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ESPECTROS DE ENERGÍA DE MOVIMIENTOS FUERTES REGISTRADOS EN MÉXICO

B. Huerta Garnica y E. Reinoso Angulo

Instituto de Ingeniería, UNAM


Ciudad Universitaria, Apdo. Postal 70-472
Coyoacán, 04510 México, D.F.
bhug@pumas.iingen.unam.mx
ere@pumas.iingen.unam.mx

RESUMEN

En este trabajo se calcularon los espectros de energía sísmica de entrada para registros cercanos al
epicentro y en el valle de México. También se analizan brevemente las características de atenuación de
energía y de la dirección de la energía máxima. Se presentan los espectros de energía de varios
acelerogramas del valle de México y los respectivos mapas con curvas de igual energía. Por último, se
muestran la comparación de los valores obtenidos de las fórmulas para predecir la energía de entrada y
se comenta la variación de la energía de histéresis.

SUMMARY

In this work they were calculated the spectra of seismic input energy for near registrations to the
epicentre and in the valley of Mexico. They are also analyzed shortly the characteristics of energy
attenuation and of the address of the maximum energy. The spectra of energy of the several
acelerogramas of the valley of Mexico and the respective maps are presented with curved of same
energy. Lastly, they are shown the comparison of the obtained values of the formulas to predict the
input energy and the variation of the hysteresis energy is commented.

INTRODUCCIÓN

Los terremotos son fenómenos en que enormes cantidades de energía mecánica acumulada en las zonas
de interacción entre placas tectónicas durante décadas o incluso siglos es liberada en periodo muy
cortos de tiempo. Gracias a las aportaciones de la ciencia moderna hoy sabemos en qué consiste un
terremoto y cuáles son los mecanismos que los producen. No obstante, la ingeniería sísmica sigue
utilizando las fuerzas y desplazamientos en la estructura como parámetros de diseño y reconoce que
éstos son solo una manifestación del evento sísmico y no representan al fenómeno en su totalidad.
Los reglamentos de construcción en zonas sísmicas indican que las construcciones deben ser capaces
de resistir determinadas fuerzas sísmicas y no exceder las condiciones de servicio para las que están
destinadas. La mayoría de las estructuras se diseñan para que durante temblores moderados y severos
sus materiales incursionen en comportamiento inelástico para disipar parte de la energía introducida
por el sismo. Este comportamiento inelástico provoca daño a los elementos estructurales el cual debe
ser tomado en cuenta en el análisis y diseño de la estructura. Recientemente se ha utilizado la distorsión
de entrepiso o el máximo desplazamiento relativo entre niveles consecutivos de la estructura para
determinar el daño que ésta sufrirá, siempre y cuando no exista falla por cortante.

Los reglamentos actuales están elaborados para garantizan que las construcciones puedan resistir
sismos severos sin que colapsen. Sin embargo, no garantizan que las construcciones presenten un buen
comportamiento sísmico ante diferentes niveles de movimiento del terreno, es decir, que los daños
puedan controlarse. Esto ha dado lugar a intensas discusiones con respecto a la necesidad de revisar
estos códigos y modificar la metodología de diseño empleada. Así han aparecido diversas métodos de
diseño basado en desempeño. El método de diseño basado en desempeño utilizando conceptos de
energía establece que la capacidad de admitir energía de la estructura debe ser mayor que la demanda
de energía que puede producir el sismo de diseño, considerando distintos niveles de movimiento del
terreno.

El diseño basado en energía involucra la consideración de dos aspectos esenciales: el primero se


relaciona al establecimiento del sismo de diseño y el segundo con la evaluación de la absorción de
energía real y la capacidad de dispersión de energía de la estructura. El objetivo de este trabajo es
introducir una propuesta que podría contribuir a la solución del primero de los aspectos antes
mencionados.

