Está en la página 1de 1

De espantapájaros a mensajero, de mensajero a gran estrella y de gran estrella a encarnación

de la decadencia, la vida de Diomedes Díaz fue desmesurada y desordenada1

Luego de casi cuatro años de investigación, el mejor cronista de Colombia le cuenta cómo fue
la vida del cantante vallenato.

Gracia y desgracia de un espantapájaros

risotada chillona, en la gesticulación teatral.2

cambios notables2

el turpial que mejor trina, el chivo

que más mea, el gallo que alborota el corral, el mandacallá de los cantantes.5

La conclusión forzosa es que

Diomedes vive su vida de convicto en una farra permanente, sin pesares y sin

Remordimientos6

El comentario generalizado es que Diomedes Díaz se burla de la justicia colombiana.6

. En vista de que padecía el Síndrome de Guillain-Barré —un trastorno del

sistema nervioso—, fue exonerado temporalmente de la medida de aseguramiento

proferida en su contra,6

en su propia casa.6

En aquel diciembre de 1999 los funcionarios de la Fiscalía General de la Nación6

una coartada para evadir la justicia6

A mediados del año 2000 un perito6

También podría gustarte