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Género Drama
Año 2009
País Perú
El presente texto, tiene como finalidad, comprender la relación del texto titulado “ La
investigación del yo desde la psicología cultural: principios generales”, escrito por el
Psicólogo Javier Salazar y el sociólogo Saúl Sánchez, frente a la película La teta asustada, a
partir de eso, se busca hacer una aproximación a la construcción del Yo de fausta, en donde,
se abordarán sus creencias, sus relaciones, sus deseos, emociones, entre otros aspectos, que
desde la interpretación permiten ahondar en la historia de una vida, la vida de Fausta y el
significado que ella le otorga a esta.
Fausta aunque de manera física no fue golpeada por la violencia, vio a través de su madre el
sentir del sufrimiento, esto significó para ella una concepción de lo que era el exterior, de lo
que podría significar las calles, de lo que podía llegar a ser el mundo, inseguro y peligroso,
por esto, emerge en ella el miedo, hace una construcción de su vida entorno a él, el miedo es
la base de su no actuar y actuar, en donde, también la inseguridad de las calles en la guerra
pasa a identificarla en su manera de vivir, un constante miedo a que un otro le haga daño y
una inseguridad por el habitar en el mundo, es este su vínculo con su historia, la violencia le
ha dejado el pánico y la incertidumbre, los cuales, ella intenta mitigar a través de sí misma,
intenta buscar en su canto la paz que arrebató la guerra en el exterior.
De qué manera podría relacionarse una mujer que constantemente tiene temor y huye a cada
encuentro, a diferencia de su comunidad que resaltan la convivencia y la colectividad ¿qué
lugar le daba Fausta a la colectividad?, aproximándonos a Fausta, posiblemente sus
relaciones eran pocas, pues ellas significaban exponerse al peligro, cuando lo hacía era de
manera cautelosa y distante, siempre a la defensiva, para Fausta la confianza no emergía
fácilmente, pues significaba desentrañar la concepción temerosa del mundo y quien lo habita.
En su comunidad ella estaba presente en sus prácticas (Fiestas, trabajos, etc.) sin embargo, no
la acercaban a generar una identidad sino que le recordaban el no ser en ese mundo.
Relacionarse con los hombres era un aspecto, al cual, ella intentaba rehusarse, pues la historia
de su madre, dejó en ella una interpretación de lo que significaba ser hombre, un hombre
transgresor, un hombre que se aprovecha de su fuerza, un hombre que daña y causa
sufrimiento, sin embargo al conocer al jardinero, esta concepción quizás pudo haberse
resignificado de alguna manera, en donde, Fausta pudo abrir sus posibilidades de relación, en
el cual, se encontró con que pueden existir hombres que escuchan y apoyan.
Por último, pensar en que cuerpo pudo haber construido Fausta a través de su historia, deja
visualizar los tejidos del sentido de la vida de ella, ¿Qué cuerpo era el de Fausta?, primero un
cuerpo de la guerra que se escabulle entre las calles para no ser visto, un cuerpo aprisionado
contra las paredes para no ser dañado, segundo, el cuerpo de Fausta se moviliza en doble vía,
pues, es el cuerpo de la enfermedad pero también el de la cura, es aquel que padece la
enfermedad de la teta asustada pero es el mismo que sirve de recinto para poner su tubérculo
como defensa a que sea lastimada, es el que sangra pero el que canta para calmarlo. Tercero,
es un cuerpo cerrado, silenciado y distante como sus relaciones, su mirada revela la
incertidumbre de su vida, sin embargo “no tener alma”, lo cual, también significaba no sentir
nada, no era el caso de Fausta, pues el sentido de su vida fue sentir, fue darse cuenta de que
sentía, de que no solo su cuerpo se pudría y se desgastaba sino también lo que todos, incluso
ella desconocía ,su alma, en donde, fue fundamental el momento en que Fausta decidió sacar
la papa y junto a ella todo lo que se había guardado, querer que lo “sacaran de dentro”
significó para ella, darse cuenta que no solo emanaba raíces sino que también florecía.
Referencias :