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Caso 1

Adolescente varón de 15 años, padres separados, vive con su madre quien mantiene su custodia. En el
último año ha necesitado hospitalización en unidad de agudos por un episodio caracterizado por
logorrea con fuga de ideas con grave alteración conductual en forma de agresividad en contra de la
madre que se había iniciado hace 2 semanas. En los 7 años previos había presentado episodios de grave
irritabilidad sin un carácter cíclico claro, que incluso en ocasiones adquirían carácter violento, sus
explosiones implicaban ataques a otros niños, familiares y profesores, motivo por el que había acudido
en varias ocasiones a servicios de urgencias. Presentaba ansiedad moderada durante todo el día y
distractibilidad intensa. Había sido valorado como un trastorno por déficit de atención/hiperactividad
con muy mala respuesta a terapia psicológica de modificación de conducta y sistémica a la que se había
sumado tratamiento farmacológico con metilfenidato durante un período de 6 meses a los 10 años de
edad que tuvo que suspenderse ante su ineficacia.

PREGUNTAS:

- Signos y síntomas.
- Diagnóstico.
- Conclusión del diagnóstico.

Caso 2

Mujer de 35 años, casada y con un parto, sin complicaciones, reciente con licencia de materninad actual.
Contra su voluntad es ingresada a un centro psiquiátrico por un estado de excitación violento junto con
comportamiento extraño e irresponsable que surge después del parto cuya duración es de once días. La
paciente se había casado hacía cinco años y finalmente pudo tener un muy deseado hijo. Cuatro días
después del parto, la paciente fue dada de alta de la maternidad. Al llegar a su casa, se la notó excitada e
irascible. Acusó a su marido de mantener la casa a temperatura demasiado baja, aunque la casa estaba,
en realidad, bastante templada. Tenía discusiones con su madre sobre cómo usar los pañales, y por
último perdió el control y echó a su madre porque ella pretendió tomar al bebé en brazos. La paciente
comenzó a hablar y a regañar a todos incesantemente y, como resultado se puso casi afónica. Continuó
refiriendo detalles sin importancia sobre el parto, y habló de mal trato. Llamó a amigos y parientes, así
como también a la clínica maternal, quejándose por el trato que había recibido. Estaba continuamente
activa y no dejaba al bebé quieto, cambiándolo o lavándolo frecuentemente. Sin embargo, en medio de
una actividad se distraía fácilmente y lo dejaba sin atención, aparentemente olvidando qué estaba
haciendo, porque otra cosa había llamado su atención. Por momentos trataba mal al bebé, regañándolo
y aún pegándole cuando lloraba. Dormía irregularmente y sólo algunas horas por vez. Comía muy poco
porque estaba muy ocupada para sentarse y terminar su comida. Eventualmente se mostró muy
perturbada, trataba de leer la hora en el termómetro, quemó el cubre-tetera sin razón alguna, y le gritó
a un conductor de televisión. No quería ni oir de enfermedad mental y se negó a ver al médico general
que había sido llamado por su esposo. El médico debió internarla en el hospital psiquiátrico contra su
voluntad. Antecedentes: La paciente nació y creció en una ciudad pequeña, donde completó sus
estudios secundarios. En la escuela le iba bastante bien y luego consiguió trabajo en una biblioteca
donde ha estado empleada hasta el momento. Su esposo trabajaba como programador de sistemas y
describieron su matrimonio como bueno y estable. Él describió a su esposa como una persona
extrovertida, sociable y muy confiable, pero algo malhumorada y con un temperamento rápidamente
cambiante. Su salud física siempre había sido buena. No fumaba, bebía sólo raramente en compromisos
sociales y no había evidencia de uso de drogas. El padre de la paciente murió de enfermedad cardíaca
cuando la paciente tenía 27 años. Su madre estaba viva y bien, pero había sido tratada por recurrentes
episodios de depresión. El paciente tenía un hermano mellizo que era discapacitado mental.

Datos actuales: Al ser admitida la paciente estaba enojada y se negó a dar datos al empleado del
hospital. Hablaba sin cesar y con voz ronca. Su discurso era circunstancial y saltatorio; perdió el hilo de
su pensamiento varias veces. Por momentos se distraía con ruidos y detalles sin importancia de su
alrededor. No podía permanecer sentada y caminaba incesantemente por la habitación. Trató de salir y
se volvió agresiva y grosera cuando se lo impidió. No había evidencia de percepciones anormales ni de
ideas delirantes, y estaba absolutamente orientada en lo referente al tiempo, lugar y a su persona. El
examen físico, incluido el neurológico fueron normales. No tenía fiebre y estaba en estado puerperal
normal. Las pruebas de laboratorio y EEG fueron normales.

PREGUNTAS:

- Signos y síntomas.
- Diagnóstico.
- Conclusión del diagnóstico.
- NOTA: comprender cada uno de los términos utilizados dentro de este caso. En la próxima clase
se preguntará significados de términos utilizados aquí.

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