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ZONA LIBRE PRUE cy BEC EC CEts r ; Sore ce eo See eu any ey eee ee Se ete er Pere Serene te VISITA DESPUE: DE UNA TOR NTA Casa ver que se mudaba de casa, John land tena a costumbre de presentarse a 8 ‘vednos. Ast lo habia hecho siempre sus Pa- des, ye parecia cue si no realizaba esa vi- sita de cortesa, algo fataba para terminar de tstoblecerse en it nuevo hogar Aun en Lon tres, cuando después de casarse con Anne arrendaron el pequefio depariamento.c Halsey St. no djs de tent ente fs ind ferent habitants del ecifcio donde viviron sus primeros alos de matrimonio. Sabia que cuando se mudasen al cam pos en las afueras de Chipping Campden, st tarea dle relaciones pablicas seria Segio Aguirre "muy breve, porque sélolenian tan vein la inciana que vio en el jadi de la tinea casa cercanataitarde que pasaron por ali'can el empleaclo de la inmobiliaria Pensaba visilarla algunos digs después de aco. Imodarse, pero na sucedié ast, Haban Hlegad hacia un par de horas cuando John se engaitiaba, eno: fondos de la casa. Una fuerte tormentiy entre otros clesmanes habia arrojado la ama duty dbo Sobre a casilla del jardin. Jobin ‘ratoba de remavela euando Vio a Anne salir de la casa, En su expresiey adVinis “Erp abe della: 6 seri me gusté el tane de su vos, yo lo sientisy to john no disinwlé su fastidio, No habla el teléfono. y esto lo toma de sorpresie Pero Anne, ni siquiera hemos abe ME de la mudanza, c Lo siento -repitié ella, y bajando ERE ty media vueia en crecion ata casa. Jon ta siguié con la mirada hasta qua <6 por la puerla dela cocina y, por lo baja fana® Ula rmaticién. No habin pensado en el tcéf@m6l Tap «© podin immginar que lla amar tan promt, se ‘mo dia de la mudanza. Avast la rama unGs mets y se detuvo. De repente se seta desanimada, Como fe Londres bastaba unn amada. para. que Anne salem ‘orrendo, La enfermedad de su suegro, que habla enue dlarlo hacia pocos ates. yl hecho de que ela HES Anica hija, eran perfects razones para que su mujer Los vcs mu ens novelas : ¥ pork ora cada vee ms noches fuera de la casa Y 8 g iba a cami Ea voli al ato, Carina dando que la tierra ain huimeda no Tapatos También ve habia cambiad [a flay levaba rouge en los labios. John la mind. A veces. cuando queria. Anne podia Bueno, me voy. dNecesi “No, nakla. gracias, iAR!, saludos a tu padre Se hizo ui silencio may breve en que sus r= rodas se eruzaron, Anne habia percibido el tono de bras de John, Pero se limite decir leniamente, cul 0 se pegara en sus ahora ser realmente berms algo de Loncires? ona ens pal caer cetnas cesputs se ay6el ido dl ato sero lt ao arama eta nos br Sse is imesent ws pera des up coma MB em wer ental se 1s copa Hai mes ae ‘nada para escribie, 0 Io ponia ce Jo antes Yel sod pete ales, y entrd a casa, TE amon yale hab sed ree nova bia coi aq todo su dehos tens A Sra que debi oer ae ain los mantenia su pace Encendi un cigarillo y se ad 0 Taberinto heeio de muebles y ledor. Los vestdos de fo tpeo gue? Sones pore soi de mire Min 9 ld re men: que se derrumba-~ a8 su mujer hal ba sobre dl televisor Fl telét pertenecia @ la casa, permanecin so Seu Aguiee Contra ella, sus slones cubiertos de ropa y pequeion Parquetes en los que habian guardado los objetosims chicos. Ai easi no se pore dar un paso. De repente sentia que esa casa, el higar con e} que haba sofWdo dlrante ese titimo temp, eras pequeio ini En «se momento see acureid mae a Dor al vee Hala ‘on alguien lo sacaria cle su mal humor Estaba apn to de aleanzar al telfono cuando se acordé qe Viernes. Los viernes Dan daba clases todo el iN la noche, Se sent em yabrazos de uno de los silanes. No tenia gana Ent ano bier pus de todo era una espléndida tarde de Cala recostindose sobre los arcs, apenas emt por una brisa de sur, que se extenlian a Ia casa, Deciié dar un pasco, Sus pequeias fo ayuda ‘ee Bud su chaucta entre us ropa ban desde uno de los canasos, los cigars que Be bia dejado en Ja cocina, y abr lo