El primer año del gobierno de México con Andrés Manuel López
Obrador ha sido un periodo en el cual hay altibajos en el sector
de las energías renovables y del cuidado con el medio ambiente, ha cancelado las subastas de energía, ha dado marcha a las industrias petroleras y ha modificado los certificados de energía limpia, no ha impulsado a la inversión a las empresas generadoras de energía renovable y está alejando al país de las metas del acuerdo del país. Existe una empresa pública (CFE) generadora de energía a base de paneles solares que explica al gobierno que su trabajo por cuidar el medio ambiente ha funcionado instalando 72 paneles y cubriendo las necesidades anuales de 900 vivienda, pero esto no detiene al gobierno en seguir invirtiendo en proyectos que dañen el medio ambiente, en las proyecciones obtenidas entre el año 2019 y 2024 se redujo un 16%. México espera reducir sus gases de efecto invernadero un 22% para el año 2030 según los objetivos a alcanzar en el Acuerdo de Paris, pero con los cambios realizados por el nuevo gobierno las emisiones solo redujeran un 9%. Con el cambio los inventivos para nuevas inversiones desaparecen, las plantas viejas también venderán los CELs y CFE, el principal actor del mercado, no tendrá que comprar a nuevos productores. Según la ONG Iniciativa climática se necesitan 18.000 millones de dólares más para alcanzar las metas de energía renovable para el 2024. Si México quiere alcanzar esta meta debe proponer nuevas soluciones al menos para despejar dudas.