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IV Taller
El Matrimonio
Familia y Sucesiones
Para De Ruggiero el matrimonio “es una sociedad conyugal, unión no sólo de cuerpos
sino de almas, que tiene carácter de permanencia y de perpetuidad, que se origina en el
amor y se consolida en el afecto sereno que excluye la pasión desordenada y la mera
atracción sexual, que tiene como fin no sólo la protección de los hijos y la perpetuación
de la especie, sino también la asistencia recíproca y la prosperidad económica; que crea
una comunidad de vida indisoluble que engendra deberes recíprocos entre los esposos y
de los esposos con la prole”.
Portalis, uno de los redactores del Código Napoleónico, lo define como “unión del
hombre y la mujer para perpetuar la especie, para socorrerse y asistirse mutuamente, para
sobrellevar el peso de la vida y compartir un destino común”.
Es sumamente importante que los matrimonios que se efectúen sean válidos, puesto
que ésta es la institución fundamental de la sociedad, además la nulidad de un matrimonio
suele traer consigo graves perjuicios para los supuestos cónyuges, sus hijos y sus parientes
afines, es por ello que el Código Civil ha sido muy celoso al establecer los requisitos del
matrimonio.
1º. A la mujer menor que haya dado a luz un hijo o que se encuentre en estado de gravidez.
2º. Al varón menor cuando, la mujer con la que quiere contraer matrimonio ha concebido
un hijo que aquél reconoce como suyo o que ha sido declarado judicialmente como tal.
F.L.: Artículo 62 CCV.
Contra la negativa de consentimiento por parte de los llamados por la Ley a darlo no
habrá recurso alguno, salvo que la negativa fuere del tutor, caso en el cual podrá ocurrirse
al Juez de Primera instancia del domicilio del menor para que resuelva lo conveniente.
F.L.: Artículo 63 CCV.
Se entiende que faltan el padre, la madre o los ascendientes, no solo por haber
fallecido, sino también por los motivos siguientes;
3°. La condenación a pena que lleve consigo la inhabilitación, mientras dure este.
Por lo tanto, conforme a esta disposición del Código Civil, cuando el consentimiento
se hallare viciado por alguna causa, debe admitirse que no ha sido prestado con entera
libertad y por tanto no será válido. De allí que en doctrina se plantee la presencia de los
vicios del consentimiento como factores de nulidad del matrimonio, y en especial la
violencia y el error; pues respecto al dolo se hacen consideraciones especiales.
CAPACIDAD PARA CONTRAER MATRIMONIO.
Se refiere a que se debe poseer capacidades mentales, psíquicas, físicas y fisiológicas
para contraer matrimonio. Esto abarca ciertos aspectos como: la Pubertad,
Discernimiento, Sexualidad y Cordura
La capacidad requiere además; poder entender lo que es el matrimonio, poder querer
el matrimonio que se va a realizar y tener potencia sexual para cumplir con las
obligaciones matrimoniales.
De ahí que se haya establecido que sólo se es capaz para contraer válidamente
matrimonio cuando se tiene suficiente discernimiento, cordura, madurez sexual y
facultades físicas para procrear. Es decir, que la capacidad en materia de matrimonio
comprende estos cuatro elementos: Pubertad, discernimiento, sexualidad y cordura.
a) Pubertad: Se engloba bajo este término la época de la vida de los seres humanos
cuando comienza a manifestarse su aptitud para la reproducción y, si bien es cierto que
no para todas las personas y en todos los climas esta época se inicia a una determinada
edad, las leyes de todos los países establecen una edad mínima a partir de la cual, por
presunción juris et de jure, se considera que empieza la pubertad. El CC venezolano en
su Art. 46 fija la edad inicial de la pubertad para los hombres a los 16 años y a los 14 para
la mujer, al asentar que “no pueden contraer válidamente matrimonio la mujer (que no
haya cumplido catorce (14) años de edad y el varón que no haya cumplido dieciséis (16)
años”.
b) Discernimiento: Necesario es también que, quien pretenda contraer matrimonio,
posea suficiente capacidad de discernir acerca de la importancia y trascendencia de este
acto; y en tal sentido, aunada a la capacidad para reproducirse, el legislador ha establecido
la presunción de discernimiento a partir de la misma edad. Es decir, que el mismo artículo
comprende, en las edades señaladas ambas presunciones.
c) Sexualidad: En el mismo sentido de atender al fin primario y esencial del
matrimonio, cual es la reproducción de la especie, además de la exigencia de la pubertad
el legislador niega validez al matrimonio contraído por quien adolece de incapacidad
sexual, cuando en el Art. 47 del CC establece que “no puede contraer válidamente
matrimonio el que adolece de impotencia manifiesta y permanente”.
d) Cordura: El cuarto elemento constitutivo de la capacidad para contraer matrimonio
es la cordura; es decir, que es requisito indispensable para que el acto sea válido, que
quien lo celebre se encuentre en pleno uso de sus facultades mentales.