puerae AROGHD tana corrente de are hizo volar unos papelenden= rramandoles por oda la sala, Halt dejadoiabletala puerta de la cocina, Con una pequena maldicin se Yolvid para cervara,y también asegurarias-ventanas. Finalmente sali nees vio. através de a ver Comenz6 a recorrer el soliane sendero ubierto ide hojas secas que eorria entre los doles. Aquel vien= ‘to: muy suave fe daba en ef rst: El olor del campo ra diferente: Las cosas setan dlferentes alle Guardé las las novelas Js vinos mur as now Haves en el bokillo le su chacueta tid la cof dec : Tevants la vista hacia el cielo, Inspr profun- sd exe hagar Y al voter na de humo, Debi sareillo y damente H dda era inal de ta cabeza vio, a Jo lejos, la colum nine no peuparia la tarde. Caminé lentamente: Queria dejarse levar por €5¢ vets mu precia grine mosando el pequeho sues Pabion dvd, C28 gba 7 ies nubes des= oa vate oe ban rasta perder ee orzo | ahora vela pequera, casi pert sponta: su casa, que i: jn que ya ntre los boscpes, «Sa vieja construrd ee z s copas de los drboles, 4 . Permanecid de pie rat las tinieas en todo et toques le vei aula iden. O cid equa tarde, xan pas por sabia ap aly a vio sot, eel jn Cruzé cl viefo portén de hierro. Detrés, unos aa Lai ‘roncos de los drboles: Mis ade an alggn daceras que tre Pens aeabe lntasona Se nolaba aoe tiempo b ge an vr rs haem co tue eto De av ldo, una conse de John llamé a la puerta y esperd, Despus de unos se escuché la voz, desde arlentro: ri Ohne Fetes ls delloed ol erninnsea de sonar cordial: a om Toi ie ded tho x Buea i eon ee ee Hid a Gouten at so tamnTe Cr ye es Vicnot No ab a de ‘ 44 alli abajo John senals con el brazo hacia ‘ae te pe ports onge an kge be wen monn oss ceeas yer. ereoprnca risa simpitica- no sabia que ya tenia nuevos cueiis. Casi no salgo, lo siento, Adelante sein Bland, Jobin Blan. i6 a su anfiiona por un pequeio reci= sala 1a luz de a tarde entraba por dos Tohn 3 bidor hasta trandes ventanas, cayos crstales emplomados dejab ver dl pequerio parque que acababa de eruzar , ‘como ea un cuaeo, na pecquena visa de la compit john echd una breve ojeada al lugar El ambiente era cilido, elegante, yun tanto abigartado de macbies. ¥ icdornos. ¥ de libros. Parecian dispersos por todas par- tante biblioteca que s¢ levan taba hasta el techo, al final de la sala. Sin embargo le lable. Salvo par ese olor a telas atosas pareeié agrad ni la hilera de fotogralias ‘que percibia desde que sobre la repisa de la chimenea, en cuyo centro se des: taal, con un horrible marco dorado, la rena, “Viejas ax, pens ¥ mité a su anfitiona, Custos afios tendia?,(setenta?, dochenta? Nunca podlo cakeular la edad de la gente ancianay tampoco Ie interesaba, part €1 todos tenian Ta misma edad: eran viet. ‘Se sentaran en dos silones dispucstos frente al » pacientemente. Hacia hogar; donde un gran leto ar tun poco de calor al. “Creo que estoy muy abrigado. “Jol se levants rca. De pi, mientras fo hacta, vio para cacarse la hi tlos libros sobre uita mesita & canasto con lefos,y ot aiizador, al lado de sillén de su anfitriona Ta ancana, mienttas tanto, se detuvo un momen Pero ul to.en d rostso de su vec. ra ihandés, sin chia Saxo Agave Je gustaba. Tenia un aspecto descuidadlay alguien agradable. Aunque... ésiempre ti presi algo idiots? Bland... Conect unos Bland en hhace varios afios. cla estado ef Bland? ~Me t no. Des temo que no. Desde que I podria decirse que no salf de Lond, dio cuenta de que no enor el nombe “ON! ilo sientol,olvidé present fora Greenviok! Emma Greenwol acaba de mudarse? a $i en realitad ain no hemos Sempacar Mi mujer tuvo que fra sunto. familar Dec. bueno Joh rer envaren detalles, la verte 6 Fd hiya sone ca «Sabet, el norte de lana sa vit alos veins cuando un lg Si ambien ae nga camplon, caro tas lec est a 20 un geso de esaprobacsn any Corea, me temo, est despre algo ante pero cro qe hay muchas costumbres que hacia tun tanto mis. amable, Un tal Oh, st, me encanta La anciana se dri a a ln miriba