MOVIMIENTO FUERTE DEL TERRENO EN LA ZONA EPICENTRAL

Espectros de aceleración y de velocidad

Los espectros de diseño generalmente se obtienen trazando una envolvente de los espectros de
respuesta de un oscilador de un grado de libertad. Los espectros de respuesta representan los valores de
respuesta máxima de varios osciladores con diferentes periodos naturales de vibración para un
amortiguamiento dado, usualmente 5 por ciento. Por definición, estos espectros no consideran las
características de un acelerograma completo. Se pueden obtener espectros de respuesta muy parecidos
para dos acelerogramas con diferente forma, duración y contenido de frecuencias pero que produjeron
la misma respuesta máxima del oscilador. Sin embargo, estos acelerogramas pueden introducir
diferentes niveles de energía al sistema.

Recientemente se ha reconocido que la magnitud de las ordenadas de un espectro de respuesta no está


siempre correlacionada con el daño que puede producir un terremoto. Como ejemplo se muestran en la
fig 1 los registros obtenidos en estaciones sobre roca localizadas a la misma distancia del área de
ruptura (alrededor de 19 km) durante cuatros sismo de diferentes magnitudes (5.7, 6.9, 7.6 y 8.1
correspondientes a los sismos del 8 de febrero de 1988, 25 de abril de 1989, 21 y 19 de septiembre de
1985, respectivamente) originados en la zona de subducción de las costas del Océano Pacífico
mexicano. Debido a que estos registros están todos sobre roca y que tienen la misma distancia al área
de ruptura, es de esperarse que sus diferencias sean atribuidas solo a la magnitud. Cabe destacar que de
estos sismos el único en el que se registraron daños importantes en las construcciones fue en el sismo
del 19 de septiembre de 1985, por lo que se puede pensar que este registro debería tener las mayores
amplitudes de aceleración del terreno. Sin embargo, los registros provenientes del sismo de menor
magnitud presentan mayor aceleración del terreno que la de los registros de mayor magnitud. Por
ejemplo: para el registro PAPN correspondiente al sismo de magnitud 5.7 se tiene una aceleración
máxima del terreno de 434 cm/s2, que es cuatro veces mayor que la aceleración del registro VILE (104
cm/s2) obtenido de un sismo con magnitud de 8.1. Esta primera observación indica que la aceleración
del terreno no está correlacionada con la magnitud del sismo y por lo tanto el daño ocasionado por éste
no se correlaciona con la amplitud del registro.

Figura 1. Registros de aceleración del terreno para cuatros sismos de diferentes magnitudes

Como se mencionó para la fig 1, la aceleración de terreno no es un buen indicador del daño, pero los
espectros de respuesta sí podrían serlo. Al calcular los espectros de respuesta de aceleración de los
registros anteriores y agregando un eje perpendicular al plano del espectro (magnitud del sismo), puede
realizarse una gráfica en tres dimensiones (fig 2). Se observa que en los espectros de aceleración las
ordenadas son menores para sismos de magnitud mayor mientras que son mayores para sismos de baja
magnitud (M≈6.0). Esto no es congruente con el daño que han producido los sismos de gran magnitud
en la zona epicentral, por lo que se pude concluir que los espectros de aceleración no están
correlacionados con el daño que puede sufrir la estructura.

Figura 2. Representación espacial de los espectros de aceleración para sismos con diferente magnitud;
los registros corresponden a sitios sobre el área epicentral en la zona de subducción del Océano
Pacífico mexicano
Al comparar los espectros de velocidad (fig 3) para los mismos registros de la fig 1, se observa que
para periodos cortos las ordenadas espectrales de velocidad siguen la misma tendencia que las de
aceleración; es decir, que las ordenadas disminuyen para sismos de mayor magnitud. Sin embargo para
periodos largos las ordenadas espectrales se incrementan, aunque no de manera importante, con la
magnitud. Esto indica que la velocidad espectral está más correlacionada con la magnitud del sismo y
con el daño provocado por este. Sin embargo, el daño observado en todas las estructuras, incluyendo
las de periodo corto, no puede atribuirse a estas pequeñas diferencias.

Figura 3. Representación espacial de los espectros de velocidad para sismos con diferente magnitud;
los registros corresponden a sitios sobre el área epicentral en la zona de subducción del Océano
Pacífico mexicano

Los registros provenientes de sismos severos tienen mayor duración y contenido de energía en periodos
largos que los registros provenientes de sismos moderados. La duración de un movimiento sísmico es
directamente proporcional a la magnitud del sismo; por lo tanto, la duración del movimiento puede ser
un parámetro que se puede utilizar para estimar el daño que pueden sufrir determinadas estructuras.
Una análisis mas detallado sobre los efectos de duración se encuentra en el trabajo de Reinoso y Ordaz
(2000).

