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El cofre volador

Érase una vez el hijo de un rico comerciante que había heredado una gran fortuna y vivía alegremente, hasta que se
le terminó el dinero. Sus amigos lo abandonaron; pero uno de ellos, le envió un viejo cofre con este aviso: -
¡Embala!-. El consejo era bueno, pero como nada tenía que embalar, se metió él en el baúl.
Era un cofre curioso: echaba a volar en cuanto se le apretaba la cerradura. Y así lo hizo; en un santiamén, el
muchacho se vio por los aires, vuela que te vuela y de este modo llegó a tierra de turcos. Una vez allí, con su baúl
volador entró por la ventana de un gran castillo donde vivía la hija del rey, a la que se había profetizado que quien se
enamorara de ella la haría desgraciada.
Estaba ella durmiendo en un sofá; despertó asustada, pero él le dijo que era el dios de los turcos, llegado por los
aires; y esto la tranquilizó. Él joven le contó historias y luego le pidió matrimonio, la muchacha le dio el sí sin vacilar.
Lo invito a volver el sábado para conocer a sus padres a los cuales debería impresionar con uno de sus cuentos.
Era ya sábado, y ante toda la Corte recitó su cuento.
“Érase una vez un manojo de fósforos que presumían ante los demás objetos de cocina ser los más nobles. Los
utensilios armaron un gran alboroto, defendiendo cada uno su punto.-¡Vaya gentuza!- pensaban los fósforos. Mientras
los demás se preparaban para bailar y hacer una fiesta. En esto se abrió la puerta y entró la criada. Todos se quedaron
quietos, nadie se movió; la sirvienta cogió los fósforos y encendió fuego. -Ahora todos tendrán que percatarse de que
somos los primeros- pensaban-. -¡Gran resplandor el nuestro!-. Y de este modo se consumieron”.
A los reyes les gustó tanto el cuento, que le dieron la mano de su hija.
Un día antes de la boda, hubo grandes iluminaciones en la ciudad, los reyes echaron la casa por la ventana, era
¡Una fiesta magnífica!
-Tendré que hacer algo-, pensó el hijo del mercader. Compró cohetes, y cosas de pirotecnia, las metió en el baúl y
emprendió el vuelo.
¡Pim, pam, pum! ¡Ruido y luces en el cielo!
Los turcos, quedaron encantados y convencidos de que era el propio dios de los turcos el que iba a casarse con la
hija del Rey. Llevó el mozo al bosque su baúl, y volvió a la ciudad para escuchar lo que decía la gente. Sí, escuchó
cosas muy agradables, y al día siguiente era la boda.
Regresó al bosque pero; su cofre se había incendiado. Una chispa de un cohete había prendido fuego en el forro y
reducido el baúl a cenizas. Y el hijo del mercader ya no podía volar ni volver al palacio de su prometida.
Ella se pasó todo el día en el tejado, aguardándolo; y sigue aún esperando, mientras él recorre el mundo contando
cuentos, aunque ninguno tan alegre como el de los fósforos.
Hans Christian Andersen.
* Nombre del cuento maravilloso:

* FÓRMULA DE INICIO: ........


* ESPACIO: ........
* TIEMPO: ........
* PROTAGONISTA:.......
* MISIÓN: .......
*OPONENTES: .........
* PERSONAJES MÁGICOS: ........
*FÓRMULA DE CIERRE: .........