desaparecer tras na tna abe ings. Fe y bul Los veins mer nas words Luna fie) sibtta de la rena! Salvo unos pocosa Fohn 1 Te austaban los ingles Se preguntd si esa amable seho~ alle ofrecer algo para comer Tera hare: Espero que le guste los scons setor Blan La sehora Greenwold reyresaba con una bande ja que dep sobre una pequeria mesa, al costado de st sillin jh, claro que sf, es usted muy amable Mienteas tomaban eb &é la nueva. vecina de Jobe comenzé a hablar de sf misma, su vocacién por Hs vis~ ffs y b decision de vivir sola en Chipping Eampden, founque «stuviese algo ajada del pueblo. ‘No pasé més de media hora. La conversa iba decayendo hasta qt finelonente se hizo unsilencio: La seniors Greenwold fo rompid “a¥ aque x decica usted sehor Blane “Soy escritor: bueno, hago de toda tan POCO. a ‘wees alg de erfica y he dado clases: también, pero to {que mis me gusta es eserbir novelas aval policies ‘Una expresidn tle acoiracim apareei en el ros tro de la ancians “Vayal, eso sf que es interesante se rots jovial mente las manos y sefaks hacia fa biblioteca Soy hstante aficionada a es0s relatos. eHa publicado algo?” ‘un par de riovelas, pero m0 me fue muy bien con ellas, a decie verdad: Hoy el priblico prefiere la cosas mais duras y espectacclares, Ya ‘acid, usted sal varie ce inferesa er los miseries. el farnoso crimen como bra de arte pareciera.. que puso de mods. 18 Silo Agu ~Estoy de acuerdo con usted, ahara todo cs vio lencia y sexo, st Lamentable V digame: éya sabe de qué rata proxima rola? “ese mn pensamienta. Mis kiguamenie a Us rs Que a su ver lo oteenaba,y djs “No har dela cos un db las cd a nde ae Poa Greenwald vol a lena ls ras de mgs Joh fs oj dlcho, me hace pensar que ousted pods tere Auisero abut tal vex usted eer que soy een is gest cyera in pote de con Jah la nrg No, por favon sera Greenwell quisiera ex ‘icharla, e nel in ile, o que voy arate me fue refer par Beier con Io ue compart un viaje en tea aVLAJA USTED SOLA? Cones pol cpa und eae oe ras Ia estacigi. El tren fa roto. Jas diez. Recuerdo que mi reo} se hab de modo que apenas inggesé mint a ara en ff reloj del hal central, Fattaban acho min tos, Me ditigi a las boletenias: Unt grupo «ls posojeros s habia agp en ha de las ns. AL parecer Rabfa algin problem: ra eoraban,y ents espera rogue se dora Pordgcaglen toca mi raz 7H Mr Gn una dees rues GU whe Lede qe mo Fu ss ames pls Se endian flores en la algo grosera. como sist jnubiesen diluido la seh Sag dgure tuna pausa~ Es extra. Lo primero que reguerio son los detalles. Cada vez que intento recordar esa thoghe siempre aparecen los detalles. yo estaba algo molesta porque se me habia corrido una media. Sé que He pa recerd una tontera. pere en esa época, mi jovenbaeni= go. en Inglaterra eso sé era bastante parcel uh scdniialo sexual. Querfa estar en el tren cual aes No era la media, en verdad. ése no haba side it Ben cucrdo, también, que et tren sala eam nnimero cinco que enté a ese comp — «que ten las cortinas cerradas. Como a tinos minutos para sali, supuse exe laut vidado coreas y estaria vacio, Apenas pee adeno, escuch una vor, as un susp apinra os mucha sede aa de os asentos csi pep al paso,» a st bastante cur. Un sla a ariojaba uns hie mortcna en el compa tas contnas de i vena tan rte i ‘Me parece que hare faa un poco mas We haz puedo. dije watando de ser agradable, mignlasencen- tla otra kimpara. La muchacha, desde eb-rineén de si asiento, hizo un gesto de asentimienio.eom Mt ealbeza, Entonees la vi Era muy joven Tela un rosteo comin, mis bien ancho, y extremadamente pailido, No €7a fea, aunque me resullaba algo vallgar Recuerdos que 16 os vecinos mur as novelas Hevaba un peinado que hacia furor en esa época, y {que no me gustaba, Pero fo que mas ams mi ate én fue esa imagen iamévil y ctispada, con los vjos ‘muy abiertos y la mirada vacta. Su respiracion era muy fuerte. Pensé que podia estar enferma, Hacia calor pe yo ella permanecia enfundada en un abrigo marrén ‘que llegaba hasta