En consecuencia, los oligofrénicos (débiles mentales, imbéciles o idiotas), los dementes,
cualquiera que sea la causa de la demencia (senilidad, parálisis, epilepsia, alcoholismo
crónico, sífilis, etc.), los enajenados mentales o “locos”, ya sean maníaco-depresivos,
paranoicos, esquizofrénicos, etc., y, en general, todos aquellos que al tiempo de la
celebración del matrimonio no están mentalmente sanos o han perdido el juicio aunque
sea en forma pasajera, no son aptos para contraer válidamente matrimonio. Por lo que
deben también incluirse quienes se hallen bajo influencia del alcohol o de una substancia
estupefaciente u otra droga psicotrópica, o bajo sugestión hipnótica o en estado de
confusión mental, exaltación o delirio. Es así como se entiende el alcance de la
disposición contenida en el Art. 48 del CC que expresa: “Tampoco puede contraer
válidamente matrimonio el entredicho por causa de demencia ni el que no se halle en su
juicio”. Sigue diciendo el mismo artículo que “si la interdicción ha sido únicamente
promovida, se suspenderá la celebración del matrimonio hasta que la autoridad judicial
haya decidido definitivamente”; con lo que se prevé el caso de que exista una apariencia
de sanidad mental y sin embargo se esté en proceso de interdicción por alguna causa que
haga sospechar falta de cordura.
LOS ESPONSALES
d) No exige formalidad especial. Puede hacerse verbalmente o por escrito; y, en este caso,
por documento privado o público.
El cartel permanecerá fijado por ocho días continuos antes de la celebración del
matrimonio, haciéndose constar en el expediente respectivo la fecha de la fijación.
Caso de variación de domicilio o residencia, si esta última fuere menor de seis meses,
se hará también la fijación del cartel en la Parroquia o Municipio del anterior domicilio o
residencia, y, al efecto, el funcionario ante quien se haya hecho la manifestación,
trasmitirá por la vía más rápida, aun por telégrafo, el contenido del cartel, a otro
funcionario del domicilio o residencia anterior. Este último deberá avisar el cumplimiento
de la formalidad, indicando la fecha de la fijación del cartel.
La respuesta es sí; cuando uno de los prometidos rehúse, sin justa causa, al
cumplimiento de la promesa matrimonial, es decir, cuando se produzca la ruptura de la
promesa matrimonial, sin justa causa, el novio incumplidor debe resarcir al otro los
gastos que éste hubiere hecho por causa del prometido matrimonio. En consecuencia, la
acción que engendra la ruptura injustificada de la promesa de futuro matrimonio es una
acción para demandar indemnización por los gastos hechos por causa del prometido
matrimonio que la ley reconoce, al novio inocente, contra el novio incumplidor.
Caducidad de la acción: La acción para reclamar indemnización por los gastos hechos
con ocasión del prometido matrimonio, debe ser intentada en un lapso de dos años
contados a partir de la fecha en que fue exigible el cumplimiento de la promesa. Si no se
ejerce en el preindicado lapso, la acción caduca y, en consecuencia, no podrá proponerse
en el futuro.
Unos y otros se sujetarán a las prescripciones del presente Capítulo”. F.L.: Artículo 101
del CC.
Breves Consideraciones:
Pasaporte con una vigencia mínima de seis meses y con visa de turista expedida por
la oficina consular venezolana competente.
Certificado de soltería.
Partida de nacimiento internacional.
Si fuera divorciado, sentencia de divorcio.
Todos los documentos deben estar expedidos por la autoridad extranjera competente
y traducidos al castellano por un traductor oficial.
“Nadie puede reclamar los efectos civiles del matrimonio si no presenta copia certificada
del acta de su celebración, excepto en los casos previstos en los artículos 211 y 458”.
F.L.: Artículo 113 del CCV.
“No puede invocarse la nulidad del acta de la celebración del matrimonio por
irregularidades de forma cuando existe la posesión de estado”. F.L.: Artículo 114 del
CCV.
“Cuando haya indicios de que por dolo o culpa del funcionario respectivo, no se ha
inscrito el acta de matrimonio en el registro destinado a este objeto, los cónyuges pueden
pedir que se declare la existencia de matrimonio, según las reglas establecidas en el
artículo 458, siempre que concurran las circunstancias siguientes:
1°. Que se presente prueba auténtica de la publicación o fijación del cartel de matrimonio,
salvo los casos previstos en los artículos 70, 96 y 101.
2°. Que exista prueba plena de posesión de estado conforme”. F.L.: Artículo 115 del
CCV.