Un cuento del mar


una vez un niño que tuvo la suerte de conseguir un barco para él solo. Era un velero enorme; pero el niño era
experto en cosas de vela y lo podía manejar sin ayuda. Durante algunos años, navegó de isla en isla. Pero un día el
tiempo empezó a empeorar. El cielo se llenó de nubes y el viento comenzó a soplar con tanta fuerza que las velas
quedaron hechas jirones. El niño se dio cuenta enseguida de que aquella tormenta estaba dirigida contra él por algún
enemigo que sabía magia negra; por eso bajó al camarote, cerró la puerta y esperó a ver qué pasaba.
–¡Ja, ja! ¡No pienses que estás solo! –dijo una voz perversa y cruel a sus espaldas.
El niño se volvió asustado y vio a un loro en la librería del camarote.
–¡Oh, Dios mío! –dijo el niño–. ¡Qué susto me has dado!
Pensé que eras la bruja que ha causado la tormenta. El loro ladeó la cabeza y se rascó la oreja con la pata,
lanzando de nuevo una larga y perversa carcajada. Entonces, para sorpresa suya, el niño vio que el loro comenzaba a
transformarse. Sus alas se convirtieron en brazos largos y escuálidos; su pico, en una gran nariz aguileña; y sus
brillantes plumas, en harapos chillones y andrajosos.
Cuando el niño vio que se trataba de una bruja, comenzó a avanzar poco a poco hacia la estufa del camarote, donde
guardaba su badila 1 mágica. Pero la bruja le dijo:
–Sé lo que estás buscando. ¡Tu badila mágica! ¡Ja, ja! La he puesto en un lugar seguro, donde tú no la encontrarás,
jovencito.
–Eso es lo que tú te crees –dijo una voz enérgica desde las escaleras del camarote. Y para sorpresa de ambos, la badila
apareció y arremetió contra la bruja.
–¡Bien! –decía el niño complacido–. ¡Dale duro! ¡Échala fuera!
La pequeña y simpática badila persiguió a la bruja hasta cubierta. Una vez allí, la bruja saltó al mar por la borda,
pensando en que flotaría y podría ponerse a salvo. Pero no contaba con que la badila mágica había realizado un
cambio maravilloso: había transformado el mar en dragones, que, tan pronto como vieron a la bruja, abrieron sus
blancas y espumeantes mandíbulas y se la tragaron. Luego, los dragones comenzaron a alejarse en diferentes
direcciones y el barco fue descendiendo, hasta que quedó sobre el arenoso fondo de lo que había sido el mar.
El niño estaba muy emocionado al ver las maravillas del fondo del mar. Entre ellas, vio los restos de un viejo galeón
español cubierto de algas y percebes.
Enseguida descendió por un costado de su barco y corrió por la arena a explorar el buque naufragado. Estaba lleno de
cofres de oro y alhajas. El niño cogió algunos cofres y los almacenó en la bodega su velero. Pero una vez hecho esto,
comenzó a preocuparse. ¿Cómo saldría de allí? ¿Cómo iba a navegar si no había mar por donde hacerlo?
Volvió al galeón y continuó explorando; entonces encontró un extraño martillo con una inscripción mágica: Cuando
las aguas desaparezcan, da tres martillazos en el fondo. El niño cogió el martillo y golpeó la roca. De repente, el agua
comenzó a brotar del suelo a borbollones, como si todas las tuberías de la Tierra hubieran estallado.
No había tiempo que perder, así que corrió hacia su barco, y antes de que el agua le llegara hasta la barbilla, consiguió
subir a bordo.
Mientras tanto, el agua rugía, se arremolinaba y subía más y más deprisa. Al poco rato, el niño notó que su barco
comenzaba a bambolearse, se elevaba y quedaba flotando.
Cuando el barco estuvo flotando de nuevo, el niño colocó las velas de repuesto y puso rumbo hacia las playas de su
tierra natal; allí desembarcó finalmente con todas las alhajas y el oro que había sacado del galeón español.
RICHARD HUGHES
1 badila: paleta de metal para recoger brasas y ceniza de chimeneas o braseros.
COMPRENSIÓN LECTORA
1. Contesta.
• ¿Quién salvó al niño?
• ¿Por qué a la bruja no le importó saltar por la borda?
• ¿Dónde guardaba el niño su badila mágica?
• ¿Cuándo flotó de nuevo el barco del niño?
2. Marca en cada caso la respuesta correcta.
a. ¿Cómo es la lectura «Un cuento del mar»?
Realista./Científica./ Maravillosa
b.¿Por qué motivo el niño consiguió salir bien librado de sus aventuras?
Porque recibió buenos consejos. /Porque era rico. /Porque intervinieron hechos mágicos.
3. Imagina lo que el niño escribiría en su diario de navegación el día en que encontró a la bruja. Ponle fecha y
redáctalo en primera persona.
Puede empezar así: 24 de septiembre de 1990
El mar ha amanecido hoy en calma, pero a las doce del mediodía he notado….
4. El barco que descubrió el niño era un galeón. Escribe el nombre de diez tipos de embarcaciones que conozcas.
5. Completa.
• La badila persiguió a la bruja hasta_____________________
• El niño__________________ maravillas en el fondo del mar.
• Con su barco, los navegantes________________ grandes distancias.
• Se hizo cómplice cuando___________________ al autor del delito.
• Una delgada capa de hielo__________________ la antena de televisión.
• El coche está aparcado bajo _______________el del jardín.
• Cuando haga frío, pondremos un_________________ nuevo en la cama.
• Nadie dará__________________ a un negocio tan arriesgado.5. Completa.