et suelo, Para mis adentros, comenct compartimiento no hubiese estado 2 amentar ‘ *&Viaja usted sola?” [No fe la pregunta, sin la forma en que la hizo Ja que me incom. Es dic de expia.pero me di fenta de que no ea una pregunta de cries used fabe, de las que se hacen en mds incere— sone, verdad? E50 espero, al mens tenga la impresiin de que podria ser una buena historia jo con falsa modestia Y conta tltima palabra, John records que ella ya Je habia hecho esa pregunta. ¥ que él habla respond do que no. Ahora. muy hdbilmente, la hacia de nuevo. Y esa pequetia trampa lo hizo quedar como un imbe ll No pudo disivutar una mirada Rusiosa. Era una muir lista, sin dudas. Oh, sabia que la tenia, Por favor, cela.un gran honor para mt escucharla, sefior Bland la voz era dulce. como siempre, aunque a John Te soné como una orden 56 ls tins mur eas novelas Sin embargo John na se inmuté, Sones de una manera en que no lo habia hecho hasta ese momento, y pensi “Wis as vena bin eit ve Pero antes de pronunciar una palabra, hizo algo exttano: e levant, tomé el atizadar que estaba @ un castado del hogar: y removi6 casi innecesariamente la pequeta fogata mientras deci No me gustaria demorarla demasiado, Tal vez Usted espera a alguien. ‘Oh no, temo que recibo muy pacas vista, yo. La anciana lo mitaba algo sorprendida, Jobin co ocd otto leno y volvis a su asiento, El atzador pee rmanecia adn en sta mano izquierda ~Comenzaré desde el principio. éSabe?, la tarde en que vinimos a conocer la propiedad pasamos por ese camino y Via una mujer mayor en el jarin, Fra usted es devir~hiza ina pequea pasa. yo sabia que ai wa ima mujer ¥ hoy, mientras subi para legar hasta aqui, me percaié de que su casa era la Gnica, aparte de Tamia en este agate ¥ fe entonees que sucedis, “Le conlisa que desde ese momento estoy pre _guntindome qué historia es éa, que usted prefirid: no ontar John sons Hien, esi bien. Quiero advertise que es apenas Jada central. y seme ocurtié.a partir de nosotns,quie ro decir un matrimonio joven qu tene como tinea ve~ ‘ina a una anclana, Claro, no todo se correspondees a Sepa Apri sta sitacisn, ni siquiera @ nosotros mismos, porque al coniarlo necestaré deformar muchas cosas, iaverla réatrs.. Peo por lo pronto digamos que al ‘unsiancias de la realidad me emperar Comenzaré dicienda que soy el que soy: un es crtor, Supongamos que soy, también, algo medioce Un escritor mediocre que sabe que nunca ganar mo- cho dinero, ya sea porque no tiene el talento suficiente @ porque las historias que eseribe pertenecen a un géne ro agotado que ya no le interesa a nadie, Este escrito ‘6 mejor, yo “John hizo una pausa, mind a su intero~ cutora, y sin sacarle los ojos de encima, sani Si us ted me permite hablaré en primera persona, ésabc, me resultaré mas féci, porque as fue como lo pensé, y mi personaje.. por el momento no es ofra que yo mismo. Oh si por supuesto -sijo entusiasmads la seRora, Greenvvol. Bled, habria que hacer un paco de historia pa~ fa empezar. -encendis un cigarnillo, y, entiecerrand Ios ojos, comenzéi= digamos que me case con una muchacha que en pocos anos heredaré tuna fortuna, nada exorbitante, pero que me permitied vivir sin la necesidad de dedicarme a otra cosa, Usted sabe, en el ‘mundo real no se puede vivir can las regallas de un par de novelas sin éxito, y realmente lo unico que sé hacer es escribir Toda te bien ch Nunca estuve enamorado de mi mujer, pero era una muchacha simpatica. que por alguna razén me admira- 58 Los wana more a fas nova ba Después comen ganas desavenencias.. n= trascendentes al principio. No le di imporiancia, Pensé que era lo habitual cuando una pareja comienza a convivis, usted sabe, Pero la cosa parecia ir mas lejos la pasaba mucho tiempo fuera de la casa. Esas desa pariciones, y una crecienteirrtacin por cualquier co sa que yo puidiera hacer © decir: me alarmaron, No me desesperaba el echo ce que ya no me amase, por la sencilla razdin de que yo tampoca la amaba, También podia