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Etimología
Se desconoce con exactitud el origen del nombre de Abrucena, aunque algunos historiadores
han concluido que su origen es latino. En lo que hoy es el pueblo se asentó un campamento
militar romano de nombre Apricius o Lauricius. Durante la dominación nazarí aparece con el
nombre de Laurisana. Ya en el siglo xvi está documentada como Lauricena, Laurcicena y
Uricena, y como Laurucena en documentos sobre litigios entre Abla y Abrucena. A partir del
Siglo XVII aparece en todos los documentos como Labrucena, voz que todavía hoy en día es
posible oirla junto con la de Abrucena. De todo lo anterior se deduce que el origen del nombre
del pueblo se remonta al campamento romano de Lauricius.
Geografía
Núcleos de población
Abrucena
Pago de Escuchagranos
El Camino Real
Historia
Prehistoria
Imperio romano
Cristianización
La religión cristiana llegó a la zona probablemente en el Siglo I de la mano de los Siete Varones
Apostólicos que fueron consagrados en Roma por San Pedro y San Pablo para llevar el
cristianismo a Hispania. Los Santos Varones se establecieron en diversas ciudades de la Bética:
San Torcuato en Acci (Guadix), San Tesifonte en Bergi (Berja), San Hecisio en Carcesa (Cazorla),
San Indalecio en Urci (Pechina), San Eufrasio en Eliturgi (Andújar), San Cecilio en Eliberri
(Granada) y San Segundo en Abula (Abla). Por lo tanto, y aunque no existan documentos que lo
atestigüen, es lógico pensar, por la cercanía de Abula, que fue San Segundo el introductor del
Cristianismo en la villa en el Siglo I.
Pocos años después el Emir Abuljatar se estableció con sus tropas en la comarca, obligando a
los cristianos a que les dieran la tercera parte de los productos de la tierra. Esta época es
conocida como el Walatio, un periodo de moderada tolerancia religiosa.
Con la llegada de los Omeyas, con Abd al-Rahman II, se inicia un tiempo de intolerancia y
sublevaciones entre las distintas tribus musulmanas motivadas por intereses económicos y
políticos.
Sobre el año 900 se producen insurrecciones en toda la zona, desde Guadix hasta Alhama,
acaudilladas por Omar ibn Hafsún. Estas rebeliones son violentamente aplacadas por las tropas
califales de Abd al-Rahman. El 4 de shwal (14 de mayo de 913) el ejército del Califa entra en
localidad vecina de Fiñana eliminando cualquier atisbo de insurrección.
Durante los reinos de Taifas y Nazarí los conflictos en la zona perduraron pero esta vez por
razones distintas. Abla, Abrucena y Fiñana se encuentran en la frontera entre las coras de
Peyyna y Elvira. Además, la vía que comunicaba Almería y Granada pasaba por la zona (al igual
que hoy en día), por lo que la comarca se convirtió en un territorio conflictivo.
Reconquista
Pedro Mártir de Anglería, cronista de los Reyes Católicos, en su carta al cardenal Arembolo de
Milán relata cómo en su viaje con los Reyes hacia Almería, reciben la noticia de que Abrucena y
otros pueblos de la zona se han entregado a los Reyes cristianos:
Arregladas las cosas de Baza el 7 de diciembre [...] se nos anunció que las poblaciones de Abla,
Calahorra, Fiñana, Gergal y Laurucena, cada una con sus pueblecitos vecinos, situados en los
límites del campo de Guadix, por persuasión del Virrey, a quien todo aquella región
admirablemente obedecía, por medio del Conde de la Tendillas se había entregado al Rey; en
la misma hora, desde Guadix, envía el Zagal al Rey un egregio caballero que le anuncia que el
Rey vencido entrega al Rey vencedor
Fiestas y Eventos
Tiene lugar la tarde del 5 de enero de cada año. Seis personas son escogidas por la comisión de
festejos, a tres se les atribuirá el papel de Rey Mago y al resto de pajes. Se empieza con una
misa, seguida del recorrido habitual por las calles del pueblo y finaliza con la entrega de
regalos a los niños en el salón social del barrio de Las Chinas. Hasta hace unos años realizaban
el recorrido en burro, animal muy típico de este municipio por su implicación directa en el
desarrollo de la agricultura local. Hoy en día, se ha cambiado esta tendencia y se ha sustituido
al animal por un tractor con un remolque que hace las veces de carroza.
Los vecinos de Abrucena, junto con la mitad de los vecinos del pueblo limítrofe, Abla tienen
por costumbre hacer hogueras en mitad de las calles del municipio. Tienen lugar la noche del
16 de enero. En dichas hogueras se queman zarzas y muebles antiguos. Los jóvenes también
tienen la costumbre de saltar por encima de las mismas. En dichas hogueras se suelen reunir
las familias y amigos del mismo barrio a comer los típicos buñuelos con chocolate elaborado
por las mujeres más ancianas del grupo.
Fiesta de la Candelaria
La Hermandad del Niño se reúne el día 2 de febrero y realiza una fiesta en la que se llevan
unos bizcochos típicos bañados con azúcar glas. A dicho evento acude todo aquel que desee,
pero en especial van aquellas madres que han dado a luz en el último año.
Jueves Lardero
Celebrado el jueves anterior al miércoles de ceniza, los jóvenes del municipio se reúnen en
grupos y van a pie hasta el merendero La Roza. Una vez allí hacen barbacoas y beben ponche
hasta la tarde. Una vez acaban con la fiesta y antes de que anochezca, bajan de nuevo al
pueblo.
A finales del mes de abril se celebra San Marcos ¿Qué se hace?, Pues en San Marcos se hace
una procesión dónde los vecinos de Abrucena llevan sus animales como tradición de bendecir
los animales por la ayuda que aportan. Al terminar la procesión se hace la romería hasta la
Roza, y se celebra allí una misa con el coro rociero de Abrucena, y ya se está allí todo el día de
celebración. La antigua Imagen de San Marcos fue restaurada por Enrique Salvo Rabasco
(AETOS RESTAURA S.L.). El mal estado de Conservación de esta última no permitía que siguiera
efectuando la Romería, por lo que en 2016 Enrique Salvo talló una de nueva ejecución.
Hasta la entrada en vigor de la ley que dejaba exento a los jóvenes de realizar el servicio militar
obligatorio, los jóvenes que eran llamados a filas, antes de irse a hacer el servicio militar,
celebraban una pequeña fiesta en la que mataban un carnero. Esta festividad suele tener lugar
la semana anterior al día de San José. Con la nueva ley en vigor, esta festividad ha
evolucionado pasando de un día a una semana. Actualmente los jóvenes que cumplen la
mayoría de edad en el año, se reúnen, sacan una pequeña vaca por las calles del pueblo, a la
cual matarán en la tarde del sábado. Seguidamente celebran una fiesta con orquesta en el
salón social en la que recaudan el dinero que han invertido en la vaca, los cohetes y los trajes.
La vestimenta de los llamados quintos consta de un chaleco negro sobre una camisa blanca,
una boina con lazos de colores, pantalón negro y una bota de vino. También las jóvenes
participan en el evento, pero su papel queda en un segundo plano. Normalmente se dedican a
la organización de los eventos. Es costumbre que los quintos hagan una procesión con el
patrón San José desde su ermita hasta la iglesia, con el objetivo dejar el santo custodiado en la
iglesia para su posterior procesión que tiene lugar el 19 de marzo.