7. Distintas propuestas de escritura a partir de los textos


Escribir, imaginar, plasmar las ideas para compartirlas puede ser un trabajo colectivo o individual pero
siempre placentero. Aquí van las propuestas de escritura:
1) El juego de mezclar cuentos: les proponemos mezclar personajes y situaciones, cambiar objetos mágicos y
paisajes. Por ejemplo, contextualizar la flor dee Lirolay en la Patagonia y escribir un nuevo cuento.
2) Tomar uno de los relatos y cambiar los objetos mágicos del texto por objetos mágicos del siglo XXI, un GPS
embrujado, por ejemplo, para que el protagonista de “El reino de las tres naranjas” se pierda un poco.
3) Cambiar gigantes, a lo largo del libro tenemos muchos, por enanos, o duendes, u otros seres mágicos
creando nuevas versiones del relato.
4) Busquen en Internet diferentes versiones de los cuentos, compárenlas, y reescriban alguna.
5) A lo largo del libro hay muchos finales interesantes que tienen la marca de la oralidad:
“Y vivieron todos muy contentos. Y a este cuento se lo lleva el viento.”
“Y fueron felices,
comieron perdices,
a mí no me dieron
porque yo no quise”,
“Y así como me lo contó el viento, y a ustedes se los cuento”.
“Zapatitos llenos de porotos,
Usted cuénteme otro.”
“Y como me lo contaron, yo te lo cuento”
“Y yo me vine hasta aquí para contarte este cuento”
7- Les proponemos que para sus producciones escritas piensen este tipo de finales y nuevos comienzos. Les
damos algunos ejemplos:
Cuando los animales hablaban…
En cierta ocasión... En un lejano país...
Érase que se era... Érase una vez...
Érase una vez y mentira no es... Esto era...
Esto era una vez que yo sabía un cuento pero se me quedó dentro y no me acuerdo, voy a ver si me sale otra
vez... Esto que te cuento sucedió en un lugar tan lejano y hace tanto tiempo que ya casi no me acuerdo...
Había una vez…
Hace más de mil años...
Ni aquí ni en ningún lugar vivía un…
PARA TODAS LAS PROPUESTAS DE ESCRITURA
Sugerimos una primera versión en borrador. Y dos correcciones hasta la versión definitiva.
Luego de la primera versión, subrayar las repeticiones, incluir conectores, tener en cuenta la concordancia
verbal. Escribir es reescribir, corregir, tachar, borrar, modificar y mejorar. Es importante que los chicos
naturalicen este proceso tal como lo hacemos los adultos frente a la preparación de una planificación, una
monografía, un discurso, entre otros textos.
8. Para seguir leyendo
Para realizar un itinerario lector de cuentos maravillosos para comparar con los leídos:
- La Sirenita, de Hans Christian Andersen, Ediciones Colihue.
- Hansel y Gretel, Jacob y Wilhelm Grimm, Ediciones Colihue.
- El zapatero y los duendes, Jacob y Wilhelm Grimm, Ediciones Colihue.
9. Los docentes profundizan sus lecturas
Compartimos con ustedes, un fragmento acerca de los cuentos de hadas o maravillosos, para reflexionar:
“El asombroso cuento de hadas surgió a partir de una amplia variedad de pequeños cuentos que hace miles de
años estaban dispersos en todo el mundo y siguen existiendo con formas únicas en entornos de condiciones
diferentes. (…)
Primero fue un relato oral simple e imaginativo que contenía elementos mágicos y milagrosos, relacionados
con sistemas de creencias, valores, ritos y experiencias de pueblos paganos. Conocido también como cuento
maravilloso o mágico, experimentó muchas transformaciones antes que la innovación de la imprenta llevara a
la producción de textos fijos y a convenciones de relato y de lectura. Pero aún entonces, el cuento de hadas no
se dejó dominar por la imprenta y ha seguido modificándose y difundiendo de boca en boca hasta el día de hoy.
Es decir, dio forma y fue formado a través de la interacción de la oralidad y la palabra impresa y de otras
mediaciones e innovaciones tecnológicas como la pintura, la fotografía, la radio y el cine.
Las invenciones tecnológicas, en particular, permitieron la expansión del cuento de hadas a diversos ámbitos
culturales, incluso Internet. Como la ballena, el cuento de hadas se adaptó y fue transformado tanto por gente
común analfabeta como por gente instruida de clase alta, a partir de un cuento simple y breve con información
vital; creció, se volvió enorme y difundió información que contribuyó a la evolución cultural de grupos
específicos”.

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