soportar a aspereza de nuestra vida en eomin, Sempre que yo pusliera saguie escibienda. Pero sus, ‘auisencias eran cadla vex. mas frecuentes, y esa s6lo po igvifcar una esa: habia otro hombre Deci disimular mis sospechas. Taté de ser mas décil y amable en la casa, y ya no le preguntaba nada cuando lla sala. Tenia la esperanza de que lo que pa ‘menos breve, como cortesponle a na aventura. Tole tavla toda lo necesatio para poner paios frfos en e ‘matrimonio, que era mi tinica pesiblidad de vivir mas ‘que dignamente el resto de mi vida aunque no vendiese Sabin que en ese momento ‘cualquier discusion podlia precptar en lo Unico que no queria, 0-que no padia permitr: separarme de Anne. -Mestrategia funcioné por un tempo. Nuestra vida en comtin se hizo, » mi costa, mis fC. Sin embargo ss salidas continuaron, Despues enferms el padre un. hombre que, debo decitlo, nunca me quiso- y comenza ‘a llamarla para que lo acompariara cuando le sobreve- rian. pequeras criss debidas a una afecvion eardiaca Seago gir que en no mucho tiempo ya lo aieron los médicos- To hardin dejar este mundo. Asf fue como Anne comen 276-a eslar con A, una o dos noches a la semana. Fue fen una de esas noches, una como las oleas, que devi- di sequirla. Algo en su modo de salir de la casa, una eta emocién que yo le comacia, me hize saber que no era su padre a quien veri, Era muy féeil cormobo- rarlo; bastabs una llamada teleinica pata saber si se cenconttaba alll, Pero eso cra justamente lo que yo no queria: verme obligado a pedicle explicaciones. dejar abierta la posibililad dela eontesién de una mujer nes la pala bya divorcio puede pronunciarse muy ficilmente. Pero ‘cramorada y, usted sabe en esas. disc tenia que saberlo, La acompaé hasta ka pueria del ed fico y ni bien pariié tome un taxi que la siguid hasta aE la estaba Soho, donde se detuvo en una esq espetando exactamente alli Era un muchacho alto cue se subie al auto y la estreché entre sus brazos. eSabe?, tuna cosa es sospectiarlo con vier certeza. mis abn, saber y otra muy diferente es estar viéndola con los propias ojos. Los dos parecian como enloquecidos aderito de ese auto, eréame, fue come mirar une ta ei aquelio que cambiatla el eurso dé mi vida, Me sent absolutamente impotente y tuve, par primera ve, rucho miedo, Esa noche etiando volvt a casa. no pu- ie dormir, Sabia que: cualquier cosa que hiciera para salvar nuestro matrimonio sera intl. Nu primeeos tempos, habia visto a Anne ast, como esa larde dentro del auto, Esa chica estaba perdi fenamorada, y me arrasiraba a mi propia percicion ra wos ee an is ores La idea de vivie en el campo era un vieja prayer to que teniamos desde que nos easamos, De mado que decid Hevarlo adelante, No iba a dejar escapar a ‘oportunidad de alejala de Londres. Cret supono to aque creen todos los maricos; que a distancia les haria todo mas dif a los amantes. hasta que todo term pasa era prefer seo algo, cualquier cosa que pul ble ames de ver emo mi matimonio se derrumbaba, Fui un ikiso, Hoy mismo, apenas si acababamos de cntrara la nueva casa “3 pare’ lalla po teléfo- no. Aten ella, ¥ 6a es la razén por la que esté en Londres ahora. Segarartente con él. Ni siquiera le im pporld que su propia ropa esté en canastos, por ah Nadla cambiand, Desde aqui toda le seed: mas fll adn Ahora la distancia justifcaré las demoras, prolonyar sus ausencias...y eso explica por qué aceptc tan faci mente mi propuesia de mudarnos aqui a Chipping Camprden. Como ver, ful un idlota John hizo un pecenn silencio antes de conti- Nevesitaba hacer algo que teeminase con este asunto para siempre, Peto no sabia qué No enconia- ba ninguna salida, Pero, como sucede siempre que = ‘amos desesperadas, algo ocure Hoy descubet que los dinicos seres vivientes en ste higar encantador somos nosotros y. usted Y la idea acu, por asf devitl, eas! sin busca por pura obra dels crcunstancas, Mienteas cruzaba su bir sino jardin no solo supe qué era lo que iba a fue esa escena, yo mismo entrando