Conceptos de energía

Housner (1956) propuso por primera vez una metodología de diseño basada en energía y en años
recientes estos conceptos han llamado la atención de numerosos autores (Akiyama, 1985; Uang y
Bertero, 1988 y Fajfar et al., 1992). Teran-Gilmore (1996) propuso un método de diseño sísmico
basado en desempeño usando conceptos de energía en el cual plantea que la demanda de energía (la
energía que el sismo introduce a la estructura) no debe ser mayor que el suministro de energía
(mecanismos de almacenamiento y disipación de energía). Por lo tanto, se deben estudiar los eventos
sísmicos desde el punto de vista de demanda de energía impuesta a las estructuras.

Considerando un sistema de un oscilador con un grado de libertad con comportamiento inelástico, la


ecuación de movimiento es la siguiente:
m&x&(t ) + cx& (t ) + f S ( x, x& ) = −m&x&g (t ) (1)

donde x representa el desplazamiento relativo de la masa m, xg es el desplazamiento del terreno


absoluto, c es el coeficiente de amortiguamiento viscoso de la estructura y fs representa la fuerza de
restitución; el punto sobre la literal indica la derivada con respecto al tiempo. Para un sistema elástico
lineal fs es igual a kx, donde k es la rigidez de la columna. Los términos del lado izquierdo de ecuación
representan las fuerzas de inercia, viscosidad y de restitución del resorte. Integrando la ecuación
anterior con respecto a x para obtener las energía que producen estas fuerzas, se obtiene lo siguiente:

∫ m&x& dx + ∫ cx& dx + ∫ fs dx = −∫ m&x& dx


g (2)

Las contribuciones individuales del lado izquierdo de la ecuación representan la energía cinética
relativa, la energía disipativa causada por el amortiguamiento viscoso y la energía de restitución. Esta
última se puede descomponer en energía de deformación elástica más energía de histéresis.
Desarrollando cada término se obtiene que la fuerza de inercia de la masa produce energía cinética en
el sistema asociada a la velocidad de la masa, la cual se define como:

mx& 2
∫ ∫
EC = m&x& dx = mx& dx& =
2
(3)

El amortiguamiento viscoso disipa energía, esta energía se puede expresar como:

∫ ∫
E A = cx& dx = cx& 2 dt (4)

La fuerza de la rigidez de la columna desarrolla energía potencial asociada al desplazamiento también


denominada energía de deformación elástica, la cual es igual a:

kx 2

E D = kx dx =
2
(5)

Cuando el sistema presenta comportamiento inelástico existe energía que es disipada por deformación
plástica denominada también energía de histéresis. De la definición de energía de restitución se puede
despejar el valor de la energía de histéresis, entonces:

EH = ∫ fs( x, x&)dx − E D (6)

La suma de estas energías debe equilibrar la energía de entrada absoluta impuesta en la estructura por el
evento sísmico y así la energía de entrada está dada por el término de la derecha de la ecuación (2):


E I = − m&x&g dx (7)

y se representa con la ecuación de balance de energía (Uang y Bertero, 1990)


E I = EC + E A + E D + E H (8)

Esta ecuación de balance de energía se puede representar esquemáticamente por un estanque de agua
con dos orificios (Popov et al., 1993). Se observa que la capacidad de admitir energía depende de la
capacidad del tanque (EC+ED) y del tamaño de los orificios por donde escapa el agua (EH y EA).

EI

EC+ED

EH EA

Figura 4. Representación esquemática de la ecuación de energía


Energía en estructuras

De la ecuación (8), puede considerarse que el término de la izquierda (EI) representa las demandas de
energía que el sismo introduce a la estructura y el término de la derecha representa el suministro
sísmico de la misma. Así:
D emanda S ísmica de Energía ≤ Suministro S ísmico de Energía (9)

Para que el diseño de una estructura resulte adecuado se debe satisfacer la ecuación (9) para todos los
niveles sísmicos de diseño considerados (Teran-Gilmore, 1996).

