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Universidad José Martí

Licenciatura en Fisioterapia

Ingles Medico

Trabajo: Mapa conceptual cisticercosis

Alumno
Francisco Michel Castrejón Virgen
Grado y Grupo: 2º “A”

Profesor: Marlon Jahaziel Lizama Ibarra

Fecha de realización: 17 de febrero de 2020


Fecha de entrega: 17 de febrero de 2020

Colima, Colima, 17 de febrero de 2020


El envejecimiento viene acompañado de cambios en la composición corporal entre
los que se encuentra una reducción progresiva de la masa muscular. (Ma Victoria,
2015)
Por lo tanto, la sarcopenia es definida como la pérdida de masa muscular
esquelética asociada al envejecimiento que contribuye en gran medida a la
discapacidad y pérdida de independencia del anciano. (R. Burgos, 2006)
Es un hecho que acompaña al envejecimiento, aunque no siempre tiene
consecuencias clínicas. Se produce por multitud de factores: sistema nervioso
(pérdida de unidades motoras alfa de la médula espinal), musculares (pérdida de
la calidad y masa muscular), hormonales (descenso de hormonas anabolizantes
como testosterona, estrógenos y GH y aumento de distintas interleukinas) y de
estilo de vida (actividad física). Las principales consecuencias clínicas de la
sarcopenia tienen relación con la independencia funcional. Así los ancianos
sarcopénicos tienen más dificultad para caminar o lo hacen más lentamente, para
subir escaleras, para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Estas
dificultades aumentan el riesgo de caídas y por lo tanto de fracturas. También
afecta a la formación de hueso, tolerancia a la glucosa y la regulación de la
temperatura corporal. Además, la dependencia es un factor de riesgo de
mortalidad. (J.A Serra, 2006) Por un lado, existen factores genéticos, a pesar de
que no están bien identificados. Además, el déficit de esteroides sexuales que se
produce con el envejecimiento tiene un gran impacto en el trofismo tanto del
músculo como del hueso. El descenso de las hormonas gonadales va
acompañado de una activación de mediadores inflamatorios que pueden actuar
como citoquinas catabólicas para el músculo. Asimismo el déficit de hormona del
crecimiento también está directamente implicado en la etiopatogenia de la
sarcopenia, de forma sinérgica con el incremento de mediadores inflamatorios y
con el déficit de hormonas gonadales. (R. Burgos, 2006)
La prevalencia de la sarcopenia depende de la definición y de las técnicas
utilizadas en los estudios de referencia. Según Baumgartner y cols, esta afecta al
20% de los varones entre 70 y 75 años, al 50% de los de más de 80 años y entre
el 25 y el 40% de las mujeres, en las mismas franjas de edad. (Ma Victoria, 2015).
En este estudio se demostró como la presencia de sarcopenia se asociaba con un
incremento de 3 o 4 veces del riesgo de discapacidad independientemente de la
edad, sexo, obesidad, raza, estatus socioeconómico y comorbilidad. (J.A Serra,
2006)
Existe evidencia de la eficacia del ejercicio físico para disminuir la pérdida de
masa magra y la mejora de la fuerza muscular. De modo que está demostrado que
la sarcopenia empeora con el desuso del músculo y que la inactividad produce
una mayor y más rápida pérdida de masa muscular. Él estilo de vida sedentario,
que afecta especialmente a los mayores, como resultado hace que la inactividad
acelere la pérdida de masa muscular. De este modo, se apuntan como potenciales
intervenciones no farmacológicas para el tratamiento de la sarcopenia el ejercicio
físico, los suplementos nutricionales o ambas modalidades en conjunción. (Ma
Victoria, 2015)
Se ha demostrado que el ejercicio de fuerza induce la secreción de hormonas
anabólicas, las cuales incrementan dicha masa muscular, reduce la expresión de
los genes que codifican las proteínas proteolíticas y aumenta la producción de
enzimas antioxidantes. Estos ejercicios mejoran también otros aspectos como el
equilibrio, la capacidad aeróbica, la flexibilidad y limitaciones funcionales, tales
como la velocidad de marcha, la capacidad de levantarse de una silla o de subir
escaleras, por lo que contribuyen a mantener la independencia funcional. (J.A
Serra, 2006)
La actividad física se relaciona de forma inversa e independiente con la masa libre
de grasa corporal, sobre todo en mujeres. No obstante, la relación entre la
actividad física espontánea y la masa muscular se ve dificultada por la relación
entre la actividad física, el peso corporal, y la relación entre el sobrepeso y la
conducta frente a la actividad física. (R. Burgos, 2006)
Si bien los cambios en la composición corporal son consecuencia de un proceso
multifactorial y se producen a lo largo del proceso de envejecimiento, incluso en
personas sanas, existen evidencias de que el estilo de vida juega un papel de
especial relevancia sobre la masa grasa, muscular y ósea. La OMS aboga por la
nutrición y la actividad física como factores de gran influencia sobre la
composición corporal de las personas mayores. Además, la dieta por sí sola no
parece producir beneficios si, adicionalmente, no se realiza un entrenamiento de
resistencia progresiva, practicado y prolongado en el tiempo, el cual resulta la
opción más saludable para incrementar la masa y fuerza muscular.
Indudablemente, el aumento de masa y fuerza muscular, mejoran la movilidad,
contribuyendo a la prevención de la sarcopenia y manteniendo la independencia
en las actividades de la vida diaria de las personas mayores. (Ma Victoria, 2015)
Bibliografía

•Mª Victoria Palop Montoro, Juan Antonio Párraga Montilla, Emilio Lozano Aguilera
y Milagros Arteaga Checa, Intervención en la sarcopenia con entrenamiento de
resistencia progresiva y suplementos nutricionales proteico, Nutr Hosp. 2015,
http://www.aulamedica.es/nh/pdf/8489.pdf

•R. Burgos Peláez, Enfoque terapéutico global de la sarcopenia, Nutr. Hosp.


(2006), http://www.nutricionhospitalaria.com/pdf/3733.pdf

•J. A. Serra Rexach, Consecuencias clínicas de la sarcopenia, Nutr. Hosp. (2006),


http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v21s3/art06.pdf

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