a su easa con la repentina felicidad del escrtor cuando encueritea una UNA NOVELA HA COMENZADO id Porque todo comenzard ast un hombre que tiene por costumbre visitar a sus nuevos vecinos llega a la casa de una anciana absolutamente desconocida. £1 mismo no sabe hasta que llama a la puerta, que ha decid mmatarla ea parle de la novela: y yo St protayonista —Daebo contesarle que la mia es una sen- saciin extiata, Como sentir que aquello {Tie inventé de alguna manera, ya ha co= Joh miraba hacia Ia ventana Algo en 11 vou onaba diferente =Esperaé In noche. Nadle me vio Her aqui. y navle me vers sas Lcgedo momen to la muerte deberd ser viokenta.Tendré que forzar una enttada, también, y borrar tons mis huclas, que sdlo se encuentran esta tara. yen el atizador dara, Hiza un pequio silencio ne que, de reoj, mis el rosro de la ania Seog Agi “Cuando legue a mi casa Anne no estaré porque, usted Io sabe, se encuentra en Londres con sti amigo. Enionces ensayaré lo que diréa la poliia ee lo que s- fedid esta tarde, cuando me lo pregunten: alse Anne, lespués de un rato decid foniar una siesta, Me seria muy cansaci, y el train de kt mudanza hizo que me quedase dormido casi toda la tarde Yo tengo a suenio pesado, mi mujer lo sabe. y tal ve fue a la razsin de ‘que no escuchase los golpes en la puerta, ot telefono. Es muy poco probable que alguien se haya apersona~ do en mi casa, o que el telefono suene mientras estoy aquué Slo un par de personas saben el ntimero, y hace ‘apenas dos dias ésa era una casa deshabilada. c& qué hhubiera ques i alguien allt? Pero debo tomar las precauciones del caso, Le hablaré por twéfono aun amigo que vive en Londres para recordarke una ita que tenemos pendiente ln préxima semana: “Oh. Dan, pens que estar. lamaba para recordart la reunion, tlela semana préxima, por favor, no te olvies. Te ha bilo desde la nueva casa, Tenrias que ver esto, es ma ravilloso, ya juzgar por todo la que dormi esta tare descancaré muy bien aut, Seat un comentario casual claro, lo importante es que ma gmigo de seguro rest ‘yee mensaje quedard grabado por un tiempo. ALcad~ ver lo hallarn al dia siguiente. Durante la pesquisa. el primer lugar al que iran es -seguramente~ a la casa mis proxima, Estaré eseribienda 0 acomodando atin Jos muebles. Harn todas las preguntas y yo les diré re dentro de Ja casa toda el dia, Slo despues stan, tecordané que en un momento, mientas 64 os vcnos mer a las woveas estaba en la cocina, via un hombre que pareeta un jardinero, caminando cuesta arriba. ¥ ellos tendrsn un sespechoso mucho mais confortable que yo: una per- sona normal y decente que acaba de rmudarse y mi quiera la conace: ¢Qué motivos tendefa para mata? Hasta aqui no habrs mayores cificultades. Buscardn, indtilmente, al hombre que describ. Después de un. tiempo, apenas el necesario para que mi suegro final: mente muera, la vietima seri mi esposa. Pero en ese tiempo mi relaciSn con dla mejora he sido: un esposo enamorado, y tend -me encargaré de ello testigos del buen momento que estdbamos pit sando con Anne, Claro, no duraré mucho, Slo hasta, dia del asesinato, en que repetir'to que se da ent a~ mar el modus operas y sera, como la suya. una muerte violenta, Pero con una diferencia: para todo el mundo estaré en Londres ese dia. Yo tengo una forma de probar eso, Es algo complicada, pero existe. Y esa coarada es la que me borraré de toda sospecha, Por un tiempo, caro, buscar al misteioso asesina ce Chip- ping Campden.. se detavo un momento para encendler un cigailla, Dio una pitacla, miré hacia l piso y sonrio apenas: -Habré olros personajes. y un detective que bers complicar un poco las casas, dara. ¢Sabe?, lo ‘urinsa es que en la fiecin el asesinato debe ser algo ompliado, y en eso no se parece a la vida real. Si yo la asesinase « usted esta tarde, por ejemplo, dcree real- mente que podrian descubeieme? Sabe usted cusintos, Seré lo que nunca crimenes cuyo autor se desconoce hay por aio? Le aseguro que la cira es