La energía de entrada (EI) representa el daño potencial total del movimiento del terreno provocado por
el sismo. No se tiene control ni conocimiento exacto de la cantidad de energía de entrada que se
presenta en un sitio determinado; esta varía mucho con la magnitud del sismo, la distancia al epicentro
y las características del suelo. La energía de entrada para una estructura con comportamiento inelástico
sujeta a movimientos fuertes del terreno es disipada en parte por deformación inelástica (energía
histeretica, EH) y en parte por amortiguamiento viscoso (energía de amortiguamiento, EA) que en la fig
4 se representa como el agua que sale del tanque. La energía de histéresis (EH) disipada es el parámetro
de respuesta estructural que se relaciona con el daño acumulado de la estructura.

El diseñador debe analizar si es técnica y económicamente posible equilibrar la energía de entrada sólo
con conducta elástica de la estructura, es decir, sólo con EC y ED, o si es conveniente disipar parte de la
energía de entrada con EA y EH. La energía de amortiguamiento (EA) es un parámetro del que no se
tiene mucho control. Para una estructura el amortiguamiento viscoso varía del orden de 2 a 10 por
ciento (dependiendo de las fricciones internas, fricciones en los apoyos, elementos no estructurales y
otros mecanismos). La mayoría de las estructuras tiene amortiguamientos del orden de 5 por ciento. En
la práctica común es más factible aumentar EH tanto como sea posible a través de comportamiento
inelástico en la estructura (deformaciones plásticas). Es decir, a través de la proporción de ductilidad de
deformación, µ, aunque implique daño a los miembros estructurales.

Recientemente se ha reconocido que es posible aumentar EA y EH significativamente y controlar el


daño de la estructura a través del uso de dispositivos de disipación de energía. También el diseñador
tiene la opción de intentar disminuir EI. Esto puede hacerse a través de las técnicas de aislamiento de
base sísmica, no recomendables para suelos blandos como el Distrito Federal. Para el uso de estos
dispositivos se requiere de una comprensión clara de los conceptos de energía anteriores y del uso de la
ecuación de balance de energía (ecuación 8). Por lo anteriormente expuesto es necesario calcular de los
espectros elásticos e inelásticos para EI y otros tipos de energía involucrados en la ecuación de balance
de energía (Bertero, 2000).

Espectros de energía

Al calcular los espectros elásticos de energía de entrada de los registros de la fig 1 se puede observar
claramente que existe una relación más estrecha de la magnitud del sismo con las ordenadas espectrales
de energía, como se muestra en la representación espacial de la fig 5. La forma de los espectros de
energía de estos registros es muy variable ya que algunos presentan varios picos de demanda de energía
tanto en periodos cortos como en periodos mayores, pero se aprecia que la energía permanece baja y
constante para las magnitudes de 5.7 y 6.9, pero se incrementa considerablemente cuando el sismo
tiene una magnitud mayor o igual a 7.6 grados.
Figura 5. Espectros de energía de algunos registros de estaciones cercanas al epicentro

ATENUACIÓN DE LOS ESPECTROS CON LA DISTANCIA AL ÁREA DE RUPTURA

Para ilustrar los efectos de atenuación con la distancia de los espectros de energía de entrada se
muestran en la fig 6 los espectros de tres registros del sismo del 19 de septiembre de 1985. Las
estaciones de dos de estos registros se localizan sobre el área de ruptura (estación UNIO y VILE) y la
otra estación se localiza en la Ciudad de México (Ciudad Universitaria).
0.60
Energía de entrada / masa (m²/s²)

0.50 UNIO
VILE
0.40 CU

0.30

0.20

0.10

-
0 1 2 3 4 5 6
Periodo (seg)

Figura 6. Atenuación de los espectros de energía del sismo del 19 de septiembre de 1985. Las
estaciones UNIO y VILE están sobre el área epicentral y CU a casi 300 km.

