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Art - VenezuelaDiagnosticoComplejo PBurelliMarzo2020
Art - VenezuelaDiagnosticoComplejo PBurelliMarzo2020
https://www.elnacional.com/venezuela/analisis-venezuela-diagnostico-complejo-e-incierto-porvenir/ del
07 de Marzo del 2020
Es inútil hablar de Venezuela, y de su futuro, sin tomar en consideración todos los elementos que hoy
definen su realidad. Enumerarlos no es tarea fácil, ni grata, pero es el propósito de este escrito. Esta es
una lista parcial de problemas que no podemos ignorar. Problemas y distorsiones que se han acumulado
en las últimas cuatro décadas, y con particular intensidad y malignidad durante la llamada Revolución
Bolivariana. La lista debe ampliarse, y definirse cada elemento con gran precisión, pero espero que este
primer esfuerzo sirva como advertencia a quienes dentro y fuera de Venezuela -por desconocimiento,
comodidad o complicidad- saltan a conclusiones erradas, simplifican diagnósticos o escenarios, y sueñan
con soluciones milagrosas.
El porvenir de Venezuela será regido por todos los problemas que hoy la definen y por la muy compleja
interrelación entre ellos.
(Nota: esta lista de problemas o crisis, dividida en grandes categorías, no tiene, a propósito, un orden en
particular)
Conclusiones
Siempre que se enfrentan tantas crisis ineludibles, el éxito está en definir y abordar prioridades con una
lógica fácil de compartir y que se pueda validar con éxitos tempranos. Cada actor en la sociedad tiene su
propio esquema de prioridades, pero le corresponde al liderazgo político (ese que lamentablemente hemos
descrito como deficiente) armar un plan basado en grandes consensos y respaldado por equipos de
expertos (venezolanos dentro y fuera de Venezuela e internacionales). Para ello es indispensable contar
con apoyo internacional muy concentrado o especializado que contribuya a generar esos éxitos tempranos
sobre los cuales se construirán las fases sucesivas del plan. Hay que generar confianza y compromiso
colectivo para fortalecer el piso político y ganar de los ciudadanos la comprensión y paciencia que se
requieren para atacar progresivamente, y no simultáneamente, este aterrador cúmulo de problemas.
Utilizando el símil de un paciente con muchas dolencias, debemos abordar aquellas que son fatales antes
que las que son de menor gravedad o urgencia. Un tumor etapa 4 en el cerebro con alto riesgo de
metástasis siempre tendrá precedencia sobre un diagnóstico de colesterol muy alto o un fuerte dolor
causado por el rompimiento del menisco en una rodilla.
Los venezolanos, y los extranjeros que nos quieran ayudar en esta terrible encrucijada, tenemos que abrir
los ojos, dejar de soñar con soluciones fáciles para problemas extremadamente difíciles e inclusive
irresolubles. Si hacemos el diagnóstico correcto podemos sacar del quirófano a los médicos y enfermeros
que nada saben de lo que nos está matando como individuos, como sociedad y como país. Hasta ahora los
problemas se han agravado porque hay mucha ignorancia e improvisación tanto dentro como fuera de
Venezuela. Un diagnóstico correcto y consensuado debería poner fin a esta absurda y costosa pérdida de
esfuerzos y tiempo.
Luego de siete años debemos concluir que ninguno de los problemas puede ser solucionado con Nicolás
Maduro y sus secuaces en el poder o como parte de una aberrante coalición. Por lo tanto, tenemos que
imaginar que la tarea de reconstrucción es posterior a la salida del poder de quienes hoy lo usurpan.
El riesgo es que al salir Maduro del poder las prioridades la definirán un sin número de conflictos con
elementos armados dispuestos a todo para sabotear o ponerle fin a un nuevo gobierno. Este escenario de
conflicto, que es tan previsible como inevitable, generará más caos, dolor y éxodo. Sería prudente que el
caso base que usemos contemple este riesgo y no un optimismo pueril, ergo, irresponsable.
La reconstrucción de Venezuela será una costosísima tarea de una o dos Para ello debemos contar con el
sostenido apoyo de la Comunidad Internacional en un sinfín de áreas. Debemos entender que en alguna
de ellas el nivel de inherencia de extranjeros en nuestros asuntos domésticos será muy grande. Esto lo
tenemos que asimilar sin reservas. Un país no es soberano, ni independiente, si no se puede alimentar o
sanar a sí mismo, si no tiene recursos propios para rescatar sus sectores claves, si su población está
indefensa frente a mafias de todo tipo, y si el Estado está arruinado bajo cualquier definición del término.
La recuperación de nuestra autonomía, de nuestra independencia y de nuestra soberanía es una tarea
adicional, pero primero tenemos que ponernos de pie y ganar algo de fuerza como sociedad.
Venezuela tiene su futuro a riesgo. Llegamos aquí por la indolencia de unos y la criminalidad de otros. No
hacer nada al respecto sería desastroso. Lo que hagamos estará lleno de riesgos adicionales y jamás
tendremos una garantía de éxito. El reto es asumir de un vez la tarea de hacer país y para eso tenemos que
dejar de hacer mucho de lo que llevamos años haciendo.