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SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD

DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS DE LA PERSONAS CON


DISCAPACIDAD

TUTORA:
ENITH CECICLIA FRANCO

PRESENTADO POR:
INGRID CORTES PERALTA

GRUPO:
80011_10

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DIASTANCIA – UNAD


CEAD – CALI
DICIEMBRE DE 2019
INTRODUCCION

La sexualidad sigue siendo un tema sensible, dado que se refiere a


aspectos de la intimidad de las personas al mismo tiempo que se
relaciona con cuestiones profundamente sociales. La salud sexual y la
salud reproductiva refieren a las prácticas que se llevan a cabo para
vivir una sexualidad plena con los cuidados, ajustes y adaptaciones que
sean necesarios para cada persona, en cada situación de la vida. La
salud sexual y la salud reproductiva de las personas con discapacidad
(PCD) tienen una larga historia de invisibilización, desconocimiento y
formas de hacer y de pensar sustentadas en prejuicios más que en
criterios de salud.
Derechos sexuales y reproductivos de las personas con
Discapacidad

 Derecho a recibir Educación Afectiva y Sexual en la familia y


formación en los centros, colaborando familias y centros para que, por
un lado, puedan aprender a defenderse de posibles abusos y a pedir
ayuda cuando la necesiten y, por otro, puedan conocer su cuerpo, sus
emociones, sentimientos y afectos, aprendiendo a relacionarse con
los-las demás de forma adecuada.
 Derecho a la integridad y propiedad de su cuerpo, de forma que
nadie los/las instrumentalice.
 Derecho a tener la vida sexual y afectiva que deseen y sea
posible, según sus características personales, con la ayuda de la
familia o tutores legales y de los profesionales.
 Las personas “con discapacidad” tienen derecho a una vida
afectiva y sexual plena, saludable y satisfactoria. Esto es un aspecto
fundamental para su bienestar y calidad de vida.
 Simplemente porque… (eliminemos la frase entre comillas): Las
personas tienen derecho a una vida afectiva y sexual plena, saludable
y satisfactoria. Esto es un aspecto fundamental para su bienestar y
calidad de vida.

Los imaginarios más comunes con las personas Discapacitadas son:

Las personas con discapacidad no son atractivas.

En nuestra cultura existe un estereotipo de mujer y de hombre,


perfecto marcado por una escultural figura física, sin embargo es
una realidad casi imposible de alcanzar, tanto para una persona
“normal” tanto para una persona con discapacidad, además de esto
algunas personas piensan que las personas con discapacidad no son
atractivas para nadie pues pueden ser desde el ámbito físico
diferente, sin embargo estas personas poseen tanto la capacidad
física como emocional para ser atractivos ante los demás.
Las personas con discapacidad no pueden tener hijos.

Existe este imaginario ya que se cree que no son capaces de salir


adelante con sus hijos, si los tienen, o que en su defecto dependerán de
otra persona para que les ayude a criarlos.

 Las personas con discapacidad son asexuadas

Se cree que las personas con discapacidad no tienen deseo sexual, y


que ni-siquiera tienen el derecho de pensar en sexo, ni de disfrutar de
una vida sexual plena.

 Las personas con discapacidad no pueden por sus condiciones a acceder


a programas de planificación y esto generaría una irresponsabilidad en
el ejercicio de sus relaciones coitales. 

Creemos que no van a planificar sus hijos y que sin responsabilidad


alguna se convertiría en máquinas de procrear sin ninguna
responsabilidad por su condición

Los niños producto de la procreación de personas con discapacidad


tendrán las mismas o peores discapacidades.

 Es de considerar que algunas discapacidades don de tipo genética


tienen carga hereditaria, pero no es algo que siempre resulte de esa
manera. Serán una máquina de hijos discapacitados.

Las personas con discapacidad tienen derecho a:


Los mismos derechos que a otras personas. Entre otros, el derecho:
 A la vida.
 A la educación en igualdad con todos y todas
 Al empleo libre
 A la vida independiente
 A la no discriminación
 A la salud
 Igual reconocimiento como persona ante la ley: esta es una
de las cuestiones de mayor trascendencia jurídica: la capacidad
jurídica. CERMI alerta de la falta de garantía en nuestro país de la
igualdad ante la ley de las personas con discapacidad intelectual y
psicosocial.

En este sentido recomendó a España revisar las leyes que regulan


la guarda y la tutela y tomar “medidas para adoptar leyes y
políticas por las que se reemplacen los regímenes de sustitución
en la adopción de decisiones por una asistencia para la toma de
decisiones que respete la autonomía, la voluntad y las
preferencias de la persona”. Si bien la Ley 26/2011 estableció un
plazo de un año para reformar la regulación española sobre esta
materia, a día de hoy, la cuestión está sin resolver, “a pesar de
que la efectividad de este artículo afecta a la efectividad de los
otros derechos”.

 Accesibilidad: a pesar de la existencia de normativa en materia


de accesibilidad sigue sin satisfacerse, continúa siendo uno de los
puntos que hacen explícita la escasa atención normativa a las
recomendaciones del Comité.

 Libertad y seguridad de la persona: el Comité lanzó tres


recomendaciones que no han sido objeto de actuación normativa:
revisar disposiciones legislativas que autorizan la privación de
libertad por motivos de discapacidad, incluidas las discapacidades
mentales, psicológicas o intelectuales; derogar disposiciones que
autorizan el internamiento forzoso a causa de una incapacidad
manifiesta o diagnosticada; y adoptar medidas para que los
servicios médicos, incluyendo todos los servicios relacionados con
la salud mental, se basen en el consentimiento otorgado con
conocimiento de causa por el interesado.