Se observa claramente, como era de esperarse, la disminución de las ordenadas espectrales de energía
en la estación CU, sobre todo en periodos cortos hasta 1.5 segundos. Por ejemplo, en la estación UNIO
el espectro presenta un pico muy grande de 0.57 m2/s2, mientras que en las estaciones VILE y CU el
valor de las ordenadas espectrales para el mismo periodo son de 0.17 m2/s2 y 0.02 m2/s2,
respectivamente. También se presenta una disminución importante de las ordenadas de energía para la
estación VILE con respecto a la estación UNIO, sobre todo en los picos. Lo sorprendente es que
inclusive existen periodos (alrededor de 2.7 segundos) en los que las ordenadas de la estación CU son
mayores a las de la estación VILE y muy similares a UNIO. A partir de 2.5 segundos los espectros de
energía de estos tres registros son similares. Estas características ya habían sido observadas en estudios
anteriores (Ordaz y Singh, 1992).

ESPECTROS DE ENERGÍA DE ENTRADA EN EL VALLE DE MEXICO

A partir de 1985 la red acelerométrica creció considerablemente instrumentándose gran parte del valle
de México. La fig 7 muestra la zonificación geotécnica así como la ubicación de las estaciones en el
valle de México, en donde se observa una mayor concentración de aparatos de registro en las zonas de
mayor daño durante sismos intensos. En esta figura también se distinguen las principales avenidas de la
ciudad.

MD 82 TX

86

Tepeyac
16
17
IM ES CIRES
64
14
CENAPRED
27
I de I
39
23
Periferico
55 9 C. Interior
8
76

52 62 28
44
1 48
12
Aeropuerto
25 2
7 50 58 45 59
72
CH 56 RM 6 UK ZA
5 VG 41 31
3
4 49
RO 43 42
TY 57 20

30
SC
10
TL
11 Cd. Neza
32
46
53 29 68

47 CD
51 CF
78
21
VI 24

CY
22 19
40
18

CU
37
84
C. de la
Estrella
Tlalpan 54
38
CN
33
74
13 80
CM TD
15
TB
35
36
Tláhuac
Xochimilco
5 km
AJUSCO
34
26 Sn P. Actopan

Terreno firme Zona de transición Zona de lago

Figura 7. Zonificación geotécnica, algunos sitios de referencia y estaciones de la red acelerométrica de


la ciudad de México

En este trabajo solo se consideran los sismos con epicentros ocurridos en las costas del Pacífico
(sismos de subducción), debido a que la ciudad de México es particularmente vulnerable a este tipo de
sismos. Las ondas sísmicas provenientes de esa región se atenúan en el trayecto hacia la ciudad de
México, la cual se encuentra localizada a más de 250 km de distancia; sin embargo, al internarse a los
estratos blandos originados por la desecación artificial de los antiguos lagos de Xochimilco, Texcoco,
Xaltocan, Zumpango y Chalco, se presenta una importante amplificación de las ondas y un
significativo incremento en la duración del movimiento dominada por el arribo de ondas de periodo
largo que sufren menos atenuación que las de periodo corto.

Contrario a lo que se mencionó en el primer capítulo de este trabajo, en el valle de México la mayoría
de los parámetros de los registros se correlacionan con el daño. Es decir, la aceleración del terreno y
espectral, la velocidad, los desplazamientos, el contenido de frecuencias y la duración están
directamente corelacionados con la magnitud del sismo e inversamente correlacionados con la distancia
al área de ruptura y, por lo tanto, con el daño.

En la fig 8 se muestran los espectros elásticos de energía de entrada de los registros localizados en las
estaciones del valle de México para el sismo del 25 de abril de 1989 en el componente norte-sur. De
éstos se observa lo siguiente:

- Los espectros en terreno blando presentan un pico bien definido en el periodo dominante del
terreno
- Existe una gran variación en la magnitud de la energía entre distintas estaciones, incluso para las
estaciones que tienen suelos con el mismo periodo dominante
- La estación SC no es la estación con mayor demanda de energía dentro del valle (línea más gruesa
en color negro de la fig 8). De hecho, para este sismo, el pico de la estación SC tiene una ordenada
espectral de aproximadamente un octavo de la ordenada espectral máxima de la estación con
mayor energía (49)
- La estación con la mayor ordenada espectral corresponde a la estación 49 que presenta el pico en
un periodo igual a 3 segundos.
- Las estaciones con mayores ordenadas espectrales se localizan en la colonia Roma, que es una
zona que en sismos grandes ha reportado daños
- En periodos menores a 1.8 segundos la demanda de energía es muy pequeña, incluyendo las
estaciones localizadas en terreno firme

