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Dialnet ElOrigenDeLoMental 4243593 PDF
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Cristina Borgoni
I. INTRODUCCIÓN
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sus atributos perceptivos son más bien algo como un cuerpo en movimiento
de tal y cual tamaño y forma.
Un primer vértigo que esta imagen nos podría causar es su proximidad
a lo que Quine preveía que fuera el futuro de la epistemología: explicar la
transformación de estímulos magros en los resultados caudalosos que com-
ponen nuestro sistema de conocimiento. Sin embargo, Burge es bastante cau-
teloso e insiste en que percibir no es tener conocimiento. La transformación
prevista por las constantes no va desde los inputs sensoriales a los estados
con contenido proposicional –donde comienza a haber conocimiento– ni
tampoco son ellos mismos el asunto de tales estados. Los asuntos tanto de los
estados perceptivos como de los proposicionales no son los inputs proxima-
les. Y como se ha visto, las explicaciones de estas transformaciones no dejan
de usar el vocabulario psicológico. De esta manera, queda espacio para un
segundo vértigo: la sensación de un retorno a los sense data, es decir, que la
percepción acabe siéndolo de los inputs iniciales del sistema. Sin embargo,
esto no es así. En la visión, por ejemplo, el estado sensorial inicial registra un
patrón y propiedades espectrales de la luz, pero este estado no es perceptivo.
El individuo no percibe este patrón de luz, ni nada en el sistema lo representa.
Las constantes perceptivas son capacidades para la objetivación, por
separar el registro del estímulo de la superficie corporal del individuo de los
elementos representacionalmente específicos a los atributos del ambiente fí-
sico. Y para Burge, este proceso es sub-individual, por lo que la separación
de los estímulos proximales de los elementos del ambiente no es representada
ni por el individuo ni por el sistema. Pero el punto crucial es que los princi-
pios de formación son elaborados primitivamente en términos de represen-
tación de causas distales y no como un comentario a una estructura
primitivamente no-representacional. Es decir, las leyes son computacionales
en el sentido de que incluyen formulaciones matemáticas y algorítmicas, pero
no pueden ser descritas en términos sintácticos o puramente formales.
En este momento, aunque aceptemos esta explicación por parte de Burge,
parece que una cuestión continúa latente: ¿por qué la marca de lo mental tie-
ne que ver con estados con condiciones de precisión? La tesis de Burge parece
ser que la mente comienza donde comienza la representación, la percepción y
la objetividad [p. 10], aunque se muestra muy cauteloso a lo largo de todo el
libro con esta tesis, comprometiéndose solamente con la explicación de los
estados representacionales. Sin embargo, si su defensa de la irreductibilidad
del vocabulario mental pasa por el tipo de explicación científica que apela a
condiciones de veridicidad, parece que sí podemos generalizar su criterio de in-
dividuación para toda la mente. Si esto es así, sin embargo, parece que queda
abierta la cuestión sobre cómo individualizar estados psicológicos no represen-
tacionales y por lo tanto sin condiciones de veridicidad. Si hay estados no re-
presentacionales que en principio son psicológicos, parece que tenemos un
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Una de las principales diferencias entre los dos ejemplos se da con rela-
ción a la función del contenido representacional respectivo. Según Burge, el
contenido representacional tiene 3 funciones:
Departamento de Filosofía I
Universidad de Granada
Campus de Cartuja
18011 Granada, España
E-mail: cborgoni@ugr.es
NOTAS
1
Los términos técnicos que introduce Burge en su libro aparecerán muchas ve-
ces en cursiva a lo largo del texto. La primera vez que aparezcan, vendrán acompaña-
dos del término original entre corchetes. También utilizaré la cursiva para referirme a
conceptos, nociones, palabras extranjeras y énfasis. El original entre corchetes apare-
cerá igualmente en los casos en que la traducción pueda ser confusa.
2
Agradezco a Víctor M. Verdejo por forzarme a distinguir dos preguntas: la
que encuentro implícita en el libro y la pregunta que Burge efectivamente contesta.
3
Todas las citas serán de Origins of Objetivity, por lo que me referiré solamente
a las páginas en las próximas ocurrencias.
4
Es crucial tener en cuenta que el término ‘representación’ es independiente de
la adhesión a la tesis representacionalista de lo mental, donde las representaciones son
representata, objetos inmediatos de la percepción, una tesis también criticada por
Burge.
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Burge defiende que la representación empírica es central para todas las repre-
sentaciones aunque no conceptualmente necesaria para todas, como por ejemplo, a las
representaciones matemáticas, éticas y psicológicas. Para Burge, la conexión más bá-
sica con el mundo se da por medio de la percepción, una idea ya explicitada en traba-
jos anteriores, como en ‘Other Bodies’ (1982) y “Postcripts to ‘Individualism and the
Mental’” (2007), pero que estaba a la sombra de su histórica contribución sobre el pa-
pel de lo social en la configuración mental. Lo social obviamente sigue teniendo un
papel importante como, por ejemplo, ser el locus de donde heredamos los pensamien-
tos como de [thinking as of], pero no es lo más básico.
6
Un ejemplo de transformación de un estado perceptivo infradeterminado por
otro se da en la transformación de la percepción como de bordes y superficies en la
percepción como de sólidos.
7
La parte 2 del libro es bastante extensa, pero con aspectos muy interesantes
que desafortunadamente no podrán ser discutidos en este espacio. Los análisis sobre la
segunda mitad del siglo XX, que incluyen a Strawson, Evans, Quine y Davidson, son
los más profundos. Hay, sin embargo, determinadas observaciones que merecen aten-
ción, como la referencia al Wittgenstein del Tractatus, que figura casi como la única
posible excepción de una posición filosófica no comprometida con el representacio-
nalismo individual. Su lectura sobre las interpretaciones de Kant son bastante infor-
mativas sobre la propia interpretación del autor. Cuando discute a Davidson, un
elemento a destacarse es su énfasis en la verdad del holismo, señalando además que el
holismo no debería estar confinado a la representación proposicional, sino que parece
inevitable en la percepción.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ABSTRACT
In this review, I reconstruct Burge’s position in Origins of Objectivity as stand-
ing on two distinctions: perception vs. sensory information registration and perception
vs. propositional states. Based on these distinctions, I expose and articulate the main
theses present in the book. On the one hand, I design a possible criticism to his posi-
tion concerning the criteria for isolating psychological kinds in terms of veridicality
conditions and, on the other hand, I indicate a possible gap in Burge’s choice of not
treating the relation between perception and propositional states.
RESUMEN
En esta nota crítica, reconstruyo la posición de Burge en Origins of Objectivity
sobre dos pilares: la distinción entre percepción y registro sensorial y la distinción en-
tre percepción y estados proposicionales. Basándome en estas dos distinciones, ex-
pongo las principales tesis presentes en el libro y la manera en que se articulan entre
sí. Delineo, de un lado, una posible crítica que concierne el criterio que el autor pro-
pone para aislar géneros psicológicos en términos de condiciones de veridicidad y de
otro lado, indico una laguna en la elección de Burge de no tratar la relación entre per-
cepción y estados proposicionales.