrenado en 2017.

Catalinas Sur: El Grupo de Teatro Catalinas Sur nace en el año 1983, del barrio de La Boca. Desde sus
inicios trabaja por el desarrollo y la integración comunitaria a través de actividades artísticas (el teatro
comunitario, la murga, los títeres y la música) concebidas como formas de comunicación y participación.
El objetivo central es la promoción y desarrollo del teatro comunitario como herramienta de
transformación social. Desde el trabajo artístico comunitario se promueve la generación de lazos entre
vecinos, la recuperación de la historia barrial, la inclusión social y el fortalecimiento de la ciudadanía.
Son un grupo de hombres y mujeres que hacen teatro llevando adelante un proyecto que no se encierre
en las nuevas modas globalizadas y se apoye en las ricas tradiciones y la historia vital de lo popular.

Circuito Cultural Barracas: Es un proyecto artístico comunitario fundado en 1996 en Barracas,


constituyéndose como Asociación Civil sin fines de lucro en el año 2001. Crea y produce de manera
colectiva espectáculos e intervenciones teatrales en su sede y en espacios públicos, teniendo como eje
en su accionar el arte como transformador social. En la actualidad está integrado por más de 250
vecinos de todas las edades que participan de sus espectáculos de teatro y música. Es un ámbito de
trabajo colectivo para imaginar y producir ideas, valores y prácticas que contribuyan a revertir
situaciones de exclusión y a construir y fortalecer el capital social de nuestra comunidad. El nombre
“Circuito” expresa nuestra forma de trabajo, que busca generar sinergias entre diferentes actores
comprometidos con el desarrollo comunitario y promover que el proyecto “circule” o “atraviese” las
distintas realidades socioeconómicas y culturales del barrio, conformado mayoritariamente por sectores
medios-bajos y pobres.

El Épico de Floresta: En septiembre de 2002 se reunió un grupo de vecinos de Floresta con la idea de
hacer teatro comunitario con un fuerte compromiso por la memoria y los derechos humanos Con su
obra, el grupo reivindica la historia del corralón, dando vida a las luchas dadas por los barrenderos allá
por los años `70, recordando a los tres detenidos-desaparecidos por la última dictadura cívico-militar y
haciendo presentes a los tres chicos fusilados a gatillo fácil. Querían contar historias que rescatasen la
memoria con un lenguaje teatral propio, con el fin de llevar su presencia allí donde fuera requerida,
aportando de ese modo su granito de arena al entramado de una cultura participativa y solidaria que
acercara a quienes luchan por rescatar la memoria. El Épico debutó en septiembre de 2003 en la Plaza
Montecastro con una versión propia de El gigante amapolas. Desde entonces se presentó
ininterrumpidamente en plazas, parques, galpones, centros culturales y merenderos. Hoy el grupo está
integrado por más de 40 vecinos. El 14 de junio de 1998, conmemorando al padre Silva, vecinos y
vecinas del barrio se juntaron con escobas alrededor del corralón para realizar un abrazo simbólico y
reclamar para que sea un espacio social con una plaza y una escuela, que posteriormente se convertirían
a fines del 2005, donde todas las empresas son retiradas del lugar y el corralón se empieza a llenar de
grupos culturales entre ellos, el Épico de Floresta.

Los Villurqueros: El grupo de teatro comunitario de Villa Urquiza nació en mayo del 2001, cuando un
grupo de vecinos se propuso salir a contar las historias de la memoria colectiva. “Avanti la Villurca”
cuenta la huelga de obreras en la fábrica de cigarros Avanti en 1920; y “Grafa, Memoria de un Pueblo”
atraviesa la industrialización y desindustrialización del país a partir de la historia de la fábrica textil más
grande de Sudamérica. La tragicomedia “Margarita en el Tornú” es su última producción. En la
actualidad el grupo se reúne en el Teatro 25 de mayo espacio que fuera recuperado por los vecinos, y
con los Payas Hospitalarios, en el Tornú. Grupo, declarados de Interés Cultural por la legislatura Porteña,
2019, Premio Polaco Goyeneche 2018, y 2 de sus obras: "Avanti la Villurca" 2013 y "Grafa, Memoria de
un Pueblo"2014.

Matemurga: Nació en agosto del 2002, a partir de una convocatoria de su directora Edith Scher a los
oyentes del programa de radio Mate Amargo. Con el tiempo, el grupo se independizó del programa. A
partir del 2006 comenzó a echar raíces en Villa Crespo. En 2015 creó La Orquesta del Mate. El grupo
tiene dos libros publicados: Matemurga 10 años y Matemurga 15 años, tres espectáculos: La caravana,
una historia de la resistencia a partir de canciones de la memoria colectiva, espectáculo que grabó un
CD) Zumba la risa y Herido barrio. Desde 2015 tiene también una orquesta. En 2006 grabó el CD, La
caravana. En 2009 pintó el mural de la esquina de Luis Viale y Rojas sobre la historia de Villa Crespo. Está
integrado por 70 vecinos y forma parte de la Red Nacional de Teatro Comunitario.

Pompeya: Fueron 18 vecinos/actores los que se juntaron originalmente hacia fines del año 2003 para
formar Pompeya Teatro Comunitario. Primero en la esquina de las avenidas Rabanal y Del Barco
Centenera pasando luego al Club Juventud y Armonía. Actualmente desarrollan su actividad en la
recuperada Gráfica Chilavert. A lo largo de estos años llevan realizados 4 obras: “Intento de Casorio”, “La
Reina de Pompeya”, “Las Ruinas de Pompeya” y “Alimento Des…balanceado (Otra forma de comer)”
Presentándose habitualmente en su sede, también van a distintos espacios del barrio y dónde se los
convoque. Siendo actualmente 45 vecinos/actores (mujeres, hombres, niños y adultos) mantienen
siempre la misma premisa: puertas abiertas y convocatoria permanente para quienes quieran actuar,
cantar y hacer música tengan o no experiencia previa ¡Serán bienvenid@s! es su lema.

Res o No Res: Nace en 2002 en Mataderos. A través de sus obras, rescata la memoria y la identidad
barrial y desarrolla una mirada crítica del presente. El grupo produjo cinco obras y grabó dos en formato
radio teatro. Sostiene talleres para chicos, de teatro leído y clown. Participó de encuentros y festivales
nacionales e internaciones y recibió reconocimientos de instituciones del barrio de Mataderos, como el
Club Atlético Nueva Chicago, la Comisión por la Justicia, Verdad y Memoria y el Foro de la Memoria de
Mataderos. En 2017 fue declarado de Interés Cultural por la Legislatura Porteña.

También podría gustarte