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El mundo narrado es una historia ocurrida en los tiempos de la conquista española,

específicamente, la toma de la ciudad azteca de Tenochtitlán, entre los años 1519 y 1521.

En aquel entonces, Hernán Cortés toma posesión de dicha tierra, sin embargo, el personaje

central del relato no es este hombre, sino, es la mujer que lo asesora. Se pretende

desarrollar una revalorización del personaje Malinche, quién históricamente ha tenido una

imagen negativa, pues permanece en el pensamiento de las personas como la mujer que

traicionó a su pueblo para su beneficio personal. Dicha idea que pertenece a la sociedad

mexicana que permanece hasta la actualidad. Respecto a este asunto, la escritora mexicana

deja entrever por medio de su ficción narrativa otro punto de vista al cual adherimos, por lo

tanto, procuraremos ponerlo de manifiesto en esta investigación.

El principal interés para indagar sobre este tema de una, se debe a que el personaje central

de la novela de Esquivel, es de suma importancia dentro la historia de Latinoamérica,

siendo Malinche el símbolo por excelencia de unión entre el pueblo español y el indígena,

es decir, su persona se constituye en una verdadera madre del mestizaje. El personaje

central de la narración es femenino, elevado al mismo nivel protagónico que el

conquistador Hernán Cortés - quien fue el español que encabezó la destrucción del Imperio

Azteca -, es fundamental dentro de la historia mexicana y latinoamericana porque

contribuyó enormemente a la toma de decisiones llevadas a cabo durante la conquista, por

ser esta mujer quien interpretaba las palabras tanto de los caciques como de los españoles.

En el relato la narradora destaca diversas habilidades de la protagonista, sus cualidades

culinarias, su papel de intérprete, su capacidad de adaptación al medio hostil y el gran

bagaje cultural nacido del conocimiento de las raíces de su pueblo y del pueblo que la
recibió, el español, siendo imagen culmine del balance entre estas visiones, lo que luego, en

términos sociales se conoce como sincretismo cultural.

La Malinche es un personaje que se ha nutrido, para su sobrevivencia cultural, histórica y

literaria de la pluralidad, se entiende por esta última palabra las diferentes realidades que la

configuran, la modifican y la resignifican desde diferentes horizontes de interpretación. Así

la Malinche queda circunscrita en los ámbitos de la historia, la mitología y la literatura.

A lo largo de la historia de la literatura mexicana e hispanoamericana, la Malinche habita

los universos literarios desde los diferentes géneros: la poesía, el teatro, la novela y el

ensayo.

Existe una visión conservadora e hispanista que ha vinculado a la Malinche con el origen

de una raza, de la patria, aparece dotada de rasgos positivos, se valora su papel como

traductora y como símbolo de la sumisión española y católica. Por otro lado, la

interpretación nacionalista surge en el siglo XIX dentro del proyecto de la nueva nación, en

este sentido el período colonial se desdeña y se realiza una actualización de los personajes

novohispanos. En este contexto, la Malinche es la traidora por excelencia, según la versión

de la historia y la tradición del imaginario cultural en México.

Laura Esquivel narra la vida de la Malinche desde su nacimiento hasta la muerte. La

estructura de la novela es interesante pues la autora propone un narrador, quien reconstruye

la vida del personaje de inicio a final. La historia y sus momentos claves funcionan sólo

para trasladar a esta Malinche a momentos personales con su abuela, figura femenina que

está presente en toda la historia. La historia de la Conquista trascurre desde una versión y

visión femenina. En ese sentido, el trabajo de Esquivel delinea y contorna la imagen de


Malinche-niña y añade la importancia del poder de la palabra conferido al personaje como

intérprete de Cortés. Tanto descripciones y acciones del personaje se explican desde el

contexto indígena de la época y, sobre todo, desde una profunda mirada religiosa.

El resurgimiento de los personajes históricos en la narrativa actual mexicana es un

fenómeno que en los últimos años se ha visualizado en las propuestas literarias de escritores

y escritoras mexicanas contemporáneas, Laura Esquivel se adhiere a esta línea interesada

por recrear a personajes históricos desde la ficción literaria con el fin de reelaborarlos desde

una mirada libre, novedosa y lejana de las representaciones tradicionales.

Malinche se convirtió en una figura simbólica y emblemática desde principios del siglo

XVI hasta nuestros días. Los historiadores no precisan la fecha de su nacimiento ni la de su

muerte; se dice que nació en el año de 1505 y murió en 1527, víctima de la viruela. Sus

actos han sido cuestionados por varios escritores como Octavio Paz y Mariano Somonte,

quienes la han considerado como una traidora. Malinalli ha sido llamada la Eva mexicana,

la hija de la chingada y comparada con la llorona. Para referirse a una persona que prefiere

lo extranjero, en México se utiliza el término popular malinchista. Todas estas alusiones

peyorativas han hecho de ella una leyenda negra.

Son muchas las manifestaciones de esta legendaria mujer que se inmortalizó como villana o

como heroína; en diferentes obras artísticas del siglo XIX y XX podemos encontrar

representaciones de su vida: en la literatura, en el teatro, la música, la pintura, el ensayo y la

historia.

De esta forma la novela Malinche de Laura Esquivel es considerada una nueva novela

histórica ya que exhibe una reescritura de la época de principios del siglo XVI, vista desde
la perspectiva de una mujer de piel y carne, que por su condición femenina solo se pudo

limitar a traducir e interpretar; que vivió intensamente por un ideal, el de conseguir su

libertad y no permitir más el derramamiento de sangre, pero fue engañada y por esta

situación se hizo acreedora de vivir eternamente con la denominación de traidora.

En la novela de Esquivel se aprecian dos disciplinas se hacen patentes: la literatura y la

historia, debido a que en el momento de crear y narrar un argumento se recurre a

información histórica al tratarse de personajes, acontecimientos, espacios y tiempos reales.

Es así, como cada uno de estos aspectos es ficcionalizado por la autora, donde a cada

personaje se le caracteriza de una manera determinada, lo mismo ocurre con los hechos, al

darle ciertos matices, donde el narrador proporciona una interpretación personal que va más

allá de lo real, en otras palabras, corresponde a una significación que la novelista entrega a

partir de su punto de vista propio acerca de la historia mexicana, en este caso en particular,

para constituir una obra literaria.

CONCLUSIONES

Malinche, puede ser considerada como una obra interdisciplinaria, que comprende los

aspectos propios de la literatura, es decir, cuenta con una voz narrativa, múltiples

personajes, espacio y tiempo, pero, además, se hacen presente rasgos históricos propios de

México, que a la vez incorporan una preocupación social por las culturas que son

corrompidas, adulteradas o violentadas. En esta novela, el pueblo azteca es valorado y el

discurso narrativo se centra en una voz femenina e indígena.


Malinalli tiene un valor por si sola, por ser el punto de encuentro entre dos culturas: náhuatl e

hispana, matemáticamente hablando es el signo de la suma de estos dos mundos. De la unión de

esta emblemática mujer con un hombre español nace quien configuraría un claro símbolo del

mestizaje: Martín. Pero más allá de esta importancia simbólica e histórica, se debe rememorar el

rol de intermediaria que asumía esta mujer entre Hernán Cortés y los máximos representantes del

gran imperio azteca. Para lograr la conquista definitiva de México, fueron las estrategias de Cortés

las que incluían recurrir a esta mujer en la interpretación y diplomacia, utilizar el ingenio para

engañar, y ocupar un discurso que permitiese dominar en todas las situaciones.

BIBLIOGRAFÍA

ESQUIVEL, Laura, Malinche, México, 2018.

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