En este punto, alerta del crecimiento exponencial en España del


recurso al ingreso involuntario por razón de trastorno psíquico,
siendo preocupante desde un enfoque de Derechos Humanos.

 Educación: hay una serie de recomendaciones que no han


recibido actuación normativa alguna con rango de Ley. Son las
siguientes: velar por que las decisiones de colocar a los niños con
discapacidad en escuelas especiales o en clases especiales, o para
ofrecerles un plan de estudios reducido, se adopten en consulta
con los padres; velar por que los padres de niños con discapacidad
no estén obligados a pagar por la educación o por las medidas
encaminadas a proporcionar a los alumnos un acomodo razonable
en las escuelas tradicionales; y velar por que las decisiones sobre
la colocación de los niños en marcos segregados puedan ser
objeto de apelación rápida y eficazmente.

El Comité deplora en su informe que la educación inclusiva y los


ajustes razonables sigan siendo aspectos sin satisfacer.

 Derecho a la salud: las personas con discapacidad tienen


derecho a gozar del más alto nivel posible de salud en igualdad y
sin discriminaciones. Si bien CERMI no realizó observaciones sobre
este precepto, sí recoge en su informe una serie de Denuncias
recogidas a lo largo del año 2017, que ponen de relieve las
vulneraciones de este Derecho. Entre ellas, la que advierte de que
España dispone de escasos recursos para tratar la salud mental
materna -“crudo reflejo de las carencias de España en materia de
prevención y atención de la salud mental”-, y señala la urgencia
de incorporar psicólogos perinatales a los equipos de atención al
embarazo y posparto, así como a los servicios de neonatología.

 Derecho al Trabajo: en materia de empleo, se han aprobado


muchas normas, si bien la recomendación de elaborar “programas
abiertos y avanzados para aumentar las oportunidades de empleo
de las mujeres y los hombres con discapacidad”, sigue teniendo
sentido.

En este punto, el informe alerta de que las personas con


discapacidad son uno de los grupos sociales más excluidos del
bien básico del empleo, con elevadas tasas de inactividad
e “insoportables índices de desempleo, que se ceban más
encarnizadamente en las mujeres con discapacidad y en
determinados segmentos, como las personas con discapacidad
intelectual o con problemas de salud mental”.

A este respecto, indica que la tasa de actividad de las personas


con discapacidad se mantiene considerablemente más baja que la
de las personas sin discapacidad y en el mercado laboral –
especialmente en el caso de las mujeres, de las personas con
discapacidad intelectual y psicosocial o residentes en entornos
rurales–. Asimismo, considera alarmante el hecho de que la tasa
de empleo de las personas con problemas de salud mental ha
vuelto a caer hasta un 14,3%, lo que convierte al colectivo de
personas con trastorno mental en el que tiene la tasa de empleo
más baja.
 Participación en la vida política y pública: las
recomendaciones lanzadas en relación con este derecho carecen
de respuesta normativa; son las referidas al reconocimiento del
sufragio (“que todas las personas con discapacidad tengan
derecho a votar”), y que “todas las personas con discapacidad que
sean elegidas para desempeñar un cargo público dispongan de
toda la asistencia necesaria, incluso asistentes personales”.

La sexualidad de la persona tiene como valor la intimidad. Si vive en


una institución (hogar, hospital de día) la sexualidad no es de ella sino
de los demás que deciden cómo, dónde, cuándo. Por lo general en estas
instituciones, no hay espacio pensado para que las personas con
diversidad funcional desarrollen su sexualidad. La mirada social
imputadora, que dice qué es lo normal y lo anormal, que regulariza la
normalidad y la anormalidad y dice quién se queda afuera… Como
sociedad no somos inclusivos ni diversos.

Es importante que cada persona con discapacidad decida qué quiere


hacer, con quién quiere estar, cuándo, cómo, dónde… escribiendo su
propia “biografía sexual” con sus intereses, necesidades, deseos,
fantasías, como personas sexuadas y eligiendo de qué manera expresar
esa sexualidad, que no es sinónimo de sexo o genitalidad.

Sexualidad es mucho más que un pene erecto o una vagina lubricada.


Eso no es garantía. No es sólo un encuentro de genitales. Es hacer el
amor, encontrarse, tener contacto y conocimiento del propio cuerpo y
del cuerpo del otro, es acariciarse, expresar afecto, sentir placer,
erotizarse, empatizar con el otro…Hay personas que no ejercen su
sexualidad a través de los genitales. 
CONCLUSIONES:

Con todas estas definiciones se puede llegar a la conclusión de que la


sexualidad en su conjunto es un impulso esencial para el desarrollo.
Todos los seres vivos la poseen y en concreto, cada persona la  vive a
su manera.  

Todas las personas tenemos derechos y curiosidad por conocer mejor


nuestro cuerpo, nuestros cambios a lo largo de la vida, nuestro origen.
Todo ello también es sexualidad.

Esta condición no se pierde por el hecho de tener una limitación física,


perder la sensibilidad de ciertas partes de nuestro cuerpo o por el hecho
de sufrir un trastorno de tipo mental.

Lo que quiere decir, y a pesar de los estigmas que comentábamos al


principio, que una persona con discapacidad podría perfectamente
mantener tanto una relación amorosa como sentir ciertas necesidades
básicas e instintivas.  
Bibliografía

http://www.salud.gob.ar/dels/entradas/derechos-sexuales-y-derechos-reproductivos-de-las-
personas-con-discapacidad

http://discapacidas.blogspot.com/2015/10/imaginarios-mas-comunes-con-relacion-la_23.html

http://www.derechofacil.gob.ar/leysimple/derechos-de-las-personas-con-discapacidad/

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