ÓSCAR BARRA

18 / 10 - 16 / 11
Óscar Barra ha recorrido una ruta cabalmente
propia en el arte, fuera de las tendencias o
corrientes artísticas que de vez en cuando
inundan los círculos de la creación.
Su norte está definido, no así los elementos
que van construyendo sus ensambles y
composiciones que encuentra en el camino.
Se alimenta de diversas especies y medios
colorísticos que inundan la floresta del
imaginario fértil que ha ido y va sembrando
en un territorio inefable del cual nacen seres
críptidos o biomecánicos, como a él le gusta
denominar a sus creaciones.
Lo inasible del paisaje en que sitúa a sus
protagonistas plásticos, nos lleva a lo onírico
como primera observación, pero al avanzar
en la secuencia de obras da cuenta de un
mundo paralelo, de difícil definición. Parece
que la reflexión secunda al goce cromático que
producen sus obras, prisma newtoniano que
maravilla al espectador al ver el primer haz
de luz que lo golpea en la penumbra de un
recinto-país acostumbrado a los medios tonos.
Pero no hay que dejarse engañar por la fiesta
del color, porque el mentor de esta algarabía
permanece silente frente al montaje escénico
y está concentrado, cual director de orquesta,
de que los sonidos de colores estén bien
temperados y escondan clandestinamente su
objetivo. Menciono esto ya que en esta muestra
nos da coordenadas de una difícil cartografía,
que él ha denominado “Agnostos Theos”, que
significa “Dios desconocido” o también puede
ser “Sin Dios”.
¿Será la negación del Parnaso y que el camino
emprendido no tiene término, ni forma ni
tiempo, ni medida? Quizás. Puede ser una de
las muchas preguntas que nos podremos hacer
de las incógnitas que este artista ha dejado
por los muros de la Casa Autónoma, Arte y
Cultura y que de seguro los fieles coleccionistas
de los vicios del color y la ficción podrán
recolectar y guardar en un rincón importante
del imaginario propio.
Jorge Berríos Rodríguez
Gestor Cultural
Universidad Autónoma de Chile
Trinidad
Acrílico sobre tela
100 x 130 cms
1999
 Cazador
Acrílico sobre tela
139 x 119 cms
2002
Ángel azul
Acrílico sobre tela
140 x 180 cms
2004
 Visitante
Acrílico sobre tela
80 x 100 cms
2004
El juguete de Dios
Acrílico sobre tela
107 x 190 cms
2006
 Mi palabra es ley
Impresión digital sobre tela
200 x 140 cms
2008.m
Libertad para elegir
Acrílico sobre tela
100 x 180 cms
2010
Constantemente el tiempo se refiere a sí mismo
Acrílico sobre tela
74 cms diametro
2011
VI maná
Acrílico sobre tela
200 x 150 cms
2017
 La vida contigo
Acrílico sobre tela
150 x 200 cms
2018
Sobremesa
Acrílico sobre tela
100 x 100 cms
2018
 Triunfo
Acrílico sobre tela
140 x 100 cms
2018
Agnostos theos
Acrílico sobre tela
200 x 150 cms
2018
 El baño
Acrílico sobre tela
30 x 30 cms
2018
Óscar Barra
Artista / Pintor
Mi obra puede ser enmarcada dentro de la corriente del surrealismo.

Es figurativa, fantástica y se caracteriza por un dibujo detallado, la

ausencia de perspectiva, la volumetría plana y un imaginario de seres
y artefactos biomecánicos que se originan en sueños que tenía repeti-
damente cuando niño y que a su vez generan mi interés en artistas que
puedo mencionar como referentes: en la pintura, Max Ernst y Giorgio
de Chirico, y en la literatura, principalmente los escritores de ciencia
ficción Ray Bradbury, Jorge Luis Borges y Julio Verne.

Mi obra se nutre también de mi interés en nuestro extraño y maravilloso

mundo y la pregunta por la posibilidad de vida más allá de él. No busco
provocar un cambio en el espectador, o referir a grandes preguntas
de la humanidad; simplemente trabajo desde un mecanismo y un
proceso psicológicos que son esenciales para los niños y los artistas:
la curiosidad y la imaginación.

Biografía
Nacido en Santiago en 1964.
Estudió Arte en la Universidad de Concepción.
Miembro y cofundador del Grupo Grisalla, disuelto hace algunos años.
Ejerció como docente en la Escuela de Arquitectura de la Universidad
de Concepción, responsabilidad que dejó para dedicarse por completo
a la pintura.

Ha participado en más de un centenar de exposiciones individuales y

colectivas tanto en Chile como en el extranjero.

Sus obras están en las colecciones del Museo de Artes Visuales de

Santiago, el Museo Rally en Santiago, Punta del Este y Caesarea (Israel),
y el Museo de Arte Contemporáneo de Chiloé, entre otros.
Reside en Santiago, donde tiene su taller.
 Como parte de su sello de responsabilidad social, la
Universidad Autónoma de Chile inició en 2012 la restauración de
esta casona, que data del año 1902 y que en 1966 fue declarada
“Inmueble de Conservación Histórica”.

Especialistas y artesanos recuperaron el patrimonio

arquitectónico y visual de este edificio, que actualmente lleva
por nombre “Casa Autónoma, Arte y Cultura”.

Con ello, esta casa de estudios contribuye a recuperar

la riqueza arquitectónica y visual de Providencia, transformándola
en un lugar privilegiado para la difusión de la cultura y las artes.