Está en la página 1de 1

ESCENA CUARTA

Una trojera. Melchor está echado de espaldas sobre el heno fresco. Wendla sube por la
escalera.

WENDLA
¿Te has metido aquí? Todos te buscan. Ya está el coche fuera. Tienes que ayudar… Nos
amenaza una tormenta.
MELCHIOR
¡Apártate…! ¡Apártate de mí…!
WENDLA
¿Qué te sucede? ¿Por qué te tapas la cara?
MELCHIOR
¡Vete! ¡Vete…! ¡Si no te tiro a la era!
WENDLA
¡Pues ahora es cuando no me voy! (Se arrodilla junto a él) ¿Por qué no vienes conmigo al
prado, Melchior…? Aquí dentro está oscuro y el aire es pesado. ¡Y si nos mojamos, qué nos
importa!
MELCHIOR
¡Huele tan bien el heno! Fuera el cielo está tan negro como los paños de un túmulo… Veo las
amapolas sobre tu pecho… y oigo latir tu corazón…
WENDLA
…¡No me beses, Melchor!... ¡No me beses!...
MELCHIOR
¡Oigo latir tu corazón!...
WENDLA
¡Cuando se besa… se ama…! ¡No! ¡No!
MELCHIOR
¡Oh! ¡No creas en el amor! ¡No hay más que egoísmo! Todo es egoísmo… ¡No te quiero, como
tú tampoco a mí me quieres!
WENDLA
¡No… No… Melchior!
MELCHIOR
… ¡Wendla!...
WENDLA
¡Oh Melchior…! ¡Déjame…! ¡Déjame…!

También podría gustarte