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HPPII
HPPII
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INTRODUCCION
En trabajo presento el contenido de dos documentos importantes por la
repercusión política que se dio desde que vieron la luz a finales del siglo XVIII, los
cuales son el estandarte en una lucha del pueblo para liberarse de una forma de
gobierno autoritaria y déspota como lo era la monarquía de esa época, no solo en
América donde el monarca británico explotaba de manera desmesurada el
territorio, para después contagiar a Europa, estos documentos son La declaración
de independencia de los Estados Unidos de América y La Declaración de los
Derechos del hombre y del ciudadano.
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Declaración de Independencia. El 4 de julio de 1776, se redactó en el Congreso
una declaración de los representantes de los Estados Unidos de América reunidos
en asamblea general.
El 7 de junio de 1776, Richard Henry Lee de Virginia presentó una resolución
instando al Congreso, que se reunía en Filadelfia, a declarar la independencia de
Gran Bretaña. Cuatro días después, Thomas Jefferson, John Adams, Benjamín
Franklin, Roger Sherman, y Robert R. Livingston fueron elegidos miembros del
comité encargado de redactar una declaración de independencia. El escrito
producido por el comité se leyó en el Congreso el 28 de junio. El 4 de julio el
Congreso adoptó la Declaración de Independencia, que contenía una serie de
quejas contra la corona británica. El documento fue impreso y distribuido por todas
las colonias en forma de volante. Los volantes eras hojas grandes de papel,
normalmente impresas por una cara, populares en el siglo XVIII como método
rápido de distribución de información importante. Se colocaban en los
ayuntamientos y cafés, se leían en las iglesias y las reuniones públicas, y con
frecuencia eran reimpresas, en su totalidad o solo fragmentos, en los periódicos
locales.
Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos,
que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que
cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios,
el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que
se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su
juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La
prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y
transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha
demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males
sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está
acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida
invariablemente al mismo objetivo, evidencia en designio de someter al pueblo a
un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y
proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad.
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Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colonias; tal es ahora la necesidad que
las obliga a reformar su anterior sistema. La historia del presente Rey de la Gran
Bretaña es una historia de repetidos agravios y usurpaciones, encaminados
directamente hacia el establecimiento de una tiranía absoluta sobre estos estados.
Para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial.
Ha rehusado su aprobación a leyes de las más saludables y necesarias para el
bien de todos.
Ha influido para hacer al ejército independiente del poder civil y superior a él.
Se ha aliado con otros para someternos a una jurisdicción extraña a nuestra
constitución y desconocida por nuestras leyes, dándoles su aprobación para sus
actos de pretendida legislación:
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Para acantonar nutridos cuerpos de tropas armadas entre nosotros;
Para protegerlos, mediante juicios simulados, del castigo por los asesinatos de
que hayan hecho víctimas a los habitantes de estos estados;
Para impedir nuestro comercio con todas las partes del mundo;
Para privarnos, en muchos casos, de los beneficios del juicio con jurado;
Para llevarnos a ultramar con objeto de ser juzgados por supuestas ofensas;
En cada etapa de estas opresiones hemos pedido justicia en los términos más
humildes: a nuestras repetidas peticiones se ha contestado solamente con
repetidos agravios. Un Príncipe, cuyo carácter está marcado por todos los actos
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que pueden definir a un tirano, no es digno de ser el gobernante de un pueblo
libre.
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Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano adoptada por la
Asamblea Nacional durante las sesiones del 20, 21, 25 y 26 de agosto de 1789, y
aprobada por el Rey
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comprobar su adjudicación y a determinar su cuantía, su modo de amillaramiento,
su recaudación y su duración.
15. La sociedad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su
administración.
16. Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la
separación de poderes determinada, no tiene constitución.
17. Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá ser privado
de él, excepto cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exige de
manera evidente, y a la condición de una indemnización previa y justa.
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CONCLUSIÓN
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REFERENCIAS
décrétés par l'Assemblée nationale, dans les séances, des 20, 21, 25 et 26 aout
https://www.wdl.org/es/item/14430/#q=declaracion+de+los+derechos+del+hombre
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