escalotiante. Seamos sinceros, Sarin Aguirre cometer un asesinato no es algo muy diffe, ademas, los detectives verdaderos na son nuestros exeéntricos ¢ hiperintligentes héroes de las novelas. No sefiora. La ‘Bente no quiere asesinatos rene para leer: Son abuerios Jy nos recuendan lo vulnerables que somos al ermen de Todos los das, o si no piense en usted misma esta tar~ de, Un absoluto desconocido legs y ust lo hace pasar ET podria matarlay despuxs simplemente desaparecer No ‘hay motivo, conexidn alguna y nadie lo vio legar Eso n0 parece una novela. Eso no divierte, verdad? La seiora Greenwold solté una risa nerviosa y ‘miré répidamente hacia la puerta espuis en direccién ala cocina y finalmente a su yecino: “Creo que hace demasiado calor aqul. me siento ‘un poco mareada me temo, Laid sulla un tanto perturbaclora, éno cree? No deja de ale~ ‘grarme que se trate de una novela, Pero John permanecié en silencio. la anciana, en un tono que sugera el final de la sta, dijo “Es tarde “SL es casi de noche Fla ya estaba de pie Pero John continue La verdad) es que mo cre pasar una tarde ta agradable, &Sabe?, no todos los dias un comace la gente adecuacla para conversar sobre estos temas.-y continu con un tone firme: Le comnfiesn que me encant do La sedora Greenwald quods inmavil. Ne conte t, Una débil sonrsa ino patecia borrarse del rostte Por supuesto, st 00 es una molestia su euerpe sarecia cavalo al sill tc lest6 Ja anciana cory un tono vacilan te. y con la mirada huidiza, como siquisiese posarla en latin no supiera dénde~ centre los campes con la iia clarided. MMs arb cielo tena ese azul que precede a las primems estrellas Una oscara sonrisa parecié dibujasse en su rosto. Ja pata apoyatla, otra vez. solr la mesa, Jon se encon traba ahora nuevamente sentado conforiablemente en su silon, Ninguno de los dos dijo nada en ese momer to, Solo se escchaba, may débil cl ctuli de las rarmas cen el ftego. Cuando levan vir el 6 ambos se vieron reflejados en ella: fohn «cera de plata para see habia dejata de sonrett la miraba. Del otto lado, el que rataba de dsimula Hie pensivto en su novela, sefor Bland “Ia an= lana vio el alizador y ombien viola mar de fob Sergio Agus que cata distraidamente sobre el mango torneado,~ Sahe?, no me extrafarla que tuviese éxito, parece una buena historia “Crea que todo resular Si. yo tambien lo_ pienso. Aunque no dejo de creer que aquel episodio del tren es muy inteesani, lambién, Ohl, no se preocupe -la mujer hizo un can la mano~ no le pede que lo tome en cuenta, silo, ~call6 un instante, como si no encontrase las palabras para seguir ~Escuche; usted se hat sineerado conmige y me tha dicho cusl es la idea de su novela. Siento que debo hacer lo mismo, yo.. debo confesarle algo, Toh ta mir6 atentamente “8? Mite si usted se mostraba interesado en aquello -que sucedié en el tren yo pensabs. después contarle al- 2p que imagine... sobre aquel dia. éRecuerda? Yo clje ‘que me hubiese gustado conocer la historia de fondo ce aquella noche espantosa, qué habia sucedide antes, ‘quien era ese hombre. hizo una pausa La verlad es que yo lambién inventé una historia. ¥ bueno, usted sabe, se me ocurrié que bien podria servir para una novela, He escrito algunas paginas sueltas, pero temo que no es tan cil como pensaba y ~Crey que seria una buena Mea que yo lo hiciese Joh Je complet la fase ~Pues sf le pido slsculpas. Yo.. quisiera que la ‘severe, ahora. Usted dijo que aquello era apenas una lanéecota, y que no le habia interesado ese relato. Per- oa os veinos mer tis novelas iitame que le cuente toda Ta historia, no slo aquello {que vivi, tambien lo que imaginé Joho la mird algo sorprendid -Oh, por favor sehor Bland, cro que tenemos tiempo. Entonees no hay problema John bebié el sti mo sorbo de la taza, encenchs un cigarrillo, y oy6 el siguiente ela 6 HOMBRE EN QUIEN CONFIAR Trnaginé que aquella historia podria haber omenzado una tarde, ua tarde cualquier, fen Lonel. Eran las cinco, las ses una de esas