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1 TRES BELLAS QUE SON

Tres hermanas casaderas/, Soledad, Julia e Irene, conocieron a un joven y apuesto


caballero, licenciado en letras, y las tres se enamoraron de él. Pero el caballero no
se atrevía a decir de cuál de las tres hermanas estaba enamorado. Como no se
declaraba a ninguna, las tres hermanas le rogaron que dijera claramente a cuál de
las tres amaba. El joven caballero escribió en un poema sus sentimientos, aunque
“olvidó” consignar los signos de puntuación, y pidió a las tres hermanas que cada
una de ellas añadiese los signos de puntuación que considerase oportunos. La
décima era la siguiente:

Tres bellas que bellas son


me han exigido las tres
que diga de ellas cual es
la que ama mi corazón si
obedecer es razón digo
que amo a Soledad no a
Julia cuya bondad
persona humana no tiene
no aspira mi amor a Irene
que no es poca su beldad

Soledad leyó la carta:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,


me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es la
que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que amo a Soledad;
no a Julia, cuya bondad
persona humana no tiene;
no aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.

Julia, en cambio leyó:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,


me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón. Si
obedecer es razón, ¿Digo
que amo a Soledad?
No. A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene.
No aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.

Dijo Irene:
Tres bellas, ¡qué bellas son!,
me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es la
que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
¿Digo que amo a Soledad?
No. ¿A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene?
No. Aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.

Así pues persistía la duda, por lo que tuvieron que rogar de nuevo al joven que les
develara quién era la dueña de su corazón. Cuando recibieron de nuevo el poema
del caballero, con los signos de puntuación, las tres se sorprendieron:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,


me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es la
que ama mi corazón. Si
obedecer es razón, ¿Digo
que amo a Soledad? No. ¿A
Julia, cuya bondad persona
humana no tiene?
No. ¿Aspira mi amor a
Irene?
¡Qué!… ¡No!… Es poca su beldad.

Tomado de:
https://juanberpor.wordpress.com/2011/10/28/tres-bellas-que-bellas-son-uso-de-
lossignos-de-puntuacion/
Se cree que fue escrito por: Baltazar del Alcázar
https://acento.com.do/2013/opinion/1411240-tres-bellas-que-bellas-son/

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