Ser un buen gerente… ser un mejor gerente.

Si ponemos esas preguntas en nuestro contexto país actual, son calificativos que ofrecen bastante
ambigüedad. Desde la perspectiva que se vea, un buen gerente puede estar pasando por alto
muchas de las normas para poder completar algunos de los objetivos corporativos. Ser un mejor
gerente demandaría entonces la capacidad de combinar creatividad sin desapegarnos de los
principios que rigen las distintas profesiones.

Si ponemos esas preguntas en el contexto global, uno de los más grandes retos que estamos
enfrentando es el cambio generacional y la forma en que evolucionan la comunicación y las
relaciones interpersonales.

Hoy día los buenos gerentes están entendiendo que hacerse mejor no solo es cuestión de
administrar recursos tangibles como materiales y financieros, o intangibles como el tiempo. Los
buenos gerentes comenzaron a trabajar en la forma de organizar a sus colaboradores, trabajo que
incluso comienza desde el proceso de selección, de hecho los procesos de selección evolucionan
continua y rápidamente, las estrategias para atraer a los mejores talentos y por mucho los talentos
con más disposición a trabajar en equipo, se adecuan constantemente.

Es fácil ver que frases como, recursos humanos se ha cambiado por dirección de talento,
supervisados por colaboradores, impulsando la visión de lograr un verdadero trabajo en equipo, la
creación de sinergias que potencien las capacidades individuales y que el total siempre sea mayor
a la suma de las partes, aparece entonces la inteligencia colectiva.