Punto de Vista
Dr. Andrés Hessdörfer ,
Un secreto a voces:
A propósito de los cambios que se
avizoran en materia de secreto bancario
E
l instituto del secreto bancario tiene
un gran arraigo en nuestro país, que
data de varias décadas. No obstan-
te, no fue hasta la crisis financiera sufrida
en el año 1982 que se le dio regulación
expresa, en el marco de la aprobación
del Decreto Ley Nº 15.322. El riguroso
tratamiento brindado al secreto bancario
pretendió contribuir a proyectar al Uru-
guay como plaza financiera, y a brindar
seguridad a los depositantes respecto del
tratamiento estrictamente confidencial de
sus operaciones.
Esta rígida regulación del secreto,
que por años se mantuvo intacta, ha
comenzado un proceso de cambio
tendiente a su flexibilización, impulsado
fundamentalmente por dos grandes
motivos: (i) un nuevo contexto inter-
nacional que así lo estaría exigiendo,
y (ii) un sostenido crecimiento de las
facultades inspectivas y sancionatorias
del Fisco.
La primera modificación al marco
normativo en este sentido en nuestro
país se dio con la aprobación de la
Ley Nº 18.083 de Reforma Tributaria
(“LRT”), que posibilitó el levantamiento
del secreto para hipótesis en las cuales
la DGI hubiera presentado una denun-
cia penal de defraudación, y solicitara
a la sede penal el relevamiento del
secreto en forma justificada.
En nuestra última nota nos referimos
someramente a un proyecto confeccio-
nado por el Ministerio de Economía y Fi-
nanzas, remitido en junio pasado al Parla-
mento que propuso, entre otros aspectos,
atemperar el secreto bancario, ampliando
la hipótesis de la LRT. Luego de varias idas
y venidas en relación al contenido y alcan-
ce de esta nueva modificación, el pasado
3 de noviembre el proyecto fue aprobado
en el Senado, y todo hace indicar que
próximamente contará con la aprobación
de la Cámara de Representantes.
¿En qué consiste esta nueva modifica-
ción? Básicamente en que la DGI podrá
solicitar el levantamiento del secreto ban-
cario cuando el Director de Rentas solicite
en forma expresa y fundada al Juzgado
Letrado de Primera Instancia con compe-
tencia en materia civil, toda la información
relativa a las operaciones bancarias de
personas físicas o jurídicas determinadas,
y que dicha solicitud guarde relación con
la determinación de obligaciones tributa-
rias no prescriptas. En estos casos, el Juez
solamente podrá hacer lugar a la solicitud
cuando se le acrediten indicios objetivos
que hagan presumir razonablemente la
existencia de evasión por parte del sujeto
pasivo, y que la información bancaria
resulte necesaria para la correcta de-
terminación de adeudos tributarios o la
tipificación de infracciones.
“La rígida regulación del secreto,
que por años se mantuvo intacta,
ha comenzado un proceso de cambio
tendiente a su flexibilización”.
También se prevé el mismo régimen
para solicitudes formuladas en el marco
de los convenios internacionales ratifica-
dos por Uruguay en materia de intercam-
bio de información o para evitar la doble
imposición. En estos casos, la entidad
extranjera requirente deberá indicar los
antecedentes y fundamentos que convali-
dan su solicitud.
El texto actual es el producto de arduas
discusiones y de diversas sugerencias,
que encauzaron el proyecto en un tenor
más garantista que el original respecto
del contribuyente. No obstante, no pode-
mos soslayar que se está agregando una
nueva competencia, extremadamente
específica, a magistrados que tienen que
lidiar con un variopinto escenario que
40 COE, Diciembre de 2010
Abogado. Profesor Aspiran-
te a la Cátedra de Derecho
Financiero I y II de la Univ.
de Montevideo.
comprende las materias contenciosa, civil
y comercial, lo cual puede ir –simplemen-
te para graficar el amplio elenco- desde
una segunda instancia de un proceso
de desalojo de un inmueble, hasta un
conflicto de accionistas de una sociedad
anónima. Asumir esta nueva competencia
puede atentar contra la adecuada protec-
ción de los derechos del contribuyente
puesto que, como reza el proverbio popu-
lar, “quien mucho abarca poco aprieta”.
A esto se le agrega un problema adicio-
nal, derivado de la terminología utilizada
por la norma proyectada. El texto bajo
análisis habilita el levantamiento en caso
que el Fisco acredite indicios de “evasión”.
¿Cuál es el problema que encontramos?
Que la “evasión” como tal no se encuentra
definida en ninguna norma de derecho
positivo nacional. Esto colocaría en un
verdadero brete al Juez, que para analizar
la procedencia de la solicitud del Fisco
deberá previamente considerar qué quiso
decir el legislador con evasión. Tal vez
arribe a la conclusión de que el término
que debió haber ido en ese lugar era “de-
fraudación” (acaso el instituto más similar
consagrado legalmente en Uruguay), o
tal vez no, dado que nada lo obliga a ello
(téngase presente que el concepto de
“evasión” podría abarcar más que el de
defraudación). Sin perjuicio de lo anterior,
podemos afirmar que no deberían quedar
alcanzados, aún en una tesis amplia,
aquellos incumplimientos que verifiquen
solamente la infracción de mora, por el
mero incumplimiento de pago en fecha.
Parece ser cada vez más conveniente
contar con un juzgado especializado
en asuntos fiscales, al cual asignarle
competencia para los procesos de cobro
ejecutivo de créditos tributarios, clausu-
ras de establecimiento, repeticiones de
pago, procesos cautelares, y este nuevo
trámite de levantamiento de secreto ban-
cario; sin perjuicio de otros que puedan ir
surgiendo.
En definitiva, la debida tutela de los
derechos de los contribuyentes reposa
tanto en las normas vigentes, como en
el tino y la precisión que tiene quien las
valora y aplica.