01 03
6 05 06
08 09
10 11
12 15
17 18
5
19 20
22 23
Energía de entrada / masa (m²/s²)

25 27
28 29
4 30 31
32 33
34 35
37 39
3 41 42
43 44
45 46
47 48
49 51
2
52 53
54 55
56 59
62 68
1 72 80
84 Cd
Ro Sc
Tb Vg
0
0 1 2 3 4 5 6
Periodo (seg)

Figura 8. Espectros de energía de entrada del sismo del 25 de abril de 1989 en la ciudad de México en
la componente norte-sur
Curvas de igual energía en el valle de México

Con los espectros mostrados en la fig 8 calculados para el sismo del 25 de abril de 1989, se realizaron
las curvas de igual energía para varios intervalos de periodos estructurales (fig 9). Se realizaron cuatro
gráficas que corresponden a periodos estructurales de 2, 3, 4 y 5 segundos y se calcularon tomando el
mayor valor en un intervalo de ± 0.2 segundos en cada periodo. Las curvas corresponden a cuatro
diferentes niveles de energía, del tono más claro al más oscuro, y corresponden a intervalos de 0.1 a
1.0, de 1.0 a 1.9, de 1.9 a 2.8 y mayor que 2.8 m2/s2, respectivamente. La gráfica más interesante es la
correspondiente al periodo de 3 segundos, ya que es el periodo en el que las ordenadas espectrales son
mayores. Para este sismo existe más energía de entrada en la parte oeste de la zona de lago que
corresponde a los sitios que históricamente han mostrado ser los más afectados durante sismos de
subducción.

Tepeyac Tepeyac

Periferico C. Interior Periferico C. Interior

Aeropuerto Aeropuerto

Cd. Neza Cd. Neza

C. de la C. de la
Estrella Estrella

Tlalpan Tlalpan

Xochimilco Tláhuac Tláhuac


Xochimilco
5 km 5 km
AJUSCO AJUSCO

Sn P. Actopan Sn P. Actopan

T = 2 seg T = 3 seg

Tepeyac Tepeyac

Periferico Periferico
C. Interior C. Interior

Aeropuerto Aeropuerto

Cd. Neza Cd. Neza

C. de la C. de la
Estrella Estrella

Tlalpan Tlalpan

Tláhuac Tláhuac
Xochimilco Xochimilco
5 km 5 km
AJUSCO AJUSCO

Sn P. Actopan Sn P. Actopan

T = 4 seg T = 5 seg
Figura 9. Curvas de igual energía de entrada para cuatro periodos en el valle de México. Los cuatro
diferentes niveles de energía (del tono más claro al más oscuro) corresponden a intervalos de 0.1 a 1.0,
de 1.0 a 1.9, de 1.9 a 2.8 y mayor que 2.8 m2/s2, respectivamente
Direcciones principales de energía

Los registros de aceleración del terreno se obtienen convencionalmente en dos direcciones horizontales
perpendiculares entre sí: norte-sur y este-oeste. Se ha observado que en general no existen diferencias
notables entre ambos componentes horizontales (Reinoso y Ordaz, 1999). Sin embargo, estas
direcciones no son las direcciones principales de energía y es de esperarse que existe una dirección del
movimiento en que la energía es mayor. Esto se muestra en la fig 10 para el registro de la estación SC
del sismo del 19 de septiembre de 1985; la dirección principal corresponde a N60E y es
aproximadamente de 29.66 m2/s2. A 90 grados de esta dirección (S30E) se presenta la menor energía,
5.33 m2/s2.

30
Energía de entrada / masa (m²/s²)

25 N60E
N90E
S75E
20
S60E
S30E
15

10

-
0 1 2 3 4 5 6
Periodo (seg)

Figura 10. Variación de los espectros de energía con la dirección del movimiento del sismo del 19 de
septiembre de 1985

La dirección principal de energía mostrada en la fig 10 corresponde al azimut del sismo, es decir, la
dirección de la recta que une los puntos del epicentro con la estación donde se obtuvo el registro. En
principio pensamos que esto no tiene relevancia en el diseño de las estructuras, ya que estas no se
diseñan para una dirección en particular. Para poder simplificar los cálculos de energía en análisis
comparativos se puede trabajar con un promedio de las energías en dos direcciones perpendiculares.