horas en que la gente parece apretujarse en todos fos lugares de la ciudad, las cals, los pubs, el mcto, Este toda esa gee, entre esos rustosinifeentes, veo el de una muje: No parece muy joven. ni muy dstnguda, pero tiene un apecto natural, grade Tra= taya en una oficia, 0 probablemente en al ra tena de Bond Stet Es un trabsjo come txalquier oi, tal ez ago rtinari, pero rl no se queja quiero dece, nanca ha sentido que las cosas podrian ser diferentes. Singin Aguirre Esa mujer, que imagino algo solitaria, ne tensa ‘motives para sentirse infeliz, o nada parecido. No porque su vida fuese algo extraordinario slo era del ‘ipo de las que ni siquiera piensan en ello. Pera, a di- ferencia de otras, no esperaba conocer a alguien, co sarse, y con el tiempo tener hijos. Sentia que el amor el romanee, no eran para ella, Haba conociclo algu- raps hombres en su vida, pero siempre una razén ha- ia que todo intento en este sentido fracasase: ella no crea en los hombres. Sencillamente no podia con ‘en ellos. Tal ver tenia poderasos motives para que es- to fuese as, motivos que habia que buscar en su pa~ saco, pero el caso es que con el tiempo su historia comenzé a parecerse a la de cualquier mujer euyo destino fuese la slteria Hasia esa tarde Se habia senvado en una peueta plaza, en Bee keley St. No estaba pensando en nada en particu tal vez s6lo descansaba un momento antes de tomar el autobuis que la levaria a su casa, cuando oeurris algo que cammbiavia su vida por com o Un hombre vino a sentarse en el otro exteemo dal baneo. let Fla no valtes, pero despuuds de unos instantes se percaté de que aquel hombre la estaba miranda, ¥ ya habia decidido irse, cuando esewché su vor Es increible Ela giré la cabeza. ¥ Io primero que vio fueron sus ojos, Las ojos de aquel hombre la contemplaban dena manera muy especial. No habia nada oscuro ni nR 1 vesinos mur et as novelas temible en ellos al contraro; la rab como st lla fue se una nia, y percibid, a su vez, que A jams pod hhacerle dao. Sentia qui algo dentro de sf se movi, tuna emocidn antigua, como si hubiese reencontrado {algo hermoso que no vela hace rmucho tiempo. =LPerdin ~ella no pudo evitar una sons -Diseilpeme, no quiero importunarla, slo decta quees increible la luz, a esta hora 2Ve usted aquel edi- Tico? Si lo mirase centro de, digamos.. veinte minutos, no To reconocera, La luz le cambiar ls formas, se 10s ‘mostrar mucho mds severo, ls bordes tendrén otro relieve, algunos emamentos desaparecerdn. ¥ sin em= Dargo, serd d misma, “da lw? 1Oh sf, a uz a luz no solanmenteihumina,é5a- bbe? Acta toda el tiempo, sobre las formas los lugares rnuestos estados de dnkma, De todas las cosas invisbles Ja ees la que mayor influencia tiene sobre nuesttas v= dag de 650 estoy segura, “i0h EL hombre amplié su sonrisa. Pareca la sons de un hombre bueno; franca, seduciora.. cuando ex tendid ana mano hacia la mujer “Pemmitame presentarme: mi nombre es Bans Robert Barnes, lla poreciétitubear y mientras alargaba su ma~ no voi a mir los ojos de aquel hombre Stal vez pusiese contiar en ellos. Seo Aguire Desde ese momento y en las haras que siguteron 4 Gre, un sentimiento estrane hizo que toda la vida pporeciera concentrarse en aquella mirada, ese rosteo, esa boca que sonia “Amor a primera vista He habia dicho a st ta cuando fe habl6 por telefono, una semana despés ero se arrepitis. Ahora la llomaba todo el empo preguntirdole por su naviazgo, Su noviazgo.. No po- da deccle que Robert estaba casado, seniamente no pod. No porque fuese un probleme ao lo era, no pa ra clos. pero su tino lo entender Else lo habia di- cho aquella misma tac y cea que tarabién por eso To amaba: “no te oeultaré nad, as son ls cosas. St quieres me voy y haremos cle cuenta que-no nos «o> nocimos. Todo habia so tan répido.. sus palabras, aque roce en ef moliilo de la tends que visiaron, sus rostrns casi pegaios cuando alguien la empui sa respiracion..y el beso.

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