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Sobre los aires, aguas y lugares es, sin duda, una de las obras más relevantes del Corpus
Hippocraticum (C. H.)
Sobre los aires, aguas y lugares es, sin duda, una de las obras más relevantes del Corpus
Hippocraticum (C. H.). Siempre ha gozado de singular estima entre los estudiosos de la
medicina hipocrática, y ha sido atribuido por numerosos críticos al propio Hipócrates'.
Asimismo se le ha calificado como «libro de oro» de Hipócrates, por abarcar dentro de sí
numerosos aspectos técnicos en extremo interesantes para los estudiosos de la ciencia
antigua, en general,y los de la medicina científica, en particular. Se ha dicho con razón que
«entre los escritos del C. H., ninguno capta el interés de la ciencia en mayor medida que
este tratado^. Pero es cierto también que no faltan puntos oscuros en el libro que nos ocupa;
entre ellos, por citar sólo un detalle significativo con el que, en algún momento, se ha
querido rebatir a los que sostienen tajantemente el carácter auténtico del escrito, no consta
en ninguna parte descripción ni nota alguna referente a Tesalia ni
Son una recopilación de los 70 escritos de Hipócrates realizada por sus discípulos.
Actualmente se sabe muy poco de estos escritos, debido a que se perdieron en la historia y
solo se sabe de su existencia gracias a Sorano de Éfeso.
Observó que los habitantes de la zona sur de Londres obtenían agua para beber río abajo del
Támesis lugar donde las aguas estaban altamente contaminadas, a diferencia de los
habitantes de las demás zonas de Londres, Snow postuló en 1849 una innovadora
hipótesis. Sostenía que el cólera se transmitía mediante la ingestión de una “materia
mórbida” invisible al ojo humano, la cual debía actuar a nivel de los intestinos, produciendo
un síndrome diarreico agudo con deshidratación severa.
Esta “materia mórbida” había de reproducirse y eliminarse a través de las deposiciones, las
cuales, finalmente, terminaban en aguas del Támesis. La gente, al beber el agua
contaminada extraída del río, ingería la “materia mórbida”, cerrando así un círculo de
contagio. Su teoría no tuvo aceptación entre sus colegas, por el contrario, fue duramente
criticado en diversas oportunidades.
La comunidad médica mantenía firme sus creencias, especialmente la relacionada con la
teoría miasmática. En los años 1853 y 1854, Londres enfrentó una tercera epidemia de
cólera.
Para aquel entonces, los habitantes de ciertos distritos del sur de la ciudad extraían el agua
directamente de pequeños afluentes del río Támesis o bien la obtenían a partir de
numerosas bombas de agua de uso público. Por su parte, los desechos humanos eran
vertidos en improvisadas alcantarillas o directamente al río, en una época de escasa noción
de higiene ambiental.
Snow planteó que el severo brote de cólera en Golden Square se debía a la ingestión de
aguas contaminadas provenientes de esta bomba y se propuso, firmemente,
demostrarlo. Para ello, tomó muestras de agua de la bomba de Broad Street y de otras
cuatro bombas aledañas, comparando su aspecto macroscópico y microscópico.
Encontró que el agua de la bomba de Broad Street tenía un aspecto más claro que las
demás, sin embargo, vecinos del sector le informaron que el día anterior, sus aguas habían
presentado un mal olor. Intrigado, registró los nombres y direcciones de 83 personas
fallecidas en el área a causa del cólera, basándose en sus certificados de defunción y visitó
algunas de sus casas, preguntando a sus moradores por la proveniencia del agua que habían
bebido.
Su teoría debió esperar la cuarta epidemia de cólera de Londres, ocurrida en 1866, para ser
finalmente aceptada. Al poco tiempo, experimentos realizados por Louis Pasteur
demostraron que son microorganismos presentes en el ambiente (y no “miasmas”) los
causantes de las enfermedades transmisibles.
Casi tres décadas después de la muerte de Snow, Robert Koch aisló y cultivó el Vibrio
cholerae, la “materia mórbida” a la cual recurrentemente se refería Snow, dándole total
crédito a su hipótesis.
La teoría germinal fue un descubrimiento científico realizado en la segunda mitad del siglo
XIX demostrada por Louis Pasteur y que reemplazó anteriores explicaciones para la
enfermedad, como la teoría miasmática o la teoría de los humores. Aunque fue muy
controvertida cuando se propuso, es ahora fundamental en la medicina moderna y
la microbiología clínica, conduciendo a innovaciones tan importantes como el desarrollo de
la vacuna, el antibiótico, la esterilización y la higiene como métodos efectivos contra la
propagación de enfermedades contagiosas.1
El modelo unicausal determinista se basa en el hecho de que una única y específica causa es
la responsable de un cierto problema epidemiológico. En el modelo unicausal determinista
se hace explícita la existencia de: A. Una constante única y perfectamente predecible
conexión entre dos factores X e Y. B. Esta definición requiere dos criterios:
Especificidad de la causa
Una causa es específica cuando es necesaria y suficiente para provocar una enfermedad. Se
podría decir que la malaria tiene una única causa, la infección por un parásito del género
Plasmodium.
Causa necesaria: Una causa es necesaria cuando su presencia es imprescindible para que se
presente el efecto. La presencia del Plasmodium es causa necesaria para que se produzca la
malaria, puesto que si está, se desarrolla la enfermedad y si no está no se desarrolla.
Causa suficiente: Una causa suficiente es cuando por sí sola produce el efecto. En el caso
de la malaria, la presencia del Plasmodium no es causa suficiente para que se produzca la
enfermedad, puesto que hay personas con algunos géneros de Plasmodium que no la
padecen por alguna característica genética que les haga inmunes. Aún así, quitando a estas
poblaciones especiales inmunes a la malaria, la presencia del Plasmodium sí sería causa
suficiente para que se produzca la enfermedad, puesto que no requiere ningún otro factor
para desencadenarla.
La especificidad de efecto se produce cuando una causa solo puede ocasionar un efecto.
El modelo unicausal presenta algunas limitaciones puesto que un mismo agente puede
provocar muchos efectos, por otro lado no tiene en cuenta el carácter multifactorial de la
enfermedad, presentando una conceptualización limitada de los factores causales. Desde el
punto de vista de la Salud Pública este modelo no es operativo, puesto que las medidas de
prevención y promoción de la salud se basan en la multifactorialidad de las causas y la
interdisciplinariedad de las acciones preventivas y correctoras.
Un sistema multicausal se define por las siguientes características: tiene un fin, existe un
conjunto de cosas o normas y este conjunto de factores está ordenado. Pueden ser estáticos
o dinámicos.
CAUSA DIRECTA
La causa directa es aquella que produce el efecto sin mediar ningún factor o que un cambio
en el factor causal produce un cambio en el efecto.
CAUSA INDIRECTA
La causa indirecta puede estar mediatizada por una secuencia de otros factores intermedios
hasta producir el efecto. Implica que entre la causa y el efecto existen factores intermedios.