FÓRMULAS PROPUESTAS PARA EL CÁLCULO DE LA ENERGÍA DE ENTRADA

Es necesario estimar la energía de entrada mediante fórmulas sencillas que el diseñador pueda emplear
en la práctica profesional sin requerir un análisis completo del registro de aceleraciones del terreno.
Varios autores han propuesto fórmulas para estimar la energía de entrada por unidad de masa (EI/m). En
está sección se analizan los valores obtenidos con estas fórmulas. Kuwamura y Galambos (1989)
proponen:
vg
Ei / m = 0.85 ∫a
2
g (t ) dt (10)
ag

válida para periodos cortos, donde ag(t) es la aceleración del terreno como función del tiempo, vg y ag
son la velocidad pico y la aceleración pico del movimiento del suelo, respectivamente. Fajfar et al.
(1991) proponen las dos ecuaciones siguientes:

Ei / m = 2.2v g 2 t D 0.5 (11)


Ei / m = 0.24a g 0.75 v g 1.25 t D 0.75 (12)

donde tD es la duración del movimiento fuerte del terreno. Uang y Bertero (1990) proponen:

Ei / m = 1 ((1.0 + 0.12t D )v g ) 2 (13)


2

Estas expresiones dependen solo de las características del movimiento del suelo. En la fig 11 se
muestran los espectros de energía de entrada con los valores de energías calculados para la estación
VILE.

VILE 19/09/85
0.8

0.7
Energía de entrada / masa (m²/s²)

Exacto
0.6
Galambos
0.5
Fajfar1
Fajfar2
0.4 Bertero
Promedio
0.3

0.2

0.1

0
0 1 2 3 4 5 6
Periodo (s)

Figura 11. Comparación del espectro de energía de la estación VILE con las predicciones propuestas
por algunos autores

Para proponer un valor de la energía de entrada confiable se requieren de más parámetros que los
incluidos en las ecuaciones 10 a 13. Se observan diferencias importantes entre las distintas
predicciones, las energías calculadas por estos autores son mucho mayores que el promedio de la
energía calculada. Por lo que se requiere de un análisis más confiable en el que se pueda estimar la
energía en función del periodo de la estructura, de la respuesta del sistema o de las características del
sitio que se analiza.

VILE 19/09/85
V ILE 1 9 / 0 9 / 8 5 1
0 .2 5
EI/ m EI/ m
0 .8
0 .2 Sv² Fs²

0 .6
0 .1 5

0 .1 0 .4

0 .0 5 0 .2

0 0
0 1 2 3 4 5 6 0 1 2 3 4 5 6
Perio d o ( s ) Perio d o ( s )

Figura 12. Comparación del espectro de energía con el espectro de velocidad al cuadrado y con el
espectro de Fourier al cuadrado para la estación VILE

En la fig 12 se muestra la comparación del espectro de energía de entrada con el espectro de velocidad
al cuadrado (Sv2) y con el espectro de Fourier al cuadrado (Fs2) para la estación VILE durante el sismo
del 19 de septiembre de 1985. Estas comparaciones tienen una mejor correlación que la obtenida con
las expresiones 10 a 13 (Hirao, 1988).
Espectros de energía de entrada y de histéresis

Los espectros de energía más relevantes son los de energía de entrada y los de histéresis ya que son los
que se relacionan con la demanda de energía que impone el sismo a la estructura y con el daño que esta
puede sufrir. La fig 14 muestra una representación espacial de los espectros de energía de entrada y de
histéresis de un registro localizado en suelo blando (estación SC) durante el sismo del 19 de septiembre
de 1985. En estos espectros se utilizó un eje adicional perpendicular al plano del espectro, el cual
representa el coeficiente sísmico de fluencia Cy. Con ello se puede observar la variación de los
espectros con diferentes niveles de comportamiento inelástico. En estos cálculos se consideró que la
estructura tiene un comportamiento elastoplástico perfecto (fig 13).

f s(x,x)
fy

k
1

xy x

Figura 13. Modelo elastoplástico perfecto

La traza de la superficie de los espectros de energía en el plano vertical con Cy=1.2 (mayor coeficiente
sísmico) representa el espectro de energía con comportamiento elástico. Conforme se reduce el
coeficiente sísmico Cy se tiene comportamiento inelástico con ductilidades mayores. Es decir, a
menores resistencias del oscilador mayor su comportamiento inelástico. Es importante destacar que los
espectros inelásticos mostrados en la fig 14 no tienen limitada la ductilidad, por lo que para valores
muy bajos de Cy la ductilidad tiene valores muy grandes. Por ejemplo, para Cy=0.2 la mayor demanda
de ductilidad es de 1.78 y para Cy=0.5 es de 0.33. Es difícil que una estructura tenga valores de Cy
menores a 0.2.

ENERGÍA DE ENTRADA POR UNIDAD DE MASA (m²/s²)

ENERGÍA DE HISTÉRESIS POR UNIDAD DE MASA (m²/s²)

Figura 14. Representación espacial de los espectros de energía del sismo del 19 de septiembre de 1985,
estación SC componente este-oeste

Se observa que los espectros de energía total y de histéresis presentan un pico en el periodo
predominante del terreno, aproximadamente dos segundos para esta estación. De estos diagramas
resulta evidente qué estructuras son más vulnerables en esta zona para este tipo de temblor (estructuras
con periodos de 2 segundos). Para periodos cortos existe una ausencia de demanda de energía y en el
periodo predominante del terreno un cambio abrupto demandando gran cantidad de energía.

Diseñar las estructuras para que su comportamiento sea elástico significa que no se presenta energía de
histéresis en la estructura y por lo tanto no se presenta daño, sin embargo, resulta sumamente costoso
proporcionar los elementos de las dimensiones necesarias para lograr este comportamiento. En la
práctica de diseño de estructuras no es común proyectar estructuras elásticas, por lo que es necesario
balancear el daño permitido por comportamiento inelástico con el costo total de la estructura.

CONCLUSIONES

En este trabajo se revisaron los conceptos de energía y se realizó una análisis de la variación de la
demanda de energía en sitios cercanos a la zona epicentral y en el valle de México durante sismos de
movimiento fuerte que han ocasionado daño a las estructuras.

La aceleración de terreno y los espectros de aceleración no están correlacionados con la magnitud del
sismo y con el daño que puede sufrir la estructura. La velocidad espectral está más correlacionada con
el daño. Sin embargo, el daño observado en todas las estructuras, incluyendo las de periodo corto, no
puede atribuirse a estas pequeñas diferencias. Existe una relación más estrecha de la magnitud del
sismo con las ordenadas espectrales de energía de entrada. Esto motiva a los investigadores a realizar
nuevos estudios sobre los conceptos de energía vinculados con ingeniería sísmica.

En el valle de México existe una gran variación en la magnitud de la energía de entrada entre distintas
estaciones, incluso para las estaciones que tienen suelos con el mismo periodo dominante. Las
estaciones con mayores ordenadas espectrales se localizan en la colonia Roma, que es una zona que en
sismos grandes ha reportado daños. Para el sismo del 25 de abril de 1989 las estructuras con periodo de
3 segundos localizadas en la parte oeste de la zona de lago tienen mayores ordenadas espectrales de
energía. Para este sismo existe más energía de entrada en sitios que históricamente han mostrado ser los
más afectados durante sismos de subducción.

La dirección del movimiento en que la energía es mayor corresponde al azimut del sismo. El espectro
de velocidad al cuadrado y el espectro de Fourier al cuadrado se aproximan en valores y forma al
espectro de energía de entrada. Esta comparación es una mejor predicción del espectro de energía de
entrada que la obtenida con las expresiones simplificadas propuestas por diversos autores.

Los espectros de energía más relevantes son los de energía de entrada y los de histéresis ya que son los
que se relacionan con la demanda de energía que impone el sismo a la estructura y con el daño que esta
puede sufrir. Para poder desarrollar conclusiones confiables es necesario desarrollar estudios más
completos que incluyan registros de sismos de mayor magnitud.

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